lunes, 2 de mayo de 2011

PROYECTO MALECON VALLARTA, LAS PRIMERAS IRREGULARIDADES


Por Jorge Olmos Contreras

Los cuestionamientos del regidor panista, Héctor Gallegos en torno al proyecto de movilidad para cerrar la calle Paseo Díaz Ordaz y hacerla peatonal –en la pasada reunión de Cabildo—provocaron la ira del presidente municipal, Salvador González Reséndiz, quien lejos de responder con información precisa sobre el origen de las empresas que ganaron la licitación para las obras y estudios, hizo mutis, se dio la media vuelta y una vez encerrado en su cubil hizo varias llamadas para ordenar que “destrozaran” al edil blanquiazul.

Desde luego, Salvador González recurrió a la prensa oficialista y comprada para desquitar su coraje y al no tener los suficientes pantalones para enfrentar a Héctor Gallegos, le pidió al columnista de El Sol Siempre Libres, Rodrigo Aguilera Morales que sometiera a una severa crítica al regidor de oposición.
“Ponle una chinga”, le habría dicho desde el auricular González Reséndiz a su periodista de cabecera. El malestar de Chavita comenzó desde el 14 de abril, porque en la sesión del pleno del Ayuntamiento, Héctor Gallegos se atrevió a defender causas populares y a pintar su raya con respecto al gobierno federal y del Estado, que tienen metidas sus manos en el proyecto de hacer peatonal la zona del Paseo Díaz Ordaz.

En esa sesión, Héctor Gallegos dijo que ni Fonatur ni el gobernador Emilio González Márquez tenían nada qué hacer en Puerto Vallarta con respecto a cerrar el malecón; esto, como respuesta a una conjetura del alcalde, en el sentido que después de todo eso, lo de hacer peatonal esa área de la ciudad, era cosa del gobierno federal y del ejecutivo estatal.

CLOACA ENTREABIERTA

Desde entonces, Chavita no puede ver ni en pintura a Héctor Gallegos, un regidor que pese a su humildad y poco estudio, sí se ha comportado a la altura de las circunstancias y ha sabido desempeñar su papel de edil de oposición, toda vez que es de los pocos que se atreve a fiscalizar los movimientos del presidente municipal y de muchos de sus funcionarios corruptos.

En el caso de las compañías constructoras que fueron seleccionadas para hacer la obra del cierre del Paseo Díaz Ordaz, Héctor Gallegos está pidiendo información y transparencia, tal y como lo exigimos en este espacio, ya que siempre habrá la sospecha fundada de que alguien está haciendo negocios con la obra pública.

Bien por Héctor Gallegos al difundir información que para muchos ciudadanos está oculta y que el Ayuntamiento no difunde, como lo son los nombres de dichas empresas constructoras. A saber, se trata de Consultores en Sistemas Integrales de Vialidad S.A. de C.V. CONSIVI, Constructora Inmobiliaria Dazhá y Urbanizaciones del Valle de Tulancingo S.A. de C.V., que fueron las encargadas de realizar los trabajos denominados “Estudio y Proyecto de Movilidad Urbana en Polígono de la Zona Norponiente de Puerto Vallarta, Jalisco”, “Consulta Ciudadana de Movilidad Urbana del Centro Histórico” y “Peatonalización del Centro Histórico”.

Héctor Gallegos puso especial énfasis en los nombres de las personas físicas y morales que integran las sociedades anónimas, además de la “coincidencia” de que estas empresas presentaron un mismo formato –algo así como un machote—al presentar sus propuestas al gobierno municipal, pero con domicilios en entidades federativas diferentes.

BAJO SOSPECHA

Lo más grave es que los números telefónicos de contacto que dejaron estas empresas ni siquiera corresponden a una oficina y en el peor de los casos ni siquiera existe, como sucedió con la Constructora Dazhá que proporcionó el siguiente número, 01771796908 donde contestó una voz femenina que dijo esa empresa no existe, aunque dio otro número, el 017196908, donde tampoco se obtuvo respuesta.

Mientras tanto, la firma Urbanización del Valle de Tulancingo S.A. de C.V. no dejó ningún dato de contacto ni números o domicilio para verificar su ubicación y constitución.

