LA VISION LIGHT DE LOS BORIOLLI Y LA PEATONALIZACION DEL CENTRO DE VALLARTA

Por Jorge Olmos Contreras

La intentona de cerrar el centro de la ciudad para convertirlo en peatonal –o al menos el paseo Díaz Ordaz donde se ubica la primer calle pegada al malecón— es un proyecto largamente acariciado por las familias Díaz Boriolli, Díaz Escalera, González Pimienta y González Reséndiz. Un negocio que se oculta tras las “buenas intenciones” del director de turismo y de su hermano arquitecto que ahora nos quieren vender como urbanista experimentado; (pero) que de eso, nada tiene.

Es increíble el número de tonterías que puede cometer un nobel presidente municipal en aras de realizar el business de su vida y de cobijar con el manto del poder y la corrupción a sus funcionarios más allegados como José Luis Díaz Boriolli, el actual director de turismo municipal del Ayuntamiento vallartense.

Si regresamos el calendario, podemos recordar que en el primer año de su gobierno nos quiso vender la idea de “regularizar” el Fundo Legal que se ubica en el centro de Puerto Vallarta, dizque para darle certidumbre y seguridad jurídica a los propietarios de lotes y fincas en la franja que va del río Cuale hacía el norte hasta llegar al hotel Rosita, lo cual fue rechazado de inmediato por los ciudadanos, quienes no creyeron en las bondades de Salvador González Reséndiz.

Ahora, en el segundo año de su lamentable administración municipal, el alcalde Chavita pretende hacernos creer que el proyecto de hacer peatonal el primer cuadro de la ciudad impulsará al destino turístico a niveles nunca antes visto en materia de promoción y flujos turísticos, tanto internos como externos.

LEONARDO, COMO PUNTA DE LANZA

Para lanzar la piedra, utilizó los oficios de un arquitecto que presumía haberse graduado en Harvard pero que en realidad tomó un curso en Princeton, Leonardo Díaz Boriolli –el hijo consentido del también arquitecto José Díaz Escalera--, quien de la noche a la mañana apareció en Puerto Vallarta para presentar un plan, el “Plan Estratégico de Puerto Vallarta 10-30” que no es otra cosa que una serie de estadísticas actualizadas que ya venían en otros proyectos como el de Bahía de Banderas a Futuro, patrocinado por los empresarios de la Bahía, realizado por Alfredo César Dachary y otro muy profesional, encargado por el gobierno federal y del Estado a la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), que si no nos equivocamos, se proyectaba exactamente hacía el año 2011.

Lo peor de todo es que al interior de la Comuna se afirma que por este trabajito, Leonardo Díaz Boriolli cobrará la nada despreciable cantidad de tres millones de pesos, y siendo hermano del director de turismo, estaría violando la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos.

Pues bien, Leonardo Díaz Boriolli presentó su plan estratégico haciendo advertencias verdaderamente ridículas como definir la planificación de ciudad que se desea en los próximos 30 años o correr el riesgo de que Puerto Vallarta se quede sin inversión y que la gente productiva y creativa emigre a otras ciudades.

EL CHANTAJE

Como pueden observar, el mensaje de Leonardo lleva implícito el chantaje, el maniqueísmo pueblerino y rabón de que estás conmigo o estás contra mí, pero atente a las consecuencias, es decir, más que una advertencia es una amenaza velada de que si los vallartenses no hacemos lo que dice el menor de los Boriolli y no nos apegamos a su “plan estratégico”, nos puede ir mal, muy mal en un futuro no muy lejano.
Y desde luego, su “plan estratégico” contempla la peatonalización del centro de Puerto Vallarta, por eso lo pusieron como punta de lanza para medirle el agua a los camotes y registrar el sentir de los ciudadanos.

De entrada, dijo que había hecho un estudio en el que se aforaron 45 puntos y 17 zonas estacionarias, “en donde se observó a la gente comprando, platicando, paseando, entre otros movimientos” (¿?).

Que se llevaron 900 encuestas en las que se le preguntó a la gente su opinión sobre el centro y su infraestructura y servicios urbanos como banquetas, fachadas, cruces, iluminación, por lo que con ello –sostuvo—“se puede realizar el diagnóstico de la ciudad”.

Todo esto lo expuso en el Segundo Foro de Movilidad urbana, a donde asistió un público escéptico de los proyectos de Chavita y sus Díaz Boriollis, por lo que al final la presentación de Leonardo fue un fracaso.

Requerían pasar al plan B.

Por supuesto, antes, muchos se preguntaron que cómo era posible que el mismo sujeto (Leonardo) que había hecho el “plan estratégico” fuera el mismo encargado de realizar la encuesta para peatonalizar el centro, que por qué no encargaron el sondeo a una empresa seria o a una escuela como la Univa o el Centro Universitario de la Costa.

EL PLAN B

Como ya habían contemplado un escenario adverso, los funcionarios de Chavita echaron a andar el plan B, que consistía en una “Consulta Ciudadana” (que no encuesta, aclaró en Radio Universidad el súper secretario general, Jesús Sánchez Guerra) para que la gente expresara “libremente” su opinión y dijera si o no a la peatonalización del centro.

