lunes, 26 de marzo de 2012

EL PENOSO DESENLACE DE LA IMPUGNACIÓN DEL MOCHILAS Y LOS SECRETOS DE LA INTERNA DEL PAN


Por Jorge Olmos Contreras

Con más pena con gloria, pero eso sí, con mucha audacia para embaucar a decenas de
panistas en un proyecto político fallido y en manipular a algunos periodistas de Puerto Vallarta –entre ellos dos connotados columnistas de los diarios Tribuna de la Bahía y Vallarta Opina--, el diputado local, Ramón Demetrio Guerrero Martínez, mejor conocido como El Mochilas, está a punto de llegar al final de su batalla “jurídica” con un duro revés de parte de la Comisión Nacional de Elecciones y, desde luego, del Tribunal Federal Electoral, donde no cabe la menor duda que le darán palo y las cosas se mantendrán como hasta ahora, con la victoria de Humberto Muñoz Vargas.

El primer golpe ya lo recibió El Mochilas de parte de sus contactos en la Comisión Nacional de Elecciones del PAN, de donde ya le informaron que su impugnación no procede simple y sencillamente porque perdió en un marco legal el pasado 19 de febrero, y aunque su derrota fue por apenas siete votos de diferencia, fueron suficientes como para quedarse en el camino.

Esta semana la dirigencia nacional del PAN que encabeza Gustavo Enrique Madero Muñoz dará a conocer de manera oficial la resolución de dicha impugnación, con lo que las calabazas de Acción Nacional se comienzan a acomodar de una manera más decente para dar paso a los preparativos de la campaña constitucional.

Sin embargo, como Ramón Guerrero sólo busca sobrevivir en un ambiente político ya demasiado enrarecido –provocado por él mismo--, ya se sabe que soltará la última patada de ahogado y recurrirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para “hacer valer sus derechos políticos” y alegar lo que sólo una persona que ha perdido la noción de la realidad podría alegar: Que le robaron el triunfo o que le hicieron fraude.

EL SIGUIENTE PASO

El procedimiento que sigue es bastante predecible como sencillo, ya que es casi un hecho que el Tribunal Electoral Federal turnará el caso –una vez analizado y supervisado que no se violaron los derechos políticos del Mochilas—al Comité Directivo Estatal del PAN, donde ya una vez se desechó la impugnación por ser claramente improcedente.

Cuando el Comité Estatal del PAN reciba el documento, Ramón Guerrero habrá llegado al final de una aventura en la que perdió mucho como político y en la que arrastró a decenas de panistas que creyeron en él y que no tuvieron la prudencia se zafarse a tiempo para buscar sumarse al proyecto global de Acción Nacional, ya fuera a la campaña de Fernando Guzmán a la gubernatura, a las diputaciones o la alcaldía de Humberto Muñoz.

En el Comité Estatal sólo notificaran y archivaran la impugnación.


LOS PERDEDORES


Y es que el grupo del Mochilas –en la que figuraba personalidades como el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña, Abraham González Uyeda, Chema Martínez y el doctor Alfonso Petersen—perdió todo, desde el descarrilamiento de Petersen como aspirante a la candidatura al gobierno del Estado, pasando por la derrota de Ernesto Cordero a la Presidencia de la República, hasta la de Ignacio Guzmán García y Agustín Ortiz que buscaban ser candidatos a diputado federal y local respectivamente.

El corolario fue la pírrica derrota del Mochilas frente a Humberto Muñoz Vargas –pero derrota al fin--, un penoso episodio que metió a Ramón Guerrero en un doloroso trance del que todavía no sale y en donde no ha tenido la inteligencia suficiente como para sentarse a negociar para él y para sus seguidores acomodos y reacomodos en los proyectos políticos que están en puerta en vísperas de los comicios constitucionales.

Lejos de entablar un diálogo con Humberto Muñoz, El Mochilas recurrió al golpeteo y la descalificación, al rumor y a la insidia y en días recientes –ya muy desesperado—se le ocurrió soltar la versión de que el presidente nacional del PAN, Gustavo Enrique Madero le había prometido que la impugnación se resolvería a su favor, sobre todo luego de mostrarle unas encuestas –cual traje a la medida--que el propio Ramón mandó a hacer exprofeso.

Desde luego, se trató de una vil mentira que ha dejado más desfigurado al Mochilas, al grado de que políticos más serios y centrados como Francisco Ramírez Acuña y Chema Martínez ya le dijeron que le bajara al golpeteo contra el mismo partido y, como no les ha hecho caso, de plano ya le retiraron todo tipo de apoyo, no quieren saber nada del diputado que está empecinado en dividir más a su propio partido por un odio enfermizo hacia Humberto Muñoz Vargas.

PERDER PISO

Los primeros días de la impugnación, algunos observadores políticos dentro del PAN pensaron que Ramón Guerrero estaba presionando para lograr ciertas posiciones tanto en el gobierno del Estado como en un futuro Ayuntamiento vallartense gobernado por el PAN, pero conforme arreció sus ataques en todos los sentidos su imagen comenzó a caer hasta al suelo y ahora lo ven como un político problemático, revoltoso y que no tiene ninguna consideración para dañar a su propio instituto político, sino buscar el poder por el poder, sin importar llevarse entre las patas a sus seguidores.

A estas alturas del partido –como dicen algunos--, Ramón Guerrero ha perdido mucho y el grupo que lo seguía y se mantenía fiel ha comenzado a diezmarse, entre otras cosas, porque están observando que con El Mochilas no hay futuro, sólo golpeteo y confrontación y que de seguir así las cosas, no podrán acomodarse en ningún lado ni en ningún proyecto político.

