miércoles, 30 de agosto de 2017

DETIENEN EN LOS CABOS A RAMÓN PARRA, OPERADOR OUTSOURCING DE VILLAGROUP, DE FERNANDO GONZÁLEZ CORONA


Por Jorge Olmos Contreras

En diciembre del 2014, este medio de comunicación denunció el manejo de muchas cantidades de dinero de presunta dudosa procedencia que estaba realizando Ramón Parra Castillón, un empresario de Puerto Vallarta que opera una de las más grandes “Pagadoras” en varios centros turísticos como Los Cabos y Vallarta a través de la firma “RP Consultores”. Pues bien, la tarde noche del martes 29 de agosto, fue detenido en Los Cabos por policías federales, por el presunto delito de operación con recursos de procedencia ilícita y evasión fiscal.

Y aunque las autoridades correspondientes no han difundido un comunicado oficial, el columnista tuvo acceso a información relevante de este caso, por lo que se sabe que Ramón Parra fue arrestado; y que en el operativo también participaron elementos de la Marina Armada de México.

También trascendió que varias de sus propiedades estaban siendo cateadas –quizá por orden de un juez federal—en Los Cabos, pero se desconoce si el operativo de revisión de fincas se extendió a Puerto Vallarta, donde tiene una residencia justo en la parte trasera del restaurante Kublis, así como oficinas contables en la colonia Versalles.

Lo más interesante del caso, es que Ramón Parra Castillón tiene por lo menos 20 años trabajando con la empresa Villagroup que maneja los hoteles Villas del Mar y Villas del Palmar de tiempo compartido, y cuyo mayor accionista es el ex alcalde panista de Puerto Vallarta, Fernando González Corona.

De acuerdo con investigaciones propias, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) indaga profundamente la relación de Ramón Parra con las empresas de Fernando González Corona, ya que se cree que la “Pagadora” –compañía que subcontratan para el manejo y pago de nóminas y prestaciones de carácter social como IMSS, Infonavit y otras—“RP Consultores”, le habría estado facturando alrededor de 100 millones de dólares anuales al llamado “Rey de los Tiempos Compartidos”.

Desde luego, la investigación de las autoridades federales se podría centrar no sólo en Villagroup, sino en una serie de empresas “fachada” que utilizan desde el centro de operaciones de Fernando González Corona, y que son las que habrían estado remitiendo facturas simuladas a “RP Consultores”, para pagar por los servicios del manejo de nómina y subcontratación de personal, que en este mundo de las pagadoras se denomina outsourcing, un sistema que trata de deslindar de responsabilidades fiscales y laborales a empresarios como González Corona.

El nombre de las empresas “fachada” podrían ser decenas, cientos o miles que se habrían utilizado a lo largo de los 20 años, pero la Unidad Antilavado de la Secretaría de Hacienda, se estaría enfocando en las más recientes, ya que las personas físicas y morales que aparecen como contribuyentes, podrían ser cualquier vecino o ciudadano (con o sin consentimiento), incluso hombres o mujeres que ya ni existen.

Por lo pronto, el golpe dado a “RP Consultores” está generando una serie de movimientos y conflictos al interior del grupo “Villagroup” para deslindarse de Ramón Parra Castillón, aunque las investigaciones podrían estar tan avanzadas, que es casi seguro que vengan auditorías y citaciones judiciales.

¿QUIÉN ES RAMON PARRA?

A finales del 2014, escribimos un artículo sobre Ramón Parra Castillón, y en algunos comentarios anónimos y otros no, nos tacharon de mentirosos, que Ramón era una excelente persona y que no tenía nada qué ver con el manejo de recursos de procedencia ilícita.

