Por Jorge Olmos Contreras
El
supuesto presidente del comisariado ejidal, Luis León Cervantes y Sergio Bernal
Belloso, son señalados como quienes, mediante engaños, desincorporaron, del
ejido mil 013 hectáreas de tierras de uso común que sub dividió en seis
polígonos, uno de los cuales ya fue vendido y escriturado a la empresa Costa Corrales Land Holdings por 18
millones 900 mil dólares, de los que sólo pagaron dos millones 500 mil dólares
a 77 personas, la mayoría de ellas
presuntos invasores que ahora se dicen ejidatarios y quienes formaron la
Inmobiliaria Punta Izatán y hoy son nuevos empresarios. Todo en perjuicio del
ejido y sus verdaderos representantes.
Esta es la
historia de un gigantesco fraude que se desarrolla en el ejido “Aquiles Serdán”
del municipio de Cabo Corrientes, donde Luis León Cervantes, supuesto
presidente y Sergio Bernal Belloso, secretario del comisariado ejidal, fueron
quienes fraguaron todo un plan para desincorporar el patrimonio del núcleo
ejidal, un total de mil 013 hectáreas y venderlas a un grupo de empresarios
extranjeros que para tal fin, formaron la sociedad anónima Costa Corrales Land Holdings, cuyo principal inversionista es el
financiero estadounidense de origen chino, Oscar Tang.
Fue tanta
la ambición de Luis León y su gente, que para desincorporar las tierras de uso
común, el 18 de diciembre del 2008 crearon la Inmobiliaria Ejidal Punta Izatán
S.A. de C.V., --de la cual él es el presidente del Consejo de
Administración—para después venderlas a los extranjeros, pero en su prisa por
vender, cometieron varios errores que podría llevarlos a la cárcel, ya que en
el paquete incluyeron la llamada “parcela escolar” –intocable por ley—y además
incluyeron como socios y accionistas a 33 personas sobre las que pesa una
demanda ante el Tribunal Agrario por ser invasores del ejido “Aquiles Serdán” y
por lo tanto no tenían derechos para vender y ser beneficiarios de la
enajenación de las mil 013 hectáreas.
No sólo
eso, también vendieron seis hectáreas que las autoridades del ejido habían
reservado para la Unidad Agraria Industrial para la Mujer, lo que representa
toda una ilegalidad.
LA HISTORIA
El ejido
“Aquiles Serdán” se creó el siete de noviembre de 1969 por Resolución
Presidencial y se le dotó de mil 250 hectáreas, las cuales se entregaron en
posesión el 26 de noviembre de 1970. Al principio se benefició a 44 campesinos
que estaban radicados en el poblado de Cihuatlán –municipio de Cihuatlán-- y
que solicitaron las tierras para la creación de un Nuevo Centro de Población
Agrícola en el municipio de Cabo Corrientes. En dicha dotación se incluyó la
parcela escolar que medía ocho hectáreas.
Sin
embargo, el 10 de febrero de 1985 se llevó a cabo una depuración censal, ya que
de los 44 beneficiados originales (Censo Básico) no se presentaron a recibir
las tierras y o las abandonaron por más de dos años, por lo que perdieron sus
derechos mediante un juicio Privativo de Derechos Agrarios.
De esta
manera, se convocó a una nueva asamblea para designar a los nuevos beneficiados
–campesinos que estaban en posesión de parcela dentro del ejido de manera
pacífica—y el nuevo censo quedó con 44 personas, dejando a salvo la parcela
escolar y solicitando su correspondiente certificado.
Entre las
autoridades que firmaron el acta de Depuración General, estaba el entonces Jefe
de la Promotoría Agraria, Fidencio Cuevas Anaya, hoy empresario hotelero de la
playa de Los Muertos en Puerto Vallarta.
LA LLEGADA DE LUIS LEON
Así las
cosas, en este nuevo grupo aparece por primera vez Luis León Cervantes, que en
algunos documentos se hace llamar también J. Luis León Cervantes –un michoacano
que estaba de paso en Cabo Corrientes y al que le entregaron tres hectáreas--,
quien años después incorporó a 33 supuestos campesinos más al ejido “Aquiles
Serdán”, personas que estaban plenamente identificadas como invasores y contra
quienes pesa una demanda por restitución de tierras.
