domingo, 6 de octubre de 2013

LO QUE NO INFORMÓ MAGALY FREGOSO, SUS AGRAVIOS EN CONTRA DEL PERSONAL Y LOS NEGOCIOS A LA SOMBRA DEL DIF





Por Jorge Olmos Contreras

Para muchos trabajadores y empleados del DIF, Magaly Fregoso es la antítesis de lo que no debe ser una primera dama del segundo destino turístico más importante del país, una jovencita que dista mucho en ser el prototipo de mujer que se necesita para dirigir un organismo de ayuda y apoyo social como lo es el Sistema del Desarrollo Integral de la Familia, en otras palabras, es el polo opuesto de lo que requiere el DIF, el perfil perfecto de lo que no debe ser la presidenta del organismo altruista por excelencia de un gobierno municipal.

Incrustada en la presidencia del DIF por un supuesto romance con el alcalde Ramón Guerrero –algunos afirman que incluso ya se casaron--, Magaly Fregoso dio un salto cuántico, y de ser una gris alumna que participaba en la grilla estudiantil del Centro Universitario de la Costa –siempre de la mano de otros no menos grises estudiantes como Luis Ernesto Munguía y Héctor Briseño--, pasó a dirigir los destinos del Sistema Integral de la Familia, un instituto que por su propia vocación requería de una persona con vasta experiencia en la materia y que, sin embargo y por razones políticas, dio paso a una mujercita ambiciosa, de escasos valores, que no tardó en perder piso y a engolosinarse con las mieles del poder para darle rienda suelta a sus pasiones, convertidas después en frustraciones para hacer del DIF su propia cueva donde ella es la dictadorzuela perfecta y en donde no permite que nadie, salvo sus íntimos amigos, hagan equipo para tratar de sacar adelante las tareas propias del organismo

Desde su arribo a la presidencia del DIF, Magaly impuso su estilo déspota, sangrón y vengativo para arremeter contra trabajadores y empleados –sobre todo si éstos olían (según su propio olfato) a priistas o panistas que no se la jugaron con El Mochilas—y en poco tiempo se hizo odiar por la mayoría del personal, sobre todo por aquellas personas que perjudicó su desquiciada paranoia y los despidió injustificadamente.

APESTADOS

Hoy, deberíamos preguntarnos qué piensan todas esas personas que Magaly Fregoso dio de baja por motivos personales, de antipatía o simplemente porque algún empleado era más brillante que ella o una trabajadora era guapa y le restaba imagen a la señora Fregoso. 

O qué piensan las familias de estos ex empleados del DIF, acaso usted cree que algún día votarían por un proyecto político en donde esté metida Magaly Fregoso o sus cómplices e íntimos amigos como Luis Munguía, Héctor Briseño u Oscar Pérez… Pues claro que no, ellos están condenados a la ignominia política, porque ni Puerto Vallarta, ni los trabajadores agraviados por Magaly, olvidarán el daño infringido por estos jovencitos, que lejos de ser un ejemplo de políticos de la nueva generación, han sacado las uñas demasiado pronto y se han enlodado de corrupción tan rápido que van a terminar apestados al concluir la presente administración… y sino, al tiempo.

Y es precisamente el presupuesto millonario que el presidente municipal depositó en las manos de Magaly Fregoso, el factor que podría ser la perdición política de esta jovencita, que nunca en su vida pensó en tener a su alcance tanto dinero para gastarlo como mejor se le antoja, aun disfrazando ciertos programas sociales para desviar recursos públicos.

De extracción humilde y con una tía y unas hermanas con mucha hambre, Magaly Fregoso ha sabido sacarle provecho a ese presupuesto millonario y a su puesto público para dejar entrar a toda su parentela, quienes son los que hacen y deshacen en el Sistema y quienes también se benefician con el manejo discrecional del dinero que entra a las arcas del DIF.

CON LAS UÑAS POR DELANTE

La familia de Magaly anda tan ensoberbecida porque la hija es presidenta del DIF, que las hermanas sacan las uñas a la menor mención, como el caso de Irma Fregoso, quien envalentonada, ha soltado la versión entre los empleados del DIF, en el sentido de que va a denunciar por difamación a este columnista y a 12 ex trabajadores del Sistema que, según Irma y Magaly, son la fuente informativa de Jorge Olmos y, por lo tanto para ellas, también son calumniadores.

