viernes, 24 de febrero de 2012

LOS CAMIONES DEL NARCO EN VALLARTA, Y LA EJECUCION DEL PICUDO, EL ORIGEN DEL CONFLICTO


Dos hechos violentos podrían tener relación entre sí, el incendio premeditado de un camión urbano de los hermanos Alcaraz en las inmediaciones de la central camionera, y el asesinato de Armando Sánchez Vázquez (a) El Picudo, cuñado de Gabino Alcaraz Ruiz, ejecutado por hombres armados en la colonia El Mangal del Coapinole.

POR LA REDACCION

Todavía nadie sabe, ni la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Siedo), ni la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), cómo le hicieron los hermanos Alcaraz de Ixtapa para adquirir en menos de una década alrededor de 22 camiones para ponerlos al servicio del transporte urbano de Puerto Vallarta; de lo único que se tiene certeza, es que desde el año ante pasado dejaron de operar y prácticamente fueron abandonados por sus dueños, lo cual causó un fuerte problema para rutas alimentadoras de la llamada Unión de Permisionarios.

Entre los usuarios es un secreto a voces que los camiones de Los Alcaraz pararon por el conflicto que tuvieron con otras bandas de la delincuencia organizada y a raíz de que ejecutaron a Aurelio Alcaraz Ruiz, mejor conocido como “El Sheriff” y “levantaron” a su hermano Heraclio Alcaraz Callejas el 18 de agosto del 2010 en las inmediaciones de La Desembocada.

A raíz de esos atentados, la familia Alcaraz sufrió varios ataques en contra de sus personas y sus cosas, al grado de quemarles un rancho y saquearles varias residencias que se ubican en la delegación de Ixtapa, por lo que muchos decidieron abandonar la ciudad dejando todo atrás, incluidos 22 camiones del transporte urbano que según datos proporcionados por la Unión de Permisionarios, en tiempos de su dirigente Hugo Gómez Mariscal (ya fallecido), estaban en manos de las siguientes personas de apellido Alcaraz:

1.- Joel Alcaraz Razo, los camiones 11, 21, 51, 58, 88, 94, 120 y 172.
2.- Gabino Alcaraz Ruiz, los automotores 35, 43, 127 y 162.
3.- Aurelio Alcaraz Ruiz, las unidades 04 y 99.
4.- Saúl Alcaraz Ruiz, el camión número 99.
5.- Heraclio Alcaraz Calleja, los urbanos identificados con el número 23 y 16.

En total son 17 camiones de una lista que se dio a conocer hace casi nueve años, aunque se presume que son un total de 22 unidades del transporte público las que operaban en el municipio y que eran propiedad de Los Alcaraz.

Al quedar fuera de circulación, la merma en las rutas alimentadoras, sobre todo en las que van a Ixtapa y Las Palmas fue evidente, por lo que la Unión de Permisionarios tuvo que pedir la intervención de su sindicato mayor, la CTM, para que el líder Rafael Yerena Zambrano los apoyara y que interviniera la Secretaría de Vialidad y Transporte del gobierno del Estado para que estos camiones volvieran al servicio.

Pero la Secretaría de Vialidad y Transporte no pudo hacer nada para gestionar ante una autoridad competente el regreso de esas unidades, por lo que Rafael Yerena pidió entonces que se otorgaran nuevos permisos a la Unión de Permisionarios (azules) y a la Alianza de Transportistas (verdes) y de esta manera cubrir dichas rutas, pero a la fecha no se han otorgado nuevas concesiones, por lo que el problema sigue.

Tanto en la Alianza como en la Unión de Permisionarios, sus dirigentes y ex dirigentes como Nicolás Segura, José Bernal Romero, Guillermo y José Luis Ruelas, tienen prohibido hablar de los camiones de Los Alcaraz, solo se sabe que una de las hermanas de estos señores Alcaraz que vive en la ciudad de México ha estado presionando para recuperar algunas unidades y ponerlas a funcionar, pero no ha tenido éxito, nadie la ayuda, nadie le hace caso.

En Ixtapa, se comenta que otro intermediario de los dueños de los camiones abandonados presuntamente es Crescencio García Ortiz mejor conocido como “El Mascafierros” otro ex dirigente de la Unión de Permisionarios que al parecer era prestanombres y operador de la flota camionera de Los Alcaraz y quien jugó un papel importante en ciertas negociaciones fallidas que complicaron aún más las cosas de los camioneros.

Las cosas se pusieron tan feas en Ixtapa, comentan lugareños, que al Mascafierros le habría agarrado tal paranoia que sus familiares se habrían visto forzados a darle medicamentos psiquiátricos para serenarlo.

Comentan vecinos, que Luego de varios meses escondido, hace poco se le vio salir a pavonearse por la plaza, muy orondo, alardeando que él ya se había arreglado con alguien, nunca se dijo con quiénes; pero poco después el rancho de Colima sería arrasado con por el fuego premeditado, ardiendo tractores y remolques así como camionetas nuevas. Y la cosa no paró ahí, ya que después un contingente de presuntos sicarios le pegó al rancho de Miguel Ochoa, ubicado cerca de La Esperanza. Entre los daños mayores, le mataron todos los especímenes de raza que ahí tenían.

En cuanto a los camiones urbanos, algunos informados de Ixtapa dicen que se trata de 42, mientras otros más moderados dicen que no pasan de una docena. Pero todos coinciden en que se dieron varias perversiones en contra de los intereses de "los inversionistas", una de ellas fue presentarles facturas por camiones nuevos cuando nomás los repintaron. Eso explica la frase aparecida en cierto cartón dejado sobre un importante ejecutado que decía: "Pa que veas ke no nos vez la kara de pendejoz".
Quizá por ello, en pleno día del jueves 22 de diciembre del 2011 un camión urbano de la línea de transporte público que estaba estacionado desde hace varios meses sobre la avenida aledaña a la central Camionera, fue incendiado por “manos extrañas”; la unidad quedó totalmente calcinada.

Al camión no se le observó el número económico que desapareció por las llamas, y aunque las placas se quemaron, se pudo apreciar que están registradas con el número 715-486-G, asimismo, tras de esta unidad están o estaban abandonados otros tres camiones de la misma línea de transporte, el U-083 con placas 715-423-G, el U-035 con placas 716-013-G, el U-043 con placas 714-779-G, y otro estacionado en contra sentido con el número U-164, todos, se dijo, al parecer pertenecen a la familia Alcaraz.

Como colofón de esta historia, el pasado sábado 04 de febrero de este 2012 varios hombres armados llegaron a un taller de la calle 16 de septiembre de la colonia El Mangal del Coapinole y ejecutaron a Armando Sánchez Vázquez (a) El Picudo, cuñado de Gabino Alcaraz Ruiz, de oficio camionero y en el ataque también murió el dueño del camión U-055, Martín Zaragoza Barragán.

Trascendió que El Picudo llegó en una suburban verde acompañado de hombres armados, que incluso en la camioneta estaba de pasajero uno de los hermanos Alcaraz, quienes al ver que estaban atacando a Armando Sánchez, se bajaron para repeler la agresión, con saldo de dos muertos y tres lesionados, entre ellos una señora y dos menores de edad, María Luisa Avalos Arreola de 35 años; Lluvia Beatriz Cruz Avalos de 10 y Frida Yerania Ruiz Moreno de 17, quienes se encontraban en la cenaduría “El Arroyito” y en la refriega resultaron heridas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario