viernes, 5 de abril de 2013

SANTIAGO CENTENO, ASESOR DEL ALCALDE DE PV, PROTEGE Y SOLAPA LA CORRUPCIÓN EN PROTECCIÓN CIVIL



Por Jorge Olmos Contreras

La culpa no es del indio sino de quien lo hace compadre, dice un viejo adagio que para el tema que nos ocupa cabe a la perfección, debido a que el alcalde, Ramón Guerrero, está pagando caro el nombrar como sus asesores a personajes que ya demostraron ser auténticos vividores de la función pública en el pasado y que lo siguen siendo en el presente. Nos referimos a Santiago Centeno Ullín  y a Gerardo Agustín Ortiz, dos individuos que se sienten “presidentitos” y que le están acarreando más problemas de los que ya tiene al popular “Mochilas”.

Agustín Ortiz, como se escribió en este espacio en días pasados, protagonizó un acto de prepotencia al mentarle la madre a policías municipales y agentes viales, al grado de amenazar a los oficiales y acusarlos en forma temeraria de estar involucrados con grupos de la delincuencia organizada. Ha trascendido incluso que Agustín envió un mensaje a los supuestos “operadores” del narco en Vallarta con una advertencia: “Díganles a sus jefes que ya pronto se van a ir, que la plaza va a cambiar de dueños”.

Trepado en una Lincoln Navigator color negra, Agustín Ortiz abusó de su función como “asesor” del Mochilas y se sintió tan poderoso que no sólo les recordó el 10 de mayo a los policías, sino que también se atrevió a gritar amenazas y a enviar mensajes intimidatorios contra presuntos delincuentes, algo no muy común en un funcionario.

Sin embargo, de Agustín Ortiz se puede esperar eso y mucho más, pues la inteligencia nunca ha sido su fuerte.

OZ EL PODEROSO

Y si Agustín Ortiz se siente fuerte y poderoso, el otro asesor del Mochilas, Santiago Centeno Ullín –ex director de seguridad pública de Puerto Vallarta—se cree tener las facultades suficientes y el permiso de Ramón Guerrero para meter la mano en todos los asuntos que tengan que ver con el Ayuntamiento, así se trate de cobijar a servidores públicos corruptos o de medrar con la situación de los proveedores de la anterior administración municipal para pedirles una comisión a cambio de tramitarles su respectivo pago; o de proteger construcciones irregulares.

Ayer Santiago Centeno volvió a las andadas y para que vean que le importa un comino una resolución administrativa de la Contraloría Municipal –que apenas la semana pasada dio de baja a siete personas que trabajaban en Protección Civil, entre otros al ex jefe Alejandro Arias--, ordenó que regresaran a laborar dos de los cinco despedidos, sin importar los serios señalamientos que existen en su contra.

En efecto, el jueves los trabajadores de Protección Civil se enteraron que por órdenes de Santiago Centeno, se reintegraban a sus puestos los señores Gerardo Garcíabada y Héctor Verduzco, a quienes la Contraloría los investigó por robos internos en la corporación y por ordeñar combustible a las camionetas oficiales de la dependencia.

El diario Tribuna de la Bahía informó hace unos días que los cesados en Protección Civil eran José Alejandro Arias García, Giscar González Miranda, Héctor Verduzco, Fausto Gómez Robles, Julio César Hernández, Víctor Josué Flores Reynoso  y Gerardo Garcíabada.

A todos se les encontró responsables de abusar del cargo y de prácticas irregulares con intereses personales.

LOS INTERCAMBIOS

La nota, firmada por la reportera Noemí Zamora Reynoso dice:

El caso específico, del ex titular de Protección Civil en el trienio pasado, Alejandro Arias, se debe a la existencia de varias cartas de donación de aparatos electrónicos, como pago por sus vistos buenos para el funcionamiento de sus negocios. De acuerdo a los documentos, se trata de pantallas, aires acondicionados, computadoras y proyectores, que nunca fueron dados de alta en Patrimonio Municipal, pero tampoco se encuentran en la dependencia.  Ni quedaron registradas en el acta de entrega-recepción.

