Por Jorge Olmos Contreras
Las divisiones, traiciones, engaños, aceleres y odios son comunes en todo Partido Político, y el PAN no podría ser la excepción, donde conforme se acerca la fecha fatal para elegir en una convención a los candidatos a puestos de elección popular que habrán de abanderar el blanquiazul en las elecciones del primer domingo del mes de julio del 2012, los roces, pleitos y enemistades aumentan, como si se tratara de un horno con bollos a punto de explotar.
Los grupos ya están plenamente identificados y en estos momentos ya se sabe más o menos quién o quiénes van a subirse al proyecto político de los aspirantes a la presidencia municipal –de cuyos liderazgos se van a colgar aquéllos que aspiran a la diputación federal y local--, por lo que es interesante observar cómo algunos han cambiado sus preferencias y otros han traicionado sus propios principios y convicciones con tal de apoyar al grupo antagónico del que antes formaban parte.
EL CASO DE CARLOS ALBERTO
Un ejemplo muy claro lo tenemos en el joven Carlos Alberto Murguía Cibrián, cuyos padres, la actual regidora Ana Karina Cibrián y el ex delegado de la DERSE, Carlos Murguía López comulgaban con el panismo tradicional de Vallarta, renegaban incluso de la intromisión y el caciquismo que representaban los esposos Fernando González Corona y Eva Contreras Sandoval, sin embargo, de un día para otro cambiaron de opinión.
Así es, la pareja formada por la regidora y el profesor registraron un cambio repentino hace aproximadamente seis meses, cuando su hijo obtuvo un rotundo fracaso en su intento por convertirse en consejero del Comité Estatal del PAN, ya que ni siquiera ganó en la asamblea en la que se presentaron las propuestas de Puerto Vallarta, pues fue derrotado por un panista que nadie daba un peso por él: el señor Raúl Blancas, otrora amigo fiel del finado José María Ibarría González, quien al final tampoco logró los votos necesarios, en Guadalajara, para ser consejero.
Los actuales consejeros del PAN por Vallarta, son Humberto Muñoz Vargas, Pedro Ruiz Higuera y Ricardo Ponce Ibarría.
En este sentido, hay que recordar que Raúl Blancas y Carlos Alberto Murguía sacaron 83 votos cada uno en la Asamblea para elegir prospectos a consejeros estatales de Acción Nacional, por lo que tendrían que irse a una segunda vuelta para desempatarse, pero el muchacho tuvo miedo y ya no salió a buscar el voto.
No quiso hacer el ridículo, pues sabía que Raúl Blancas estaba bien respaldado por el grupo compacto que forman los miembros activos que simpatizan con Humberto Muñoz Vargas, Juan José El Peri Cuevas y en ese entonces, todavía los de Chema Ibarría. Sabía que si participaba en la segunda vuelta, le iban a dar tremenda paliza con los votos, y prefirió tirar la toalla.
EL RESENTIDO
Pero no crea usted que Carlos Alberto Murguía Cibrián aceptó la derrota. Nada de eso, a la fecha no la digiere, está resentido, dolido y se siente traicionado por el grupo de Humberto Muñoz-Peri Cuevas (que ninguna culpa tienen de sus traumas), por eso se fue corriendo a pedirle chichi a El Mochilas.
Todavía unos días antes de la Asamblea para elegir a los prospectos a consejeros estatales del PAN, Ana Karina Cibrián, su esposo Carlos y su hijo Carlos Alberto, se inclinaban más por el proyecto político del actual director del Seapal, Humberto Muñoz Vargas. No querían saber nada del otro aspirante, es decir, del diputado Ramón Guerrero, porque según comentarios que ellos mismos hacían en corto, estaba siendo contaminado por Fernando González Corona y Eva Contreras, quienes ya habían puesto a trabajar al columnista estrella del periódico Tribuna de la Bahía (y actual director) Jesús Manuel Díaz Zurita para darle ambientación al popular Mochilas.
En resumen, que ellos no apoyarían a un candidato donde estuviera la mano de Fernando y de Eva.
Sin embargo, al día siguiente de que su hijo no fue electo como prospecto a consejero estatal del PAN, cambiaron inmediato de bandera y se sumaron de lleno a la precampaña de Ramón Guerrero, al grado de que el mismísimo Carlos Alberto Murguía Cibrián utiliza el membrete de “Acción Juvenil Vallarta” para hacer campaña a favor de El Mochilas.
Lo anterior, no obstante a que Murguía Cibrián aseguró que los jóvenes del panismo vallartense firmarían ante notario público que apoyarían sólo al candidato que la convención decida, sin importar quién sea. Que ellos como “Acción Juvenil Vallarta” se van a sumar al abanderado que el PAN lance en las próximas elecciones.
