INMINENTE PRIVATIZACION DE PLAYA DESTILADERAS

Por Jorge Olmos Contreras

El empresario Héctor Cárdenas Curiel aparece otra vez en el escenario de Bahía de Banderas, en esta ocasión presumiendo un nuevo mega desarrollo que estará enclavado en lo que antes fue la ex hacienda de La Jarretadera y que abarca toda la franja costera que forma la playa Destiladeras y más allá. De entrada, pretende privatizar el acceso y para empezar ya colocó malla ciclónica pegada a la carretera con lo que restringe el acceso a cualquier persona.

Se trata del mismo grupo C&C Capital S.A de C.V., una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple –que anuncia el desarrollo turístico Nahui--, cuyo administrador único es el propio Héctor Cárdenas Curiel, un empresario tapatío que hasta hace una década no tenía dinero, pero quien se habría quedado con el capital de su suegro de nombre Javier Castellanos, dueño de las industrias del plástico Salver –dedicadas a fabricar pelotas--, quien se dice, es el verdadero dueño de la pequeña propiedad que forman poco más de 858 hectáreas.

Los principales funcionarios de C&C Capital son, además del propio Héctor Cárdenas, las señoras Gabriela Michel Rodríguez, Angélica Navarro Rodríguez e Iván Mercado Michel; apenas el 23 de noviembre del 2009 reanudó actividades ante el Sistema de Administración Tributaria de la SHCP.

Esa pequeña propiedad está identificada como “San Ignacio de la Cruz”, aunque en realidad pertenecía a la ex hacienda La Jarretadera, cuyos verdaderos dueños eran familiares del ex secretario de hacienda federal, Francisco Gil Díaz, en particular, de José Gil Arias, pero se ignora cómo vendieron o perdieron sus propiedades.

TAMBIEN CHEMA CASTAÑEDA

En la escena también aparece el nombre de José María Castañeda, otro empresario tapatío que se ha visto envuelto en numerosos casos de presuntos despojos y de venta de terrenos que pertenecían a otras personas.

Chema Castañeda se apoderó, de alguna manera, de predios en la zona de Destiladeras, y se presume que también figuró entre los vendedores para el nuevo proyecto Nahui.

Por ello, nadie entiende todavía cómo de la noche a la mañana apareció Chema Castañeda ostentándose como el dueño de terrenos en el fraccionamiento Las Cargadas, a un lado donde se construyó Real del Mar y donde está actualmente otro desarrollo inmobiliario, Aura Arena Blanca; pero no sólo ahí, sino también presumía tener una basta extensión de terreno en la zona de Destiladeras, por lo que se ignora cómo es que Héctor Cárdenas Curiel presume ante los medios de comunicación y agentes inmobiliarios que tiene 855 hectáreas para desarrollar el proyecto Nahui.

EL CASO PUNTA RAZA

Entre los agentes inmobiliarios de la región, hay un rumor que crece cada día más, en el sentido de que Héctor Cárdenas Curiel en realidad podría ser un prestanombres del gobernador Ney González Sánchez, pues nadie entiende cómo es que lograron desalojar a los ejidatarios de La Peñita en el Monteón para arrebatarles la playa de Punta Raza, donde también tienen un proyecto turístico en un área de 293 hectáreas y cuyo plan maestro fue realizado por el arquitecto Gerardo Ulate, el mismo que va a desarrollar el plan maestro de Nahui en Destiladeras.

Los ejidatarios de La Peñita en el Monteón fueron echados con violencia por policías estatales y judiciales del gobierno de Nayarit en mayo del 2009; en ese entonces, los medios presumían que atrás de todo estaba el mismo gobernador Ney González.

De hecho, en una rueda que ofrecieron en la Ciudad de México los ejidatarios despojados y sus abogados, informaron con claridad cómo el gobierno del Estado, el Fideicomiso Bahía de Banderas, los inversionistas de Punta Raza y la policía estatal y judicial de Nayarit, no respetaron una resolución del máximo tribunal del país, es decir, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quien reconoció a los ejidatarios como los propietarios de Punta Raza y conminó al gobierno nayarita a no perturbar la posesión, porque además estaban amparados.

