miércoles, 23 de mayo de 2012

SE DESTAPA LA CLOACA EN PROTECCION CIVIL DE PV; ALEJANDRO ARIAS Y EL CARTEL DE LOS CINCO


Por Jorge Olmos Contreras

Alejado de los reflectores hasta hace poco tiempo, el Jefe de la Unidad de Protección Civil Municipal del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, José Alejandro Arias García acaba de entrar a un laberinto sin salida debido a graves señalamientos en su contra por excesos cometidos en su encargo público, cuyos actos por lo menos ameritan un cese inmediato de sus funciones con su respetiva acta administrativa y un proceso penal de por medio.

Este joven muchacho que ya está entrando a la madurez equivocó el camino desde el momento en que permitió que a su vida entraran malas compañías que le prometieron financiarle un negocio redondo que tenía que ver con los servicios y trámites de protección civil, pero para eso le exigieron que se metiera al Ayuntamiento –precisamente al área de bomberos—para que un día llegara a ser el mero jefe de Protección Civil, cosa que logró.

Sus “padrinos” –íntimamente ligados a grupos del narcotráfico que mandaron en Puerto Vallarta hasta antes de las famosas balaceras del 2008—lo apoyaron presuntamente en todo momento para alcanzar ese ansiado puesto. Habrían sido ellos, sus mecenas del narco, los que supuestamente le habrían apalancado con dinero de dudosa procedencia la camioneta que ahora sirve como ambulancia de la empresa Fire Vallarta.

EL NEGOCIO

En Protección Civil, todos saben que el negocio denominado “Fire Vallarta”, es de Alejandro Arias, aunque quien da la cara como representante de la empresa era Verónica Lizete Paz Araiza, una muchacha que está relacionada sentimentalmente con el funcionario público y a través de la cual se hacen todo tipo de trámites que tienen que ver con la protección civil.

De hecho, a raíz de que el periódico Tribuna de la Bahía manejó una información donde acusaba a Fire Vallarta de ser el negocio de Alejandro Arias –pues prácticamente se obliga a los empresarios, pequeños y medianos a contratar la consultora de Arias para que les entreguen los trámites de protección civil que, además son obligatorios para que el Ayuntamiento autorice la licencia municipal de cualquier establecimiento comercial—el funcionario cambió el nombre de la empresa que ahora se denomina Omega Seguridad.

La firma de consultoría propiedad de Alejandro Arias –desde luego con presta nombres-- sirve como pantalla de negocio supuestamente honesto para que ahí se hagan todo tipo de trámites que después son aprobados con el visto bueno del mismo jefe, es decir, del propio Arias.

Y aunque en su momento el alcalde Salvador González Reséndiz pidió al entonces secretario general del Ayuntamiento,  Jesús Sánchez Guerra –hoy candidato a síndico municipal en la planilla del Archi—que se hiciera una auditoría a Alejandro Arias para ver si existían irregularidades en Protección  Civil, ésta jamás se hizo; por el contrario, tanto Jesús Sánchez como Chavita encubrieron al señor Arias García.

EL COBIJO DE ADRIÁN

Por si esto fuera poco, el incólume e intachable –eso dicen sus promotores—candidato del PRI a la presidencia municipal, Adrián Méndez González, a sabiendas de los antecedentes de Alejandro Arias, ya le dio cobijo en su campaña política, lo que nos habla del nivel y los alcances del equipo del llamado Archi, donde incluso se le ha dado entrada a personas con muy graves antecedentes.

De hecho, hay un sujeto que se incrustó en el equipo del Archi que por lo menos se ha ganado un buen dinero jugando al secuestro exprés, delito cometido en contra de uno de sus propios amigos; de ese tamaño son los colaboradores trae Adrián Méndez.

Pero volviendo a Alejandro Arias, decíamos que entró a un punto sin retorno porque lo publicado ayer por la reportera investigadora Noemí Zamora Reynoso en el diario Tribuna de la Bahía, no es nada comparado con otro tipo de señalamientos, estos más graves, que ubican al jefe de protección civil en un grupo que, por lo menos, debe ser investigado por delincuencia organizada.

LA MANO DEL NARCO

Y es que Alejandro Arias se dejó llevar por el dinero fácil cuando se hizo amigo de Luis Fernando Gurrola Coronado –ambos se conocieron en sus andanzas en la colonia Arboledas y anexas como La Bobadilla—aquél chavo que se metió a las “grandes ligas” del narco y se animó a cuidar a uno de los hijos del extinto narcotraficante Ignacio Coronel Villarreal (a) “Nacho Coronel” y que después fue asesinado por presuntos zetas en un condominio del desarrollo Bay Green que se encuentra dentro del campo de golf El Tigre propiedad del magnate italo canadiense Graziano Sovernigo.