No sólo eso, sino que además salió a relucir el nombre del notario número cinco de la ciudad, Carlos Castro Segundo –padre del actual síndico del Ayuntamiento, Fernando Castro Rubio—como fedatario del programa “Consulta Ciudadana de Movilidad Urbana del Centro Histórico”.

Con estos datos, Héctor Gallegos exigió como edil que se realice una profunda investigación para verificar la existencia correcta de las empresas en comento, que se analice si no se violaron algunas leyes y reglamentos como la Ley de Obra Pública, el reglamento de adjudicación, asignación y contratación de obra pública; la ley de asentamientos humanos, el Plan de Desarrollo Urbano y el Código Civil del Estado de Jalisco.

MÁS DUDAS Y PREGUNTAS

Ante esto, lo único que atinó a decir el alcalde fue que había imprecisiones en las acusaciones, pero se comprometió a investigar los proyectos y empresas, tal como lo pidió Héctor Gallegos de Santiago.

Más que promesas, el alcalde está obligado a ser transparente con los ciudadanos e informarnos cómo y cuándo se decidió contratar a estas empresas para que hicieran los estudios de movilidad y su futura obra; cuándo se constituyeron, por qué se eligió a estas firmas; cuántas participaron en la adjudicación; fue en un concurso de licitación o fue asignación directa; por qué no se invitó a empresas locales, colegios de arquitectos e ingenieros o en su caso a las universidades públicas y privadas para que hicieran los estudios.

Hay muchas preguntas en el aire, y la actitud del primer edil de mandar a golpear mediáticamente a regidores de oposición como Héctor Gallegos, lejos de suavizar las cosas para convencer al pueblo de Vallarta de las bondades del proyecto del cierre del Paseo Díaz Ordaz, las enturbia más, sobre todo porque hay misterio y sigilo con respecto a las empresas que el mismo Chavita palomeó para que fueran contratadas por el gobierno municipal.

En asuntos de Obra Pública existe mucha corrupción no sólo en Puerto Vallarta, sino en diferentes gobiernos municipal, estatal o federal.

EJEMPLO A SEGUIR

Veamos un caso que sucedió en San Luis Potosí y que fue documentado en un artículo de la revista Proceso 1799 por Ernesto Villanueva, y donde se hicieron licitaciones por más de 11 millones de pesos con altos sobreprecios en perjuicio de las finanzas del gobierno del Estado.

En esa entidad, el 13 de agosto del 2010 nació el Consejo Ciudadano de Transparencia y Vigilancia para las Adquisiciones y Contratación de Obra Pública, por un decreto del gobernador y con una integración formalmente plural, y aunque este tipo de instituciones a veces sirven como entes de legitimación social de un gobierno, hay sus excepciones.

Y la de San Luis Potosí es una de esas excepciones, ya que en diciembre del 2010 registró tres denuncias en las que se notificaban irregularidades graves en cinco licitaciones públicas nacionales de proyectos de construcción.

El 23 de marzo del 2011 el Consejo Ciudadano concluyó su investigación al encontrar irregularidades en la asignación de los ganadores de todas las licitaciones revisadas. Al estudiar los criterios de asignación y valoración de puntos con base en el cumplimiento de las convocatorias de dichas licitaciones, localizó gravísimos sobreprecios de las empresas ganadoras en comparación con los de aquellas que debieron haber ganado bajo la lógica de las mejores condiciones técnicas y económicas para el estado.

Ernesto Villanueva dice que el sobreprecio de una obra pública es el resultado, salvo prueba en contrario, del costo de la corrupción en perjuicio del erario para beneficio de servidores públicos y particulares.

Por si esto fuera poco, el Consejo Ciudadano, al hacer una revisión de antecedentes de las empresas ganadoras descubrió, por ejemplo, que una de las sociedades beneficiadas no tenía antecedentes de haber realizado proyectos similares, no estaba registrada en la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción y su domicilio resultó ser una modesta casa semi abandonada.

Esta investigación –refiere Villanueva—pone de relieve que el “diezmo” es sólo un mito. La corrupción con datos duros es muchísimo mayor al 10% promedio.

En el caso de Puerto Vallarta, sólo por que un edil, Héctor Gallegos, exige se investiguen a las empresas contratadas para el proyecto de movilidad, casusa hilaridad en el presidente municipal, quien recurre a métodos sucios para golpear a sus compañeros de Cabildo.