El siguiente fue el artículo:

“En la década de los noventa, Ramón Parra Castillón vivía en una modesta y muy humilde vivienda de la colonia 5 de diciembre –justo a un costado donde hoy están las oficinas del Semefo—que siempre tuvo el riesgo de derrumbarse por estar en la parte alta de un terreno inestable; era un empleado asalariado de la Aduana de México en el aeropuerto local, donde hacía las veces de verificador, pero ahora es todo un empresario que ha hecho millones de pesos gracias al sistema outsourcing de sub-contratación de personal y su Pagadora de nombre “RP Consultores”. Ya no anda en camión, hoy conduce una lujosa Porsche Cayenne turbo blanca del año con valor de más de 600 mil pesos y viaja en avión entre Cabo San Lucas, Puerto Vallarta y Cancún.

Ramón Parra Castillón es sin duda un sujeto que debe estar bajo la lupa del Sistema de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), así como sus socios que tienen contratos con “RP Consultores” como el poderoso consorcio Villa Group, del magnate de los tiempos compartidos en México, Fernando González Corona, y que administra parte de las nóminas de sus empresas hoteleras.

Y es que, de acuerdo con una investigación del columnista, Ramón Parra mueve cientos de miles de pesos mensuales sólo por manejar la nómina de los hoteles de Villa Group, a cuyos empleados no les garantizan el 100 por ciento de sus derechos sociales y laborales, como acceso total al Seguro Social, el Infonavit y sus Sistemas de Ahorro para el Retiro.

En Cabo, hace lo mismo, sólo que allá se presenta como todo un próspero empresario, a quien incluso invitan para que opine en decisiones de gobierno o como representante de la Iniciativa Privada en nuevos proyectos de inversión turística.

Sin embargo, el origen de sus recursos es todo un misterio, ya que se habría asociado con ciertos empresarios de Guadalajara –cuyo origen de sus recursos podría ser de dudosa procedencia—para fortalecer su empresa “RP Consultores” y de ahí catapultarse como una de “Las Pagadoras” que más se mueven en el sistema de evasión fiscal, vía el sistema de subcontratación de nóminas.

La única vez que Ramón Parra tuvo acceso a una fuerte suma de dinero fue cuando lo despidieron de la Aduana de Puerto Vallarta, ya que él y su esposa interpusieron una demanda laboral en 1993 y 10 años después ganaron el juicio y recibieron poco más de 500 mil pesos.

Después, Ramón Parra entró a trabajar a “La Pagadora” número uno de Puerto Vallarta en ese entonces, Alfabai, de Lupita Chávez, donde aprendió todos los mecanismos para burlar el fisco y hacer negocio fácil, ya que prácticamente con una computadora, una secretaria y un auxiliar administrativo, podían sub-contratar el manejo de la nómina de cualquier empresa –casi siempre hotelera y de tiempos compartidos—y echarse a la bolsa miles de pesos que básicamente les quitan a los trabajadores, en complicidad con los dueños de los hoteles, en este caso, con Villa Group de Villas del Mar.

Más tarde puso su propia Pagadora, “RP Consultores” y en Cabo encontró terreno fértil para expandirse, pero con ciertas artimañas, pues de entrada invitó como socia a una mujer de nombre Carolina Hernández a quien tiempo después defraudó, pero como el sistema outsourcing en que se movían estas dos personas tenía su parte ilegal, la afectada sólo denunció por la vía penal a Ramón Parra, a quien acusó de abuso de confianza, un delito menor. El caso está en manos de la Procuraduría de Baja California, pero no ha prosperado.

En Puerto Vallarta, ha aplicado un nuevo sistema para allegarse clientes y aumentar su cartera de abonados, toda vez que ofrece los servicios de sub-contratación a precios muy bajos y de paso invita a los gerentes de recursos humanos y algunos administrativos a que se unan a su empresa como socios, para que tengan participación en las ganancias ilegales, siempre en detrimento de los derechos sociales y laborales de los trabajadores, quienes son los realmente afectados por los servicios baratos de esta “Pagadora” de nombre “RP Consultores”.


