Alrededor de 50 personas viajaron este martes 27 de noviembre
desde El Tuito –la cabecera municipal del municipio de Cabo Corrientes—a Puerto
Vallarta para realizar una inusual protesta a las afueras del sector naval por
abusos y atropellos que, dicen, han cometido soldados de la Marina Armada de
México en sus comunidades, donde han golpeado menores y torturado a los hombres
con el pretexto de que buscan a un presunto narcotraficante.
El contingente formado por hombres, mujeres, niños y personas
de la tercera edad, llegaron como a las 19:00 horas y se apostaron sobre la
avenida Francisco Medina Ascencio –la principal de este destino turístico—para
exigir hablar con los altos mandos de la Armada en esta ciudad y exponer una serie de hechos que
han cometido los marinos y que han lastimado a los habitantes de por lo menos
seis comunidades.
Fueron dos señoras las que pudieron entrar a platicar con el
contralmirante, Elías Caballero Rosas y aunque el diálogo se prolongó por casi
dos horas, el ánimo de los manifestantes no recayó, ya que con cartulinas en lo
alto exigían justicia y un alto a los abusos del personal castrense.
Por momento, los agraviados por los marinos obstruyeron el
carril lateral de la avenida de ingreso, lo que por momentos generó un caos
vial, pero después de que las dos señoras salieran de con el contralmirante la
vía quedó despejada.
Abordadas por varios reporteros, las señoras que pudieron
tener acceso con el contralmirante Caballero Rosas, Angélica Núñez y Zulma
Castillón, comentaron indignadas que el militar de rango les aseguró que la
gente que estaban señalado como elementos de la Armada y que habían cometido
atropellos en Cabo Corrientes no eran del sector naval de Puerto Vallarta, pero
que les prometió investigar para saber quiénes son.
De hecho, indicaron que el contralmirante prácticamente
deslindó de los hechos de tortura, agresiones y amenazas al personal de la zona
naval militar, cosa que no creyeron los inconformes, quienes aseguraron que en
El Tuito los marinos tienen un campamento y que además colocaron un retén para
revisar todo tipo de vehículos que entran o salen del lugar.
Lo más grave, puntualizó un señor, es que con el pretexto de que buscan a Gilberto González
Chavarín dizque por narcotraficante “lo cual además es una vil mentira, porque
el señor se dedica al campo y viven en Chacala”, los marinos han golpeado a
niños, jóvenes y han puesto en riesgo la salud de una mujer embarazada, ya que
golpearon salvajemente a su marido de nombre William Cruz Chavarín –de quien
aseguran está en el Hospital Regional—y esto asustó mucho a su esposa que tiene
siete meses en estado de gestación.
Zulma Castillón, afirmó que los hombres que han estado
reventando domicilios en Cabo Corrientes sí son de la Naval, “a qué estamos
jugando, sí son de la Naval”, con lo que desmintió la versión del
contralmirante.
También comentaron que no es la primera vez que suceden
hechos violentos donde participan los marinos, ya que hace dos años le robaron
al señor Maximino, conocido como Chiminino por todos, 50 mil pesos que él tenía
en Tecuani producto de la venta de su ganado, “no se vale lo que están
haciendo”.
Otro mujer dijo: “Está bien que pongan su retén por seguridad
de todos, pero que no hagan sus desmanes”.
Al final, los protestantes se fueron como vinieron, con la
única promesa del contralmirante de que investigaría los hechos para saber si
el personal militar que está en Cabo Corrientes es gente de la Armada o no.
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