Por Jorge Olmos Contreras
El 20 de
junio del 2007 se constituyó El Camino Recursos Inmobiliarios bajo la firma del
notario número dos de Bucerías, Nayarit, Teodoro Ramírez Valenzuela. Esta
sociedad decía tener, entre sus primeros objetivos, el estudio de grabación
digital y análoga de y para televisión, así como la producción de imágenes
integradas por guiones scouting, grabaciones in situ en diferentes
locaciones, entrevistas, imágenes integradas por animación en segunda y tercera
dimensión, edición no lineal, locución, audio y video, diseño gráfico, creación
de sitios, páginas y dominios web en todas sus modalidades, así como su
musicalización y en general lo relacionado, propio y necesario en multimedia.
Desde
luego, estas actividades eran sólo una pantalla, ya que su verdadero propósito
era constituirse en agentes comisionistas, intermediarios, corredores
concesionarios, licenciatario, factor y distribuidor entre personas físicas o
morales, nacionales o extranjeras y adquirir o participar en el capital o en el
patrimonio de otras sociedades civiles o mercantiles, formando parte en su
constitución o adquiriendo acciones o participaciones en las constituidas, así
como enajenarlas.
La
sociedad se inició con 50 mil pesos y con 500 acciones ordinarias de 100 pesos
cada una, de las cuales el 50 por ciento eran de Gerardo Ramírez y el resto de
Mauricio Vargas.
Llama la
atención que pese a que estos señores no presentaron sus Cédulas de
Identificación Fiscal y a la advertencia del notario de que daría aviso a la autoridad
fiscal y que les daba 30 días para incluir en el Registro Federal de
Contribuyentes a dicha sociedad, esto al parecer nunca se hizo.
Se ignora
si la autoridad fiscal actuó en consecuencia.
Empero,
fueron estos dos personajes, quienes constantemente viajaron al Nuevo Centro de
Población “Aquiles Serdán” para
hablarles maravillas a los ejidatarios si vendían sus tierras. Ellos repartían
dinero a manos llenas, gastaban y se daban el lujo de vociferar que gracias a
ellos nunca se ejecutó la sentencia contra los invasores; incluso, que para que esto sucediera (la no ejecución de la
sentencia) se rumora que se habría ofrecido a un magistrado agrario la friolera
cantidad de 75 millones de pesos.
Fueron
los mismos del Camino Recursos Inmobiliarios, los que forzaron a los campesinos
a crear su propia Inmobiliaria, ya que era necesario jurídicamente para
desincorporar las mil 013 hectáreas, pues necesitaban meterlas a la
Inmobiliaria Punta Izatán, y de ahí pasarlas a compañía Costa Corrales Land Holdings que, como ya vimos su principal
accionista es Oscar Liu-Chien Tang, también conocido como Oscar L. Tang, un
multimillonario financiero estadounidense de origen chino.
LA MANO DE REYES VAZQUEZ
Lo más
curioso de todo esto, es que el notario público número 31 de Nuevo Vallarta,
Nayarit, José Luis Reyes Vázquez, nunca objetó estos antecedentes para
escriturar un Contrato de Fideicomiso de Administración Irrevocable –leonino
por donde quiera que se le vea, dicen campesinos inconformes de Aquiles
Serdán--, mismo que pasó bajo su fe pública el pasado 18 de mayo del 2009, con
lo que se dio el primer paso para quitarles a los campesinos sus tierras.
Este
contrato ata de manos a los ejidatarios, que manipularon con asambleas
cuestionables, Luis León Cervantes, Sergio Bernal y Jesús Peña (este ultimo
curiosamente también Comisario de la empresa “El Camino Recursos
Inmobiliarios”), supuestos integrantes del comisariado ejidal de “Aquiles
Serdán”, ya que les imponen sendas cláusulas para proteger en todo momento a
los empresarios extranjeros y deja en condiciones muy endebles a los
campesinos.