En Protección Civil hay empleados que comentan que Alejandro Arias siempre presumió de su amistad con gente “pesada”; que es la que le financiaba su empresa y que fue la que le habría comprado la ambulancia que ahora presta servicios “obligatorios” a varios hoteles, so pena de caerles una clausura de la Unidad Protección Civil.

Por estas mismas relaciones, al interior del cuerpo de bomberos y protección civil del Ayuntamiento se ha bautizado al grupo de Alejandro Arias como “El Cartel de los Cinco”, porque se han prestado a muchas irregularidades que rayan en lo ilícito, como cuando escondieron por horas a un policía que resultó herido cuando presuntos zetas atentaron contra el ex subdirector operativo de la policía municipal, Raymundo Cruz.

El día del atentado contra Raymundo y que los “buenos muchachos” de protección civil escondieron en las instalaciones públicas al policía baleado, se presentó en el lugar el mismísimo Fernando Gurrola para ver qué se les ofrecía a sus amigos.

El Cártel es Alejandro Arias y Fernando Gurrola (qepd), pero… ¿quiénes son los otros tres?

Eso lo dejamos pendiente.

CUENTAS PENDIENTES

Pero eso no es todo en la vida de Alejandro Arias, ya que existe una historia en espera de ser develada que nos indica que el jefe de protección civil tiene una cuenta pendiente con la justicia en la ciudad de Guadalajara, donde un día de parranda presuntamente cometió un hecho muy lamentable que tiene que ver con el más grave de los diez mandamientos bíblicos, pero del cual salió bien librado por la ayuda “legal” y extra legal que recibió de varios amigos para archivar el caso.

El mismo Alejandro Arias sabe a qué nos referimos y sólo él y su almohada deben saber hasta dónde se involucró en un crimen que seguramente no lo deja dormir bien, pero él y sólo él pueden dar una explicación al respecto.

Nosotros les recordamos a los lectores que no somos Ministerio Público, que sólo aportamos elementos periodísticos para que sean investigados por la autoridad correspondiente.

Por lo pronto y si hay congruencia en los dichos y en los hechos, el alcalde debe separar a este funcionario de su encargo mientras se investigan las quejas de los comerciantes obligados a pasar por su empresa para darles el visto de protección civil, mientras que El Archi –si tiene pantalones—tendrá que desmarcarse de gente nociva para su campaña.

En las fotos que acompañan a esta columna se puede ver a Alejandro Arias haciendo proselitismo por Adrián Méndez en horas de trabajo, mientras en La Aurora se quemaban varios departamentos por la operación de un comercio ilegal de fabricación de fritangas que debió haber sido clausurado por Protección Civil.

INFORMACION CLASIFICADA

OTRO GRAVE SEÑALAMIENTO CONTRA ALEJANDRO ARIAS es la presunción de que varios vehículos de Protección Civil están siendo ordeñados para sacarles gasolina y ponérselas a las camionetas que trae El Archi en campaña.

Es urgente que Adrián Méndez se deslinde o dé una explicación al respecto.

LA RESPUESTA A LA PREGUNTA QUE HICIMOS EN EL SENTIDO DE QUE QUÉ HIZO RAMON CHAVEZ para que su hermana Verónica amenazara en Facebook a sus otrora seguidores, es que el motivador los traicionó. Les dijo que nunca se iba a vender. Que el grupo al que también bautizaron como “el bunker” seguiría unido peleando por posiciones para todos.

Pero un día regresó Ramón de Guadalajara y les dijo que Aristóteles le pidió que aceptara ir en la planilla del Archi y ahí valió gorro todo. Todos se enojaron, le dijeron muchas cosas y abandonaron el grupo. Después en el Facebook no lo bajaron de traidor, sobre todo porque sus seguidores pusieron dinero de su bolsa y Ramón Chávez le dijo que ya que fuera regidor los compensaría, pero todos lo mandaron al diablo.

Por ello, su hermana Verónica amenazó a más de uno con un: “no saben con quién se meten”.

Bueno, con decirles que hasta les mandó a los policías estatales a la casa de uno de los ex seguidores de Ramón Chávez para que vieran que ella, Verónica, no estaba jugando.

Ver para creer.

EN CUANTO AL COLECTIVO DE PERIODISTAS Y LA ESTAFA A VALERIA LOPEZ con su página de Internet, quien quiera investigar debería voltear a ver a Ramón García, dueño del portal digital “Sabor a Vallarta”, ahí está el hilo que lleva a la madeja.

Pero la historia es larga y por hoy el espacio se nos terminó.


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