lunes, 24 de septiembre de 2012

REGRESAN JAVIER BRAVO Y PEPE MUELAS CON "EL MOCHILAS" COMO ALCALDE DE PV


Por Jorge Olmos Contreras

No hay fecha que no se cumpla ni día que no se llegue, y el de Salvador González Reséndiz se aproxima, como una avalancha que destruye todo a su paso y que terminará por engullirlo asimismo, pues su cita con la historia ya está cerca y seguramente será recordado como uno de los peores alcaldes que ha tenido este sufrido, pero famoso Puerto Vallarta.

En la escena para el cambio de estafeta ya se asoma la cabeza de un fuereño, una persona que no tiene arraigo en Puerto Vallarta y que, sin embargo, está dispuesto a demostrarles a los vallartenses que las cosas se pueden hacer con una pizca de honestidad y con mucha voluntad para cambiar lo que deba ser cambiado y para sepultar el viejo sistema que han adoptado las últimas cinco administraciones, incluidas dos panistas y tres priistas.

Bueno, al menos eso es lo que se percibe en el ambiente, hay una especie de esperanza de que puedan venir cosas buenas.

Sin embargo, conforme se acerca el día “D” para que Ramón Demetrio Guerrero Martínez tome protesta como presidente municipal, surgen versiones en sentido contrario, es decir que las cosas no van a cambiar. Que El Mochilas va a ser más de lo mismo, y quizá una versión corregida y aumentada de lo que han sido sus antecesores.

DUDAS EN EL HORIZONTE

De entrada, pueden tener razón aquéllos que están preocupados de que el esquema para formar un gobierno, basado en el compadrazgo, el amiguismo y el pago de favores políticos, no va a cambiar, que va a ser el mismo que han utilizado los chavitas, los gustavos y los javieres bravos.

Y les vamos a decir por qué:

Ramón Guerrero no ha dado una sola muestra de que las cosas van a ser distintas, desde el momento en que comenzó a filtrarse el nombre de algunas personas que van a ocupar las principales direcciones y jefaturas del próximo Ayuntamiento. Ni siquiera ha intentado anunciar que va a realizar una convocatoria ciudadana para elegir a los hombres y mujeres mejor capacitadas y con amplia solvencia moral para designarlos en los puestos más neurálgicos de la administración pública.

Por el contrario, todo parece indicar que va a prevalecer la tendencia a colocar a los amigos en las mejores direcciones para armar una especie de equipo en donde todos sean cómplices y comparsas de aquéllas decisiones, que sin son mal tomadas o impacten negativamente en los ciudadanos, sean fácilmente encubiertas.

CAMBIO VERDADERO

El Mochilas está obligado a realizar un cambio verdadero –como dijera López Obrador--, no a jugar con los vallartenses que le dieron un voto de confianza. No puede andar por ahí creando “Consejos Ciudadanos” de saliva, como el que anunció hace un mes en el tráiler park“tachos”, donde sólo se hizo el anuncio mediático, pero nunca se estableció una regla de operación de dicho consejo, no se informó cómo estará constituido, sólo se juntó a una bola de personas y las aventaron al ruedo como integrantes de esta agrupación que no tiene ninguna validez jurídica por no estar legalmente constituida ni como asociación civil.

Por eso insistimos en que la confianza de los vallartenses no se puede traicionar, porque si Ramón Guerrero insiste en formar su equipo con amigos y pago de favores, es un hecho que tendremos otros tres años con las mismas fallas, las mismas mañas y el mismo nivel de corrupción en cuanto a la adjudicación de contratos, obras, permisos etc.

Si a lo anterior le agregamos que Ramón Guerrero está permitiendo el ingreso a su círculo íntimo de personajes tan desacreditados como el ex alcalde priista, Javier Bravo Carbajal y el ex líder obrero, Demetrio Torres, mejor conocido como “El Chavalón” y su hija Claudia Verónica, es claro que el cambio tan prometido no va a ser para bien.

