Por Jorge Olmos Contreras
Lejos
de dar una solución al problema del personal del área de “Cubre incidencias” –que
son enfermeros, médicos, químicos etc. —porque desde hace tres meses no les
pagan y les deben hasta seis quincenas, y que por este motivo se fueron a paro
laboral desde el pasado jueves 23 de octubre, el Director del Hospital Regional
Apolinar López se fue por lo más fácil y decidió cubrir el servicio con
estudiantes y pasantes de la carrera de enfermería del Centro Universitario de
la Costa (CUC), que en su gran mayoría no están capacitados para este trabajo y
ponen en alto riesgo a los pacientes del Nosocomio.
Lo
anterior fue denunciado por los mismos “Cubre Incidencias”, quienes indicaron al
columnista que la esposa del Director del Hospital Regional, Laura Teresa Pérez
Covarrubias, es también la actual Coordinadora de la Carrera de Enfermería en
el CUC de la Universidad de Guadalajara, por lo que se pusieron de acuerdo,
junto con la jefa de enfermería del Hospital, Cristina Rodríguez, para llevar
alrededor de 30 alumnos que sirvieran de “enfermeros” y así minimizar el
movimiento laboral de los verdaderos médicos, químicos, enfermeras, camilleros,
choferes y otros, que se han ido a paro por la falta del pago de sus quincenas.
A
los alumnos, los presionaron para que aceptaran “hacer sus prácticas” en el
Regional como verdaderos enfermeros, ya que si se negaban les quitarían puntos
o tendrían problemas en los exámenes finales o en su titulación, comentaron.
Es
una jugada del Director del Hospital Regional para restarle importancia al paro
de labores que inició desde las 13:30 del pasado jueves. Sin embargo, la
situación es sumamente delicada, ya que los alumnos del CUC, aunque son
pasantes y algunos están en quinto y sexto semestre, no tienen ninguna experiencia
en el manejo de pacientes y se sabe que están dejando en sus manos a personas que
tienen que pasar a quirófano o que llegan a la sala de urgencias con alguna
emergencia, puntualizaron.
Uno
de los doctores del Regional, Maximino Guzmán, comentó que estos muchachos (al
referirse a los alumnos del CUC) podrían meterse en un embrollo médico-legal si
no hacen bien las cosas, lo cual es muy probable, ya que no están capacitados;
pero por el problema del paro los trajeron aquí y los están dejando
completamente desprotegidos, ya que si cometen alguna negligencia, el paciente
los va a denunciar personalmente a ellos, advirtió.
Por
su parte, el doctor Manuel Munguía B, opinó que es criminal cómo los directivos
están tratando a los cubre-incidencias, ya que si bien los alumnos del CUC que
trajeron, ayudan en algo, no es lo mismo, no tienen experiencia ni capacidad
para hacerle frente a una emergencia.
“La
corrupción está a su máximo nivel entre los responsables de que marchen bien
las cosas, no quieren aumentar el personal porque ellos (los funcionarios del
gobierno del Estado) no ganan nada si mueven la nómina, no les interesa. Lo que
les importa es hacer negocios en contratos y asignaciones, por eso no toman en
cuenta el caso de los “cubre incidencias”, lo cual es muy lamentable”, criticó
el doctor Munguía.
También
dijo que la millonaria inversión del nuevo hospital regional nunca se reflejó
en mejoras, ya que antes, en el hospital viejo había 79 camas y ahora en este
nuevo sólo cuentan con 59; de tres quirófanos, sólo se brinda el servicio con
uno por falta de personal y todos los días hay pacientes que requieren
operaciones. Ahorita, por ejemplo, hay dos cesáreas que llegaron a salas de
urgencia y hay dos cirugías de hernias, pero se atiende primero a quienes
tienen en riesgo su vida, pero otras personas tienen horas y días para ver
cuándo podrán operarlos”.
Realmente,
este hospital sólo cubre el 10 por ciento de las necesidades de la población,
está en estado crítico y no hay ningún político o funcionario que solucione un
problema que ya tiene muchos años, que es la falta de personal e infraestructura
médica, acotó.
Un
paciente que escuchó la entrevista, se acercó al reportero para informarle que
tiene dos meses con una hernia, esperando a que lo operen, que este domingo lo
citaron para la cirugía “y aquí estoy, desde las 9:00 de la mañana y no pueden
operarme porque el médico está ocupado con otras cirugías”.
