Por Jorge
Olmos Contreras
El candidato del PRI al gobierno del Estado, Jorge
Aristóteles Sandoval dio un mal paso en su relación con los medios de
comunicación de Puerto Vallarta, al dejar en manos del alcalde, Salvador
González Reséndiz la política de prensa para su campaña electoral, toda vez que
Chavita sacó a relucir sus prejuicios personales para re direccionar los
espacios publicitarios a aquéllos medios y reporteros que han sido comparsas de
su administración y que representan más de la podredumbre que ha acompañado al hijo
de Rafael González Pimienta a lo largo de su nefasto gobierno municipal.
En la borrachera de la soberbia porque las encuestas lo
ubican como el puntero de las preferencias electorales, Jorge Aristóteles
olvidó que una campaña política es de sumas y no de restas, que es integral y
no marginal, pero como a Puerto Vallarta lo ven chiquito y orejón, prefirió
delegar la importante responsabilidad de su relación con los medios de
comunicación a un alcalde que en estos momentos está más preocupado en cómo
abandonar el barco que se está hundiendo, que en diseñar una estrategia inteligente
que ayude al candidato a gobernador a no dejar flancos abiertos por muy
pequeños que ellos crean que sean.
Nadie le dijo a Jorge Aristóteles –ni su jefe de prensa,
Alberto Lamas—que Salvador González Reséndiz está peleado con la mitad de los
medios de Puerto Vallarta y que la otra mitad la tiene comprada en el
presupuesto, y son los que siempre utilizan para cualquier campaña interna o
externa, del Ayuntamiento o del Comité Directivo Municipal del PRI.
LO QUE LE ESCONDEN A
ARISTOTELES
Tampoco le dijeron a Aristóteles que el presidente municipal
de Vallarta se apoya en un tabasqueño –que es íntimo amigo del otrora encargado
del Comité Estatal del PRI en Jalisco, Rafael González Pimienta y padre de
Chavita—de nombre Juan Carlos Peralta Cabrales para llevar a cabo su política
selectiva de comunicación social, donde también incluyeron todo lo que tenga
que ver con Jorge Aristóteles Sandoval.
Y claro, mucho menos le informaron al candidato a gobernador
que este muchachito, Juan Carlos Peralta, se apoya en cuatro gatilleros de la
prensa local –a saber dos columnistas y dos moneros—para “posicionar” a los
candidatos del PRI y quitarle golpes a los abanderados priistas, incluyendo el
mismísimo Jorge Aristóteles Sandoval.
En este sentido, si Jorge Aristóteles y su soberbio jefe de
prensa hubieran tomando en cuenta todos estos elementos, se habrían percatado
que Chavita, lejos de ayudar al candidato a gobernador, lo está metiendo en
serios problemas de imagen porque está trasladando el conflicto que él tiene,
al terreno del propio Aristóteles.
Es decir, Chavita, al medir con una sola vara la política de
prensa para Aristóteles, está sacando a relucir sus propios perjuicios y con
ello está metiendo en el corral de los agravios al propio candidato a
gobernador, lo cual, desde luego no es conveniente para ninguna persona que
aspira a gobernar el estado de Jalisco.
EXPEDIENTES EN ESPERA
Por ello, cuando salen a relucir los expediente equis que
involucran a Jorge Aristóteles con personas ligadas al crimen organizado o cuando
se le cuestiona su vida privada por haber presuntamente embarazado a la ex
regidora y ex diputada Gloria Rojas (ex mujer de Jorge Arana), no hay capacidad
ni de Chavita, ni de su efebo Juan Carlos Peralta, ni mucho menos de sus
chalanes de la prensa, para revertir la información.
Y es que el escuadrón de Juan Carlos Peralta está más
entretenido en echarle porras al Archi y al Mochilas, que se han olvidado de
maquillar la imagen de Jorge Aristóteles, a quien han dejado solo y en una
posición muy endeble frente a la prensa crítica de Puerto Vallarta en cuyo
sector ya se tienen armados sendos expedientes que dejarán al descubierto la
otra cara de Aristóteles, el rostro desconocido de sus relaciones, hasta de
carácter familiar, con la delincuencia organizada.