Después de este artículo del 2014, en febrero del 2015, Ramón Parra fue dado de baja del Comité Asesor del Consejo Coordinador de Los Cabos.

jueves, 24 de agosto de 2017

DENUNCIAN A LA EMPRESA KIA VALLARTA POR FRAUDE; TIMAN A CLIENTE CON 252 MIL 500 PESOS


Por Jorge Olmos Contreras

Un calvario de pesadilla es el que vive un ciudadano de Puerto Vallarta al confiar su patrimonio a la empresa KIA, a cuyos ejecutivos les entregó la cantidad de 252 mil 500 pesos para la compra de un vehículo y con una facilidad, con la que sólo actúan los delincuentes, lo fraudearon, le quitaron el dinero y no le entregaron el automotor prometido, ni mucho menos le regresaron el efectivo que les entregó a representantes de esta compañía de origen coreano.

Jhonnatan Berny es la persona afectada por la firma KIA Motors Puerto Vallarta, y cuyo gerente, Antonio de Jesús Herrera, grosero y prepotente, y en una actitud irresponsable y deplorable, se deslindó de este fraude y retó a los abogados de la víctima a que hicieran lo que quisieran, incluso que demandaran a la empresa, pero que no les iba a regresar el dinero.

La historia de este fraude –impune hasta ahorita—comenzó el jueves 27 de julio del presente año, cuando Jhonnatan Berny acudió a las instalaciones de la KIA Vallarta con la intención de comprar un automóvil último modelo. Para luego, le asignaron un atento y solícito asesor de nombre Carlos Moedano (En la foto), quien le mostró las unidades disponibles y le dio cita para las 17:00 horas para hacer la famosa prueba de manejo.

A Jhonnatan le gustó un coche Forte Sedan 2018 y en ese le harían la prueba de manejo, para que viera que los carros de la KIA tienen la tecnología de última generación y que son cómodos y duraderos, le decían, en un clásico “coco wash” que tienen todos los vendedores con tal de vender hasta hielo en el polo norte.

LA ENTREGA DEL DINERO

A la hora citada llegó Jhonnatan; el carro ya estaba listo y limpiecito para hacer la prueba de manejo, a la cual fue acompañado por Carlos Moedano. 

Al finalizar el examen, Jhonnatan se decidió por el Forte Sedan y le comunicó al asesor que lo quería comprar. Moedano pidió al cliente pasar a su oficina para realizar las cotizaciones de rigor; y el futuro comprador le dijo al vendedor que si le podía dar el anticipo para agilizar la compraventa del vehículo. Carlos Moedano le contestó que no había problema, que le podía dar el efectivo para que su jefe viera que sí estaba interesado en adquirir el carro.

En este punto, Jhonnatan le entregó 252 mil 500 pesos, lo que representaba el 80 por ciento del valor del mueble, más seguro del auto y las placas. Carlos Moedano le extendió un recibo provisional donde se indica la cantidad entregada y recibida por el asesor de la KIA y los dos procedieron a firmarlo y agendar nueva fecha para la entrega del automotor.

Como Jhonnatan quería un coche negro y no había, el ejecutivo de la KIA le dijo que se iba a tardar una semana para localizar un auto de ese color en otra agencia del país, aunque también le aclaró que como era fin de mes, a lo mejor se tardarían un poco más en ubicar el carro.

Loco de contento, Jhonnatan regresó a la agencia el 28 de julio y se llevó sus últimos tres estados de cuenta bancaria y su comprobante de domicilio para hacer el trámite del financiamiento del 20 por ciento restante del valor del automotor. Revisaron los papeles, le agradecieron y le dijeron que ellos le llamarían después.

Para el 02 de agosto, Carlos Moedano le envió mensajes al cliente para informarle que no habían encontrado carros negros, pero que había uno muy bonito en color tinto y hasta le envió una foto a su celular. Jhonnatan estuvo de acuerdo y le comentó al asesor que estaba bien, que se quedaba con el Forte en ese tono.

