lunes, 14 de mayo de 2012

QUINCE DIAS DE CAMPAÑAS, ENTRE EL TEDIO, LA MENTIRA Y EL ENGAÑO



Por Jorge Olmos Contreras

Han transcurrido los primeros quince días de campañas y la contienda por la presidencia municipal todavía no toma nivel, toda vez que los candidatos de los diferentes partidos políticos han adoptado un marketing del olvido y del engaño, de propuestas vacuas y de promesas que más bien parecen un eufemismo de mentiras y un timo en despoblado.

Casi todos le están apostando al efecto coca cola, es decir, el que se anuncia más, vende más –que en política no es otra cosa más que un vil engaño--, pero ninguno se ha caracterizado por su discurso crítico e incendiario, por sus anuncios espectaculares o por la firmeza de sus acciones en combatir a fondo la corrupción que priva en el Ayuntamiento de Puerto Vallarta.

Hasta ahora, ningún candidato a la alcaldía se ha desmarcado de sus adversarios ni se ha distinguido por ser diferente,  pareciera que todos están cortados con la misma tijera y que nadie quiere comprometerse a llevar a cabo acciones que verdaderamente demuestren un cambio verdadero.

Es más, pareciera que están en sintonía con un juego de complicidades que pretende sepultar el cochinero de los últimos seis años y, de paso, continuar protegiendo a los culpables del quebranto de las finanzas municipales.

EL CASO MUÑOZ VARGAS

Si usted voltea a ver al candidato del PAN, Humberto Muñoz Vargas, por ejemplo, no se le observa por ningún lado el trabajo político inteligente como para desmarcarse de su principal contendiente que es Adrián Méndez González, pues todo parece indicar que están compitiendo para ver quién hace la campaña más mediocre, de ahí que algunos presuman –del lado de Humberto-- que les están “pirateando” o saboteando la agenda política del día.

No entendemos cómo la gente de Humberto Muñoz está más preocupada en evitar toparse con el club infantil del Archi Méndez González --que es esa horda de muchachitos mal pagados que traen manipulados hasta el tuétano—que en ejecutar actos de campaña que realmente atraiga la atención de los ciudadanos.

Nadie le ha dicho a Humberto Muñoz que a los vallartenses les interesan sí, las propuestas de gobierno, pero más que eso; en estos momentos les importa saber más qué medidas va a adoptar el próximo presidente municipal para castigar a los culpables del saqueo de las arcas municipales.

Humberto Muñoz tiene algunos aliados en su equipo político para que le comiencen a entregar y a conseguir los expedientes negros de Javier Bravo y Salvador González Reséndiz –los dos pillos del PRI que han despachado en la presidencia municipal en las últimas dos administraciones—para darlos a conocer al pueblo agraviado de Puerto Vallarta.

EL MILAGRO DEL FRACASO

Y es que de no hacerlo, estaría condenado al fracaso total, esperando que sólo un milagro –el hartazgo de la gente de todo lo que huela a PRI—lo pueda colocar en la silla presidencial, pues su campaña no solo es mediocre, sino también es floja y no está mandando mensajes de que quiere cambiar. Por el contrario, el comportamiento de su empresa por conquistar la alcaldía cada vez se parece más a la campaña priista, es decir, más de lo mismo.

Por si esto fuera poco, nos encontramos con una estrategia de comunicación social e información poco sustancial, donde las grandes ideas para lanzar impactos mediáticos están totalmente ausentes. Pareciera que la línea es hacer ruido en las redes sociales, básicamente en Facebook, donde está demostrado que los potenciales electores pueden cambiar de un día para otro sus preferencias según el estado de ánimo con que amanezcan o según el video, la foto o el comentario más chistoso.

Porque si ponemos en la misma olla el trabajo de prensa que está haciendo El Mochilas o Adrián Méndez, la gente de Humberto Muñoz se está quedando atrás, no hay esa efectividad que le vimos en la campaña interna en donde había variedad de información y fotografías.

Algo está pasando en la casa de Humberto Muñoz Vargas, algo que parece ser el mismo síndrome que corroe las arterias de la campaña de Fernando Guzmán Pérez Peláez –el candidato del PAN a quienes todos ven en la lona, derrotado desde ahora, menos él— pero que parece no ver, y aunque aún está a tiempo de corregir, los números lo ubican siempre en el segundo lugar, muy alejado de Adrián Méndez González.

Humberto Muñoz necesita más impactos visuales, más gente joven trabajando a su lado y un discurso efectivo, rico en información y en anuncios espectaculares de que va a desagraviar al pueblo de Puerto Vallarta, pues a 45 días de que terminen las campañas,  se ve muy difícil que pueda remontar en las preferencias electorales de seguir por el mismo camino.

