viernes, 9 de agosto de 2013

LA HISTORIA DE UNA EXTORSIÓN Y UN ASESINATO; EL MIEDO Y EL TERROR HIZO PRESA DE CUATRO RECICLADORES DURANTE UN AÑO EN VALLARTA

 
(Por Julia Baumgarten)
 
Gustavo Álvarez Flores (a) “El Botargas”, un sujeto peligroso que pertenecía a una banda de secuestradores de Ixtapa y que durante todo el 2012 aterrorizó a cuatro comerciantes chatarreros, uno de ellos fue ejecutado, y los extorsionó hasta que se cansó. Hoy, sus víctimas temen que regrese para hacerles daño
En Vallarta hay cuatro centros de acopio (recicladores), de todo tipo de plásticos, fierro, cobre y otros materiales, dos de ellos son propiedad de Teresa Barajas en el Pitillal y Armando Gutiérrez, su esposo, en la 5 de Diciembre. En la colonia Educación, por la avenida Politécnico Nacional, está el centro de acopio de Don Jesús Navarro y en Ixtapa, en la colonia Esperanza, se encuentra el de Héctor Edmundo Hernández Rodríguez, “El Guante”.
Los cuatro centros de acopio fueron extorsionados todo el año 2012, amenazados de muerte varios integrantes de sus familias, y el 18 de mayo del 2012 fue asesinado el dueño del centro de acopio de Ixtapa, conocido como “El Guante”, frente a toda su familia, afuera de su casa.

LA HISTORIA

Todo comenzó un día de abril del 2012, cuando Teresa recibió una visita en su negocio de reciclado en el Pitillal. Se trataba de “El Guante” un amigo de los Alcaraz y dueño de una recicladora en Ixtapa. El Guante le contó que había recibido en su negocio la visita de unos señores quienes le informaban que uno de sus empleados los había “terreneado” (vendido) con los narcos, que conocía los nombres de cada dueño de los centros de acopio y de sus hijos y que le pedían 10 mil pesos por cada reciclador para protegerlos y les prometían entregarles al empleado traidor.

A todos les contó la misma historia, El Guante ya traía su dinero en la mano. Asustado le pidió a Teresa: “escuche y obedezca la petición inmediatamente”. La señora asustada por la presión, sin consultar a su marido, hizo dos cheques de 10 mil pesos cada uno y se los entregó al Guante, pero la señora “notó” un radio en la mano del reciclador. “Me lo dieron ellos para comunicarnos” le explicó y se fue con los 40 mil pesos: 10 mil de El Guante, 20 mil de Teresa y su marido y los otros son del señor Navarro, reciclador del Cebetis, por Avenida Politécnico.

Pasaron 15 días, la vida volvió a la normalidad, pero en esos 15 días mataron a un fulano, dizque jefe de la plaza de Ixtapa.

Ese mismo día, El Guante visitó de nuevo a todos los recicladores en la oficina de la lideresa, para solicitarle de parte del “Jefe” la cooperación de cinco mil pesos por cada uno para pagar el velorio y darle un seguro a la viuda del jefe muerto de la plaza de Ixtapa, eso les contó.
EXTORSION SISTEMÁTICA

Es entonces que la lideresa se da cuenta que se trata de una extorsión sistemática, así que enfrenta a su colega reciclador enojada para aclarar la situación. “Te pagamos un dinero porque nos dijiste que había un traidor dentro de nuestros negocios que nos había “terreneado” con la mafia, hasta el momento no nos has dado ningún nombre y yo sospecho de todos nuestros 17 empleados, vivimos angustiados ¿y ahora tenemos que pagar el velorio de un narco? ¿Qué está pasando Guante?
Le pide una explicación. El Guante, solo le dice que está muy asustado, amenazaron con violar y matar a su esposa y una de sus hijas, le pide que paguen la cuota solicitada. Teresa habla con su marido y este acepta pagar y no informar a las autoridades; está amenazada toda la familia, sospechan de todos sus empleados. Su vida se convierte en un infierno.

El 8 de mayo El guante regresa y le dan un cheque al portador por 10 mil pesos, pero, en el inter, Teresa hace arreglos para sacar a todos sus hijos de la ciudad; su relación matrimonial se empezó a deteriorar, todos sospechaban de todos.

10 de mayo. El Guante habla por teléfono con la señora Barajas y le pide verse inmediatamente. Teresa le da una cita para esa misma tarde pero, no pasa media hora cuando El Guante llegó a su negocio muy exaltado.