EL COCO WASH

A partir del 04 de agosto en que el cliente se presentó otra vez en la agencia, comenzaron los problemas, ya que el asesor de la KIA le informó que le regresaría el dinero porque aún seguía en espera de la carta de confirmación de traspaso del carro tinto; y que si se desesperaba por la tardanza iba a ser un lío sacar el efectivo de la caja.

Y así fue, le regresaron el dinero y el cliente, junto con sus padres, contaron todo para ver que estaban bien las cuentas y proceder a regresar el recibo. 

Antes de retirarse, el asesor le comentó que su jefe le acababa de avisar que ya estaba cargada la confirmación de traspaso y que solo era cuestión de imprimir los formatos y la factura a su nombre y que cuando los tuvieran, ellos pasarían a su casa para firmar el contrato y recoger el dinero.

A las 15:10 horas de ese mismo viernes 04 de agosto, el asesor Carlos Moedano y un representante de la firma financiera que trabaja para la KIA, llegaron a la casa de Jhonnatan en un vehículo oficial de la agencia para agilizar los trámites.

Así las cosas, mientras el asesor de la Financiera le entregaba los documentos al cliente para firmarlos, Carlos Moedano y los papás de Jhonnatan contaron el dinero, recursos que finalmente le entregaron al ejecutivo de la KIA para que éste a su vez les extendiera otro documento de recibido que amparaba el monto entregado.

Le dijeron que no se preocupara, que el documento era un recibo temporal y que llegando a la agencia meterían el dinero a la caja y le mandarían una foto de la factura fiscal y que después se la anexarían con los contratos el día que le entregaran el carro.

Se fueron a las 15:30 y a las 16:38 horas, entró un mensaje al celular del comprador donde el asesor le pidió una foto de su licencia, cosa que hizo de inmediato.

EL CAMINO DEL FRAUDE

Y aquí es donde comienza la pesadilla para el cliente, ya que no supo nada de Carlos Moedano ni de su carro, sino tres días después, el 07 de agosto y en las peores condiciones, ya que este asesor de la KIA le pidió a Jhonnatan que se presentara en la Agencia, que era urgente.

Una vez en la KIA, le informaron a Jhonnatan que no le podían entregar el dinero, que porque habían sido asaltados el mismo viernes después de que se retiraron de la casa del cliente. Y que no le habían dicho nada, que porque el gerente de la empresa, Antonio de Jesús Herrera, así lo había decidido.

Alarmado, el cliente le preguntó a Carlos Moedano que entonces qué pasaría con el dinero o la entrega del carro –que estaba programada para el martes 08 de agosto a las 17:00 horas—y le respondió que su gerente le había dicho que ellos (la KIA) no se iban a hacer responsables del dinero, que porque él (el gerente) no estaba seguro de que el efectivo fuera en la camioneta.

Para esto, Jhonnatan, ya indignado con el trato y tantas mentiras, pidió hablar con el gerente para expresarle su inconformidad y por qué no respondían por el carro que había comprado, si él, como cliente, les entregó el dinero a los ejecutivos de la empresa.

COMO UN PORTAZO EN LA NARIZ

Lejos de recibir una respuesta positiva y amable, Jhonnatan sintió como si le hubieran dado un portazo en la nariz, ya que el susodicho gerente, en una pose de soberbia e irresponsabilidad, le dijo que, si él era el afectado, que pusiera una denuncia ante las autoridades correspondientes, porque él no se haría responsable del dinero, ya que, reiteró, “ese dinero nunca entró a la caja de la concesionaria”.

Sin embargo, el cliente le informó al gerente que contaba con un recibo que le dieron los ejecutivos de la KIA y, de inmediato Antonio de Jesús Herrera entró en cólera, se enojó y le gritó a Jhonnatan que él no debería tener ese documento, que porque el dinero nunca fue ingresado y que ese recibo para él “no era válido”.

Todavía más indignante, el gerente de la KIA retó a Jhonnatan para que contratara un abogado, ya que ellos primero se preocuparían por su vehículo, que era lo primordial para ellos y que el dinero de Jhonnatan era secundario.