Aquí también hace falta un Consejo Ciudadano que investigue a fondo a las empresas contratadas por Chavita.

Que esto no se deje en el tintero.

INFORMACION CLASIFICADA

SE CALIENTAN AL PRIMER ROZON... La autodenominada agrupación “Ciudadanos Unidos contra el Cierre del Malecón” que dirige un tal Julio C. Madrid –con antecedentes nada buenos en otro grupo que defendía causas contra el SIDA—se calentó al primer rozón y en la red social de Facebook acusaron a este columnista de “atacarlos” sólo porque difundimos que eran oportunistas al convocar a una “reunión” para discutir el tema en la oficina de enlace de los diputados panistas Ramón Guerrero y Juan José Cuevas.

Ahora resulta que cualquiera que no esté de acuerdo con las formas de su movimiento es un agresor… ¿así o más intolerantes?

GRILLA PATA SALADA… La que se registró la tarde del jueves en la casa del motivador Ramón Chávez a quien un grupo de iluminados priistas lo quieren convencer para que se lance como aspirante a la presidencia municipal de Puerto Vallarta y que sea algo así como el plan B de Chavita y Rafael Yerena Zambrano en caso de que no crezca el proyecto denominado Adrián Méndez González, quien por cierto cumplió años el pasado viernes.

LO QUE NOS FALTABA… Mal, muy mal se ven los comunicadores agrupados en el autodenominado “Colectivo de Periodistas de Puerto Vallarta” al rebajarse –al nivel del drenaje diría el ex alcalde Rodolfo González Macías—al pedir una “cooperación” al Ayuntamiento para “celebrar” el día Mundial de la Libertad de Expresión este próximo miércoles tres de mayo.

Tan miserables se vieron, que el pleno del Ayuntamiento no les aprobó ningún peso que saliera del erario público, pero en cambio los regidores “acordaron” poner cuatro mil 500 pesos cada uno para darlos a la Asociación y puedan tener un festejo digno, con regalos y toda la cosa.

Esto no es otra cosa que el chayote institucionalizado, pues si la nueva Asociación de Periodistas no es capaz de organizar un festejo sin limosna gubernamental, no será capaz de hacer nada que no huela a corrupción en el futuro.

Otra cosa hubiera sido traer a un conferencista de nivel para hablar de los retos y amenazas que enfrentan los periodistas hoy en día, pero se fueron por lo simple y rabón de pedir dinero a los regidores y a muchos otros actores políticos de Vallarta.
Ver para creer.

1 comentario:

  1. Señor Olmos, es siempre un honor que nos dedique un espacio en sus calumnias, perdón, columnas.
    Soy Julio C. Madrid e ignoro en que se basa usted para decir que tengo "... antecedentes nada buenos en otro grupo que defendía causas contra el SIDA—" Si usted se dedica a publicar información y le hace al periodista le aconsejo lo haga bien. Puerto Vallarta necesita periodistas de investigación, ya tenemos suficientes oficialistas y periodistas que se dedican a repetir la noticia de ayer.

    Use el talento que usted tiene y haga un buen periodismo proactivo y no reactivo, la información que usted publica debería de ser más auténtica, propia, no sea flojo y no ande nada más maquillando notas de otras personas.

    No se deje llevar por lo que le "comenten" o lea por ahí, tenga un poco de hética y haga las cosas bien. En sus manos tiene una gran responsabilidad ante las personas que le leen, no les propicie ignorancia o mentiras, ya tienen suficiente con los oficialistas y gobierno local. Sea objetivo, y si va a dar su opinión personal que así sea, más no la haga "noticia" o "nota" porque eso simplemente habla de lo mucho que le falta profesionalmente hablando.

    Una vez más muchas gracias por su apoyo y atención al grupo y el comité de ciudadanos. Le ruego en nombre de la libre expresión que no me vuelva a borrar o eliminar este comentario otra vez como lo hace en todos sus espacios en internet, sea abierto al diálogo y sobre todo profese con el ejemplo y no nos censure sin "derecho a réplica". No lo borre por favor.

    Gracias,

    Julio C. Madrid

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