Por Jorge Olmos Contreras
Un auténtico
robo en perjuicio de los intereses de la comuna es el que está cometiendo la
empresa Citelum S.A de C.V. –concesionaria del servicio de alumbrado público en
Puerto Vallarta—con la complacencia y permisividad del alcalde Ramón Guerrero
Martínez, mejor conocido como El Mochilas y con la pasividad e indolencia de
los regidores del Movimiento Ciudadano y los de oposición.
De entrada, la
empresa concesionaria está violando campantemente el contrato sin que el
síndico, el contralor o el presidente municipal intervengan para sancionarla o
exigirle que cumpla lo estipulado en el documento, ya que no ha exhibido
fianzas, ni invertido lo acordado, ni cambiado las luminarias en tiempo y
forma.
Por el
contrario, a partir de este mes de agosto, el Ayuntamiento le comenzará a pagar
por adelantado la cantidad de 2.6 millones de pesos por un servicio inexistente
y, de paso, le va a entregar dinero público por el cambio de sólo 14 mil 300
luminarios y no por los 18 mil 100 que se anunciaban en las bases de la
licitación, ya que el censo realizado por la CFE arrojó sólo 14 mil 300
lámparas a sustituir.
Cualquiera
pensaría que el gobierno municipal reconsideraría el pago global que le hará a
Citelum de México por esta disminución de luminarias que arrojó el censo, pero
no, Ramón Guerrero y sus regidores cómplices van a pagarle sobre las 18 mil 100
luminarias, es decir, van a pagar también por la “sustitución” de tres mil 800
lámparas fantasma, que no existen en la red de alumbrado de la ciudad; claro,
todo con dinero del pueblo.
INFLARON EL CENSO
Está claro que
el censo de luminarias que marcaban las bases de la licitación estaba inflado a
propósito –de hecho nunca dijeron en qué se basaron para hacer la medición del
número de lámparas instaladas en Puerto Vallarta— para realizar un negocio
redondo entre funcionarios públicos y particulares.
Los errores y
el favoritismo comienzan a surgir y a develar el negocio producto de este
contrato de prestación de servicios entre el Ayuntamiento y la filial mexicana
de la firma francesa Citelum.
Por ejemplo, recientemente
el Director de Infraestructura y
Servicios, Oscar Delgado Chávez, habló de que no se ha concluido el censo de CFE de los luminarios de Puerto Vallarta, pero por
otra parte, el contrato establece que Citelum de México, S.A. de C.V., no puede comenzar la renovación
del alumbrado público, sino hasta que esté terminado el mismo.
No obstante, Citelum ya renovó con luminarios de LED del libramiento Luis
Donaldo Colosio. Esto quizá lo estén haciendo para causar confusión en el censo
final, entre los
luminarios que ya estaban instalados en el alumbrado, con los nuevos que se
están instalando. Y es muy probable que esto se esté haciendo para que no se
sepa dónde quedó la bolita, entre si son realmente 14 mil 300 o son 18 mil 100.
En
este contexto, el mismo Oscar Delgado Chávez, en declaraciones periodísticas, habló de un
avance del 90
por ciento en el censo de CFE y dijo que se han contabilizado 13 mil, por lo que el 10 por ciento faltante serían mil 300, siendo la suma total de 14 mil 300 luminarios, es decir, están perdidos 3 mil 770 lámparas.
La pregunta
es: ¿Citelum de México, S.A. de C.V va a
cobrar por los 18 mil 100 luminarios la cantidad de 128 millones de pesos,
cuando en la realidad sólo va a instalar 14 mil 300?
EXCLUYEN PLAZAS PÚBLICAS
Los regidores
de oposición y aquellos del Movimiento Ciudadano que se presumen honestos
deberían cuestionarle esto al Mochilas, puesto huele muy mal, es un robo
descarado en perjuicio de Puerto Vallarta.
Tienen que obligar
al presidente a cambiar el pago a Citelum o ellos mismos serán cómplices del
atraco.
Por si esto
fuera poco –y ante la mirada complaciente de los regidores— los funcionarios
del Mochilas están modificando el contrato cada que pueden para allanarle el
camino a Citelum y favorecerla para hacer menos inversión y ganar más dinero de
las arcas municipales.
De otra manera
no se entiende cómo es que están excluyendo las plazas públicas, el malecón y
las calles de acceso a las playas para no renovar las lámparas, si el contrato
de concesión comprende todo el alumbrado público de Puerto Vallarta como se
puede apreciar en las Bases y en el Anexo 1 de la Licitación Pública LP
001/2013 y en el mismo contrato.
Desde luego,
Oscar Delgado Chávez, por instrucciones de su jefe, le está haciendo el caldo gordo
a Citelum para que robe más al Municipio, ya que el Malecón, las plazas
públicas y el acceso a las playas están en Puerto Vallarta y no en otro
municipio, estado o país.
MODIFICAN EL PRESUPUESTO
Pero como lo
hemos señalado en otros espacios, al Presidente municipal ya le urge empezar a
pagarle a Citelum, por eso se aventó el trompo –que le traerá muchas
consecuencias legales en el futuro— para modificar el Presupuesto de
Egresos 2013 y contemplar, con un préstamo virtual de 100 millones de pesos, los pagos a Citelum.
Lo anterior
(los pagos por adelantado a Citelum) no obstante a que el Director de
Infraestructura y Servicios ni siquiera ha hecho el primer Informe o “Certificado
de Terminación de Meta” mensual de ejecución de obra de alumbrado que exige el
Contrato de Concesión.
Así las cosas,
el único regidor de oposición que se ha atrevido a cuestionar al Mochilas, es
el panista Humberto Muñoz Vargas, quien en la pasada sesión de Cabildo lo
calificó de “tirano”, "dictador" “perfecto
bandido”, "ratero", y “vaquetón”, por modificar el presupuesto
de egresos con el objetivo, entre otros, de usar el dinero de otras partidas
para pagarle a Citelum.
Lo del asunto
de modificación al presupuesto, un tema que es muy delicado, lo analizaremos en
otro espacio por todo lo que ello implica.
NO EXHIBEN FIANZAS
Y como ya lo
habíamos señalado en otros espacios, el Ayuntamiento está permitiendo toda
clase de bondades a Citelum, como el no exigirle que exhiba las fianzas
correspondientes por haber ganado el contrato.
Hay que
recordar que en las Bases
de la Licitación 001/2013 se hablaba de una fianza o cheque cruzado a favor del Municipio, pero en el
“Dictamen del Fallo” no consta que Citelum lo haya entregado para garantizar la seriedad de
su propuesta.
Por otra
parte, en el Contrato de concesión se establece que Citelum tiene que entregar
dos fianzas a favor del Municipio, una que garantice el ahorro de energía eléctrica del 30% y otra
fianza por el 10% de
la propuesta económica, que sería de 31 millones de pesos, por lo que es importante que “El
Mochilas” aclare públicamente si Citelum ya entregó o no las tres fianzas.
Y es que de
inmediato surge otra duda: ¿El Municipio de Puerto Vallarta va a pagar a
Citelum, sin que ésta haya otorgado ninguna fianza o garantía?
NEGOCIAZO REDONDO
Para Citelum México, S.A. de C.V., haber ganado la concesión de alumbrado
es un negocio redondo, ya que antes el Municipio gastaba anualmente en el
mantenimiento y operación del alumbrado la cantidad de cuatro millones de pesos anuales, y ahora tendrá que pagarle a Citelum la cantidad de 31 millones de pesos por anualidad,
así que al Ayuntamiento le saldrá más caro el caldo que las albóndigas; y sin
haber obtenido el 30 % de ahorro de energía.
Además, por el contrato
de concesión por diez años, Citelum está obligada a hacer una inversión de
riesgo de 128 millones de pesos, pero a partir de este mes de agosto el Ayuntamiento
le empezará a pagar por adelantado 2.6 millones de pesos mensuales, así que con
los mismos pagos del Municipio es que Citelum estará haciendo la obra
pública de alumbrado, y al final del contrato, Citelum habrá obtenido 310
millones de pesos a costa de los vallartenses vía recursos públicos, habiendo hecho
sólo una inversión de saliva.
Otra cosa,
Citelum tiene de plazo 24 meses para renovar el alumbrado, pero ni siquiera ha
podido cumplir con el plazo de dos meses para realizar el censo; entonces… ¿usted
cree que va a cumplir con en tiempo y forma?
Citelum
de México, S.A de C.V. con los cobros exorbitantes por sus servicios y con la diferencia de miles
de luminarios a instalarse a final de cuentas, entre lo que cotizó y lo que va
instalar realmente, está atracando al Municipio; esto, con la complacencia de
Ramón Guerrero Martínez, el “Mochilas”, y desde luego, con la insultante
actitud pasiva e indolente de los regidores.
Todo, para pagarle un favor político y quizá económico
al jefe de jefes, Abraham González Uyeda.
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