Por Jorge Olmos Contreras
Afligido
y nervioso porque las encuestas no lo favorecen en nada y porque la desbandada
de priistas está en grande en Bahía de Banderas, José Gómez comienza a cavar su
propia tumba política y reacciona virulentamente contra todos aquellos que se
atreven a criticarlo, ya sea en los medios de comunicación o en las redes
sociales.
Rodeado
por auténticas rémoras, José Gómez se hizo de un equipo de prensa que está
peleado con todos los medios y desde ahora manda señales del autoritarismo que
saldrá a relucir si llega a ser presidente municipal, aunque a lo que se
observa, se encamina a una dolorosa derrota que seguramente provocará la ira
del fiscal Edgar Veytia, su principal promotor.
Una
de las compañeras de prensa que ya fue duramente atacada por un periódico –cuyo
dueño es compadre de José Gómez—por atreverse a criticar a un cuñado de José
Gómez, fue Carolina Gómez Aguiñaga, quien la tarde del miércoles en el
noticiero de La Patrona que ella conduce, fijó muy clara su postura con
respecto a políticos que son muy sensibles de piel, como las serpientes, y se
erizan a la primera critica.
SUS PROMOTORES
El
caso de José Gómez es emblemático en Bahía de Banderas, fueron los empresarios
más voraces de Nuevo Vallarta los que presionaron al gobernador Roberto
Sandoval –junto con el fiscal Veytia—para que se impusiera por “dedazo” al
muchacho organizador de bailes masivos como pre-candidato oficial del PRI, que
está a unas horas de hacerlo su abanderado oficial para las elecciones de julio
próximo.
Personajes
con un largo historial de pillaje y depredación como Daniel Chávez Morán, dueño
del Grupo Vidanta que maneja los
hoteles Mayan Palace y que se apropió de calles públicas; Fernando González
Corona, quien nunca explicó la muerte de su socio Mark Puerner y que incluso
originó una investigación de parte de autoridades estadounidenses por tratarse
de un ciudadano norteamericano; Graziano Sovernigo, otro pillo de calles
públicas y la cereza del pastel, Alfonso Rizzuto, dueño del hotel Marival y La
Marina del mismo nombre, ligado a la mafia de Montreal a través de su pariente
Vito Rizzuto.
Estos
son los principales promotores de la candidatura de José Gómez, quieren seguir
depredando y apoderándose de grandes extensiones de áreas públicas mediante el
chantaje de la creación de empleos y la inversión turística.
Por
cierto, la Comisión Charbonneau de
Canadá investiga todas las inversiones del clan Rizzuto, luego de que un
contratista, Lino Zambito, declarara ante la policía que la mafia de Montreal
encabezada por el viejo Rizzuto, controlaba todos los contratos de obra pública
del Ayuntamiento de esa ciudad y tenía dinero sucio en las obras de aguas
subterráneas.
LA MAFIA DEL MARIVAL
Las
investigaciones de la Comisión
Charbonneau podrían llegar hasta Nuevo Vallarta, para esclarecer hasta
donde hubo dinero de la mafia en las inversiones de Alfonso Rizutto, hoy
promotor de la candidatura de José Gómez.
De
hecho, Lino Zambito habría financiado un viaje de golf a México, según un
informe de CBC Domingo, mientras Radio Canadá obtuvo fotos de esta visita al
hotel Marival, que es propiedad, entre otros --dice un reporte de prensa—del
padre de Lino Zambito, ligado a la mafia.
En
Península Nuevo Vallarta –propiedad de Felipe Tomé, otro cuestionado empresario
que estaría feliz si gana José Gómez— al parecer posee un lujoso condominio la
primer ministro de Quebec, Pauline Marois, quien habría comprado el inmueble en julio del 2013
y presuntamente tiene como vecino a Paolo Catania, un constructor de viviendas,
hijo de Frank Catania, otro personaje que se encuentra bajo investigación de la
Comisión Charbonneau, y quien fue
detenido por una Unidad Especial de lucha contra la Corrupción.
Como
verán ustedes, los promotores de José Gómez no tienen buena reputación, pero sí
el suficiente poder como para doblegar la voluntad del gobernador de Nayarit,
Roberto Sandoval, quien no quería, ni quiere a José Gómez de candidato, pero
que va a aceptar semejante imposición por alguna poderosa razón.