El caso más reciente fue detectado el pasado fin de semana, cuando en documentos de conocida tienda departamental, ubicada cerca de API y en el Pitillal, se encontró una carta de agradecimiento por una donación de una pantalla y un aire acondicionado”.

A los protegidos de Santiago Centeno los señalan como quienes robaban objetos personales de sus compañeros, mientras que otro se encargada de sustraer la gasolina de los vehículos desde la administración pasada, por eso se les levantó un acta y se les fincó un procedimiento administrativo.

Sin embargo, Santiago Centeno metió las manos por ellos y por sus pantalones los reintegró a la Unidad Municipal de Protección Civil, lo que causó un fuerte malestar entre el personal de esta dependencia y sobre todo en el Jefe, el comandante Sergio Ramírez López, quien apenas la semana pasada se dio vuelo con las declaraciones sobre la baja de los malos elementos, al sostener que no toleraría actos de corrupción.

UNA LIMPIA ENSUCIADA

El comandante, al parecer muy alegre por la determinación de la Contraloría Municipal, le dijo a la periodista Noemí Zamora que… “Esta limpia en la dependencia servirá para que los ciudadanos y empresarios también hagan consciencia en materia de protección civil y que no es con donativos como se cumple la ley, ya que la protección civil no es un gasto, sino una seguridad”.

El comandante ya había adelantado que se repondrían las siete plazas que quedaron vacías y que se propondría al alcalde que fuera con personal calificado y perfil académico alto, quien ocupe las plazas de bomberos o agente de protección civil.

No tomó en cuenta Sergio Ramírez que en el equipo de El Mochilas existen funcionarios que no solamente solapan la corrupción, sino que también la fomentan, como Santiago Centeno, quien en tres patadas le dio al traste a la investigación de la Contraloría Municipal y, por sus polainas, decidió que dos de los malos elementos de Protección Civil tendrían que regresar a trabajar, les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre, es decir, una limpia ensuciada.

Veremos si la regidora de la comisión de Protección Civil, Susana Carreño, toma cartas en el asunto para evitar que los “asesores” del alcalde sigan en su papel de presidentitos poniendo e imponiendo decisiones que hacen ver mal a todo el gobierno municipal.

INFORMACION CLASIFICADA

PARA QUE NO SE NOS OLVIDE… LA CAIDA DE ALEJANDRO ARIAS TUVO MUCHO QUE VER con sus negocios privados que manejaban los dos, él y su novia y actual pareja sentimental, Lizet Paz en la empresa Omega Seguridad, antes Fire Vallarta.

El comentario se publicó el año pasado y hoy cobra relevancia:

“En Protección Civil, todos saben que el negocio denominado “Fire Vallarta”, es de Alejandro Arias, aunque quien da la cara como representante de la empresa es Verónica Lizete Paz Araiza, una muchacha que está relacionada sentimentalmente con el funcionario público y a través de la cual se hacen todo tipo de trámites que tienen que ver con la protección civil.

De hecho, a raíz de que el periódico Tribuna de la Bahía manejó una información donde acusaba a Fire Vallarta de ser el negocio de Alejandro Arias –pues prácticamente se obliga a los empresarios, pequeños y medianos a contratar la consultora de Arias para que les entreguen los trámites de protección civil que, además son obligatorios para que el Ayuntamiento autorice la licencia municipal de cualquier establecimiento comercial—el funcionario cambió el nombre de la empresa que ahora se denomina Omega Seguridad.

La firma de consultoría propiedad de Alejandro Arias –desde luego con presta nombres-- sirve como pantalla de negocio supuestamente honesto para que ahí se hagan todo tipo de trámites que después son aprobados con el visto bueno del mismo jefe, es decir, del propio Arias”.

OTRO ESCANDALO DE ENORMES PROPORCIONES, POR SU ALTO GRADO DE CORRUPCION, ESTA por destaparse en la Oficialía Mayor de Padrón y Licencias, donde el segundo de Iris Ulloa Godínez, Luis Tello, trae una cola que llega hasta la casa de un canadiense allá por la carretera a Conchas Chinas y en cuyo escenario aparecen cuotas, protección a bares, drogas, adicciones y más.

Usted espere noticias.

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