LA MARCHA DE LA SIMULACION Y LA COLA DE LA CONSTRUCTORA GEMINIS

Por Jorge Olmos Contreras

El que un puñado de empresarios con mucha cola que les pisen se hayan sumado a la marcha oficial –que bien podríamos nombrarla la marcha de la simulación-- para defender las obras del malecón, nos habla del interés de un grupo de políticos para manipular a algunos ingenuos ciudadanos y de paso sepultar las fallas del presidente municipal y su equipo en este proyecto y, desde luego, esconder y echarle tierra a la corrupción que se dio en el proceso de adjudicación de la obra y el pago millonario por los “estudios de movilidad”.

Que no se confundan ni quieran confundir y dividir al pueblo inteligente de Puerto Vallarta con marchas oficialistas, respaldas por empresarios voraces y rapaces como Fernando González Corona y su esposa Eva Contreras –que fueron los beneficiados con la destrucción de los parques Benito Juárez e Hidalgo en el pasado reciente, pues su socia y OPC en antaño, Luz María Torres obtuvo la concesión de los estacionamientos que se construyeron durante la administración del priista Gustavo González Villaseñor--, pues la gente que está en contra del proyecto del malecón no está en contra de que se remodele, sino en contra de las formas en que se armó todo para favorecer a un sujeto fuereño de nombre Antonio de León Góngora y a la Constructora Géminis, cuyo dueño es Víctor Zayas.

Están inconformes porque no se socializó el proyecto y por que engañaron a la ciudadanía con una encuesta manipulada para después comenzar las obras de madrugada –como si fueran ladrones—y sin previo aviso.

No sólo eso, sino que el verdadero pueblo que participó en la marcha de protesta, recibió un trato hostil por parte del alcalde Salvador González Reséndiz, quien utilizó a la policía municipal para reprimir a las personas que lo único que querían era que los recibiera y escuchara el alcalde.

LA MEZCLA DE INTERESES

Y para enturbiar aún más el ambiente y dividir a los vallartenses, todavía se dan el lujo de organizar una marcha para apoyar las obras del malecón, lo que va a resultar contraproducente –ya lo veremos esta semana en los medios y en las redes sociales—por las personas que aparecen en primera fila defendiendo el proyecto de remodelación.

No es posible que en dicha marcha aparezcan tomados de los brazos el ex alcalde panista y magnate de los tiempos compartidos, Fernando González Corona, su esposa Eva y el líder cetemista, Rafael Yerena Zambrano, además de la presidenta de la Coparmex Vallarta, Margarita Ortiz Muñoz (pariente del alcalde) y el hotelero Enrique Carothers; y los paleros de toda la vida de los gobiernos en turno, los empresarios Enrique Trón y Eduardo Legorreta Chauvet.

Cuando uno mira a estos personajes metidos en la misma olla, no podemos dejar de recordar los acontecimientos políticos más importante del pasado reciente de Puerto Vallarta.

Por ejemplo, cómo olvidar –y esto es para que no se le olvide a los vallartenses, aunque digan que los pueblos no tienen memoria—que en 1995, Fernando González Corona, siendo alcalde de Vallarta, armó toda una estrategia mediática, política y jurídica (ésta última sin sustento legal) para meter a la cárcel a Rafael Yerena Zambrano, a quien acusó de malversación de fondos públicos en su paso por la alcaldía. Hay que recordar que Yerena fue alcalde interino en los últimos meses de la administración 1992-1994.

FALTOS DE MEMORIA

Cómo dejar en el olvido que la madre de Rafael Yerena enfermó repentinamente por el dolor que le causó ver a su hijo en prisión y que meses después murió. Yerena sentía un odio profundo contra Fernando González por este hecho, pero parece que ya lo superó, pues ahora los vemos tomados de la mano, como si nada hubiera pasado.

Pero no sólo eso, cómo olvidar también que Rafael Yerena mantiene una demanda –en la que reclama la reparación del daño por cerca de 11 millones de pesos—contra Fernando González Corona por haberlo expuesto al escarnio público cuando lo metió a la cárcel.

Y otra vez, hay que recordar que Rafael Yerena fue absuelto por la justicia de todas las demandas y denuncias que Fernando González Corona, el ex síndico Pedro Ruiz Higuera y ex regidores panistas como Ismael Macías Garibay interpusieron en su contra, de ahí se derivó la demanda millonaria por reparación de daño moral, la que por cierto, duerme el sueño de los justos en los juzgados civiles.

Y si le buscamos más, los ingredientes de la marcha son un auténtico coctel explosivo por la enorme cola que traen sus principales promotores, entre otros el mismo Fernando González Corona, quien como ya dijimos, operó para que le dieran a su socia la concesión de los estacionamientos Benito Juárez e Hidalgo.

RAPACIDAD EMPRESARIAL

También está el tema del hotel Garza Blanca, donde gracias a la vista gorda del ex delegado de la Semarnat, --y empleado de Fernando—Jesús Manuel Díaz Zurita, este empresario dueño del periódico Tribuna de la Bahía, cerró el acceso de la zona federal marítimo terrestre que daba a la playa Garza Blanca y cercó con malla ciclónica parte del arroyo Palo María, afectando a cientos de familias que antes iban a estos sitios a divertirse.

