lunes, 19 de julio de 2010

NARCOTRAFICO EN BAHIA DE BANDERAS, CAMBIAN LAS REGLAS



Por Jorge Olmos Contreras
Tras dos años de ser los jefes absolutos de “la plaza” de Bahía de Banderas, los miembros del grupo criminal “Los Zetas”, que antes fue el brazo armado del Cártel del Golfo, fueron liquidados, asesinados y ahuyentados de ese municipio nayarita que colinda con Puerto Vallarta. Hoy hasta las corporaciones policiacas presumen que la zona “está libre de Zetas”.
Sin embargo, fuentes de la policía federal aseguran que todavía quedan algunas células que operan de manera aislada en la región, sobre todo hacía El Colomo, Nayarit, en Soyatán, Jalisco y más hacía la sierra en lugares apartados de Mascota y Talpa de Allende.
Los Zetas, como avanzada del Cártel del Golfo en Bahía de Banderas, se asentaron a finales del 2007 y a principios del año 2008 en Bucerías y después comenzaron a dominar todos los pueblos de ese municipio, ya que estaban por igual en Jarretaderas como en Mezcales, en Punta de Mita como en Sayulita y extendieron su poderío en San Vicente, El Porvenir, San José y San Juan de Abajo, con lo que le arrebataron un importante corredor para el trasiego de drogas a la organización de Joaquín Guzmán Loera (a) El Chapo Guzmán, quien antes era el amo absoluto de esa zona.
Antes de que se diera el rompimiento entre los hermanos Beltrán Leyva y El Chapo Guzmán, los integrantes del Cártel del Golfo gozaron de ciertas libertades en toda la zona de Bahía de Banderas, pero principalmente en Bucerías y hacía Punta de Mita, donde ya controlaban todo el narcomenudeo.
LA PUNTA DEL ICEBERG
Asimismo, comenzaron a venderle droga en grandes cantidades a un personaje que fue crucial para que entraran Los Zetas a Bahía de Banderas: Cristóbal Machuca (a) El Tobal, quien antes pertenecía al grupo de narcotraficantes que mandaban en Puerto Vallarta y cuya célula dependía directamente del Cártel de Sinaloa.
El Tobal mantenía su negocio de venta de drogas, principalmente cocaína, en un table dance muy famoso de La Cruz de Huanacaxtle que se llamaba “La Academia” y antes en un centro botanero disfrazado de restaurante familiar que se llamaba “El Mexicano”, pero también se daba tiempo para operar grandes desembarques y embarques de droga en embarcaciones que llegaban y salían de La Cruz sin que tuvieran problema alguno con las autoridades navales y militares.
En poco tiempo, El Tobal acumuló tanto poder, que ya era conocido como uno de los jefes del narco en Bahía de Banderas, pero cometió un error, ya que mientras más aceptaba grandes cantidades de droga a Los Zetas para seguir en el negocio del narcomenudeo, más se comprometía con el Cártel del Golfo, sobre todo porque, según los lugareños, debía mucho dinero a esa organización criminal.
Por eso, cuando vino el rompimiento entre El Chapo y Arturo Beltrán Leyva por la detención de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo –hermano de Arturo--, muchos narcos de Bahía de Banderas se pasaron a las filas del Cártel del Golfo, ya que tenían muchas deudas y vieron una oportunidad de oro para cambiarse de mando y seguir en el negocio, ya que siempre creyeron que Los Zetas venían para quedarse y que podían incluso disputarle al cártel de Sinaloa a Puerto Vallarta.
LA PROPUESTA
A Cristóbal Machuca le habrían ofrecido la plaza de Puerto Vallarta, siempre y cuando traicionara a su antiguo grupo del Cártel de Sinaloa y así lo hizo, pues en junio y julio del 2008 hizo correr la versión entre narcomenudistas y entre agentes y madrinas de la AFI, de que él era el nuevo jefe de la plaza, máxime cuando en Reynosa, Tamaulipas –el 14 de julio del 2008--, en las colonias “Beatty” y “La del Prado” amaneció ejecutado un personaje que se suponía era el mero jefe de Puerto Vallarta.
Uno de los que comenzó a difundir el rumor de que El Tobal era el nuevo jefe de la plaza, fue José Lepe, “El Pepe”, un madrina de la PGR que después sería ejecutado mientras ayudaba a su hermano a despachar tacos de cabeza en la colonia Cinco de Diciembre, a una cuadra del cine Colonial.
El gusto le duró muy poco a Cristóbal Machuca, pues no obstante a que en ese violento año 2008 sí lograron entrar a Puerto Vallarta varias células de Los Zetas, después fueron sacados a punta de bala por otros grupos y en la disputa por el territorio, un día se rumoró que El Tobal había sido asesinado, que lo habrían decapitado y tirado en algún lugar.