Desde luego, el compromiso que dice Carlos Alberto firmará ante notario no tiene ninguna validez, ya que es lógico que van a apoyar a quien resulte candidato. Ni modo que los jóvenes panistas vayan a apoyar al adversario de otro Partido.
LA CARGADA DE ACCION JUVENIL
Lo que Carlos Alberto no ha hecho es manejarse con limpieza e imparcialidad como presidente de “Acción Juvenil Vallarta”, ya que no se le reprocha que tenga un favorito para candidato a la alcaldía, lo que se ve mal es que utilice ese membrete para hacer proselitismo a favor de Ramón Guerrero y, todavía peor, que su apoyo a El Mochilas tenga su origen en un resentimiento, pues de esta manera de nada ayuda a un proyecto político, porque igual podría cambiar de parecer si no obtiene un puesto o si el candidato no le promete un puesto o le abre espacio en la planilla de regidores.
Si alguien desea consultar lo que aseveramos en este espacio, puede entrar a la cuenta de facebook de Carlos Alberto Murguía Cibrián y darse cuenta del cúmulo de apoyos que el muchacho ha hecho a favor de El Mochilas.
En algunas fotos aparece abrazado de El Mochilas y en otras está vestido con playeras con una leyenda que dice: “Con la Mochila bien Puesta”. No sólo eso, sino que en su carro particular también porta una calca de apoyo al diputado Ramón Guerrero.
En este contexto, hay que subrayar que El Mochilas es el menos culpable de los desatinos del joven Murguía Cibrián. Para el diputado, todos los apoyos son bienvenidos, pero al interior del PAN no se ve con buenos ojos lo que hace el hijo del profesor Carlos y la regidora Karina.
Lo menos que se dice es que si quiere meterse de lleno al proyecto de El Mochilas –como de hecho ya lo está—pues que renuncie y evite escenarios de críticas muy fuertes que se le vienen encima por su falta de principios y parcialidad en la conducción del organismo “Acción Juvenil Vallarta”.
Jugarle al vivo puede ser contraproducente, sobre todo si no se lleva una vida social ordenada. Corre el riesgo de que algún panista inconforme le recuerde en algún medio o hasta en las redes sociales los errores que ha cometido –y comete-- en todos los sentidos de su joven vida.
INFORMACION CLASIFICADA
MAL SE VE LA DIRECTORA JURIDICA DEL SEAPAL, MARGARITA QUINTERO, al asegurar en su cuenta de Facebook que Humberto Muñoz Vargas tomará protesta como presidente municipal el primero de octubre del 2012. Dijo: “que no se les olvide esta fecha, pues en un año Humberto será el alcalde”.
Que alguien le diga que estos aceleres sólo sirven como auténticos boomerang que se regresan en la boca no de Margarita, sino de Humberto, a quien debería cuidar y no exponer a los canes.
UN EJIDATARIO DEL VALLE DE BANDERAS, DE NOMBRE AGUSTIN OLIVARES NUÑO –quien asegura es suegro del diputado Abraham González Uyeda—junto con su hijo del mismo nombre, se han dedicado a vender terrenos irregulares que se ubican en la zona de Mezcales (todos están bajo el agua por las recientes lluvias) y han defraudado a decenas de personas, a quienes les han pedido 60 mil pesos pagaderos a dos años desde el 2009.
Quienes han caído en las garras de estos vivales no saben qué hacer para recuperar su dinero, ya que tampoco les han entregado los terrenos, sólo unos contratos chafas que están firmados por el hijo de este Agustín Olivares.
Se sabe que ya ha vendido unos 200 lotes y que cada vez aparecen más personas perjudicadas.
El fraude es doble porque estos señores se amparan en una mesa directiva espuria del ejido Valle de Banderas –mesa que fue impulsada por el ex alcalde Héctor Paniagua para “legitimar” sus transas en la compraventa de predios—que tiene “oficinas” en la plaza principal.
El caso suena interesante por la embarrada que le dan al diputado Abraham González Uyeda, pues Agustín Olivares Nuño afirma que una de sus hijas se casó con el ex secretario de gobernación panista.
Que se sepa, González Uyeda se casó hace poco con la señora Elizabeth Elena Macías, pero antes tuvo otra relación que se presume (sin existir la certeza) de que es precisamente la hija del ejidatario del Valle de Banderas.
También llama la atención que el presunto defraudador Agustín Olivares Nuño, es la persona que se apoderó de los terrenos que ocupaban la tequilera Don Porfidio –del lado derecho del puente del río Ameca—y por mucho tiempo se dijo que el predio había sido comprado por Abraham González Uyeda.
Por cierto, en esos predios estaban estacionados –todavía hace dos meses—los camiones de la empresa concesionaria de la recolección de basura del municipio de Puerto Vallarta, Proactiva, beneficiada por el gobierno priista de Salvador González Reséndiz.
Sin duda, aquí hay gato encerrado y huele a corrupción, mucha corrupción.
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