LOS CUBRE INCIDENCIAS, EL CONFLICTO
El
conflicto del Hospital Regional con los cubre-incidencias, comenzó en abril del
2013, pues a partir de ese mes del año pasado, comenzó a rezagarse el pago
puntual de las quincenas de los más de 104 hombres y mujeres que laboran en
dicho nosocomio y que son la base más importante del servicio que se presta en
el área de enfermería, son como el pilar del instituto de salud, pero aun así los
comenzaron a tratar mal, y como no son de base, ni de contrato (pero trabajan
igual que los demás y en ocasiones hasta más horas), alguien decidió que no
importaban, que bien podría no pagárseles y que nada pasaría.
La situación se agudizó con la llegada al gobierno del Estado del jefe del ejecutivo, Jorge Aristóteles Sandoval, ya que en otras administraciones el trato había sido diferente, pero hoy los tratan peor que sirvientes y muchas veces se burlan de su situación, como la nefasta administradora, Lorena Hernández Becerra (ex empleada de la tesorería en dos Ayuntamientos manejados por el PRI), quien ha declarado que “si los “cubre-incidencias” no están a gusto, que se pueden largar”, cuando lo único que piden es que se les pague su sueldo devengado con el sudor de su frente y su trabajo profesional.
El
problema ha llegado a tal grado, que ya van seis quincenas que nos le pagan a
este personal y si antes un tal José Fregoso les daba esperanzas, pero les
mentía, con el cuento de que ya merito les llegaría el sueldo, la actual
administradora, Lorena Hernández, de plano acabó con el cuadro al tratarlos en
forma grosera y prepotente; la cosa es que no hay respuesta positiva y nadie
puede ayudarle a estas personas, ni siquiera el sub-secretario de
administración del gobierno del Estado, el ex alcalde de Puerto Vallarta,
Salvador González Reséndiz, quien se regodea con la mismísima Lorena Hernández
Becerra y hasta se burlan de la situación de los cubre-incidencias.
Los
cubre-incidencias ganan alrededor de tres mil 500 pesos quincenales, les pagan unos
43 pesos por hora, no tienen derecho a nada, ni a vacaciones ni a descansos, ni
a días festivos; muchas veces tienen que cubrir a enfermeras o médicos que
faltan al trabajo y si no lo hacen, toman represalias contra ellos, por lo que a
veces se ven obligados a laborar hasta 48 horas seguidas o más.
Muchos
de ellos tienen hijos, familia que mantener y tienen sus necesidades como
cualquier otro ciudadano; pasan hambre, situaciones difíciles por la falta de
pago, piden prestado al vecino, al amigo, al familiar y sólo ellos saben cómo
sobreviven.
Pero
ante todo, son profesionales, aman su trabajo, tienen ese espíritu de servicio
que sólo se ve en algunos médicos y enfermeras, pero la situación ya se hizo
insostenible, por eso comenzaron a trabajar bajo protesta desde el primero de
septiembre pasado, pero como no tuvieron respuesta de parte de los directivos,
decidieron irse a paro general, y así están desde el pasado jueves 23 de
octubre, en espera de que alguien desde el gobierno del Estado o el mismísimo
gobernador, Jorge Aristóteles, ponga orden, tome cartas en el asunto y les
paguen todas sus quincenas atrasadas.
El
viernes, dialogaron con el representante del gobernador en Puerto Vallarta, con
Andrés González Palomera, pero sólo hizo una llamada con la Jefa de la Octava
Jurisdicción Sanitaria, con Karina Guillermina Navarro Cabrera y se acordó que
se formaría un Comité de Cinco Personas integrantes de los “Cubre-Incidencias”
para ir a hablar a Guadalajara sobre el tema.
Dicho Comité, sale este lunes 27 de octubre a la
capital jalisciense con la esperanza de que les solucionen su problema que
ahora es problema de todos en Puerto Vallarta, ya que el Hospital Regional no
puede estar en manos de alumnos inexpertos que, por capricho del Director,
Apolinar López, de la Coordinadora de Enfermería del CUC, Laura Teresa Pérez y
de la jefa de Enfermería del Regional, Cristina Rodríguez, echaron mano de 30
estudiantes y pasantes para atender el servicio médico en el Nosocomio que de
por sí, ya tiene bastantes carencias y problemas, como el plafón que se está
cayendo poco a poco y representa también un riesgo para el personal y los usuarios
del edificio.