El cadáver de El Tobal nunca apareció.
LA HERENCIA
Y aunque el Cártel del Golfo y Los Zetas no pudieron asentarse en Puerto Vallarta, sí permanecieron en Bahía de Banderas, donde el heredero de El Tobal fue precisamente su cuñado, Alejandro Núñez, mejor conocido como El Chilango, quien extendió sus dominios hasta Ixtlán del Río, pasando por Jala y obviamente la Riviera Nayarit.
A El Chilango se le atribuyeron muchas ejecuciones, entre otras la del policía municipal de Bahía de Banderas Gabriel Ponce Hernández, de 30 años de edad, quien fue levantado por varios sujetos armados el lunes o4 de mayo del 2009 en su domicilio, situado en El Valle, Nayarit, y posteriormente trasladado a Puerto Vallarta. Su cabeza apareció el miércoles en la madrugada, a menos de cien metros de la 41 Zona Militar, en una bolsa, y el resto de su cuerpo fue tirado, también en una bolsa, en una cancha de basquetbol de la delegación de Ixtapa.
También fue el presunto autor de amenazadas veladas contra miembros del ejército mexicano, al colocar mantas sobre un puente del río Ameca en las que se podía leer: “Ciudadano (cuidado) dónde se guardan lo que se roban”, decía en una parte del mensaje, y en otra se leía: “roban los borregos y gallos en la pista hasta corrales pusieron solicitan ver”.
La manta apareció un día después de que otras cinco fueron halladas en el puente de Jarretaderas, Nayarit, donde también se mencionaba a los integrantes de la 41 Zona Militar, con sede en Puerto Vallarta, de cometer hurtos, de aparentemente no darles protección a pesar de que presuntamente se les otorgaban 300 mil pesos quincenales.
MUERTE OFICIAL
El jueves 28 de mayo, el portal www.naraitenlinea.net informó que uno de los asesinados en Jalcocotán, Nayarit, era El Chilango:
“Al conocerse la identidad de los ajusticiados de Jalcocotán todo indica que corresponde al conocido narcotraficante “El Chilango” y al grupo de sicarios que lo escoltaban. No son originarios de Nayarit, pero se presume que dominaban la producción y tráfico de estupefacientes en el sur del Estado, con sede en Bahía de Banderas.
Un comunicado de la Procuraduría General de Justicia del Estado afirma que el nombre de uno de los ejecutados es Alejandro Núñez. Indagaciones realizadas por Nayarit en línea concluyen que lo más probable es que se trate de Hugo Alejandro Núñez Rivas alias “El Chilango”, el mismo que fue amenazado con unas narcomantas en noviembre del año pasado y que apenas hace unas semanas, fue identificado por el Ejército como dueño de un narcolaboratorio descubierto en Bucerías.
“Dónde te escondes chilanguito… siguen tu mujer, tus hijos y toda tu puta familia”, decían los mensajes escritos que aparecieron colgados en el puente de acceso a Nuevo Vallarta el 26 de noviembre de 2008. Se dice que los dominios de “El Chilango” son o eran la Riviera Nayarit y los municipios de Ixtlán del Río y Jala.
Posteriormente, el pasado 3 de mayo, un comunicado de la V Región Militar y Cuadragésimo Primera Zona Militar, daba cuenta del desmantelamiento de un laboratorio para la confección de drogas citando que pertenecía “al conocido narcotraficante Hugo Alejandro Núñez Rivas y/o Hugo Macedo Aceves, alias El Chilango”.
La procuraduría nayarita informó que “los ahora occisos cuentan con fichas signalécticas en los estados de México, Jalisco, Sinaloa y Michoacán, entidades que hasta el momento han sido cotejadas, en las cuales también aparecen con diferentes identificaciones”.
También describe las heridas de bala en cada uno de los cuerpos. Alejandro Núñez recibió cinco impactos: “una herida con entrada en comisura lateral izquierda con salida en el cuello lado derecho, dos heridas de entrada en mejilla izquierda con salida en región occipital derecho, una herida de entrada en región temporal derecho con salida en la oreja izquierda y una herida de entrada en región frontal derecha con salida en región frontal izquierda”.
Junto con El Chilango, estaban acribillados Héctor Osuna, Gerardo Becerril, Ángel Rivera, José Sánchez, Salvador Ordóñez, quienes se presumían, eran sicarios al servicio de Alejandro Núñez, quien en mayo del año pasado terminó su breve reinado en el mundo del narcotráfico.
