jueves, 10 de noviembre de 2016

SE CONFABULAN EL SECRETARIO GENERAL, EL SÍNDICO Y EL REGIDOR GILBERTO LORENZO PARA HUMILLAR Y CORRER AL JEFE DEL ARCHIVO MUNICIPAL EN PV


Por Jorge Olmos Contreras

La siguiente es una historia de abusos, humillaciones y colusión de funcionarios públicos para crear un escenario ficticio, cuyo principal objetivo fue correr al coordinador del Archivo Municipal, Rafael Rodríguez Zúñiga, mediante procesos administrativos amañados, donde los principales autores del levantamiento de actas contra su jefe, fueron sus propios subordinados, tres empleados –holgazanes ellos— protegidos por el regidor Gilberto Lorenzo García.

Todo comenzó cuando Rafael Rodríguez Zúñiga –reinstalado como coordinador del Archivo Municipal en agosto del 2015 por orden de un Juzgado—les exigió a los trabajadores de esta dependencia, que tiene su domicilio en la calle La Merced 197 del Barrio Santa María, que cumplieran a cabalidad con sus responsabilidades, que no se ausentaran de su lugar de trabajo, que no se la pasaran todo el tiempo con el celular y que las redes sociales las dejaran para sus ratos libres.

Como el ambiente de trabajo estaba sumamente relajado y los tres empleados no hacían caso a su jefe en que trabajaran con honestidad y responsabilidad, sino que hacían lo que querían y hasta se daban el lujo de abandonar la fuente de trabajo por horas, al coordinador no le quedó de otra más que enviar un oficio (el número 034/2016) a la Oficialía Mayor Administrativa, donde se le informa al titular, Santiago Centeno, que una de estas empleadas, Norma Alicia Mora Ibarra, hace uso constante del celular, del Facebook; que no se disciplina ni se subordina; que sale continuamente del área de trabajo y se tarda hasta tres horas; que recibe muchas visitas de su familia durante la jornada de trabajo; que no sabe usar la computadora y que a cada rato dice sentirse mal con el pretexto de retirarse a su casa y abandonar el trabajo.

EL MENSAJERO

Otros de los trabajadores flojos e irresponsables que señaló Rafael Rodríguez Zúñiga, son el mensajero del Archivo Municipal, Luis Jesús Ramírez González y Amelia del Rocío Jasso Palacios, con puesto de intendente ésta última.

Pues bien, el simple hecho de que el Coordinador del Archivo exigiera que se pusieran a trabajar a estas personas y enviara oficios a la Oficialía Mayor para que estuvieran enterados de esta situación, fue suficiente para desatar la ira de estos malos empleados, que, protegidos y aconsejados por el Secretario General del Ayuntamiento, Víctor Manuel Bernal Vargas y por el regidor, Gilberto Lorenzo, se insubordinaron y les permitieron que levantaran actas administrativas contra su propio jefe, en donde hicieron señalamientos, muchos de ellos falsos y acusaciones temerarias que no sustentaron debidamente al momento de los alegatos.

Fue el Secretario General, Víctor Bernal, quien facultó –mediante sendos oficios—a estos tres burócratas municipales, para que tuvieran la “personalidad jurídica” para proceder contra su superior jerárquico y que, mediante mentiras, corrieran del Archivo Municipal a Rafael Rodríguez Zúñiga, a quien además no querían por ser un “reinstalado”.

De acuerdo con documentos oficiales –cuyas copias obran en poder del columnista—, el mensajero Luis Ramírez acusó a Rafael Rodríguez de “hacer uso indebido de información reservada”, sólo porque una vez vio que llegó una persona con “Don Rafa” que traía una mochila, “de, donde sacó una laptop” y, según su testimonio “pude ver que estaban escaneando unos recibos de nómina que estaban en la oficina”. También dijo que “esa persona ha acudido a la oficina a entrevistarse con Don Rafa en bastantes ocasiones, por lo que se hace constar para los efectos legales a que haya lugar”.

CONFABULADOS

Por si esto no fuera suficiente, Luis Ramírez puso como testigos de asistencia y de cargo a sus dos compañeras (las otras dos perezosas) Norma Alicia Mora y Amelia del Rocío Jasso.

En el periodo de alegatos, Luis Ramírez no aportó pruebas de sus dichos, de hecho, la mentira de que estaban escaneando documentos cayó por su propio peso, pues es claro que con una laptop no se pueden escanear recibos.

En otra acta administrativa, Luis Ramírez acusó a Rafael Rodríguez de que un día lo sorprendió dormido en su oficina, “que roncaba muy fuerte” y que decidió sacarle unas fotografías “para los efectos legales a que haya lugar”.

Un acta administrativa más levantada por Luis Ramírez, cae en lo grotesco y en chismes, pues se queja de mal trato laboral de parte de su jefe. Que lo pone a trabajar, “que si no haces las cosas bien comienza a gritar y a agredir”. Que “siempre me dice que soy un flojo, inepto”; “que no se hacer nada”; “que los Mochilistas somos muy huevones, mal acostumbrados, y que todo el Ayuntamiento me tiene tachado como que soy una fichita”.