Le dice a Teresa que a su negocio de reciclado ubicado en Ixtapa le han prendido fuego, “intentan quemarlo, me quiero ir de Vallarta en este momento, llama a tu marido”, le pide. Llega armando y El Guante les da el radio y le dice, “ellos se comunicarán contigo en donde andes, yo ya no quiero saber nada de esta chingadera, ya me voy pero deben saber que van contra ustedes” les avienta el radio y se desaparece, en días nada saben de él.
LA EJECUCIÓN
18 de mayo. El Guante fue asesinado a plena luz del día frente a toda su familia en la colonia La esperanza en Ixtapa con una 38 súper, cinco disparos le dieron.

19 de mayo. Teresa recibe una llamada de un desconocido preguntado en dónde y a qué horas será el sepelio de El Guante, le da la información y cuelga.

23 de mayo. Recibe otra llamada, pero esta es para escuchar un mensaje de una voz desconocida: “Amigos, mi compa El Guante, está vengado, Compren el Meridiano, yo mandé subir la noticia, el jale fue en Guadalajara”. El informante nunca se identificó.

El miedo en la familia se convierte en terror y no saben qué hacer, Teresa quiere avisar a la policía pero su marido no quiere, tiene miedo que algo les pase. De pronto, mira con ojos muy diferentes a su marido, algo se rompió en ella.

AHORA LES PIDEN $ 100 MIL

26 de mayo 2012. Teresa está en su casa y de pronto, “El radio” comienza a pitar, sobresaltada lo levanta y escucha. La cuota por cada uno de los centros de acopio será de 100 mil pesos por protección. La señora les dice que es mucho dinero, que necesita hablar con su marido y con los otros dueños de los centros, le pide tiempo y una rebaja en la cuota, les ofrece pagarles solo 80 mil por cada uno, o sea 80 por tres, 240 mil pesos; aceptan y le dan tres días bajo amenaza de que “algo les sucederá si no cumplen”.

Teresa habla con su marido, le pide que acabe con el terror, que denuncie con los militares, el marido se opone, lleno de miedo le dice a su esposa: #mira mujer, paguemos esta cuota y luego cerramos el negocio y nos vamos de Vallarta, ya hablé con Navarro y aceptó pagar también”.
29 de mayo: Se pacta “una reunión de negocios” en la oficina de Teresa en la colonia 5 de diciembre. Teresa ya está a punto de estallar, siente que su marido no los está protegiendo, que cada día es más dinero y cree que terminarán muertos en una zanja cuando los hayan exprimido. Ella se cambia de cuarto y no habla más con su esposo, comienza a tomar antidepresivos, los nervios la delatan, no puede concentrarse, sus hijos están fuera del país, la vida se hace densa cada vez que suena el teléfono, salta, no duerme, no come, todo cambia en su entorno.

Llega el día de la entrega y los tres dueños de centros de acopio asisten a la reunión pactada en la oficina de Teresa Barajas, llevan 240 mil pesos, la mitad en efectivo y la otra mitad en cheques al portador, llega un hombre feo, chaparro, moreno, rapado, como de 1,70 de estatura, gordo, sin tatuajes, pero muy limpio, a la cintura trae fajada una pistola escuadra y otra en la espalda que les enseña. Nadie dice nada. El sujeto es el que habla. “¿Supieron que encontraron a un hombre con la cara destrozada en La Cruz de Huanacaxtle?, yo me eché ese jale por órdenes de mi jefe. “Hay un marinerito que no quiere cooperar y al ratito le vamos a hacer una fiestecita, una lección que no olvidará”.

PACTAN LA ÚLTIMA ENTREGA
Se calla y pregunta en donde está el baño, los deja solos un momento. Teresa quiere parar todo, y les pide a su marido y a los otros recicladores que se fajen los pantalones y le digan al sujeto que esta entrega será la última que harán, los hombres le piden a Teresa que se calle y los deje a ellos negociar, pero es Teresa la que logra controlar la situación y al parecer el sujeto acepta que esta será la última y se pacta la entrega para un día después en el Oxxo del Pitillal, frente al Rizo a las 11:00 de la mañana.

Armando, el marido de Teresa, es el que va a la cita con un maletín que contiene 240 mil pesos, llega al Oxxo en su auto y espera… llega un auto neón color morado con vidrios polarizados con un solo sujeto, el mismo que había estado en su oficina un día antes. Sin bajarse, le enseña la camisa llena de sangre y le dice “vengo de ejecutar a dos en la sierra que no quisieron pagar su cuota de protección, ¿traes el dinero?”. Asiente y le pasa el maletín, sin más el tipo se va con el dinero.

Pasan 12 días, teresa ya no sabe de sí misma, todo cambió en su vida familiar, el miedo ha hecho presa a su alma, se le cae el pelo, pero está decidida a que todo esto termine y se encomienda a Dios y le pide fuerzas para entender por donde está la salida.