Pero la respuesta fue un descarado desacato a la resolución de la SCJN, ya que días después, con la complicidad del gobierno que dirige Ney González, los ejidatarios fueron golpeados y echados con violencia y además encarcelados por la policía judicial. Al final, aunque el pleito sigue, la playa Punta Raza se perdió, está acordonada y quizá jamás se pueda recuperar para el pueblo y sus legítimos dueños los predios aledaños que suman 293 hectáreas y donde C&C Capital invierte 118 millones de dólares en un proyecto turístico que contempla la ilegal privatización de las playas.

SIGUE DESTILADERAS

En la playa Destiladeras, Héctor Cárdenas Curiel y sus socios, con la misma complicidad del gobernador Ney González, están siguiendo el mismo modus operandi que aplicaron en Punta Raza: primero cercaron con malla la franja donde pretenden levantar el desarrollo turístico residencial Nahui, y han colocado guardias de seguridad privada para restringir el acceso a la playa, incluso han impuesto un horario de entrada y salida, como si la playa fuera de ellos.

Cooptada gran parte de la prensa en Nayarit, bloggeros asiduos al Internet han subido sus comentarios a la Red para reprobar la lenta privatización de Destiladeras: Una mujer identificada como Martha N. señala:

“El "boom" que se a dado gracias a la promoción de la marca Riviera Nayarit, y a las inversiones que se han estado haciendo en la Bahía traen a Destiladeras un nuevo desarrollo. En un principio se habló de que la playa permanecería abierta a todo público. En estos momentos el acceso que se tenia hacia el área del restaurante (palapita) y a la playa ya está cerrado. Se ha asignado un área pequeña para estacionamiento y acceso a la playa, el cual, cabe mencionar, también esta cercada por una malla de metal y el acceso se ha reducido a un horario determinado.

Quisiera creerle a la empresa y al gobierno responsable del otorgamiento de estos permisos, cuando dicen que no se privatizara; pero hay detalles que me hacen pensar lo contrario. Por ejemplo, el desarrollo que ahí se construye ya, contará con un hotel, tiempo compartido, villas, comercios etc. etc. Bien, permítanme expresar mis dudas con la más obvia, ¿como vendes un destino de playa sin playa? ¿Por qué si el acceso será irrestringido (sic) hay mallas metálicas impidiendo el paso en estos momentos? un desarrollo exclusivo ¿podrá compartir su playa con la gente del pueblo?

Tomemos como ejemplo al hermano mayor, Vallarta. Vallarta no tiene playas privadas (versión oficial), pero para acceder a las playas de los hoteles hay que sortear obstáculos y caminar largos tramos, ya que los accesos naturales que siempre tuvieron estas playas fueron bloqueados por lobbys, estacionamientos o paredes de los hoteles y hasta hace poco no se contaban con accesos o "ventanas" a las playas para que los visitantes que no estaban hospedados en determinado hotel tuviera acceso. También sabemos que a personas que no están hospedadas en los hoteles se les pide que se retiren de la sección de playa que les corresponde a tal o cual hotel, que por si no lo sabían, están divididas muchos, por una cuerda que se extiende a lo ancho de la playa hasta llegar al mar.

Grand Venetian ha intentado bloquear varias veces el acceso a la playa que tiene por la rivera del rio Pitillal (hacia el oasis del holly). ¿Por que?

El acceso a Destiladeras ahora tiene horario ¿por que? si no es privada ni se privatizara. ¿Por qué tiene malla de metal?

La constitución mexicana habla de que las playas no se pueden vender, bien, para cumplir con esto lo mas seguro es que la playa no se privatiza como tal, pero el acceso se bloquea y para tener que ir a Destiladeras te tengas que ir caminando, nadando, volando desde La Cruz, Bucerías o punta de Mita...solo para que al llegar te diga alguien de seguridad que no puedes estar ahí.