FALSO HOSTIGAMIENTO

En el colmo de las mentiras, otra de las empleadas que se unieron para afectar a Rafael Rodríguez, Norma Alicia Mora Ibarra levantó otra acta administrativa contra su jefe por “Hostigamiento y Malos Tratos”, donde asegura (sin probarlo) que en una ocasión el coordinador hizo un comentario “bastante grosero y refiriéndose a mi persona” con la frase “Anoche estaba viendo un peliculón… pero que peliculón”.

“Yo no comenté nada y me dirigí a mi escritorio” –agregó Norma Alicia--; pero “cabe señalar que el mismo ha sido constante en cuanto a la aproximación que tiene con mi persona y asimismo ha buscado contacto físico en diferentes ocasiones, en especial cuando le entrego los recibos de nómina, y éste busca tocar mis manos”.

Por supuesto que esto fue totalmente negado por Rafael Rodríguez Zúñiga, una persona que es profesionista y que está casado.

Pero como se trataba de aplastar con mentiras al coordinador del Archivo, el testigo de Norma, que para no variar es el mismo empleado Luis Ramírez, aseguró que “le constaban esos hechos” porque “vi a Norma llorando, al igual que en otras ocasiones en las que es notorio (sic) que después de que el señor Rafael tiene contacto con Norma, ella se pone triste”.

El rosario de mentiras continúa con otra acta firmada por la propia Norma Alicia Mora, donde señala que su jefe no las deja ir a desayunar. Otro hecho desvirtuado por Rodríguez Zúñiga.

LA LAVA CARROS

En tanto, la intendenta Amelia del Rocío Jasso Palacios acusó a Rafael Rodríguez de ponerla a lavar su carro en horas de trabajo, aunque en la audiencia que citó el Órgano de Control Disciplinario de Responsabilidad en Materia Laboral –que preside el síndico Jorge Quintero--, se desdijo y afirmó que nadie le pidió que lavara dicho vehículo, que ella lo hizo por voluntad propia.

Así las cosas, en el periodo de alegatos y ratificación de actas, denominado “Audiencia de Ratificación y Defensa del Servidor Público”, estos empleados irresponsables no pudieron sostener sus dichos, cayeron en contradicciones y no pudieron contestar adecuadamente las preguntas que les formuló Rafael Rodríguez.

Sin embargo, el síndico Jorge Quintero tomó como verídicos los señalamientos de los subordinados de Rodríguez Zúñiga, y envió el asunto como tal al área de Recursos Humanos, y al presidente municipal, Arturo Dávalos, para proceder en su contra, según expediente 37/2016-A.

En este contexto, y tras estudiar el expediente, los asesores jurídicos del alcalde le entregaron un legajo para resolver el caso y el tres de octubre pasado, el presidente municipal, Arturo Dávalos determinó que por no tratarse de hechos graves y por ser la primera vez en que “incurre en estos hechos”, “se le sanciona con ocho días de suspensión sin goce de sueldo a Rafael Rodríguez Zúñiga”.

CULPABLE Y HUMILLADO

De acuerdo con el expediente, lo encontraron responsable de malos tratos y de dormirse en horas de trabajo, pero desecharon la versión de que ponía a lavar carros o de hostigamiento contra sus subordinadas.

Tomaron como ciertos las versiones de estos trabajadores, pero no tomaron en cuenta el oficio que antes había enviado a la Oficialía Mayor el propio coordinador del Archivo, ni el testimonio donde asegura que Luis Ramírez se ausenta del trabajo para irse a Las Varas, Nayarit.

Pero las cosas no terminaron ahí, pues ya no permitieron que Rafael Rodríguez retronara a su puesto de Coordinador del Archivo Municipal, sino que el 03 de noviembre, la Jefa de Recursos Humanos del Ayuntamiento, Violeta Piñón Garfias, le envió un oficio al Director de Servicios Públicos Municipales, Rodolfo Domínguez Monroy, donde le informa que “pone a su disposición” a Rafael Rodríguez Zúñiga, es decir, lo envían a Servicios Públicos, donde trataron de ponerlo a recoger basura. Una verdadera humillación para un profesionista, quien por cierto fue el encargado del Archivo General del IMSS durante casi 20 años.

A la postre, se supo que todo este asunto se originó de un favor que le pidió el síndico del Ayuntamiento de Tomatlán, Jacinto Ramírez López, al regidor de Puerto Vallarta, Gilberto Lorenzo García, para defender a su hijo por “el hostigamiento laboral” que padecía por parte de Rafael Rodríguez Zúñiga.

Quizá fue por esto que los tres empleados del archivo –que no trabajan como deberían—se confabularon para hacer señalamientos contra su jefe. Para ello contaron con la complicidad del secretario general, Víctor Bernal, con la tibieza del síndico local, Jorge Quintero, y con el manto corrupto y protector de Gilberto Lorenzo.

El caso aún no termina, toda vez que ha trascendido que Rodríguez Zúñiga va a acudir a otras instancias para defenderse de semejante injusticia.









No hay comentarios:

Publicar un comentario