El cliente le recordó al gerente que sus empleados habían ido hasta su casa por el dinero en un vehículo oficial de la KIA (de lo cual existen pruebas gráficas que acompañan esta nota) y uniforme con logos de la empresa y en horas de trabajo, y que era bastante extraño que él como gerente no estuviera enterado de eso.

Todavía más descarado, el gerente respondió que, en efecto, él no sabía nada de que ellos habían ido a la casa del cliente en un carro de la KIA.

SUEÑO TRUNCADO

Jhonnatan, un joven que ahorró el dinero y hasta pidió prestado para juntar una cantidad con la cual poder comprar un automóvil nuevo, se retiró del lugar con esa impotencia que da saber que te han robado, defraudado, humillado y que todavía se burlaron de ti y que prácticamente te echan de la agencia sin darte una solución, ni resolver un problema originado por ellos.

Desde luego, el muchacho comenzó a buscar asesoría legal y contrató a unos abogados que, todavía en un plan conciliatorio fueron el 08 de agosto a la KIA para expresarle al gerente que la empresa se tenía que hacer responsable del dinero de su cliente, ya que a Jhonnatan no le robaron el dinero, sino a sus trabajadores, y que ellos como compañía seria, concesionaria, de venta de automotores, deberían de respaldar a sus empleados.

Pero el gerente se montó en su macho, y siempre en una pose de soberbia, les dijo que, si tenían alguna queja que procedieran a demandar a la empresa o a los empleados, porque él no llegaría a ningún acuerdo con la contraparte y que, si contaban con el recibo, que lo usaran como prueba para la denuncia.

Los abogados le recordaron que para ellos eso era un fraude, el que no se hicieran responsables del dinero, porque entonces qué garantía les daban a sus clientes de resguardar su capital. Y ya en tono molesto, Antonio de Jesús Herrera espetó que lo que fueran a hacer, lo hicieran de manera legal y que se fueran (casi, casi que se largaran) de la agencia.

LOS COMPLICES

Después, Jhonnatan buscó a Carlos Moedano para ver si le daba una copia del contrato que firmaron, pero que, al tratar de conseguirla, el gerente lo vio y le dijo que ya no se metiera en problemas (que no se la diera pues) que los abogados de la KIA ya estaban en eso y que no se hablaría más del tema.

También le pidió al asesor de la Financiera, un tal Guillermo, que le diera una copia y éste le contestó que los documentos, después del robo sufrido, se los entregó a la gerente de créditos de la KIA Vallarta, una tal Ingrid Macías, quien a su vez dijo que ella nunca tuvo en sus manos los papeles, que porque la empresa se los entregó a los abogados de la KIA después del hurto; es decir, todos se echaron la bolita y todos se encubrieron.

Los abogados de Jhonnatan no se quedaron con los brazos cruzados y procedieron a denunciar a la KIA por fraude, un delito patrimonial que es punible, cuya Carpeta de Investigación está por integrarse y se le dará seguimiento hasta sus últimas consecuencias.

Como se recordará, los medios de comunicación manejaron por esos días que unos empleados de la KIA que llevaban un dinero a depositar al banco fueron asaltados en un Oxxo que está por Fluvial Vallarta.

Que cuando iban al banco, al conductor de la camioneta, con logos de la KIA, le dio sed, que se aparcó en el Oxxo y que se bajó a comprar una bebida, mientras el copiloto se quedó en el vehículo. Que entonces llegó por un lado un sujeto armado con un cuchillo, quien le exigió que le entregara el dinero, recursos que son los que ahora no le quieren regresar al cliente Jhonnatan Berny Uribe Santoyo.




lunes, 21 de agosto de 2017

LOS “BUENOS” MUCHACHOS DEL MOCHILAS, CANITAS, EL NARCO Y EL CHULETAS


Por Jorge Olmos Contreras

“Mire amigo, a mí me encargaron su cabeza, así que póngase las pilas y fíjese muy bien con quién anda jugando”, le dijo el jefe de narcos a Oscar Avalos hace poco en Las Palmas. El ex regidor del MC estaba pálido, sólo esbozó una sonrisa nerviosa y se puso a las órdenes del hombre que tenía enfrente, un conocido personaje que lidera grupos de la delincuencia organizada en toda la sierra.

