Por Jorge Olmos Contreras
Si no ocurre algo extraordinario al cuarto para las doce, este miércoles los
vallartenses podrían desayunarse con la noticia de que el diputado panista, Ramón Demetrio Guerrero Martínez, mejor conocido como “El Mochilas” se va del Partido Acción Nacional (PAN) para sumarse al Movimiento Ciudadano (MC) y convertirse en candidato del MC-PT a la presidencia municipal de Puerto Vallarta, llevando en su loca aventura a la ex regidora priista Edelmira Orizaga, en lo que sería la “chapulineada” más comentada del año.
De los que se van con Ramón Guerrero apunte usted a los ex regidores Santiago Centeno Ullín y Ricardo René Rodríguez, además de que El Mochilas le tiene reservada una posición al presidente de la Canaco, Carlos Gerard Guzmán y a jóvenes como Israel Ortiz, quien sigue firme para la sindicatura.
La noche de este martes (ayer) Ramón Guerrero Martínez debió informar a sus seguidores la decisión tomada, luego de que la Comisión Nacional de Elecciones del PAN no encontró irregularidades de fondo ni ninguna ilegalidad en la elección interna donde Humberto Muñoz Vargas se alzó con el triunfo con apenas siete votos a favor.
EL CANTO DE LAS SIRENAS
Y como vislumbró que el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación podría ir en el mismo sentido, El Mochilas se dejó llevar por el canto de las sirenas y terminó aceptando la propuesta que le hizo en el Club de Industriales el candidato a gobernador del Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez, quien le propuso que fuera el abanderado del MC a la alcaldía de Puerto Vallarta, con la única condición de que formara una planilla ciudadana, donde desde luego no caben personajes de caricatura como El Pitas Pelayo o mujeres controvertidas como Elisa Ramírez o Candelaria Villanueva, pero todo puede ser posible.
Sin embargo, es probable que en esta ocasión El Mochilas se congratule con la familia Murguía Cibrián y acepte en la planilla del Movimiento Ciudadano al joven Carlos Alberto Murguía Cibrián, quien ha sido uno de sus incansables promotores.
Ayer, la regidora Ana Carina Cibrián descartó cualquier posibilidad de irse del PAN. “Yo soy regidora de Acción Nacional y me quedaré hasta el final del gobierno municipal”, dijo al columnista.
LOS ALCANCES DEL CHAPULINAZO
Lo interesante del “chapulinazo” del Mochilas es ver quiénes y cuántos panistas de hueso azul deciden traicionar sus principios y doctrina política para aventurarse en un proyecto político que podría convertirse en un rotundo fracaso el día de las elecciones constitucionales.
Y es que si bien le va al Movimiento Ciudadano con el Mochilas como candidato a la presidencia municipal, es sacar un porcentaje más o menos decente para meter a un regidor al próximo Ayuntamiento, y éste sería el propio Ramón Guerrero, ya que los demás no tienen la más mínima posibilidad de entrar, por el bajo margen de votación que podría registrar una alianza Partido del Trabajo-MC en esta ciudad.
El escenario político en Puerto Vallarta no es nada halagüeño para los partidos pequeños –conocidos como la chiquillada--, ya el voto se va a fraccionar precisamente entre el abanderado del Movimiento Ciudadano-PT y el candidato que proponga el Partido de la Revolución Democrática (PRD), más quien elija el Partido Nueva Alianza (Panal.
El Mochilas le va a quitar algunos votos al PAN, pero sobre todo puede atraer a muchos votantes que no quieren saber nada del PRI y su desastrosa administración municipal con Chavita al frente y también puede ser imán de aquéllos electores que le van a dar un voto en contra a Acción Nacional por el mal desempeño del presidente Felipe Calderón Hinojosa y su fallida guerra contra el narcotráfico.
EL DESTAPE DE SUSANA
En este contexto, tenemos información de primera mano de que el candidato del PRD a la alcaldía ya no va a ser el doctor Armando Soltero Macías, sino una mujer, la periodista y locutora Susana Judith Mendoza Carreño, quien terminó aceptando la candidatura de este partido de izquierda, cuyos directivos en Jalisco se inclinaron por la comunicadora debido al alto porcentaje de votos que obtuvo en los comicios pasados donde fue candidata a diputada.
Hay que recordar que Susana Carreño perdió, pero consiguió para el PRD miles de votos que nunca había cosechado ni imaginado el partido del sol azteca en el 05 distrito electoral de Jalisco, de ahí que ha sido invitada para encabezar una planilla perredista como candidata a la presidencia municipal.
Siendo realistas –y en esto seguramente la propia Susana podría estar de acuerdo con nosotros--, el PRD es un partido que históricamente ha conseguido una muy baja votación en las elecciones por la alcaldía, si acaso ha metido un solo regidor en tiempos de Luis Fernando Famanía Ortega, primero, y con el doctor Heriberto Sánchez Ruiz, después.