En las redes sociales, Irma Fregoso fue objeto de burlas y denostaciones por adelantar su denuncia por difamación y por querer aparecer como una hermana de la caridad, que no se aprovecha del puesto ni de los recursos del DIF, que la metían en chismes de lavadero y que nunca se hacía investigación sobre las denuncias que se les hacen.

Sin embargo, los hechos demuestran lo contrario y las evidencias son tan claras que en la revista bimestral septiembre-octubre que Magaly mandó maquilar con dinero del mismo DIF para satisfacer su vanidad y egolatría, aparece en la portada Irma Fregoso con una bebé que es su sobrina, con lo que se demuestra que la familia sí se beneficia con los recursos públicos y hasta utilizan dicha publicación para tomarse la foto y hacer creer lo que no son, mujeres preocupadas por el bienestar de los demás. 

En las propias redes sociales, la familia de Magaly subió fotografías de sus viajes vacacionales a Mérida y a Cancún, en donde aparecen los padres de la presidenta del DIF, algunas de sus hermanas y la propia Maggy, que como ven, toma días de asueto cada que quiere, sin importar dejar el trabajo tirado.

LO QUE NO DIJO MAGALY

Por eso, ayer que fue su primer “informe” al frente del DIF, se le olvidó decir todo el daño que le ha hecho a los trabajadores del Sistema, todos los movimientos que hizo para darle trabajo a todos sus amigos y conocidos y, sobre todo, cómo ha gastado tantos millones de pesos en programas asistenciales que muchas veces dejan mucho que desear.

No hay que olvidar el trato que se les da a los niños y jóvenes en el Albergue Infantil, el mal trato que sufren ancianos en el Asilo, donde ya fue denunciada la periodista Silvia Rodríguez por vejar a un señor de la tercera edad, y el manejo electoral que se le da al programa de becas.

El informe fue un recuento escueto de logros que sólo se difunden en fotografías, pero cuyos resultados son tan magros y las cifras tan mentirosas, que cualquiera puede descubrir la verdad, en el sentido de que la mujercita del Mochilas sólo está utilizando el sistema como trampolín (esperemos que abajo no haya un chiquero) y usando el dinero para su beneficio personal.

Por ello, debería ser todo un reto para la prensa local investigar los rumores de cómo ha crecido el patrimonio de la familia de Magaly Fregoso y de la propia Magaly.

EL DESINFORME

O de cómo una empleada de todas las confianzas de Magaly y de Ramón Guerrero, fue utilizada para hacer depósitos en efectivo para pagar sobre precios de útiles escolares y mochilas a un proveedor del Estado de México, para ser precisos, de Nezahualcóyotl.

En un año, Magaly ha reunido tantos elementos como pruebas en su contra de casos de corrupción que no tardan en salir a la luz pública, como el acta que mantienen en secreto y que señala cómo se benefició económicamente, junto con Oscar Pérez –secretario particular del alcalde—con el Banco de Alimentos, donde existe la presunción de que grandes donaciones en dinero líquido fueron a parar a los bolsillos de estos dos jovencitos, promesas fallidas del Movimiento Ciudadano.

Por cierto, el mal ejemplo de la conducta déspota y arbitraria de Magaly ha llegado hasta sus escoltas, dos mujeres importadas del clan de Robertito (Roberto Rodríguez Preciado, el primer director de seguridad pública que tuvo El Mochilas) que ya protagonizaron un incidente en días pasados, al aventarle la camioneta a una oficial de tránsito que estaba encargada de vigilar el acceso de vehículos al estacionamiento de la presidencia municipal, sólo porque no la dejó pasar al no contar con tarjetón oficial para ingresar al lugar.

Sabemos que la escolta fue castigada nueve días, pero quedó el antecedente de su prepotencia y de cómo se las gasta su propia jefa.

Entonces, el informe del sábado sólo sirvió para dos cosas: para ocultar la verdad de lo que realmente pasa en el DIF; y para seguir rindiéndole culto y pleitesía a la imagen de Magaly Fregoso en los medios de comunicación cooptados por El Mochilas, claro, todo a cuenta de los impuestos de todos los vallartenses.


 

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