Oscar Avalos Bernal, mejor conocido como “El Canitas” y miembro distinguido del grupo de Ramón Guerrero Martínez (a) “El Mochilas”, es un sujeto que tiene cuentas pendientes con su pasado por dedicarse al trasiego de marihuana hacía Estados Unidos, actividad que fue muy conocida en Las Palmas y anexas y que hoy es vox populi en la zona rural de Puerto Vallarta.

A su paso por la administración del Mochilas, donde fungió como edil, no dejó atrás su costumbre de relacionarse con personas que han hecho del narcotráfico y otras actividades ilícitas su modus vivendi. De hecho, sus nexos se fortalecieron a la mitad del gobierno de Ramón Guerrero, por eso presumía sus ínfulas de poder y se atrevía a amenazar a muchos ejidatarios que se oponían a sus planes de vender el patrimonio del ejido de Las Palmas y otras afectaciones.

A la vuelta de los meses, Oscar Avalos encontró refugio en el actual Ayuntamiento, pero fue dado de baja por su proclividad a la traición y a la deslealtad, ya que le dio la espalda a Arturo Dávalos y desde las sombras operaba a favor del Mochilas. Una vez fuera del gobierno municipal, se quitó la máscara y comenzó a hacerle el caldo gordo a Ramón Guerrero, con la ilusión de que algún día lo vuelva a hacer regidor.

CON LA LENGUA SUELTA

Desvestido de funcionario municipal, al Canitas se le hizo más fácil relacionarse con grupos de la delincuencia organizada, se ufanaba de ser protegido por una célula criminal y hasta deslizaba el nombre del capo que supuestamente le brindaba protección… Hasta que un día las fanfarroneadas de Oscar Avalos llegaron al jefe de narcos, éste se molestó y le pusieron un alto severo al ex regidor.

El Canitas estuvo a punto de ser levantado, según informaciones que salen de Las Palmas, pero el personaje que es temido en toda la sierra le perdonó la vida, sólo le recordó que se la debe y que no debe hacer nada que le moleste; ni a él ni a su gente. Le reiteró que alguien le pidió su cabeza hace tiempo, así que Oscar Avalos ya no anda tranquilo… pero le sigue jugando al vivo.

Oscar Avalos es el típico político de rancho que piensa que sus actividades y relaciones pueden pasar desapercibidas, pero hay un grupo de inteligencia del gobierno federal que lo ha seguido de cerca y que tiene mucho interés en saber hasta dónde llegan esas “relaciones” y hasta dónde involucran al diputado Ramón Guerrero.

Por lo pronto, es uno de los “buenos” muchachos del Mochilas y ya lo traen de encargo en la zona rural por ser el enlace entre un poderoso empresario del Grupo Vidanta (Mayan Palace) para vender cientos de hectáreas de Las Palmas y de otros ejidos, todo a golpe de cartera; lo cual le ha acarreado muchos enemigos.

Y es precisamente en este tipo de transacciones –algunas concretadas y otras no-- en donde Oscar Avalos no ha salido muy bien con la gente del crimen organizado, pues ha de saber usted que también tienen metidas las manos en algunos negocios inmobiliarios.

LAS ESTRELLAS DE RAMÓN

Pero bueno, pasemos a otro tema y éste tiene que ver con las “excelentes contrataciones” que está haciendo El Mochilas para restarle méritos al gobierno de Arturo Dávalos y bloquearle su reelección.