Por ello, no creemos que esta vez sea la excepción, y aunque Susana Carreño haya sacado una copiosa votación en Vallarta como candidata a diputada en la elección más reciente del 2009, no le va alcanzar para siquiera meter dos regidores al pleno del próximo Cabildo.
Incluso, es muy probable que ni ella misma –en caso de ser la candidata oficial del PRD—alcance el porcentaje requerido de votos para ser regidora plurinominal.
LA REPARTICION DEL PASTEL
Por esto, no es difícil pronosticar que los partidos más afectados por la fragmentación del voto pueden ser sí, el PAN y el PRI, pero estos seguirán conservando su voto duro, por lo que los más perjudicados pueden ser los de la chiquillada, es decir, el PRD, el PANAL y el PT-Movimiento Ciudadano.
¿O a poco usted cree en los cuentos chinos de Ramón Guerrero que presume a todo Vallarta que él, por su linda cara, puede conseguir más de 30 mil votos y ganar la elección Constitucional?
¿O las cifras alegres de Susana Carreño que siempre ha alardeado que puede ganar los comicios locales y convertirse en presidenta municipal?
¡Claro que no!, la realidad es otra y es muy distinta y cada uno de estos personajes –que a punto estuvieron de formar una alianza para ir en un mismo proyecto político—van a aterrizar en la propia cuando vean que no es lo mismo tener una estructura y un partido que conserve un voto duro por encima de los 25 mil ó 30 mil votos, que aventurarse en partidos que históricamente han sido desdeñados por la población.
Ahora bien, el pastel de votos inconformes –de aquéllos ciudadanos que están hasta la madre del PRI y del PAN—no es tan grande como algunos piensan, si acaso puede oscilar entre los cinco y 10 mil votos, suficientes para ser repartidos entre la chiquillada y garantizarle a uno sólo de estos partidos (es decir, PT-MC, PANAL o PRD) un regidor plurinominal, dependiendo si alcanzan el 2.5 o el tres por ciento de la votación total.
Bajo esta lógica, desde luego que habrá decenas de panistas que se la van a pensar para sumarse a un proyecto político nuevo con Ramón Guerrero, a quien ya le empiezan a huir por la forma evidente en que los está utilizando.
Por lo pronto, vamos a esperar para ver qué fue lo que anunció ayer El Mochilas a sus simpatizantes. Si se sinceró y les dijo la verdad, o los va a traer como tontos unos días más para darles el albazo de que siempre sí se va del PAN y encabeza la candidatura del Movimiento Ciudadano, lo cual nos daría la razón:
El Mochilas busca el poder por el poder, ahora con ingrediente más: La demencia política.
INFORMACION CLASIFICADA
DICEN QUE LAS MOSCAS VUELAN Y VUELAN EN BUSCA DEL HOGAR perfecto –casi siempre un pedazo de estiércol—y no descansan hasta que lo encuentran. Y parece ser que esto es lo que le está sucediendo a la ex regidora Edelmira Orizaga, quien de tanto buscar cobijo en un Partido político, ya encontró su media naranja política en la personalidad de El Mochilas, quien sedujo como nadie a la también ex candidata fallida a diputada por el Partido Verde, para que entre a la planilla del Movimiento Ciudadano.
Malagradecida con Rafael Yerena Zambrano, el único actor político que le dio una oportunidad para ser regidora –sacrificando incluso a personas que tenían años esperando ser llamados--, Edelmira le dio la espalda al líder de la CTM luego de que usufructuó el puesto de elección popular en tiempos del alcalde Gustavo González Villaseñor.
Yerena nunca esperó que una dama a la que le tendió la mano, huyera de la CTM para comenzar a hablar mal del hombre que la hizo regidora y que, ahora de plano se mete al juego de los escarabajos peloteros para ver quién lleva más material de desecho a su madriguera.
QUE POCA M… ABUELA LA DEL PRESIDENTE MUNICIPAL, quien el lunes por la mañana se vanagloriaba de los eventos que habría esa noche en el malecón por los festejos del tianguis turístico y a los que todo el pueblo de Vallarta –aseguraba—podía ir a disfrutarlos. Resulta que la zona fue enrejada desde el maleconcito de la marina hasta más allá del caballito. Ninguna persona podía entrar si no tenía gafete oficial del evento y fueron cientos, miles los que tuvieron que regresarse por donde vinieron porque los policías estatales les impidieron el acceso.
Ni siquiera a lugares que estaban vacíos como la plaza principal, pudo entrar algún parroquiano sin acreditación.
Las mentadas de madre al presidente no se hicieron esperar…
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