De esta
manera, el núcleo ejidal –en poder de Luis León-- ya contaba con 77
integrantes, quienes fueron los que finalmente vendieron las tierras a un
corporativo extranjero.
Cabe
hacer la precisión que antes, el poblado “Aquiles Serdán” (que no el ejido) se
componía de pequeñas propiedades –que sumaban un total de 212 hectáreas-- que
están en las inmediaciones del arroyo de Tecolotán y que tenían como dueños a
Genaro García Joya, Miguel Romero León y Gilberto Gómez Verea. Estas tierras
quedaron fuera de la Resolución Presidencial.
Sin
embargo, Miguel Romero León y su hijo de nombre José Luis Romero Amaral –éste
último compró predios privados a Genaro García Joya—trajeron a los invasores a
principios de los años 90. A saber, a
dos familias de campesinos de apellidos
Soto y Olmedo que provenían del ejido Revolución Mexicana del municipio
de Cuautitlán.
ASAMBLEAS ESPURIAS
Para
“legalizar” sus actos, Luis León, en compañía de Sergio Bernal Belloso y un tal Jesús Peña, permitieron que
se llevaran a cabo asambleas espurias en donde se reconocía a los invasores
como supuestos ejidatarios, posesionarios y reacomodados del ejido Revolución
Mexicana en terrenos del Nuevo Centro de Población Ejidal “Aquiles Serdán”,
como lo testifica el acta del 22 de octubre del 2006, certificada por el
notario público número 13, Manuel Torres Jacobo, pese a que desde el 2006
pesaba un juicio de nulidad de actos y ellos (los invasores) perdieron en la
revisión.
De hecho,
se trataba de asambleas donde Luis León y Sergio Bernal permitieron asimismo que
se utilizara un sello mancomunado de Aquiles Serdán para dar supuestamente
validez a los invasores, con Toño Vargas a la cabeza y varios de los
sentenciados. En dichos eventos, el Comisariado de Aquiles Serdán, sabiendo
todo eso, no lo informó a la Asamblea ni mucho menos ejerció acción penal en
contra de los autores de estas ilegalidades.
En este
sentido, y de acuerdo con el juicio 357/16/2002 –cuya copia simple está en
poder del columnista-- los invasores están identificados como Enrique Soto
López, Isabel Olmedo, Maribel Olmedo, Miguel Olmedo Martínez (fallecido), José
Olmedo, Antonio Vargas Zapién, Genovevo
Olmedo, David Olmedo, Eusebio Silva, Refugio Villaseñor Martínez (finado),
Carlos Silva, Miguel Silva, Domingo Soto, Luis Soto (finado), Francisco Olmedo
y Guadalupe Olmedo.
LA DEMANDA
Todos
ellos fueron demandados ante el Tribunal Unitario Agrario del Distrito número
13, el 12 de abril de 1996, por Jesús Sánchez Rodríguez, Pedro Rodríguez
Ramírez y Ramón Araiza Chávez, quienes en ese entonces fungían como integrantes
del Comisariado Ejidal de “Aquiles Serdán”. La demanda fue por Restitución de
Tierras Ejidales, ya que se encontraban en posesión indebida e ilegal de una
fracción de terreno.
Pedían al
Tribunal que se condenara a los
demandados a la desocupación de los terrenos que estaban invadiendo y a la
entrega virtual, material y jurídica del mismo, además del pago o reparación de
daños y perjuicios que le ocasionaron al ejido al privar de una superficie al
núcleo agrario, misma que se tradujo en la no obtención de ganancias lícitas.
Y es que
no se trataba de cualquier superficie, sino de 400 hectáreas –300 del predio
Punta Negra y 100 del conocido como Izatán-- que los ejidatarios de Revolución
Mexicana fueron invadiendo desde principios de los años 90, argumentando que
ellos eran campesinos beneficiados por reacomodo en “Aquiles Serdán” y que a
ellos les dio supuestamente posesión un promotor de la Secretaría de la Reforma
Agraria, de nombre Jaime Cabrera Hernández, el 20 de mayo de 1982.
Los afectados
alegaron ante el Tribunal que la versión de los invasores era totalmente falsa,
toda vez que en ningún momento se inició procedimiento alguno en el cual se
privaran los derechos agrarios a los suscritos ni de sus representados, lo que
demostraron con las copias de sus certificados de derechos agrarios “y por ende
–señalaron-- no tendría valor cualquier intento de reacomodo de campesinos que
se hubiera intentado, ya que los verdaderos beneficiados no hemos sido oídos ni
vencidos en juicio, por lo que al no haberse iniciado un juicio privativo y
nuevas adjudicaciones, no existe tal reacomodo”.
