lunes, 20 de junio de 2011

A LA TUMBA, LOS SECRETOS DE RAUL ESTRADA GONZALEZ


Por Jorge Olmos Contreras

La muerte de un político siempre es noticia, pero en el caso de Raúl Estrada González –quien falleció de un aparente infarto fulminante el jueves pasado—cobra especial relevancia por el entramado de intereses que rodeaban a este personaje, un miembro distinguido del club del actual presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Rafael González Pimienta y parte de una generación de vallartenses que se hicieron ricos a la sombra del poder y la corrupción de cargos públicos y su influencia en los gobiernos municipales.

Hablar de Raúl Estrada González es internarse en los sótanos de la política oscura y perversa de Puerto Vallarta, por eso cuando supimos de su deceso, de inmediato se prendió la alerta periodística que existe en todo reportero y vino a nosotros toda una serie de anécdotas y acontecimientos que envolvieron a esta persona en vida.

De entrada, Raúl Estrada fue aquél abogado que, cobijado por Rafael González Pimienta –padre del actual presidente municipal de Puerto Vallarta, Salvador González Reséndiz—cuando éste último fue procurador nacional de la Secretaría de la Reforma Agraria, sacó adelante la regularización de amplias zonas de terrenos ejidales que después se convertirían en jugosos proyectos turísticos e inmobiliarios, con lo que ganó muchos millones de pesos, y cuando decimos muchos, es porque fueron cientos de millones de pesos que el señor Estrada se echó a la bolsa gracias a la influencia de González Pimienta.

LOS CAMPOS DE GOLF

Dos de estos proyectos fueron la compra venta de varias hectáreas del ejido Las Juntas Ixtapa a la empresa La Vista Club que construyó los campos de golf que hoy existen de manera muy discreta allá por Las Mojoneras desde hace más de 10 años.
En los círculos políticos se decía que Raúl Estrada había ganado más de un millón de dólares por destrabar un conflicto de tenencia de la tierra entre los ejidatarios y los empresarios norteamericanos que hicieron los campos de golf, quienes también le habrían entregado una cantidad similar al señor Estrada por hacer el mismo trabajo pero en terrenos de Los Cabos, donde también construyeron otro lujoso campo.

En este contexto, fue clara la mano de Rafael González Pimienta para ayudar a su “primo hermano” para que hiciera el negocio de su vida y se convirtiera en uno de los vallartenses más ricos de Puerto Vallarta en la década pasada, al grado tal que el mismo Raúl Estrada González solía decir que era “asquerosamente rico”.

Fanfarrón y prepotente como era, comenzó a gastar dinero a raudales y a presumir lo que nunca tuvo, como comprarse un Mercedes Benz último modelo de un color muy especial, porque quería ser el único en Puerto Vallarta que trajera un automóvil de esas características, nadie más.

EL AMIGO OSCAR

En la transacción de la venta de los predios que hoy ocupan los campos de golf, Raúl Estrada no olvidó a su amigo del alma y compañero de borracheras, el ingeniero Oscar Pimienta Torres, éste sí primo de Rafael González Pimienta, a quien metió en la polla de los beneficiados con esta operación y por la que Oscar recibió casi 800 mil dólares.

De alguna manera, el patriarca de la familia, Rafael González Pimienta cubrió muy bien con su manto paternalista a Raúl Estrada y a Oscar Pimienta –aunque estos anduvieran en una y mil transas con la venta de terrenos ejidales--, por eso cuando el hijo menor de Rafael, Salvador González Reséndiz se convirtió en candidato del PRI a la presidencia municipal de Vallarta, González Pimienta le pidió a este par de personajes que no se hicieran tontos y le metieran dinero a la campaña.

Hay que recordar que hubo versiones –algunas contadas por gente muy cercana a Oscar y Raúl— en el sentido de que ellos recolectaron cientos de miles de pesos para la campaña de Chavita, pero que fueron tan miserables, que se habrían quedado con la mayor parte de los recursos, lo que molestó sobremanera a Rafael González Pimienta.

Un día, en plena campaña, ocurrió que “los primos”, Rafael González y Raúl Estrada González se pusieron una borrachera de marca en la casa del patriarca y que una vez bajo los influjos del alcohol, Rafael le comenzó a reclamar a Raúl su poca disposición económica en el proyecto de Chavita. Dicen que le gritaba: “Métele cabrón, métele”, en alusión a que le metiera dinero.

LOS BENEFACTORES DE JORGE GARCIA ROJAS

Y bueno, fueron tan influyentes Oscar Pimienta y Raúl Estrada en la conformación del equipo de gobierno de Chavita, que lograron imponerle al director de seguridad pública municipal, Jorge García Rojas, quien ha sido abogado de toda la vida de Oscar en sus múltiples pleitos por presuntos despojos de terrenos ejidales.