REGRESAN PEPE MUELAS Y JAVIER

Y es que en el escenario ya apareció el íntimo de Javier Bravo, su ex chofer José Guadalupe Rodríguez Solís, mejor conocido como “Pepe Muelas” –aquél que mató a madre e hija cuando conducía un carro en estado de ebriedad--, quien anda vociferando por todo el pueblo que ellos están de regreso. Que Javier Bravo fue determinante y contundente en el triunfo de El Mochilas, que le debe la alcaldía y que por lo tanto ellos (los bravos de día y perras de noche) tendrán derecho de picaporte en la próxima administración municipal.

Esta versión no hay que subestimarla, toda vez que en el contexto político de Puerto Vallarta se dice que, efectivamente, Javier Bravo jugó del lado del Mochilas con tal de perjudicar al candidato de Rafael Yerena Zambrano, Adrián Méndez González y, de paso, vengarse de las traiciones que según él, le aplicó Salvador González Reséndiz.

En el caso de Rafael Yerena es claro e inobjetable que Javier Bravo se alió al Mochilas –de hecho le arrimó miles de votos en El Pitillal, sobre todo entre los colonos que viven por las calles que se pavimentaron en el gobierno de Javier—para cobrarle a Yerena una serie de agravios que sólo existen en la mente torcida de Javier, pues Rafael lo único que quiso es que el ex alcalde respondiera jurídica y políticamente por los excesos que cometió con el uso de los recursos públicos y la enorme deuda de casi mil millones de pesos que le dejó al municipio al término de su gestión.

Sin embargo, Javier Bravo no lo vio así, pensó y piensa que lo de Yerena es algo personal, por eso se habría brincado a la campaña del Mochilas y, ahora, es Ramón Guerrero quien no sabe qué va a hacer con Javier y a toda su camarilla para pagarle los favores políticos.

EL PROTECTOR

De Salvador González Reséndiz no podemos decir lo mismo, en virtud de que su padre, el ahora diputado –quien no pudo ser coordinador de los legisladores priistas en el Congreso del Estado—local, ha sabido maniobrar para tratar de convencer al Mochilas, vía Javier Bravo, de que no vaya a proceder penalmente contra su retoño, ni que le vaya a solicitar juicios políticos.

Esto podría tener algo de lógica, si tomamos en cuenta que cuando Rafael Yerena intentó convencer al entonces presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Rafael González Pimienta, de que se le fincaran responsabilidades penales y políticas a Javier Bravo por el cochinero en que convirtió las finanzas públicas y la herencia que le dejó a Chavita, Pimienta respondió: “Yo a ese puto no lo voy a meter a la cárcel, hazle como quieras”

En pocas palabras, González Pimienta se convirtió en el principal defensor de Javier Bravo.

Ahora nos explicamos por qué su hijo Chavita nunca quiso poner una denuncia penal contra Javier, convirtiéndose en el principal encubridor del robo a la comuna, aunque en el pecado es probable que lleve la penitencia y que sea él, Salvador González Reséndiz, quien pague todas las culpas de la llamada “Perra Brava”.

Claro, siempre y cuando El Mochilas no quiera jugar un papel lastimoso y convertirse en el principal actor protagonista de la serie “El Encubridor Segunda Parte”.

 

INFORMACION CLASIFICADA

RUMOR O NO, LA PRESUNTA DEMOLICION DEL PALACIO MUNICIPAL sirvió para que las autoridades le midan el agua a los camotes en futuras decisiones que sean lesivas para el interés general o representen un agravio a la conciencia colectiva. El alcalde Salvador González Reséndiz traía algo entre manos, de eso no cabe duda, por eso su prisa para sacar todo el mobiliario de las oficinas del Ayuntamiento y mudarse a la UMA --inmueble que todavía no está terminado al 100 por ciento--, pues quería el edificio de presidencia solo para quién sabe qué aviesas intenciones. Es positivo que la sociedad despierta y no permita que el patrimonio arquitectónico de Vallarta sea convertido en un negocio de particulares. La nota mala la dieron algunos reporteros que difundieron mentira tras mentira desde el viernes hasta el domingo con afirmaciones que harían palidecer al más mitómano, reflejando con ello, además, el nivel de cierto sector de la prensa vallartense.

 

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