Los más inteligentes y que ya pintaron su raya, han sido tildados de traidores por los que todavía se mantienen en las filas del Mochilas, pero poco a poco éstos últimos también comienzan a abandonar el barco, sobre todo porque Ramón Guerrero no ha sido sincero con ellos y lo ven como alguien que podría brincar a otro partido político, como bien podría ser el Movimiento Ciudadano (MC); al menos ya fue visto hace unos días en el Club de Industriales de Jalisco en amena charla con el candidato a gobernador del MC, Enrique Alfaro.


LOS SECRETOS

El desenlace está a la vuelta de la esquina y Ramón Guerrero perderá otra vez, por lo que hoy es prudente hablar de que su soberbia lo llevó a la derrota, ya que un día antes de la elección interna el profesor Luis Michel le ofreció negociar sus votos en la segunda vuelta si a cambio le ofrecía dos posiciones en la planilla del Mochilas, pero éste se negó (con la seguridad de que podría ganar) y terminó perdiendo frente a Humberto Muñoz.

A su vez, a Humberto Muñoz no le salieron bien sus cuentas alegres, entre otras cosas porque ahora se sabe que unas 40 personas que tenían comprometido el voto para el director del Seapal, no fueron a votar, les falló la estrategia y fallaron quienes deberían operar para que esos panistas fueran a sufragar.

Dos días antes de la elección, Humberto Muñoz también recibió la visita de Luis Michel, quien le hizo la propuesta indecorosa de que le cediera dos posiciones en la planilla –una en los primeros cuatro sitios y otra en los penúltimos—a cambio de que en la segunda vuelta sus partidarios votaran por Muñoz Vargas.

Como ni El Mochilas ni Muñoz Vargas quisieron negociar con Luis Michel, éste, alentado por uno de sus hijos, instó a sus simpatizantes a mandar al diablo a Ramón Guerrero y a Humberto, les dio instrucciones para que la fórmula de la boleta donde venía el nombre de Ramón y Humberto la dejaran en blanco, que no la cruzaran por ninguno de los dos, lo cual dio como resultado que la votación quedara casi igual que en la primera ronda, con siete puntos de ventaja para el director del Seapal y hoy candidato del PAN a la presidencia municipal.

DE OFRECIDOS Y SOBERBIOS

Y es que el mecanismo de la segunda vuelta en las elecciones internas del PAN es prácticamente un volado, pues en el supuesto de que haya más de dos precandidatos –como fue el caso—sólo se contabilizan (o son válidos) los votos de los dos primeros mejores lugares, mientras que la tercera propuesta queda automáticamente anulada.

Cuando los seguidores de Luis Michel votaron a favor del profesor en las dos opciones donde venía “Luis Michel-Humberto Muñoz” y “Luis Michel-Ramón Guerrero” y dejaron en blanco la opción “Humberto Muñoz-Ramón Guerrero”, automáticamente anularon su voto, porque Luis Michel quedó en tercer lugar en la primera vuelta y, por lo tanto ya no jugaba, es decir, los votos a su favor ya no fueron tomados en cuenta.

Desgraciadamente para unos y afortunada para otros, las posiciones del primero, segundo y tercer lugar se sabe hasta que se abren las urnas y se contabilizan todos los votos, pues es ahí donde se determina que si ninguno de los precandidatos alcanza el cinco por ciento de la votación emitida, se cuentan los votos de la segunda vuelta (segunda opción en las boletas) y se anula de inmediato el tercer lugar, sólo se toma en cuenta a los dos primeros, en este caso al Mochilas y a Humberto, con el resultado ya de todos conocidos, Muñoz Vargas gana con siete votos.

Luis Michel Rodríguez creyó que iba a ganar gracias a una encuesta patito del columnista Luis Alberto Alcaraz y terminó perdiendo; y lo que es peor, no supo negociar sus votos de la segunda vuelta, mientras que El Mochilas pensó que no necesitaba los votos de Michel y perdió; en tanto que Humberto Muñoz Vargas, por confiado y hacer cuentas alegres y tampoco pactar con el profesor, casi pierde todo.

Como se ve, la interna del PAN guarda todavía muchos secretos y ahora vemos con claridad que el profesor Luis Michel no fue el caballero que creímos –pues anduvo de ofrecido con los otros dos— y que Humberto no traía tantos votos asegurados, ni que El Mochilas fuera invencible.

Todavía más claro es que el proceso fue legal y que a nadie se le violaron sus derechos políticos.

Que algunos no sepan perder –y que perdieron por sus propios errores al momento de negociar o negarse a ello--, esa es otra cosa, pero el fin de la película ya está próximo.

INFORMACION CLASIFICADA

ANDRES GONZALEZ PALOMERA ahora anda diciendo que Jorge Olmos es vocero de Rafael Yerena Zambrano, lo cual es totalmente falso y un vulgar chisme.
Consideramos a Andrés amigo, pero no vamos a tolerar que nos trate de etiquetar en un escenario fantasioso sólo porque todavía no digiere la derrota y por su falta de pantalones para exigir que Jorge Aristóteles le cumpla lo que lo prometió.

Lo dicho, si tuviera dignidad, ya se hubiera ido del PRI.

LA PREGUNTA DE HOY:

¿SI ENRIQUE ALFARO LE OFRECE A RAMON GUERRERO Y A ANDRES GONZALEZ PALOMERA que encabecen el Movimiento Ciudadano, quién irá como candidato a la presidencia municipal y quién como regidor?

Otra vez habrá un perdedor… ¿Quién será?

UNA DISCULPA A LOS LECTORES

Por un error en la anterior columna escribimos que el presidente nacional del PAN era Pablo Emilio Madero, cuando en realidad es Gustavo Enrique Madero Muñoz.

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