Sin embargo, hoy todo parece indicar que el otrora “orgullo de Ixtapa”, Rafael González Pimienta, los tiene congelados (en el caso de Raúl ya no, pues murió la semana pasada), pero en el de Oscar Pimienta, se habla de que le retiró el habla precisamente por presuntamente haberse quedado con dinero que empresarios, como Antonio Sánchez Ramírez –el fraccionador de Nuevo Ixtapa—le entregaron para la campaña de Chavita.

Raúl Estrada fue regidor en el gobierno del doctor Efrén Calderón Arias, a principios de la década de los noventa, y 10 años antes trabajó en la administración de Rafael González Pimienta cuando éste fue presidente municipal de Puerto Vallarta.

RELACIONES PELIGROSAS

Su vida estuvo llena de anécdotas y especulaciones sobre el tipo de relaciones que frecuentaba. Ya que a fines de la década de los ochenta se le involucró con una mujer francesa de nombre Gil Borelli, a quien le rentó una residencia allá por el fraccionamiento Los Sauces y donde se hacían fastuosas fiestas.

Pero la francesa era toda una fichita, ya que todavía siendo arrendataria de Raúl Estrada, un grupo especial de agentes de la Policía Internacional (Interpol) llegó a Puerto Vallarta para detenerla por el presunto delito de tráfico de diamantes en África y Europa, por lo que era buscada en todo el mundo. Raúl no tenía negocios sucios con esta mujer, pero no se escapó de la quemada.

En vida, Raúl Estrada también mantuvo relaciones con presuntos miembros de la delincuencia organizada y de hecho se presumía que tenía amistad con un influyente personaje que trabajó para el cártel de Sinaloa.

Tan fue así, que uno de los beneficiados por la venta de los terrenos para el campo de golf fue el narcotraficante Bruno Arreola García y su esposa.

A últimas fechas se le veía solo, ya no hacía ronda con sus amigos que solían juntarse a comer y beber en el restaurante “El Asadero” de El Orejón. Ya era raro verlo con Oscar Pimienta, quien se peleó con varios de sus amigos y decidió mudarse al restaurante de marisco de David Gutiérrez Rizo, allá en el centro de la ciudad, y ahí no iba Raúl.

La última borrachera se la puso precisamente el pasado lunes 13 de junio, pues quienes lo vieron, dicen que llegó cayéndose de ebrio a un bar de mala muerte en Ixtapa, justo a unos pasos del crucero de “El Camichín”, un antro que se llama “El Atorón”, donde nos comentan que incluso tuvo un altercado con un tipo que estaba en otra mesa.

El incidente se originó porque Raúl Estrada, borracho como estaba, llegó a sentarse a una mesa donde compartían varios muchachos y comenzó a molestarlos con su alharaca. Algunos se fueron a la barra y Raúl se quedó alegando con uno de los jóvenes, quien lo quiso asustar y le habría dicho que no ser por un conocido de él (de Raúl) que se encontraba en el bar, ya lo habría matado, todo entre bromas y bravuconadas.

Que después, Raúl se retiró del bar, tomó su camioneta y enfilo rumbo a la salida de Ixtapa.

Ya no se supo nada de él hasta el jueves en que se informó que se había infartado mientras mostraba unos terrenos ejidales a unos interesados en Las Juntas.
Por lo pronto, todos sus secretos, arreglos y componendas que hizo con Rafael González Pimienta y otros políticos y empresarios, se los llevó a la tumba.

Con todos sus millones de pesos, Raúl Estrada ya era poco conocido en algunos medios de comunicación y nuevos reporteros, que manejaron la noticia (como Meridiano) como si se tratara de cualquier persona y no del poderoso e influyente “primo hermano” de Rafael González Pimienta.

Incluso la policía municipal manejó su parte informativo como el de una persona infartada de nombre Raúl Estrada González, sin más menciones.

Que descanse en paz.

INFORMACION CLASIFICADA

LA COMPAÑERA CAROLINA GOMEZ AGUINAGA subió al Facebook un incidente en el que participó el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, quien andaba de parranda el viernes en este destino turístico acompañado de varios guardaespaldas que estaban armados hasta los dientes.

Quisieron entrar al “Barra Bar” con armas y un maletín negro, pero les impidieron el ingreso. Sin embargo, se metieron a la fuerza para que el gober siguiera tomando. Alguien logró tomar una foto donde se aprecia a Roberto Borge acompañado de otras personas en plena fiesta.

LA PREGUNTA DE HOY: ¿Qué esconden el candidato del PRI en Bahía de Banderas, Julio Larios y su adversario del PRD, Oscar Valenzuela?
Les podemos adelantar que existen dos expedientes x de estos dos políticos que van a cimbrar las campañas de allende el río Ameca.

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