Preocupados porque el segundo plan se estaba derrumbando en las primeras horas de la mañana del miércoles, Chavita echó a andar la maquinaria municipal con órdenes expresas a sus principales jefes y directores para que llevaran gente de las colonias a las mesas de la consulta y emitieran un “si” al cierre del centro; al grado de involucrar incluso a los empleados del Ayuntamiento para que dejaran su trabajo y salieran a votar, tal y como lo denunciaron algunos medios de comunicación.

Ante un eminente nuevo tropiezo, el presidente municipal comenzó a jugar con las palabras y en sus declaraciones dijo, al igual que otros funcionarios públicos, que el proyecto no era cerrar todo el centro (como lo anunció Leonardo Díaz Boriolli), sino sólo el Paseo Díaz Ordaz.

Y aquí vendría lo mejor, ya que mientras columnistas como Luis Alberto Alcaraz del Vallarta Opina aplauden el proyecto de Chavita con comentarios agrios que ridiculizan y critican a los vallartenses que viven en el centro de la ciudad, en las redes sociales como Facebook se volcaron las críticas contra el presidente municipal y su ambicioso plan.

PENSAR EN GRANDE

Pero todavía peor, Luis Alberto Alcaraz dice que “El proyecto de peatonalizar el malecón no es todo malo, pero es muy ambicioso”, (pero que a los vallartenses) les asusta pensar en grande”. Que “del tamaño de los sueños sólo depende del soñador, a Puerto Vallarta urge soñarlo en grande, de lo contrario todo terminará en pesadilla, como con Javier Bravo”.

Que “para salir del hoyo hay que cerrar los ojos y soñar con un nuevo Vallarta, con un centro histórico impecable, sí, pero con muchos más elementos que le ven plusvalía. El alcalde Salvador González Reséndiz lo dice con claridad: “necesitamos una nueva postal de Puerto Vallarta”. Y para ello hay que pensar en grande, dotando a la ciudad con atractivos que sólo se pueden encontrar en las mejores ciudades turísticas del mundo. Hay que peatonalizar el malecón”, insistió.

Quizá para Luis Alberto Alcaraz y otros “pensar en grande” es encargarle la elaboración de dibujos y trípticos de cómo quedaría la zona del malecón con el proyecto de Leonardo Díaz Boriolli, a los moneros (periodistas que se dedican a la caricatura) José Guadalupe Curiel y Roberto Aceves, mejor conocidos como Pillo Kury y Cyrano.

Si ustedes se fijan, en los folletos que pretenden convencernos del nuevo malecón viene la firma de estos dos periodistas que sin ser funcionarios del Ayuntamiento cobran entre 20 mil y 40 mil pesos mensuales del erario público, sólo por estar a las órdenes del presidente municipal.

Lejos de solicitar el apoyo del Colegio de Ingenieros y Arquitectos, Salvador González y José Luis Díaz Boriolli se apoyan en dos moneros corruptos que no tienen conocimiento alguno de urbanismo y mucho menos moral para presentar dibujos de cómo quedaría el Paseo Díaz Ordaz.

Es claro que la visión de José Luis Díaz Boriolli y Chavita es light, que el objetivo es hacer negocio y beneficiar a algunos cuantos empresarios. Que el fin es crear una zona peatonal casi exclusiva para extranjeros y turistas pudientes, con restaurantes –sin acceso a la gente del pueblo por elitistas y precios altísimos—privilegiados y área de sombrillas exclusivas (léase el Vitea), casi, casi un sitio privado a donde no se acerque la chusma. Con decirles que ni bancas hay el nuevo proyecto.

¿Esto es pensar en grande?

INFORMACION CLASIFICADA

POR CIERTO… Todos debemos estar muy atentos a otro negocio que trae entre manos la familia Boriolli y Díaz Escalera, quienes pretenden desarrollar una extensa área de predios rumbo a Las Palmas para construir vivienda de interés social.

LA GRILLA A TODO LO QUE DA AL INTERIOR DEL PAN, ya que hay inquietud entre algunos militantes de ese Partido por la forma en que se dan los jaloneos para elegir a sus representantes como consejeros estatales, y aunque algunos pretenden ver esto como un laboratorio rumbo a la convención donde se elegirá el candidato a la presidencia municipal, lo cierto es que se trata solo de intereses, manipuleos y calenturas tempranas.

Por ejemplo, varios panistas no ven con agrado el juego del diputado Ramón Guerrero mejor conocido como “El Mochilas”, a quien el engrudo se le hizo bolas el fin de semana pasado al convocar a un desayuno para apoyar a Leobardo Curiel Preciado (antes había hecho lo mismo con otros dos aspirantes a consejeros, Raúl Blancas y Carlos Murguía Cibrián) y ándale que se le juntaron los tres panistas.
El Mochilas ya no sabía dónde meterse.

El pronóstico es que Humberto Muñoz Vargas será uno de los dos consejeros por Puerto Vallarta, quien tiene de aliado a Ricardo Ponce Ibarría.

Otro aspirante a consejero, Salvador Gómez Aldaco, no pinta.