lunes, 1 de noviembre de 2010

FOCOS ROJOS EN SEGURIDAD PUBLICA


Por jorge Olmos Contreras

Definitivamente algo está mal en la Dirección de Seguridad Pública Municipal. Algo que no funciona desde la cabeza hasta los pies. El diagnóstico es el de un enfermo al que urge meter en terapia intensiva para hacerle los arreglos y cambios necesarios a fin de que se convierta en una entidad funcional y no disfuncional como hasta ahora, donde el responsable de la corporación simplemente no ha dado el ancho y urge su remoción inmediata.

Si el presidente municipal quiere enderezar el barco como dice, bien podría comenzar en una de las dependencias más neurálgicas del municipio, como lo es la Dirección de Seguridad Pública, donde el abogado Jorge García Rojas adolece de una estrategia para brindarle seguridad a los ciudadanos de Puerto Vallarta y donde no tiene control sobre los mandos medios, porque ha permitido que algunos policías tomen las decisiones en la materia y que sea su subdirector administrativo, Adrián Gómez Meza quien manipule la corporación y consienta “aviadores” como un tal Páramo que no hace nada, no tiene nombramiento, pero que cobra puntualmente su quincena.

Si el primo de Rafael González Pimienta –padre del alcalde--, Raúl Estrada González fue quien influyó para que Jorge García Rojas fuera nombrado director de seguridad pública, el mismo Salvador González Reséndiz debiera reconsiderar y dar marcha atrás a ese compromiso para hacer un cambio profundo en la Dirección de Seguridad Pública.

Y es que Jorge García Rojas –un excelente abogado, eso nadie lo cuestiona—no tiene control sobre la dependencia y ha sido negligente e incompetente para tomar las riendas de la misma, al grado tal que desde que se fue el subdirector Jorge García Esqueda, no ha nombrado a un nuevo subdirector; vacío que aprovechan otros policías para erigirse en jefes sin nombramiento, como un tal Enrique Cabrera, mejor conocido como “El toro” que presume de controlar a toda la corporación junto con García Rojas.

Enrique Cabrera es cuñado del ex supervisor Plazola, un policía que fue suspendido por haber presuntamente extorsionado a unos norteamericanos.

EL REFLEJO


En este escenario, todo el desorden que hay al interior de la Policía Municipal y la ausencia de un mando con carácter, se ve reflejado en la inseguridad que priva en todo el municipio, y donde se han dado casos muy graves en que ciudadanos comunes han sido víctimas de la delincuencia sin que nadie los auxiliara.

Por ejemplo, una señora vecina de Las Aralias –colonia de clase media—fue salvajemente asesinada, prácticamente cocida a puñaladas y degollada por un sujeto que aprovechó que la mujer se encontraba sola para entrar a su domicilio y tratar de robar, pero como ella lo descubrió y miró su rostro, la mató.

Esta señora tenía una pequeña fiesta de sábado por la noche, pero cuando su hija se retiró para llevar en su carro a los últimos invitados, el asesino, que al parecer entró por una finca contigua en construcción, penetró en la vivienda para asestarle varias puñaladas a la indefensa mujer.

No hubo quién la defendiera, ni tampoco había patrullas cuidando la colonia, mucho menos policías a pie para atrapar al asesino.

Imagine usted la escena cuando la hija regresó a la casa y vio a su mamá tirada en medio de un charco de sangre. Podría tratarse de un familiar, un amigo suyo o hasta de su propia madre. Nadie quisiera haber estado en los zapatos de la hija, pero sucedió en Puerto Vallarta y así como este, se han suscitado otros crímenes violentos que sólo nos llenan de indignación.

EL CASO DE CESAR PÉREZ

Piense usted por ejemplo en el papá y la mamá de César Pérez Huerta, el estudiante asesinado por un joven en el restaurante “Chabelos” de la calle González Gallo del fraccionamiento Vida Vallarta en días pasados.

Los hechos ocurrieron en una zona que es muy concurrida y en cuya avenida transitan cientos de carros todo el día, es decir, no fue en un área alejada de la ciudad, ni altas horas de la noche. Ocurrió a plena luz del día, cuando unos vagos quisieron robarles una computadora laptop a los amigos de César Pérez, pero como se defendieron, los agresores los golpearon y uno de ellos tomó un cuchillo de cocina y le asestó tremenda cuchillada a César en la zona hepática.

Los asaltantes se dieron a la fuga rumbo al Infonavit, se bajaron de una camioneta pick up y corrieron a esconderse, mientras que uno de ellos que dijo que nada tenía que ver, regreso a la escena del crimen para pedir disculpas y ahí fue atrapado.
Sin embargo, el presunto asesino de César Pérez –de nombre César Alejandro Mezquiti Zapata-- huyó y hasta el momento no ha sido capturado.

Cuando nos enteramos del hecho no pudimos más que indignarnos al pensar que la seguridad pública que presume el presidente municipal no existe, que es mera demagogia, un vil engaño a la ciudadanía; pues al momento de los hechos nunca pasó por la González Gallo una sola patrulla, no hubo un solo policía que interviniera para evitar que mataran a César Pérez.

LAS MENTIRAS DEL CMQ

Todavía peor, en el hospital CMQ Premier le negaron la atención inmediata ante la falta de alguien que respondiera por el pago de los servicios de una tarjeta de crédito. César murió desangrado, pues pasaron 40 minutos sin que le brindaran los primeros auxilios.