Como
dijimos líneas arriba, la venta del patrimonio del ejido está en marcha –sólo
se dejaron a salvo 237 hectáreas gracias a que así lo dispuso y aconsejó el
Notario Juan Galván Sotelo—y con las mil 013 hectáreas restantes formaron seis
polígonos, uno de los cuales ya fue liberado, vendido y escriturado por la
cantidad de 18 millones 900 mil dólares, de los cuales Luis León, Sergio Bernal
y Jesús Peña repartieron sólo dos millones 500 mil dólares entre los supuestos
77 ejidatarios (entre otros, a los invasores), es decir, les tocó
aproximadamente, como 32 mil 467 dólares (o 373 mil 376 pesos) –lo que cuesta
una camioneta del año—a cada campesino.
Y como
Luis León es la única persona que puede manejar la cuenta de la Inmobiliaria
Punta Izatán a su antojo, hizo que a los ejidatarios les pagaran cantidades
ridículas a través del Banco Santander, donde el encargado de liberar los
cheques fue un ejecutivo que se conoce sólo con el nombre de Serafín y que
incluso habría sido denunciado ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
(CNByV) por haberse quedado con dinero de los beneficiados con la venta de
“Aquiles Serdán”.
Al menos
hay una queja de que Serafín se habría echado a la bolsa indebidamente 137 mil
pesos, pero los tuvo que regresar ante la queja emitida en la CNByV.
Con el
transcurso de los días, muchos ejidatarios empiezan a preguntarse dónde está el
resto del dinero, es decir, 16 millones 400 mil dólares, sobre todo porque se
comienza a correr el rumor de que la Inmobiliaria Punta Izatán (Luis León) y El
Camino Recursos Inmobiliarios (Mauricio Vargas) intervinieron para pagar un
millonario soborno al Magistrado del Tribunal Unitario Agrario que sigue el
caso de diferentes demandas que tienen que ver con el ejido “Aquiles Serdán”.
Lo peor
de todo, es que Luis León no rinde cuentas a los accionistas de la Inmobiliaria
Punta Izatán (es decir, a los ejidatarios) ya que en el contrato que se hizo en
la Notaría Número 31 de José Luis Reyes Vázquez, se indica claramente que el
dinero total que se pagará a los campesinos por la compraventa, asciende a la
cantidad de 130 millones 503 mil 905.98 dólares, y que se liquidarán en su
totalidad una vez que se liberen los otros cinco polígonos de las tierras de
uso común.
En el
próximo artículo de esta investigación periodística, daremos a conocer el
contenido del contrato, presuntamente leonino, que se firmó en la Notaría
número 31 de Nuevo Vallarta y el papel que jugaron y juegan las instituciones
bancarias como “Banco Monex”, cuyo director es Héctor Lagos Dondé y el “Grupo
Interacciones”, donde el principal accionista es Carlos Hank Rhon, que
intervienen tanto en Costa Corrales como en la Inmobiliaria Punta Izatán, así
como las sociedades involucradas en las firmas extranjeras que dieron pie a la
creación de la Holding Costa Corrales
y sus principales accionistas.
Asimismo,
el papel que jugó en todo este presunto gigantesco fraude el notario público
número 129 del Distrito Federal, Ignacio Soto Borja, quien aparece como dueño
de la firma “Losrram S.A de C.V.” que dice dedicarse a la promoción, inversión
y desarrollo de proyectos inmobiliarios y que dice tener en proyecto de
privatización tres mil 700 hectáreas en el Refugio de Suchitán y Aquiles Serdán,
en Cabo Corrientes, para captar inversión extranjera de 400 millones de dólares
para establecer un gran desarrollo turístico de infraestructura y urbano.
Claro,
todo a costa de pisotear los derechos de los campesinos y verdaderos
ejidatarios, comentan los afectados.
Para
mejores señas, Soto Borja se hizo famoso durante el sexenio del presidente
Vicente Fox porque se decía que era el notario favorito de la ex primera dama,
Martha Sahagún y sus hijos de apellido Bribiesca, quienes habrían metido en
paquete a conocidos empresarios y políticos para participar como inversionistas
ocultos en los grandes desarrollos turísticos de la costa jalisciense.
Esta gente también estaba en tratos con otro ejido que se llama Peregrina de Gómez, Cabo Corrientes, yo siempre le dije a mi esposo que era un fraude pero hoy lo compruebo...
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