lunes, 4 de julio de 2011

PROBABLE CASO DE VIUDA NEGRA EN PUERTO VALLARTA, EN JUEGO 20 MILLONES USD


Por Jorge Olmos Contreras

En la Agencia del Ministerio Público Número Tres de la delegación Costa Norte de la Procuraduría General de Justicia de Jalisco se acaba de radicar una denuncia de hechos que llama poderosamente la atención por la presunción de estar ante el caso de una viuda negra que habría actuado audaz y sigilosamente para esconder mucha información en torno a las circunstancias que rodearon la muerte del empresario José María Castañeda Gutiérrez, un personaje ampliamente conocido en Puerto Vallarta, Bahía de Banderas y Cabo Corrientes, por dedicarse a la compra venta de predios rústicos y que en los últimos cinco años habría logrado amasar una fortuna superior a los 20 millones de dólares.

Según el acta de defunción –cuyas copias simples obran en poder de el columnista--, el señor Castañeda murió el 26 de febrero del año 2009, tiempo en que su nueva esposa, la señora María Antonieta Domínguez Salazar se comportó de una manera más que extraña y cuya conducta deja lugar a muchas dudas sobre su participación en los hechos previos y posteriores a la muerte de Chema Castañeda.

Desde luego, corresponderá a las autoridades competentes investigar y llegar a una conclusión sobre si la señora María Antonieta Domínguez, hoy viuda de Castañeda, asumió una conducta criminal antes y después del deceso, toda vez que los familiares del empresario muerto tienen múltiples dudas sobre el proceder de la esposa, sobre todo porque desde que don Chema recibió un pago de 17 millones de dólares por la venta de un predio en San Ignacio de la Cruz –donde se levantará el megaproyecto turístico Nahui en playa Destiladeras rumbo a la Cruz de Huanacaxtle, Nayarit—la señora prácticamente escondió al señor Castañeda en su casa del coto San Joaquín (cerca del hotel Drems, antes Camino Real en Puerto Vallarta) y no dejó que nadie, ni sus amigos, ni sus parientes, ni sus médicos y abogados de cabecera lo vieran o lo visitaran.

PRESO EN SU PROPIA CASA

Fueron más de cinco años en que José María Castañeda estuvo prácticamente preso en su propia casa –de fines del 2003 a principios del 2009—y en que la señora Domínguez Salazar lo escondió, a sabiendas de padecía alcoholismo crónico y otras supuestas enfermedades.

De acuerdo con la denuncia de hechos, la señora María Antonieta Domínguez comenzó a comportarse de una manera por demás extraña desde que Chema Castañeda recibió el pago de los 17 millones de dólares en el año 2003, aunque antes ya había vendido un terreno por tres millones de dólares al grupo Aura Arena Blanca.

En el 2003, don Chema y la hoy viuda vivían en unión libre, por lo que llama la atención que el señor Castañeda haya aceptado contraer matrimonio con María Antonieta en el año 2006, solo tres años después de haber recibido esta cuantiosa suma de dinero.

Todavía más raro, que las nupcias se hayan celebrado en el poblado de El Tuito, --el 11 de junio del 2006-- la cabecera municipal de Cabo Corrientes Jalisco, y no en Puerto Vallarta, donde la pareja tenía su domicilio oficial, lo que ha despertado sospechas entre los familiares de don Chema, los cuales, por supuesto, no fueron invitados a la ceremonia civil, todo se hizo a escondidas, en secreto y a espaldas de la familia de Castañeda.

Todavía más sospechoso resulta el hecho de que el matrimonio fue firmado bajo el régimen de “sociedad legal”, cuando Chema Castañeda, sus últimos tres matrimonios los celebró bajo el régimen de “separación de bienes”, es decir, nunca se casaba bajo la figura de “sociedad legal”.

LA HEREDERA UNIVERSAL

Dicen que Chema Castañeda –tenía 78 años al momento de morir—ya no gozaba de plena salud mental, que su alcoholismo consuetudinario y otras enfermedades le impedían conducirse como una persona normal, por eso a sus familiares también se les hace harto sospechoso que la señora María Antonieta lograra que don Chema la nombrara su heredera universal según el expediente 415/2009.

Y así fue, pues según consta en la fe firmada por el notario número dos de Puerto Vallarta, Rodolfo Gómez de la Paz, Chema Castañeda habría nombrado heredera universal de todos sus bienes a María Antonieta Domínguez el 20 de agosto del año 2004, revocando cualquier disposición testamentaria anterior, en especial una otorgada en el 2001 en la notaría pública número 52 de Guadalajara.