Luego de la marcha de la semana pasada, el director del hospital CMQ Premier, el ex diputado Jorge Villanueva Hernández negó lo innegable: que sí le dieron atención inmediata a César, lo cual fue desmentido por los estudiantes que llevaron desangrándose a César, pues ellos estuvieron presentes cuando les negaron la pronta atención hospitalaria.

Villanueva argumentó que el muchacho traía una herida de muerte, muy profunda, pero ese no era el punto, la cuestión es por qué los hospitales privados como el CMQ incurren cada vez más en prácticas deshonestas –fuera de toda ética—para negar o atender a personas que llegan con una emergencia médica.

Y vaya que el CMQ tiene un largo historial en este tipo de casos.

La Ley Federal de Salud exige a los hospitales estabilizar a un paciente en una emergencia para después canalizarlo a otro nosocomio público o privado, pero no dejarlo abandonado como lo hicieron con César durante 40 minutos en el CMQ Premier.

César Pérez Huerta era un buen estudiante del Tecnológico de Vallarta, era hijo único, contaba con muchos amigos de la escuela, era muy joven para morir y, sin embargo, un maleante le quitó la vida por una laptop y por la inseguridad que prevalece en el municipio.

Todavía más indignante fue ver a policías municipales en los alrededores del hospital CMQ Premier el día de la marcha de protesta, como si temieran que los estudiantes –muy respetuosos por cierto— fueran a hacer destrozos al inmueble.

Algunos empleados de seguridad pública hasta les tomaron fotos a los estudiantes, mientras que los policías se apostaban en varios puntos a las afueras del hospital.
Lo que no hicieron para evitar que robaran y acuchillaran a César Pérez, lo estaban haciendo el día de la marcha, como si fuera una burla.

Por eso reiteramos e invitamos a la reflexión: piense usted en los padres de César Pérez y en sus amigos. Bien decían las pancartas, hoy fue mi amigo, mañana puede ser el tuyo, o nuestro propio hijo.

Pero en el Ayuntamiento hay risas, los funcionaros se relajan y se abrazan y saludan unos con otros, como si nada hubiera pasado, ignorando el dolor ajeno y lo que es peor, sin dar una respuesta adecuada de cómo le van a hacer para que en Puerto Vallarta no sigan sucediendo estos crímenes.

Ni siquiera hubo una reunión del gabinete de seguridad, nada.

La muerte de César les importó un bledo.

LA MUERTE DE AURELIANO

Por si esto fuera poco, la madrugada del viernes fue asesinado, también en forma brutal y violenta, el ex delegado de la Procuraduría Agraria, Aureliano Ureña.
El crimen ocurrió en los departamentos de la calle Canario enfrente del parque de Los Sauces, y tampoco hubo patrulla o policía alguno que anduviera por el lugar para revisar al o los asesinos que salieron varias veces del departamento a retirar dinero de cajeros automáticos con las tarjetas bancarias de Aureliano.

Aureliano Ureña fue asistente de la ex senador Eva Contreras Sandoval, esposa del magnate de los tiempos compartidos y ex alcalde panista, Fernando González Corona. No tenía familia, salvo una hermana que vive allá por El Colorado.

También panista, Aureliano fue atado de pies y manos, asegurado con cinta sobre su boca, desnudado, torturado y finalmente degollado.

El o los maleantes que cometieron tan horrendo crimen, se llevaron su automóvil que después fue localizado en el auto baño “Las Amapolas” rumbo al Remance. Hay varios detenidos, pero no se sabe si entre ellos está el o los asesinos.

De última hora, se supo que la policía detuvo al asesino material de Aureliano Ureña y a un cómplice.

Los policías investigadores también indagan entre las amistades de Aureliano, pues se movía en algunos antros alternativos y tenía amigos no heterosexuales.
Como sea, la inseguridad pública del municipio ya tocó fondo.

Hoy fueron ellos, mañana podemos ser nosotros.

Tenemos que exigir cambios y pedirle al alcalde que cumpla su palabra.

No podemos seguir con un director de policía sin carácter, que no tiene carrera en el área y que fue colocado ahí por la recomendación de un personaje de lo más corrupto en la familia González Pimienta, Raúl Estrada González.

INFORMACION CLASIFICADA

Y HABLANDO DE CORRUPTELAS… No se pierda usted una información que involucra al ex director Jorge García Esqueda y al Agente del Ministerio Público, José Luis Barrón Arvizu en un caso de la compra y venta de un vehículo de procedencia ilícita que afectó a terceras personas.

AL PUBLICARSE LA CONVOCATORIA PARA RENOVAR LA presidencia del Comité Municipal del PAN, inicia el proceso de campaña de los aspirantes, donde el que parece que lleva la delantera es el notario Jesús Ruiz Higuera.

Ruiz Higuera tiene todo a su favor, salvo las alianzas que hizo con el Diablo para golpear a sus adversarios. Se sabe que contrató al también panista (priista encubierto) y periodista, Rodrigo Aguilera para hacer el trabajo sucio.

Jesús Ruiz es una persona muy seria, por lo que está a tiempo de librarse del ladrón de Liverpool, ya que de lo contrario, le va a acarrear más enemistades que amigos entre la membresía panista de Puerto Vallarta.

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