Por cierto, Tania González –hija de Fernando y actual gerente del hotel Garza Blanca—estuvo haciendo llamadas desde su celular para invitar a todos sus conocidos a la marcha de la simulación. Lo bueno fue que no invitó a su ex novio de apellido Macedo, pues tiene antecedentes de narcomenudista y el escándalo hubiera sido mayúsculo, aunque Tania se arriesga a que le recuerden esto y sus antecedentes en asuntos de drogas por andar metiéndose en asuntos que no le corresponden.

Del resto mejor ni hablamos, la mayoría fueron en condición de paleros, aunque también tienen cola que les pisen, como Eduardo Legorreta Chauvet y que junto con su hermano Agustín todavía aparecen en los archivos como parte de una pléyade de empresarios que fueron beneficiados con el rescate del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), el mayor atraco que ha sufrido la nación en su historia naciente.

Por eso insistimos, nadie está en contra de la remodelación del malecón, sino de todo lo que hay alrededor de este negocio y el alcalde está obligado a explicar por qué ha pagado más de cuatro millones de pesos al director de la empresa de reciente creación, Consultores en Sistemas Integrales de Vialidad (Consivi) que hizo los estudios de movilidad y que ni siquiera recomendó al Ayuntamiento que presentara proyecto de modificación de vialidades y del cierre de la calle Paseo Díaz Ordaz, pues ahora la Secretaría de Vialidad del Estado le está pidiendo al presidente que cumpla con la ley, porque está violando el Código Urbano y le está solicitando, por conducto de su titular, Diego Monraz, que detenga las obras mientras pide el permiso.

Lo mismo sucedió con la ausencia de permisos de la Semarnat para iniciar las obras, por tratarse el malecón de una zona federal concesionada a tres interesados.

LA COLA DE GEMINIS

El alcalde también está obligado a informar por qué operó para que le dieran la obra de reconstrucción del malecón a la Constructora Géminis, toda vez que esta empresa tiene muy malos antecedentes por sus pésimos trabajos, mala calidad de obra y porque presuntamente cotiza proyectos muy inflados, que cuestan una cantidad y los cobra al doble.

Para sustentar sus malos antecedentes, basta recordar que Géminis construyó en el año 2000 el puente vehicular elevado “aeropuerto”, el cual presenta notorio asentamiento diferencial, observándose a simple vista en el parapeto metálico, así como en la deformación de los elementos de concreto que sostienen la tierra armada.

En 2004, hizo la reconstrucción de la carretera a Mismaloya, donde habría cambiado el procedimiento constructivo contratado, por otro que propuso su dueño, Víctor Zayas, a base de triturar el pavimento existente adicionándole asfalto en el lugar, con un pésimo resultado, pero excelente negocio, ya que el Ayuntamiento pagó todo y el próximo año ya estaba lleno de baches el mismo tramo.

Pero eso no es todo, en 2006 construyó el puente vehicular “El Salado”, el cual presenta un asentamiento marcado en ambas losas de aproximación, de entrada y salida, producto de una mala compactación de las terracerías, según un especialista consultado.

En 2007, también hizo el puente vehicular “Rio Pitillal”, el cual presenta la misma falla que el anterior (parece ser la firma de la casa).

También en 2007 construyó el estacionamiento subterráneo del parque Hidalgo, donde a simple vista se nota la pésima calidad de los trabajos.

En 2008 construyó el edificio “Condoplaza Lázaro Cárdenas” ubicado frente al parque del mismo nombre, el cual a la fecha no lo han terminado.

Y usted querido lector, con cuál marcha se queda, con la auténtica de la semana antepasada o con la oficialista del sábado, donde el alcalde sí se dignó en bajar para recibir a sus paleros en el kiosco, y a los otros simplemente les echó la policía.

INFORMACION CLASIFICADA

NOS HIZO FALTA ABUNDAR SOBRE LA COLA DE JOSE MARTINEZ Güitrón –uno de los más favorecidos por Salinas y rescatado por el Fobaproa con miles de millones de pesos gracias a Zedillo—y en la historia oscura de Eduardo Legorreta, protagonista número uno del crack bursátil del 87 y quien piso la cárcel por estafar con la Bolsa de Valores a cientos de mexicanos. Por falta de espacio, abordaremos con más detalle este tema en otra columna.

OTRA VEZ LOS POLICIAS ESTATALES ponen en riesgo la seguridad de Puerto Vallarta, al realizar operativos de “inteligencia” --violando todo el marco legal—vestidos de civil para supuestamente combatir el narcomenudeo. El fin de semana protagonizaron un escándalo en Fluvial Vallarta y estuvieron a punto de provocar un enfrentamiento con policías municipales, porque viajaban en una suburban negra armados hasta los dientes.

Creemos que el secretario de seguridad pública de Jalisco, Luis Carlos Nájera vuelve a equivocar el camino. Si él sabe que policías locales están inmiscuidos con el narco, que los mencione por sus nombres y apellidos y solicite a la Siedo su intervención para que procedan sobre los locales, pero que no la juegue la James Bond.