viernes, 1 de abril de 2011

MANOS CRIMINALES EN EL DIF VALLARTA



Por Jorge Olmos Contreras

Algo muy grave está sucediendo en el manejo de los programas del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Puerto Vallarta, cuya principal responsable es la presidenta del voluntariado, señora Celina Lomelí de Pérez y su director, Gabriel Salcedo Ángulo, quienes están permitiendo todo tipo de excesos y abusos en todas las dependencias a su cargo y donde están incrustados una serie de burócratas insensibles, mal educados y abusivos que están dando al traste con el espíritu social y de ayuda de este noble organismo.

Un caso claro que nos llena de indignación es el que sucede en el Asilo de Ancianos, donde una banda bien organizada de empleados están cometiendo acciones deleznables en perjuicio de 25 indefensos viejitos que son vejados constantemente sin que nadie intervenga para defenderlos.

Se supone que el director del asilo es el doctor Fermín Javier Sánchez Cruz, quien tiene bajo su mando a cuatro enfermeras y una secretaria, además de una cocinera y una persona de lavandería y otros que sólo van a trabajar cuando se les pega su gana, como un tal Daniel Escudero, muy finito pero muy prepotente que llega tarde casi todos los días y se va a las 13:00 horas, pero eso sí, cobra su quincena puntualmente.

Y decimos se supone, porque el doctor Fermín es menos que una figura decorativa en el Asilo de Ancianos, ya que es tanta su negligencia y parsimonia, que el personal hace lo que quiere, como maltratar a los ancianitos, dejarlos sin comer y hasta robarles la comida para alimentar a sus hijos y parientes.

TAMBIEN LOS DESAYUNOS

No exageramos, por el contrario, la situación es gravísima en el Asilo, por lo que los regidores deben intervenir para presionar a otro negligente, el presidente municipal, Salvador González Reséndiz, que en sus barbas se están cometiendo atropellos y nada hace porque no quiere molestar a su amiga Celina Lomelí y a sus confidentes de campaña como lo es Mary Mercado, aquélla diva “aviadora” del Ayuntamiento que tiene a su cargo la Dirección de Protección a la Infancia (DPI), donde también hay graves irregularidades, ya que sólo le importa andar con Chavita y Peralta para todos lados.

No es para menos, tenemos información de primera mano en el sentido de que el mismísimo gobierno del Estado le quitó al DIF Puerto Vallarta los desayunos escolares, debido a que tras una auditoría se descubrió que los paquetes de comida son sustraídos por manos extrañas (se los roban) y en ocasiones no llegan a sus destinatarios, porque terminan caducando en las instalaciones del DIF, es decir, se les echan a perder antes de otorgarlos como ayuda a quienes los necesitan.

En tanto, en el Asilo de Ancianos hay un desorden total que raya en lo ofensivo para toda la sociedad de vallartense, ya que los ancianos son maltratados severamente por una enfermera de nombre Laura, a quien incluso han visto golpeando y jaloneando a los viejitos.

La información que nos revelaron nuestras fuentes señala además que muchas veces los ancianos sufren accidentes a la hora de bañarlos, porque las enfermeras simplemente son descuidadas y no les importa aventar y jalar a estas personas de la tercera edad con malos tratos. Corren rumores, inclusive, de que una persona se les murió cuando lo bañaban y como no tenía familiares ni nadie que lo reclamara, la habrían presentado como muerte natural y arrojada a la fosa común.

LA LADRONA
Eso no es todo, hay otra empleada de nombre María del Carmen Cárdenas –que depende del Departamento de Nutrición, dirigido por una tal Darinca y donde también laboran Sandy Sánchez y Susana Vizcaíno —que se roba la comida destinada a los ancianos, la sustrae y no conforme con eso todavía se lleva a sus hijos al Asilo para que coman lo que se compra para los viejitos, quienes muchas veces se quedan sin comer o les dan cualquier migaja.