Bajo este escenario, creemos que Jorge Aristóteles está
cometiendo un grave error en dejar en manos de Chavita su política de prensa y
éste a su vez delegar todo en Juan Carlos Peralta, un muchacho que además
sostiene un enfrentamiento constante y duro con el dirigente de la CTM, Rafael
Yerena Zambrano, al grado de que cuando se emborracha le ha gritado a jóvenes
como Gustavo Adolfo “Pavín” que el poder no está ni en la CTM ni en Yerena,
sino en Chava y en él, el propio Peralta.
Lo peor de todo es que en el PRI están tan ciegos, que ya
dejaron en manos de Juan Carlos Peralta toda la campaña de prensa de los
diferentes candidatos del PRI, pues él ordena y dice qué boletines se manejan y
cuáles no; qué hacer y qué no, lo que ya tiene hasta al gorro a los encargados
de elaborar los comunicados y mandar fotos a los medios.
FOCOS AMARILLOS
El resultado de semejante política y está a la vista, pues
hay campañas que no están prendiendo, como la de Adrián Méndez González, que
entró en una etapa crítica por la falta de apoyos prometidos por Salvador
González Reséndiz. Pareciera que Chavita está empeñado en que Archi pierda y le
ha puesto uno y mil obstáculos para no cumplir compromisos previamente pactados
en la mesa de las negociaciones.
Las cosas andan tan mal, que ya trascendió que existe un
pleito entre la gente de la CTM liderada por el senador Rafael Yerena Zambrano
y el equipo de Chavita (léase Juan Carlos Peralta) por la falta de apoyos de
estos últimos a la campaña de Archi.
Por lo pronto los focos amarillos están encendidos en la casa
de campaña del Archi, no obstante a que al interior del PRI se afirma que trae
42 puntos en las preferencias electorales, mientras que el PAN lo sigue con 26
puntos porcentuales, mientras que el Mochilas anda en 6.8 y Tito Yerena en 6.5
por ciento.
Desde luego, son cifras alegres que traen los priistas, pero
la realidad es muy distinta, pues desde la casa de campaña de Humberto Muñoz se
manejan números muy distintos, casi un empate técnico entre PRI y PAN y con una
tendencia a la baja de Archi y a la laza de Humberto, mientras que Tito Yerena
está confiado en crecer tanto como para meterle un susto a los tricolores y a
los azules.
Por lo que respecta a Jorge Aristóteles Sandoval, no debe
confiarse en lo que le diga Chavita, debe voltear a Puerto Vallarta y ver cuál
es la realidad con respecto a los medios; aunque eso sí, ya tiene un culpable
de todo lo que suene a crítica seria –no confundir con ataques o guerra
sucia—en la prensa local y este es ni más ni menos que el peor alcalde que ha
tenido Puerto Vallarta en los últimos años –superando incluso al pillo de
Javier Bravo--, es decir Salvador González Reséndiz.
INFORMACION
CLASIFICADA
DE CÓMO CHAVITA HA
PERDIDO TODO SENTIDO CON LA REALIDAD y que le importa un comino la buena relación con los medios
de comunicación, lo tenemos el viernes pasado en que el pleno del Ayuntamiento
autorizó 80 mil pesos para los festejos del día internacional de la libertad de
expresión y que finalmente se canceló porque el presidente no tuvo la capacidad
para apretar a la tesorera de que pagara ese dinero al dueño del restaurante El
Torito, lugar donde se ofrecería una cena a los reporteros de Vallarta.
Dicen que Félix, el propietario del restaurante, no quiso
arriesgarse a darle crédito al Ayuntamiento porque como están en bancarrota
nunca le pagarían el consumo y con la pena mejor les negó el servicio.
AQUÍ LO QUE HAY QUE
INVESTIGAR ES QUIEN QUISO QUEDARSE CON 20 mil pesos de los 80 mil autorizados, porque sabemos
que El Torito sólo cobraría 60 mil pesos por el servicio.
Hay una pista: Es al parecer un reportero que es muy amigo de
Félix el que quiso ganarse una “comisión” de 20 mil pesitos.
POR OTRO LADO, HAY QUE
CUIDARLE LAS MANOS A LA TESORERA Martha Alicia Peña, pues si el pleno ya autorizó el egreso
de 80 mil pesos y se canceló porque no les dieron crédito, es probable que más
adelante metan una factura de gastos y se la endosen al presupuesto de egresos
de la partida de comunicación social, o de cualquier otra partida, pues para
mover las partidas sin autorización del cabildo se pintan solo.
En otras palabras, se podrían robar esos 80 mil pesos
justificándolos como egresos aprobados.
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