CUENTAS PENDIENTES
Y
como señalamos en otro escrito, ni el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI,
ni el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen) de la Secretaría de
Gobernación han reparado en las consecuencias político-electorales que traería
al PRI y al mismo gobierno la imposición de José Gómez como candidato a la
alcaldía que hoy dirige su corruptísimo cuñado, Rafael Cervantes Padilla.
La
información delicada sobre el abanderado priista comienza a fluir a cuenta
gotas, pero con suficiente rigor como para que en Bahía de Banderas se prendan
focos rojos sobre este “dedazo”, que insistimos, le va a costar muy caro al PRI
gobierno.
Tan
sólo un ejemplo de lo que viene en materia informativa es la relación que José
Gómez tuvo con el tristemente célebre narcotraficante Alejandro Núñez Rivas (a)
“El Chilango”, el jefe de la plaza de Los Zetas cuando este cártel controlaba
todo el corredor desde Bahía de Banderas hasta Tepic.
José
Gómez era el promotor y organizador de los bailes masivos, pero el “El Chilango”
era quien controlaba estos eventos, era una especie de socio de José, pues
mientras el narcotraficante ya fallecido se encargaba de la logística y
seguridad y además se llevaba una importante suma de dinero por cada baile,
José atendía a los invitados especiales, difundía la publicidad en prensa y
radio y al final se repartían las ganancias.
Cualquier
persona que interfiriera en los bailes y que no fueran del grupo de Los Zetas o gente de José Gómez, eran
literalmente masacrados, ejecutados o los desaparecían.
Durante
el reinado del “Chilango” en Bahía de Banderas, muchas personas fueron
desaparecidas, hubo muchos asesinatos que nunca se resolvieron y de todo ello
estaba informado José Gómez, como un agente de tránsito al que prácticamente
sacaron de su casa y jamás se volvió a ver… hasta la fecha sigue desaparecido.
Hasta
dónde estaba metido José Gómez con Los Zetas y hasta dónde está hoy involucrado
con personajes de delincuencia organizada, esa es la pregunta que debemos
hacernos para evitar que Bahía de Banderas siga secuestrada por grupos de
malosos por un lado, y por empresarios voraces y ventajosos por el otro.
Recuerden
que Graziano Sovernigo nada hizo para denunciar el allanamiento de su propiedad,
el desarrollo Bay Green en el campo de golf El Tigre por un comando de Los
Zetas que entraron con armas largas para secuestrar al hijo del extinto capo
Nacho Coronel y asesinar al conocido joven vallartense Luis Fernando Gurrola
Coronado.
Como
estas informaciones, van a seguir surgiendo otras más que nos van a dibujar a
la perfección quién es José Gómez, un joven adulto contaminado por la ambición
del poder y sus relaciones peligrosas, quien seguros estamos, seguirá enviando
a sus lacayos a golpear a los periodistas de la prensa seria, tanto de Puerto
Vallarta como de Nuevo Vallarta.
Y
ya saben, cuando no tienen argumentos, recurren a lo más bajo, a la vileza, al
descredito, a la descalificación, a la ofensa banal y simplista que lejos de
provocar alguna reacción, sólo causa
risa, por tratarse de trabajos por encargo; por encargo del propio José
Gómez quien ya pidió a su prensa ruin y chayotera que empiece a golpear en
ciertas columnas y notas a todo aquél reportero o persona común que ose
criticarlo.
Pero
el efecto boomerang es lo único seguro que tiene José Gómez cuando recurre al
golpeteo para tratar de acallar a sus críticos. El y nadie más que él es quien
pierde en la arena pública, sus lacayos sólo le quitan dinero y lo dejan
desprotegido, pues su fin es lucrativo, son mercaderes a quienes no les importa
si gana o pierde el señor Gómez, ellos van por un montón de billetes mal
habidos.
En
lo político, vale la pena analizar en otro despacho el efecto Paniagua, el
verdadero fiel de la balanza que será determinante en la derrota de José Gómez.
Y
sino, al tiempo… (Columna publicada en www.vallartauno.com
y en www.columnajorgeolmos.blogspot.com)
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