Por Jorge Olmos Contreras
Todavía no se conoce el fallo de la impugnación al proceso electoral municipal de Puerto Vallarta y el alcalde electo, Ramón Guerrero Martínez ya se metió en problemas por su costumbre a practicar la política del avestruz cuando de dar la cara se trata, toda vez que se ha escondido y no ha hecho ninguna declaración en torno a las informaciones que lo vinculan como uno de los autores intelectuales del proyecto para introducir cientos de moto taxis a este destino turístico para pagar favores políticos a uno de sus padrinos, el ex alcalde Tlajomulco de Zúñiga y candidato fallido a gobernador por el Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez, quien a su vez le habría prometido la concesión de este servicio al líder charro Alfredo El Güero Barba, actual dirigente de la CROC en Jalisco.
Los tres personajes están metidos en el proyecto y los tres están empeñados en causarle un daño irreversible a la imagen de Puerto Vallarta –en el fondo buscan minar la fuerza política del secretario general de la Federación de Trabajadores der Jalisco, Rafael Yerena Zambrano—con la introducción de motocicletas de tres ruedas que presten el servicio de “transporte condominal” en plena franja turística, tal y como lo introdujeron con “permisos municipales” en Tlajomulco de Zúñiga, sin importarles violar la Ley de Vialidad y Transporte vigente en la entidad, pues dicho servicio no está contemplado por la legislación.
En el caso de El Güero Barba, además de perseguir un fin lucrativo, en virtud de que se presume que él ha financiado la compra de motonetas para terceras personas y que ha comprado decenas para él mismo para meterlas a los municipios que se dejen, también sigue un objetivo político, que es desestabilizar al dirigente estatal de la CTM, Rafael Yerena Zambrano, quien no se ha quedado con los brazos cruzados, pues el principal opositor a que operen los moto taxis tanto en Vallarta como en cualquier rincón de Jalisco.
De hecho, Rafael Yerena está por ganar la batalla jurídica para que salgan de circulación los moto taxis que se metieron ilegalmente (aunque después se ampararon) en Tlajomulco, Chapala y otros municipios del interior del Estado.
BAJO CONSIGNA
Sin embargo, en Puerto Vallarta el viejo líder croquista, Alfredo Barba, está actuando bajo la consigna de vengarse políticamente de Rafael Yerena, por ello se le acercó a Enrique Alfaro y con El Mochilas ya encumbrado en la presidencia municipal, tratarán de meterle a Vallarta cientos de moto taxis con “permisos municipales”, lo cual ha originado ya una serie de reacciones, todas en contra de un proyecto que se dibuja como de interés especial de Ramón Guerrero Martínez.
Para atizar el fuego de la indignación que ya existe en varios sectores ante la posibilidad de que entren estos vehículos con imagen tercermundista, El Mochilas ha guardado un sospechoso silencio, no ha dado la cara y ha preferido que la información fluya en sentido contrario, dañando su entorno político, afectado ya por la presunción de que cometió un grave delito electoral para ganar la presidencia municipal.
El problema no es que el secretario del sindicato de choferes del transporte de pasajeros de Puerto Vallarta, David Silva López, salga a defender a su jefe Alfredo El Güero Barba diciendo que ya tuvieron una reunión con el secretario de vialidad, Diego Monraz y que sí le propusieron introducir el servicio de moto taxis a Vallarta y a Tomatlán, pero que el funcionario del gobierno del estado desechó por completo esa posibilidad porque es violatoria de la ley.
No. El punto es que pese al rechazo a la entrada de moto taxis, El Güero Barba y un “empresario” de Tlajomulco insisten en presionar al Mochilas para que cumpla acuerdos y que una vez sentado en la silla presidencial otorgue los permisos (ilegales o no) para la operación de este servicio en Puerto Vallarta.
A DAR LA CARA
El Mochilas está obligado a salir de donde esté para aclararle a los vallartenses los informes que lo vinculan como promotor de los moto taxis, ya que de lo contrario estará mandando mensajes de que su estilo de gobernar –si es que no le dan palo—será ese, hacer negocios en lo oscurito con permisos improcedentes, ante la imposibilidad de meterle mano a las paupérrimas arcas municipales que le dejarán los ladrones del PRI.
En este contexto, llama la atención que la respuesta del sector empresarial de Puerto Vallarta a la posibilidad de que nos metan moto taxis en la ciudad ha sido muy pobre. Sólo algunos han protestado, pero los organismos cúpula y los inversionistas con peso no han dicho nada.
Por el contrario, personajes tan lambiscones y veletas como Ignacio Cadena y Luis Angarita se han hecho los occisos ante este tema y han preferido sentarse en la mesa con El Mochilas para tratar asuntos como el de la promoción turística y el manejo del fideicomiso de turismo.
Nacho Cadena, por ejemplo, se ha atrevido a hacer declaraciones tan estultas y fantasiosas como el decir que El Mochilas deberá desechar a sus amigos y compadres como funcionarios municipales y que deberá escoger entre los mejores.
¡Por favor Don Nacho!, tan sólo vea los regidores electos del Movimiento Ciudadano como para pedirle peras al olmo.
Pero bueno, otro sector que ha guardado un silencio cómplice que más tarde se les puede revertir en el asunto de los moto taxis, son precisamente los taxistas de la CTM, los mismos que andaban como viejas infieles al día de la elección y que apoyaron a un proyecto distinto al PRI no por convicción, sino por darle en la torre a sus dirigentes.
Veremos de qué están hechos los taxistas de Puerto Vallarta si El Mochilas y El Güero Barba logran meter sus motos taxis a todos los rincones del municipio.
INFORMACION CLASIFICADA
OTRO BOTON DE MUESTRA DE QUE AL MOCHILAS NO LE GUSTA la transparencia, es que no ha informado al pueblo de Vallarta cuánto le va a costar al erario público la contratación de la empresa de asesoría del ex gobernador interino, Gerardo Octavio Solís Gómez, quien cada vez que tiene la oportunidad y le ponen una grabadora en la boca, expulsa una serie de mentiras de su boca para referirse al tema de la entrega recepción de la administración municipal. Se le olvida que por ley, el Ayuntamiento está obligado a entregar todo tipo de información hasta el 31 de enero del 2013.
POR SI ESTO FUERA POCO, EL MOCHILAS TRAE UN HUESO ATORADO EN LA GARGANTA con el tema de la Dirección de Seguridad Pública. Él sabe perfectamente a quién le aceptó dinero para fondear parte de su campaña (capitales de todo tipo) y de cómo comprometió con este hecho la corporación que se supone debe ser la mejor restructurada del próximo gobierno.
POR CIERTO, CADA VEZ ES MAS FUERTE EL RUMOR de los millones de pesos que le metió el magnate de los tiempos compartidos, Fernando González Corona a la campaña del Mochilas, con lo que la pareja Eva Contreras-González Corona le jugaron el dedo en la boca a Humberto Muñoz Vargas, a quien sólo le dieron su “respaldo moral”.
Si alguien pensaba que Fernando había perdido con la derrota del PAN, estaba muy equivocado.
Fernando siempre gana a golpe de cartera.
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