José María Castañeda no tenía hijos, pero sí un hermano y varios sobrinos, mientras que la hoy viuda es madre de dos muchachos, ya mayores de edad, un hombre y una mujer, quienes podrían resultar los beneficiados con los bienes del empresario. Por ello, un sobrino de don Chema –al ver que no estaba en sus cabales al momento de nombrar heredera universal a la hoy viuda—a nombre de algunos familiares presentó demanda de nulidad del testamento, misma que se tramita en el Juzgado Segundo bajo el expediente 415/2009.

Sin embargo, lo más grave de todo es la presunta conducta desplegada por la hoy viuda el día de la muerte de José María Castañeda –hechos asentados en la Averiguación Previa 2776/2011 recibida en el MP el dos de junio pasado--, quien no solo no habría tenido el cuidado de llevar a don Chema al hospital más cercano el 26 de febrero del 2009 cuando se sintió mal de salud por un supuesto problema respiratorio, sino que también firmó el certificado médico de su muerte y ordenó que se incinerara el cuerpo inmediatamente, quizá con la intención de que no se supieran las causas reales de su fallecimiento mediante una autopsia de ley.

LAS IRREGULARIDADES

El sobrino de Chema Castañeda, de nombre Héctor Enrique Medina –quien representa a familiares cercanos a Chema--, es quien interpuso la denuncia de hechos por situaciones anómalas y graves que se sucedieron en torno a la muerte de su tío, ya que se puso a investigar y encontró muchas y muy graves irregularidades, que se pueden advertir claramente en el certificado médico de defunción, en el certificado de cremación y en el acta de defunción.

Y es que resulta que en el Certificado Médico de Defunción, que fue expedido por la Secretaría de Salud, se indica que la causa de muerte fue un infarto agudo del miocardio, con antecedentes de cardiopatía y diabetes mellitus y que entre el inicio de la enfermedad y la muerte, existió un intervalo aproximado de una hora.

Asimismo, en el Certificado de Cremación expedido por la Funeraria Celis, se puede leer que para llevar a cabo dicha cremación, necesitaron copia del Certificado Médico de Defunción, firmado éste (sic) por la doctora María Antonieta Domínguez Salazar, con domicilio en Francisco Medina Ascencio 2760, que es el domicilio del hospital San Javier, donde no trabaja ninguna doctora con este nombre.

Y aquí resalta precisamente el nombre de “la doctora” María Antonieta Domínguez Salazar, quien a la postre es la mismísima esposa de Chema Castañeda y la misma que como familiar autorizó a la Funeraria incinerar el cadáver de su esposo. Que se sepa, la señora no es doctora.

COMPARSAS

Todavía peor lo es el hecho de que el Acta de Defunción expedida por la Oficialía del Registro Civil señala que el tipo de defunción del señor Castañeda fue “Muerte Natural” y que así lo declaró la misma esposa María Antonieta Domínguez, teniendo como testigos a las señoras Rosa María Luisa Domínguez Salazar y Adela Domínguez Salazar, quienes manifestaron no tener ningún parentesco con el finado.

Pero ¡oh sorpresa!, resulta que estas señoras sí tienen parentesco con el muerto, pues son hermanas de la hoy viuda y viajaron desde el Distrito Federal para firmar como testigos de una muerte cuando al parecer ésta –el deceso del señor Castañeda—todavía no ocurría; o sea, eran las cuñadas del señor Castañeda.

Por ello, el sobrino del don Chema alega que estos documentos fueron dolosamente manipulados, ya que contienen información falsa “la cual fue proporcionada dolosa y falsamente por las declarantes con el objeto de esconder las verdaderas causas de la muerte de mi tío y de esta manera obtener la dispensa de la necropsia de ley, ya que de haberse realizado la misma se hubieran detectado las verdaderas causas de la muerte”.

De hecho, el Certificado Médico de Defunción no contiene los datos verídicos del estado clínico del seño Castañeda, no se indica qué fue lo que le ocasionó el supuesto infarto, ni informan el por qué el médico sabía o le constaba que Castañeda tenía esos antecedentes médicos.

EL FATAL DESENLACE

El día de su muerte, el 26 de febrero del 2009 como a las 19:00 horas, don Chema tenía dificultad para respirar, se sintió mal y la esposa pidió el servicio de ambulancia, pero curiosamente no lo llevaron al hospital más cercano a su casa, que es el Medasist o el CMQ de la colonia Emiliano Zapata, sino que lo trasladaron al hospital San Javier, a donde llegó a las 20:25 horas, es decir, casi una hora y media después de que se sintió mal.

Al llegar al hospital San Javier ya iba inconsciente y en estado de coma, --cuando se supone que en la ambulancia iban paramédicos-- ahí lo atendieron y determinaron que el paciente tenía antecedentes de DM, HTA, cirrosis hepática, párkinson, Wox y cirugía de corazón abierto, por lo que tras las maniobras de RCP decidieron interrumpir y dictaminaron hora de defunción a las 20:55.