EL SINDROME CHAVITA

Pero si eso lo vemos en Humberto Muñoz Vargas, regrese usted su mirada y voltee a ver a Adrián Méndez González –podría ser algo así como el consuelo de los tontos--, un candidato totalmente surgido de la CTM, hechura y confección de Rafael Yerena Zambrano y que por ese simple hecho uno pensaría que ya está preparado para afrontar los principales problemas del municipio, pero no es así.

No vemos a un Adrián Méndez que esté tomando una distancia funcional con su todavía presidente municipal Salvador González Reséndiz.

No vemos a un Adrián Méndez que tenga la capacidad política para limpiar la próxima presidencia municipal y abrir los expedientes que tengan que abrirse para llevar a juicio a quienes hicieron mal uso de los recursos públicos.

No vemos a un Adrián Méndez dispuesto a enjuiciar a Salvador González Reséndiz;  y no lo vemos porque el muchacho es miedoso, no tiene equipo político –salvo Rafael Yerena Zambrano— y se le caerían los calzones si en estos momentos anunciara, como un moderno Colosio, que está dispuesto a desagraviar al pueblo vallartense.

Nada mejor que la respuesta de Sartre a Camus sobre El Hombre Rebelde (citado por Héctor Aguilar Camín en su novela La Guerra de Galio) para comparar a Adrián Méndez González frente a esa pesada carga que se llama la corrupción de Salvador González Reséndiz.

La metáfora dice lo siguiente:

“Lo describe como una señorita que duda en la orilla de la alberca si debe tirarse o no y mete la puntita del pie para probar la piscina. No entiende, dice Sartre, que la piscina no se elige, que todos estamos ya metidos en ella y que no está llena de agua, sino de mierda”.

Así está Adrián Méndez, temeroso, no sabe qué hacer para desmarcarse de Chavita y eso tarde o temprano lo va a perjudicar, porque está enviando un mensaje al electorado de que las cosas van a seguir igual. Que si Salvador González Reséndiz solapó y encubrió a Javier Bravo Carbajal, él, Adrián Méndez, hará lo mismo con Chavita.

No quiere, pues, salir de la piscina.

Entonces estamos ante un escenario bastante complicado, al menos en lo que concierne a los candidatos punteros de la contienda electoral, porque de los otros tres, uno es el maestro del engaño como ya señalamos en este mismo espacio, es decir, El Mochilas; mientras que otro trae todas las ganas del mundo (Tito Yerena) pero ya se dio cuenta que el PRD en Vallarta es un partido con una casi nula presencia en Vallarta; en tanto que Susana Guerrero es como la dama de negro, un auténtico fantasma que sólo conocen en su casa.

Así las cosas, vemos a un Humberto Muñoz que adolece de una estrategia inteligente para catapultar su campaña y que no ha demostrado tener los pantalones suficientes para exponerle al electorado la corrupción imperante en el gobierno de Chavita, mientras que Adrián Méndez González entra poco a poco en la metamorfosis del político cómplice y encubridor que quiere llegar a la silla presidencia para seguir la misma línea de excesos y robos que sus antecesores, es decir, la administración municipal utilizada como botín de guerra.

INFORMACION  CLASIFICADA

EL MASTRO DEL ENGAÑO Y LA MENTIRA, RAMON GUERRERO el candidato del Movimiento Ciudadano a la alcaldía ya encontró una mejor forma de allegarse simpatizantes entre los comerciantes del Pitillal. “Asesorado” por Guillermo Villaseñor, el repudiado ex presidente de la Asociación de Comerciantes, le ha dado por prometer licencias de operación gratis a todo tipo de negocios, si a cambio colocan en sus puertas y fachadas propaganda de El Mochilas.

Ojo Oficialía Mayor de Padrón y Licencias, y Jefe de Reglamentos, la gente del Mochilas anda desesperada porque su candidato no repunta y están recurriendo a todo tipo de artilugios.

EL ESCANDALO ESTA POR ESTALLAR OTRA VEZ EN EL EQUIPO DE EL MOCHILAS, ya que pronto saldrá a la luz pública información que ubica a uno de sus candidatos a regidor en una situación muy embarazosa que raya en lo ilegal.

LA QUE NO TIENE VERGÜENZA ES CLAUDIA VERONICA GOMEZ, la hija del priista Demetrio Gómez (a) “El Chavalón, quien ahora anda en la campaña del Mochilas por convicción propia. Ya se le olvidó que cuando fue regidora por el PRI fue maltratada a más no poder por una de las candidatas a regidoras de la planilla del Mochilas, comunicadora ella, motivo suficiente para que se haya quedado en casa o se dedicara a sus actividades cristianas.

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