SIGUIO EL PEPINO
En abril pasado, Los Zetas y sus aliados, los Beltrán Leyva, perdieron a otro de sus grandes operadores, que se suponía era el jefe de la plaza de Tepic, José Luis Estrada Martínez (a) El Pepino, luego de ser identificado como quien iba al frente de un comando que dio muerte al joven Fernando Gurrola Coronado y se habría llevado de un departamento del fraccionamiento Bay Green del campo de golf “el Tigre” de Nuevo Vallarta, a un presunto hijo del capo Ignacio Coronel Villarreal.
Tras la ejecución de Gurrola, en menos de 24 horas llegaron a Tepic sicarios del cártel de Sinaloa y de inmediato habrían detenido al padre de El Pepino, que para su mala fortuna se encontraba con su nieto, es decir, con el hijo de El Pepino y se los llevaron para que dijeran dónde estaba el grupo que había secuestrado a los jóvenes en Nuevo Vallarta.
Al día siguiente los periódicos dieron a conocer la reacción violenta contra quienes se atrevieron a “levantar” al hijo de Nacho Coronel, pues aparecieron 12 cadáveres torturados y ejecutados, ocho de ellos calcinados en las inmediaciones de Xalisco en Nayarit, y tres más en los alrededores.
Uno de los asesinados era precisamente “El Pepino”, un antiguo operador de El Chapo Guzmán que traicionó al cártel de Sinaloa para sumarse al fallecido Arturo Beltrán y a Los Zetas desde mayo del 2008.
El Sol de Nayarit lo describió así: "El Pepino" era un narcotraficante local que era ampliamente conocido entre la policía local y del que se presumía, controlaba "la plaza" desde hace años, manteniéndose intocable para los grupos delictivos y los cuerpos policiacos por las preventas y concesiones que mantenía con las autoridades y con los cárteles del narcotráfico, asimismo aseguran que el infortunio de este conocido narcotraficante llegó, debido a que fue el artífice del “levantón” del hijo de Nacho Coronel y de su amigo, Fernando Gurrola.
En los foros de Internet se dijeron muchas cosas sobre la muerte de El Pepino. Por ejemplo, En El Sol de Nayarit se podían leer comentarios como el siguiente: “Fue el cabrón que llegó a Bahía de Banderas y se chingó al Chilango y a su gente. Y se dice, según la policía que El Pepino mandó matar al sobrino de El Chapo, Fernando Gurrola en las instalaciones del tigre en Green Bay y en represalia se chingaron a todos estos cabrones ahora a ver quién va a llegar a Bahía a sobornar y cobrar piso por todo negocio”.
Otros más agresivos subieron textos como el siguiente: “pinches pendejos no habrán el hocico a lo pendejo todos dicen los rumores que se oyen y nadie sabe cuál es la verdad. Pepino trabajaba pa’ los zetas y era el chingón de la plaza de Tepic, ahora que se armó el desmadre de que mataron a Arturo Beltrán, se metió El Chapo Guzmán porque la plaza siempre había sido de El Chapo y la vez que lo agarraron en Guatemala, los Beltrán se quedaron con las plazas que tenía en su poder El Chapo. Después los Beltrán se le unieron a Los Zetas y así controlaban Nayarit. Mataron a Arturo y El Chapo se metió a Nayarit a recuperar la plaza y El pepino se le unió a El Chapo y El Chilo, que viene siendo compadre (Pepino y él) no quiso unirse y sigue con Los Zetas y por eso se chingaron al Pepino, porque se cambió con El Chapo”.
CACERIA CONTRA EL CHAGUIN
A la muerte de El Pepino, siguió la de Santiago Lizárraga Ibarra (a) “El Chaguín”, muerto en un enfrentamiento con miembros del ejército y la policía federal.
Contra la gente de El Chaguín se ha desatado una feroz cacería desde diferentes frentes, y no hay día sin que se informe de alguna ejecución de personas de Mazatlán ligadas a Santiago Lizárraga Ibarra.
La limpieza de la plaza en Tepic continúa, ya que los asesinatos de personas relacionadas con la venta de drogas está a la orden del día y Bahía de Banderas no escapó a la ola de violencia, pues para rematar al grupo de Los Zetas, ejecutaron a otros de sus operadores del narcomenudeo, como Ricardo Mendoza Oliva, de San Juan de Abajo, a quien conocían como “El Motor”.
El asesinato de El Motor, parece que fue la culminación de la toma de la plaza por otro grupo, ya que entre los vecinos de sitios como San Juan y San José, se dice que opera un convoy de varias camionetas, entre otras una avalanche negra que se da el lujo hasta de sacar una torreta con sus códigos, como si fuera patrulla, para “poner orden”.
Hoy, la gente de Bahía y los mismos policías lo dicen: El municipio está libre de Zetas…

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