Lo más lamentable es que el líder sindical del DIF, José Luis, sabe de estas cosas y no hace nada por denunciarlas, por el contrario, parece que es cómplice de lo que sucede ahí y en otras dependencias, pues él es el encargado, ni más ni menos, de que la “Asistencia Alimentaria”.

Los descuidos son tan criminales, que en ocasiones se acaba el gas y no hay con qué cocinar comida para los internos, quienes deben soportar lo que les obligan a comer cuando esto sucede: raciones de leche hasta por tres días, con lo que les provocan fuertes diarreas porque les hace daño la lactosa a casi todos.

De hecho se levantó un acto por esta irregularidad y el mismo policía asignado al Asilo se ha dado cuenta de los robos y maltratos y está dispuesto a contar lo sucedió cuando la autoridad lo requiera.

Pero eso no les importa ni al director ni a las enfermeras, ni muchos menos a la presidenta Celina Lomelí o al nuevo subdirector Giovanni Padilla, quien entró en lugar de Jesús Galileo Ortiz sólo para aparecer como un “aviador” más del DIF.
Son tan ineficientes y negligentes los directivos del DIF, que permiten y dan permisos a diestra y siniestra para que los empleados no vayan a trabajar, en perjuicio de centros como el Asilo de Ancianos.

A LA CONTRALORIA
Sin embargo, la Contraloría del Ayuntamiento a cargo de Miguel Ángel Rodríguez Curiel, al parecer está dispuesto a llevar una auditoría hasta sus últimas consecuencias, por lo que esperemos que pronto rueden cabezas y se pongan las denuncias respectivas por maltrato y robo.

No es posible que Chavita siga consintiendo este tipo de anomalías en perjuicio de un sector tan vulnerable como son los niños (por falta de desayunos) y los ancianos por el maltrato y la falta de atención profesional.

Lo menos que debe de hacer es exigirle cuentas a Celina Lomelí y despedir al doctor Fermín Javier Sánchez Cruz y fincar cargos contra María del Carmen Cárdenas.

No entendemos cómo se empeña en seguir manteniendo en la Dirección a Gabriel Salcedo, pues desde que lo cambiaron a ese puesto se la ha pasado en la flojera total, inconforme porque ese trabajo “no es para él” y se comporta como un auténtico “aviador” en perjuicio de las finanzas municipales.

Lo mismo sucede con el nuevo subdirector, Giovanni Padilla, quien vio su cambio como un castigo que le quiso imponer Chavita, y lejos de trabajar, se la pasa grillando e ideando la forma en cómo convencer al alcalde para que lo regrese a Desarrollo Social, donde mangoneaba los programas sociales a sus anchas.

Respecto a Celina Lomelí, el presidente municipal se debe fajar los pantalones para que deje de andarse promoviendo en boletines de prensa –recuerden que quiere ser regidora o hasta candidata a alcaldesa--, sólo porque su esposo es el gerente de la estación La Kbuena del Grupo Radiorama de Televisa, y a quien el Ayuntamiento le paga una iguala que ronda en los 300 mil pesos mensuales.

Es una vergüenza para todos en Puerto Vallarta que en el Asilo de Ancianos se roben la comida, que falte gas para cocinar y que las enfermeras maltraten a los viejitos.
Esto no se debe permitir más.

Esperamos respuestas.

INFORMACION CLASIFICADA

POR CIERTO, ¿A QUE MANOS FUERON A PARAR LOS 100 COLCHONES que en buen estado donó para la gente necesitada uno de los cruceros turísticos que llegan a Puerto Vallarta y cuya entrega se hizo al DIF a través de la Cámara de Comercio que dirige aquí Carlos Gerard Contreras?

CELINA LOMELI ES PRIMA DEL DIPUTADO JESUS LOMELÍ ROSAS, aquél legislador que nos endilgó la ley anti borrachos que sólo vino a perjudicar el horario de los restaurantes y centros nocturnos de Puerto Vallarta.

Esperemos que no sea un mal de familia y que Celina tome cartas en el asunto del Asilo y el DPI.

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