jueves, 9 de junio de 2016

“CASTIGAN” A SUPERVISORES DE TRÁNSITO POR PRESUNTA CORRUPCIÓN; MIRIAM MERCADO Y JOSÉ LUIS RUELAS ENCABEZABAN GRUPOS QUE PEDÍAN $ 500 POR TURNO A LOS AGENTES VIALES




Por Jorge Olmos Contreras

Luego de varios señalamientos internos, en el sentido de que dos mandos medios de tránsito municipal encabezaban grupos de agentes viales para exigir cuotas de 500 pesos por turno a sus compañeros, ayer el Ayuntamiento de Arturo Dávalos Peña decidió tomar cartas en el asunto y poner orden en la dependencia. De entrada, cambiaron a los elementos nocivos mientras la Contraloría Municipal hace las investigaciones correspondientes.

Se trata de los supervisores de tránsito, Miriam Mercado y José Luis Ruelas Mascorro, quienes son investigados por dirigir a un grupo de oficiales que se encargaban de “peinar” todo el municipio para exigir una cuota de 500 pesos por turno a los agentes viales.

Este grupo tenía una patrulla de tránsito a su servicio y formaron el grupo a su manera, de tal forma que entre ellos se protegieran y se embolsaran grandes cantidades de dinero por el cobro de estas cuotas y por extorsionar a cientos de automovilistas que caían en sus manos.

El grupo A está o estaba conformado por Bernardo Valencia y Mario Jiménez; el grupo B por Ramiro Chávez y Jesús Gilberto y el grupo C por Adolfo Vázquez y Angélica Contreras. A ellos presuntamente cada turno estaba obligado a otorgarles 500 pesos todos los días, por lo que sus ingresos aumentaron significativamente, pero gracias a hechos de corrupción.

LOS INTOCABLES

Tanto Miriam Mercado como Ruelas Mascorro, comenzaron como supervisores de tránsito municipal desde el inicio de esta administración y rápido se hicieron de fama al interior de la dependencia vial, ya que los consideraban intocables. Incluso se decía que mandaban por arriba de Everardo Rubio mejor conocido como “El Tigre”.

De hecho, tuvieron el poder para remover a un comandante de nombre Jorge Murillo, porque según les estorbaba en sus planes e hicieron que lo mandaran como instructor a la Academia de Policía.

Hay otro oficial, joven él de nombre Carlos Gutiérrez (a) El Pirruris --hijo de la regidora Elisa Ramírez, ni más ni menos--, y que hace lo que sea, incluso extorsionar al turismo extranjero, sin que nadie le diga nada. En noviembre lo sorprendieron cuando le pidió 700 dólares a un ciudadano norteamericano; lo enviaron a DARE por unos días por esta irregularidad, pero luego lo volvieron a incorporar a las motocicletas para seguir robando.

A Miriam Janeth la conocen como “La China”, y se creyó con tanto poder, que se atrevió a quitar elementos del área de Marina Vallarta a través de uno de los oficiales de su confianza de nombre Gabriel Pérez (a) “El Negro –quien además es su compadre (en la foto sale en medio) --, todo para tener un grupo compacto y confiable para abusar y exigir cuotas.

EL CAMIONERO

En tanto, José Luis Ruelas Mascorro no sólo pertenecía a este grupo de agentes corruptos, sino que, además, protegía a varios choferes de camiones urbanos que hablan por celular, conducían a exceso de velocidad o trataban mal al pasaje.

Se dice que Mascorro es propietario de dos camiones urbanos, el U-169 y el U-054; éste último se vio involucrado en un accidente en que el chofer atropelló a una persona en el año 2014 en el crucero de Las Juntas, sin que la unidad contara con seguro de responsabilidad vial; pero del mismo corralón le quitaron las placas y compraron otro autobús para seguir con el servicio de transporte, todo en la más completa impunidad.

Entre los choferes del transporte urbano se sabe que cualquier accidente vial es mejor hablarle a José Luis Mascorro para que les ayude y puedan seguir circulando. Y si un oficial de tránsito intervenía, hablaba por radio y decía que mejor dejara las cosas así; que no hiciera nada “porque eran órdenes del presidente municipal”.

Pero la minita de oro se les acabó ayer, toda vez que, por órdenes superiores, Miriam Janeth “La China” y sus secuaces y protegidos, Gabriel Pérez y Jorge Lomelí, fueron enviados al área operativa de la Policía Municipal, mientras que a Ruelas Mascorro lo degradaron y lo mandaron como agente vial de crucero… un duro golpe para alguien que era supervisor y que hacía lo que quería con el membrete.

INDIGNACIÓN ENTRE AGENTES

No obstante, a estos movimientos, al interior de tránsito municipal hay indignación, porque lejos de suspender a estos malos elementos, sólo los cambiaron.

Sin embargo, se sabe que la Contraloría y Asuntos Internos ya investiga a fondo para iniciar un procedimiento administrativo y si es necesario, denunciarlos penalmente por diferentes delitos en el ejercicio de la función pública. 

También se sabe que algunos policías municipales están siendo investigados por extorsionar a los “lava carros” en el fraccionamiento Marina Vallarta, a quienes les piden 200 pesos diarios por “dejarlos trabajar” en la vía pública.




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