Resulta harto sospechoso que a don Chema –antes del San Javier—lo llevaron a otro hospital, sin precisar la hoy viuda a dónde lo llevó, por lo que se presume que sólo hizo tiempo para que el paciente se agravara, a menos de que pruebe lo contrario ante el MP.

Al sobrino de don Chema le surgen más dudas por la conducta de la hoy viuda y pide al MP investigar a fondo, ya que entre otras cosas, se pregunta por qué no estaba siendo tratado médicamente o de manera hospitalaria el paciente si supuestamente estaba en mal estado de salud; por qué no estaba bajo supervisión médica por sus antecedentes médicos; por que no tenía visitas periódicas o continúas en su domicilio, quién o quiénes lo trataban; cuándo fue la última consulta médica que tuvo, etc.

Sobre las hermanas de la viuda, el sobrino de Chema dice que es imposible que ellas estuvieran en el momento de su fallecimiento, ya que radican en el D.F. y a la hora del deceso se encontraban en la Capital del país y para trasladarse a Puerto Vallarta se requiere de más de una hora de vuelo y tres de preparación para el viaje.

Toda una situación anómala, comenta en la denuncia Héctor Medina, “pues resulta sospechoso que no se haya señalado como testigo de la defunción al señor José Rogeiro Castañeda Gutiérrez, hermano del finado y quien sí estuvo presente en el hospital al momento del fallecimiento”.

La hoy viuda no consultó con ningún familiar la decisión de incinerar a Chema Castañeda, como que tenía prisa para que se hiciera la cremación, y siendo la heredera universal de los bienes, el sobrino pide que se despejen dudas de que la muerte del señor Castañeda no fue por supuestas causas naturales.

PIDEN INVESTIGACION A FONDO

Por ello, piden al MP que investigue a la señora sobre la administración y disposición de los dineros que el señor Castañeda recibió por la venta de los terrenos ya citados, y de cuyas investigaciones podría detectarse la comisión de ilícitos.

Le piden también al MP que indague más a esta señora, “porque tengo la fundada sospecha de que la escritura pública mediante la cual supuestamente se otorgó testamento fue dolosamente maquinada y orquestada por María Antonieta Domínguez Salazar, pues es un hecho conocido por muchas personas que mi extinto tío tenía nombrados como sus herederos a otras personas muy distintas a la señora María Antonieta”.

Lo peor de todo esto, es que la viuda, muy lista, alega que José María Castañeda no le dejó nada, es decir, pretenden hacer creer que los 20 millones de dólares que don Chema obtuvo por la venta de los terrenos, no existen, cuando es muy fácil que el Ministerio Público cite a los desarrolladores inmobiliarios de Aura Arena Blanca y del proyecto Nahui (Héctor Cárdenas Curiel) para que testifiquen y declaren la verdad sobre las transacciones comerciales que hicieron con Castañeda.

Además, era del dominio público que Chema Castañeda era propietario de más de mil hectáreas de terrenos en Los Otates, en Cabo Corrientes.

Y es que María Antonieta Domínguez, en una operación de inventario y avalúo de la sucesión testamentaria de los bienes de Castañeda –expediente 415/2009 del Juzgado Tercero de lo Civil--, asegura que no existe dinero en efectivo, ni alhajas, ni efectos de comercio o industria, ni se movientes, ni frutos, ni bienes muebles. Que tampoco existen créditos ni documentos, escrituras o papeles de importancia; sólo el uso y aprovechamiento de una concesión de zona federal de dos mil 054.26 metros cuadrados en la playa de Mismaloya “a la que no se le puede asignar un valor por ser un bien nacional”.

Total que de esta presunta conducta criminal, las autoridades judiciales están obligadas a llegar al fondo del asunto para determinar si la señora Domínguez Salazar es una viuda negra o una pobre mujer víctima de las circunstancias.

INFORMACION CLASIFICADA

LO QUE NOS FALTABA… EN LA SUBDIRECCION DE SERVICIOS PUBLICOS MUNICIPALES el alcalde Salvador González Reséndiz le dio oportunidad a una persona para que ocupara el lugar que dejó Eliseo Aréchiga, un tal Ramón Fregoso, que con el paso de los días se ha convertido en un auténtico cuervo que amenaza con sacarle los ojos al mismísimo presidente municipal, ya que se la pasa diciendo que él es el “verdadero director” y que le vale madre lo que diga Chava, que él tiene palancas más arriba y que pronto podría ser hasta candidato a la alcaldía.
Ya no lo aguantan.

Lo dicho: cría cuervos y te sacarán los ojos.








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