PALO AL MAGISTRADO SERGIO LUNA
Empero y
aún con todas las pruebas aportadas por los demandantes, el 08 de enero de
1997, el Tribunal Unitario Agrario Distrito 13 –que preside el magistrado
Sergio Luna Obregón-- dictó sentencia en donde declara improcedente la acción
de restitución de tierras ejidales y absolvió a los demandados.
Inconformes,
Jesús Sánchez, Pedro Rodríguez y Ramón Araiza promovieron el recurso de revisión
ante el Tribunal Superior Agrario, por lo que el 04 de noviembre de 1999 se
dejó sin efecto jurídico la sentencia del 08 de enero de 1997.
Después,
otro Tribunal, el Tribunal Unitario Agrario número 16 retomó el juicio y
realizó su proyecto de sentencia para finalmente condenar a los invasores.
En el
proceso del juicio, hubo una discordancia entre dos peritos, uno que decía que
las tierras reclamadas sí estaban dentro de “Aquiles Serdán” y otro que decía
que no, por lo que el Tribunal nombró a un tercer perito en discordia, Héctor
Manuel Salinas Hermosillo, para conocer
su opinión.
Este
tercer perito, mediante escrito del 14 de enero del 2003, concluyó que ambos
predios se encuentran ubicados totalmente dentro de los linderos del ejido
“Aquiles Serdán”, con superficies de 550 y 700 hectáreas, por lo que con ello
fue posible establecer la identidad de los terrenos reclamados.
Así las
cosas, los demandantes demostraron que, efectivamente su contraparte estaba en
posesión indebida de las tierras y que la posesión y usufructo que realizan es
en forma ilícita, ya que no demostraron tener el derecho a los mismos, al no
existir prueba alguna que robustezcan sus aseveraciones.
Por ello,
el Tribunal Unitario condenó a los demandados a la desocupación y entrega de
las tierras controvertidas en un término de 20 días a partir de que causara
estado la sentencia.
Fue el
magistrado Agustín Hernández González quien resolvió que se condenara a los
demandados a la desocupación y entrega
de los terrenos a favor de la asamblea ejidal de “Aquiles Serdán” y que en su
oportunidad se archivara el expediente 357/16/2002 como asunto concluido.
SENTENCIA NO EJECUTADA
Pero para
sorpresa de los verdaderos ejidatarios, nunca se dio la ejecución de sentencia
contra los invasores, por razones que sólo el Tribunal Unitario Agrario 16 debe
saber, o quizá por la intervención del magistrado Sergio Luna Obregón, quien ha
estado metiendo las manos en este asunto
desde hace muchos años, comentan ejidatarios inconformes.
De aquí
se agarró Luis León para, mediante asambleas espurias, meter a 33 personas más al ejido “Aquiles Serdán” y reconocerlos
como auténticos ejidatarios, aun cuando muchos de ellos fueron sentenciados por
el Tribunal como invasores.
En este
proceso de confusiones jurídico agrarias, un papel importante fue el que
jugaron dos funcionarios de la Secretaría de la Reforma Agraria con sede en
Puerto Vallarta, Miguel Ángel Moranchel, Raúl Saynez Cesate y el jefe de ellos,
el delegado de la S.R.A, Aureliano Ureña González, éste último fue asesinado
con lujo de violencia en su departamento del fraccionamiento Los Sauces de
Vallarta en un aparente robo, el 27 de octubre del 2010, curiosamente el mismo
mes en que otro involucrado en este asunto, el corredor inmobiliario Gerardo
Ramírez Frías, fue ejecutado por un presunto marino en sus oficinas de Plaza
Neptuno mientras sostenía una conferencia telefónica por skype desde una
computadora.
Estas
personas –que estuvieron en funciones de 1994 al 2007-- una vez fuera de la Secretaría de la Reforma
Agraria, fueron los que “asesoraron” a los ejidatarios para que vendieran sus
tierras, ya que el mismo Aureliano Ureña llegó a decir que el señor Fernando
González Corona –se refería al ex alcalde panista de Vallarta—ofrecía 15
millones de pesos por las mil 250 hectáreas. (Continuará)
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