Se trata de un “magnífico” operador político que para los tontos que andan con El Mochilas es toda una estrella. Se trata ni más ni menos que de Francisco Hernández, mejor conocido como El Chuletas, aquél tontón sub-director de tránsito municipal durante el periodo de Gustavo González Villaseñor que resultó todo un hampón, y que ayudó a denigrar un “poquito” más la reputación del otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional.

Pues bien, El Chuletas también anda de boca suelta y le dice a toda la gente que se encuentra que el “bueno” es El Mochilas, que Enrique Alfaro ya decidió (el mismo discurso gastado y mentiroso de Ramón y sus secuaces) y que no se equivoquen, que tienen que apoyar con todo al legislador oriundo de Ayutla.

En este contexto, El Chuletas presume que ya está integrado al primer equipo del Mochilas, y que, si Ramón Guerrero vuelve a ser presidente municipal, que él, Francisco Hernández, volverá a ser el sub-director de tránsito municipal… para que se vayan acomodando, les dice a quienes dudan de sus palabras.

EL CHULETAS SE SUBE AL CARRO DEL MOCHILAS

Es obvio que la gente que se ha topado con El Chuletas suelta la carcajada en cuanto escucha semejante barbaridad. Sin embargo, Francisco Hernández también se la está creyendo y como ya no tiene de dónde agarrarse, piensa que El Mochilas será su último tren para salir de su precaria situación económica.

Y así como El Chuletas ya se trepó al carro del Mochilas, otros también lo siguen, pero sólo son de este tipo de personajes, oportunistas, bisoños, cortos de vista, que piensan que Ramón va a lograr meterle otra vez las manos a las arcas municipales, pero sólo se engañan ellos mismos.

Vea usted a los “aviadores” que despidieron del Ayuntamiento; ahí andan con los acarreados del Mochilas, causando lástima, creyendo en la salvación económica. No saben que son utilizados por el diputado y que cuando Ramón vea su triste realidad, los va a echar a patadas de la puerta de su casa.

Hombres y mujeres que tienen cierta reputación y que uno creería que su inteligencia les daría para más, también andan en la bola: amas de casa que acompañan al marido a escuchar las promesas vacuas del Mochilas. Motivadores fracasados, “héroes” sociales que no lo son, chantajistas disfuncionales y grupos de 100 personas --en donde cabe de todo-- son los seguidores de Ramón, no hay más.

Ramón Guerrero sigue jugando sucio al utilizar a estas pobres personas y al engañar a Enrique Alfaro, a quien en Guadalajara le dice que todo está bien, que él apoya a Arturo Dávalos, que no hace campaña, pero que cuando llega a Vallarta, hace todo lo contrario.

Por ello se va hasta a alguna preparatoria a prometer útiles escolares, pero no sabe que su aceptación está por los suelos y que la información –la información realmente delicada que pesa sobre su persona—seguirá fluyendo en la prensa seria de Vallarta y, por supuesto, en las redes sociales.

EL BOICOT

Las operaciones de Ramón son tan burdas, que rápido se saben en el ambiente político de Vallarta. Por ejemplo, le ha ordenado a sus “fieles seguidores” que le pidan a la gente que voten contra Arturo Dávalos en el próximo ejercicio de Ratificación de Mandato y que, por lo menos, le pongan una mentada de madre por escrito al alcalde en las boletas.

Es tal su odio contra Arturo Dávalos y contra Vallarta, que trabaja día y noche para boicotear este ejercicio, cuyo resultado veremos el domingo 27 de agosto. Ahí nos daremos cuenta de que la fuerza del Mochilas no es la que presume él y sus amigos y tendrá que tragarse su coraje y filtrar más mentiras de que “todo estaba arreglado”, no le queda de otra.

Pero bueno, en este sentido, no pierda usted de vista a los “buenos” muchachos del Mochilas, porque van a salir más relaciones peligrosas y verdades que Ramón va a negar, pero cuya contundencia será suficiente para que Puerto Vallarta no vuelva a tener hampones de esta calaña.

Ni uno más.