10 de junio: 12 días después de la entrega de 240 mil pesos. La familia Gutiérrez Barajas escucha el sonido del radio, es otra solicitud, pero esta vez es de $30 mil por cabeza, que deben ser entregados en cinco días, la situación está fuera de control, todos están histéricos. Navarro el del reciclado de la avenida politécnico está listo para abandonar su negocio. Ya nadie se habla, el amor y la armonía se fueron, solo reina el miedo, la zozobra de saber que estás sentenciado a muerte, hace un gran hoyo en esta familia, y al ver a su marido y sus socios acobardados y sumisos ante el crimen organizado Teresa toma una decisión sin decirles. Acude al MP de asuntos especializados y denuncia su situación, quedando asentada en la averiguación 936/2012.

OPERATIVO FALLIDO
Era el día del padre, cuando se enteraron por el “radio” que habían matado a un marinero en Ixtapa, Teresa cayo presa de los nervios y pide una cita especial con la policía judicial investigadora.
La policía organiza un operativo junto con la marina para atrapar a los extorsionadores el día que se pactó la entrega de los 90 mil pesos, 30 mil por piocha, ya quedaban solo tres dueños de centros de reciclaje, habían matado al “Guante”.

La policía, junto con la Marina y Teresa organizan el evento sin que su marido ni los otros recicladores supieran nada.

20 de junio. Día de la entrega, Teresa los citó en su oficina a las 10 de la mañana. El operativo falló y el extorsionador (a) El Botargas” cambia el lugar de la entrega. Los cita en su casa ubicada en el coto privado Sendero de Luna el mismo día a las 12:30 p.m. Armando Gutiérrez, Jesús Navarro y Teresa Barajas acuden puntuales a su cita, el tipo los recibe en su casa de dos pisos y lo único que hay en ese lugar son balas expansivas, ojivas y armas largas tapadas con telas por todos lados, el ambiente está muy tenso, nadie habla y solo hay un sujeto, el mismo que ya les había cobrado los 240 mil pesos.

Cuando recibe el dinero, les informa que la cosa va a cambiar un poco, les pide que se alejen de Vallarta un rato porque ellos “habían matado a un marino y se había calentado la plaza”. Todos salen huyendo del lugar pensando que es su último día, que los matarían en el trayecto a sus casas, tienen más que miedo, están paranoicos y muy aterrados. Teresa se va derecho a la Policía Investigadora y se pone histérica, ya que la pusieron en peligro al haber fallado el operativo; está temblando y nada la calma, la policía judicial manda llamar a un teniente de la Marina, y entre los dos calman el terror de la valiente señora extorsionada y le explican que el operativo falló porque no conocían bien el terreno, pero Teresa sospecha que la dejaron sola, porque a los Marinos solo les importaba vengar la muerte de su compañero asesinado y no protegerla a ella y a sus socios, después todo le hizo crisis.

La policía judicial le informó a la señora que la Marina y la judicial de asuntos especiales estaban organizando un operativo para dar con el paradero del extorsionador y que ella y su familia serían protegidas con sigilo hasta que atraparan al asesino de El Guante y su extorsionador.
3 de julio 2012: 4:00 de la tarde. Fue detenido Gustavo Álvarez Flores (a) “El Botargas”, cerca de su casa en Sendero de Luna, quien confesó ser el asesino del Guante, reciclador de la avenida politécnico, ser el extorsionador y pertenecer a la banda de “El Reyes”, un peligroso delincuente que operaba en Nayarit y Jalisco.

El delincuente a la hora de su detención, apeló a la comisión local de derechos humanos, alegando que su captura había sido “traumática para sus hijos y su familia que presenciaron todo el operativo”. La comisión acepta su queja y por este hecho, la visitadora, licenciada Alicia Alcaraz Ruezga, está siendo investigada, ya que entre los delincuentes y la banda de los Alcaraz, familiares de la visitadora, existe un vínculo.

Un juez sentenció a este delincuente a un año de prisión por los delitos de extorsión y asesinato, detenido el 3 de julio del 2012 “El Botargas” pronto saldrá libre, mientras las cuatro familias extorsionadas viven con inmenso miedo de saber que la justicia en este país tiene precio.
Enero 2013: En un operativo en Bahía de Banderas, cae “El Reyes” líder de su propia banda. Fue cuando en Vallarta se supo que “El Botargas” extorsionador de los recicladores era parte de la “Banda del Reyes” que operaban entre Bahía de Banderas, Ixtapa, El ranchito y la zona de las palmas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario