lunes, 30 de mayo de 2016

INTOLERANTE E IRREVERRENTE, EL RECTOR DEL CUC, MARCO ANTONIO CORTES GUARDADO DIFUNDE ESCRITOS “ACLARATORIOS”


Por Jorge Olmos Contreras

De carácter explosivo, pero pequeño y reducido a un nivel muy inferior, el rector del Centro Universitario de la Costa (CUC) de la Universidad de Guadalajara –el mismo que mantiene a sus hijos en la nómina de la máxima casa de estudios de Jalisco--, Marco Antonio Cortés Guardado convocó a una tenida (como la de los masones) el fin de semana para confeccionar un ataque contra el alcalde de Vallarta, Arturo Dávalos Peña, por haber “exhibido” a la Universidad ante la falta de licencia de remodelación del edificio de la antigua preparatoria regional “Ignacio Jacobo”, donde operará la próxima escuela de gastronomía.

Intolerante, muy intolerante, Cortés Guardado reunió a un grupo de “notables” dentro de la Universidad para armar un comunicado de prensa, donde se estableciera la postura del CUC con respecto a la escuela de gastronomía y donde se respondiera punto por punto las declaraciones que días antes había hecho el presidente municipal en medios de comunicación.

Pidió a su equipo que elaborara el boletín informativo –ya que él es incapaz de hacerlo por mano propia—y que le llevaran el borrador hasta su oficina para revisarlo y firmarlo. El escrito tuvo que ser rechazado varias veces por el contenido diplomático e institucional del mismo.

A Marco Antonio Cortés Guardado le molestó mucho –casi, casi a punto del infarto—que el comunicado fuera respetuoso y tibio. No quería eso. El contenido tenía que ser fuerte, agresivo, duro, para poner en su lugar al alcalde Arturo Dávalos.

Finalmente aprobó el documento, pues le gustó la parte donde el CUC le dice en reiteradas ocasiones ignorante al presidente municipal.

LA EUFORIA DEL RECTOR

Estaba tan eufórico Marco Antonio Cortés –que no reparó en las fallas de su boletín de prensa--, toda vez que en el mismo escrito reconocen que la Universidad no tenía (ni tiene) licencia de remodelación y o ampliación para la escuela de gastronomía, es decir, aceptan que violaron los reglamentos municipales, que prefirieron aplicar la máxima popular que dice “más vale pedir perdón, que pedir permiso”.

Que el trámite para obtener dicho permiso lo comenzaron apenas el 26 de mayo, hace cuatro días (dos si tomamos en cuenta que se atravesó el fin de semana), pero desde antes ya estaban los trabajos de remodelación en la ex preparatoria regional.

Pero no sólo eso sucede con este lamentable comunicado, sino que, por su tono en el escrito, Cortés Guardado pretende erigirse en el jefe máximo de Puerto Vallarta, con facultades para ordenarle al presidente municipal qué hacer y qué no hacer con respecto a obras públicas que son para el beneficio de los ciudadanos todos, no de un solo grupo.

Él o los asesores del rector del CUC caen en ambigüedades tan burdas como el pretender confundir a la opinión pública sobre la ausencia de la licencia de construcción, ya que indican que la Universidad no le ha pedido presupuesto al Ayuntamiento para la construcción de dicha escuela. Como si esto fuera un impedimento para cumplir con leyes y reglamentos de aplicación municipal.

El CUC, como cualquier otra institución educativa, está obligado a solicitar permisos y licencias correspondientes si van a edificar, remodelar o ampliar un edificio escolar. No debe el rector recurrir al chantaje para pasar por alto la ley y los reglamentos.

CON EL HIGADO POR DELANTE

Si Marco Antonio Cortés no tuviera animadversión por el actual gobierno municipal –recuerden que en el CUC no querían que Arturo Dávalos ganara las elecciones municipales--, hubiera sido muy sencillo someter al pleno del Ayuntamiento un punto de acuerdo para eximir a la Universidad de un requisito de esta naturaleza o de posponer su autorización por la premura de los trabajos y la importancia de la escuela de gastronomía.

Sin embargo, al rector le ganó el hígado y decidió confrontarse con el presidente municipal, que muy respetuoso por su parte, no ha caído en el juego de Cortés Guardado y su grupo de “notables”, que lo tildan de ignorante una y otra vez en su documento de “Aclaraciones” enviado ayer a diferentes medios de comunicación.

Con un “el alcalde parece ignorar”, el comunicado del CUC no parece provenir de una institución seria como lo es la Universidad de Guadalajara, sino por un grupúsculo que se ha apoderado de la máxima casa de estudios y al que lo mismo le da ofender y descalificar a un presidente municipal, que de amenazar con recursos legales si se construye un puente en la calle lateral de la ex prepa regional.

El escrito “aclaratorio” del CUC es además irreverente, al burlarse del proyecto de una plazoleta que pretendía construir el Ayuntamiento al lado de la escuela de gastronomía desde la administración pasada, toda vez que en el párrafo nueve indican lo siguiente: “La Universidad de Guadalajara está en su derecho de defender ese ingreso, y hará uso de todos los instrumentos legales que existen; no para reclamar la construcción de la plazoleta (si el Alcalde no le ve beneficio a la misma, es su problema), sino para que se baje la altura del puente y se evite la elevación de la calle”.

NI CONSTRUCTIVOS, NI RESPETUOSOS

Ignora Cortés Guardado –recuerden que no le gusta Vallarta, al igual que su ex secretaria administrativa, Gloria Angélica Hernández Obledo—que al lado de esa calle corre el canal de la vena Santa María, y que varias veces (en temporada de lluvias) se ha desbordado, por lo que bajar el puente de nivel sólo pondría en riesgo a los estudiantes y a las personas que a diario usan este paso cuando se desbordan las aguas.

Pero bueno, el comunicado del CUC –que insistimos, fue elaborado entre un grupo de “notables”—cae en aberraciones como el pedir un diálogo respetuoso y constructivo; y en la práctica están haciendo precisamente esto, ser irrespetuosos y en lo absoluto constructivos.

Por si esto fuera poco, afirman que no les interesa (a los del CUC) ventilar diferencias; y al enviar este escrito aclaratorio a los medios de comunicación están haciendo justo esto, ventilando lo que ellos sienten son sus desacuerdos con la autoridad municipal.

No es la primera vez que Cortés Guardado pide a sus colaboradores que hagan un boletín de prensa golpeador, ya que, al principio del gobierno de Arturo Dávalos, le ordenó al conductor de Radio Universidad, Alán Yamil Hinojosa, que escribiera un documento de esta naturaleza, en donde pusiera énfasis en la ignorancia del alcalde por el asunto del Atlas de Riesgos de Vallarta.

Por cierto, cuando le cuestionaron al rector el tono de dicho boletín, habría afirmado que todo fue responsabilidad de Alan Yamil, a quien culpó del escrito. Después se supo que le exigió al reportero que hiciera algo fuerte contra el alcalde. A raíz de ese boletín, Alan fue relegado por el propio rector, hasta su salida del área de vinculación.

Hoy la historia se repite.

Esperemos que Marco Antonio Cortés no le vaya a echar la culpa a los muchachos de Radio Universidad por el contenido de sus “aclaraciones” o que filtre que le pidieron ayuda para hacerlo a una reportera de radio que milita en el PRD y que podría ser la próxima titular de la oficina de Vinculación del CUC.

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