Alguien dirá que estoy alucinando. Pero para quien piense así déjeme darle un ejemplo real, palpable y que se puede comprobar al día y momento que el lector desee. Four Season Punta de Mita. ¿Sus playas son privadas? Oficialmente NO. Pero, ¿cuando fue la última vez que fue alguien a bañarse a esas playas, a acampar, a pasar el día con su familia o amigos? ¿No me cree? Intente un día ir a playa las cuevas en Punta de Mita y me platica como le fue por favor. Aun mas, intente acercarse en lancha a la playa de Four Season y otra lancha de seguridad le saldrá al encuentro para decirle que no puede estar en esa área (aun en el agua).

¿A quien le importa? Nadie esta en contra del progreso, desarrollo y creación de empleos. El punto aquí, es que desafortunadamente se nos dicen mentiras, se trata de engañar a la gente. El manejo de influencias y la corrupción. En eso si estamos en desacuerdo y muchos ya hartos.

Espero equivocarme, pero a Destiladeras le sucederá los mismo, y si me equivoco aquí estaré posteando mi error y ofreciendo disculpas”.

EL PRESTANOMBRES

Por si esto fuera poco, entre los corredores de bienes raíces en la región ya se comienza a manejar la versión de que Héctor Cárdenas Curiel –aquél prestanombres del empresario tapatío Oscar García Manzano y que estuvo en la puja por la compra del predio conocido como “La Pechuga” en Vallarta--, ya habría comprado cinco mil hectáreas en “Los Otates”, de Real del Mar en La Cruz de Huanacaxtle hasta llegar al entronque de la carretera a Punta Mita y la del Tizate que sale a Sayulita, para construir un complejo turístico de grandes dimensiones.

Para ello, según algunos agentes inmobiliarios como Brock Squire, comentaron en una junta de agentes inmobiliarios, que el gobernador piensa cerrar dicha ruta a la altura de Real del Mar para privilegiar sus futuras inversiones, lo que de entrada sería una flagrante violación a la ley por tratarse de una carretera pública y la inminente privatización de playas.

EL PROYECTO

En un artículo aparecido en el periódico “Vallarta Opina-Milenio” el 26 de mayo del 2010, se habla con detalles del proyecto Nahui:

“El complejo turístico estará ubicado en la hermosa playa Destiladeras, donde se combinarán lujosos hoteles, tiempos compartidos, residencias, comercios e incluso un malecón que permitirá el esparcimiento de residentes, turistas e incluso habitantes locales, pues habrá accesos a la playa, que no será cerrada y mucho menos privatizada.

El proyecto, impulsado por el empresario Héctor Cárdenas, de la empresa C & C Capital, se desarrollará -en una primera etapa- en 24 meses.

Nahui será impulsado con 120 millones de dólares de inversión en 60 hectáreas de una superficie total de 855 hectáreas de constará el complejo turístico.
El concepto de la nueva comunidad turística será de uso mixto, pues combinará productos residenciales, hoteleros y fraccionales dentro de una de las zonas de playa mejor dotadas de esta región.

Se trata de un lujoso desarrollo de descanso que será comercializado selectivamente a compradores del oeste de Estados Unidos y Canadá, y que destacará porque incluirá únicamente infraestructura y servicios de clase mundial.

“El desarrollo está establecido en 855 hectáreas con 4.5 kilómetros de frente de playa, que permiten la creación de 22 mil 900 llaves, entre ellos inicialmente un hotel Tao Resort de 340 llaves; a futuro habrá condominios, casas y dos hoteles boutique con productos residenciales de marca”, explicó recientemente el empresario.

En Nahui habrá hoteles, tiempos compartidos, tiempo propiedades de tiempo completo, locales comerciales y sobre todo un acceso público al mar, toda vez que el corazón del proyecto básicamente es un pueblito peatonal con un malecón abierto al público en general, por lo que los empresarios y desarrolladores creen que hay todas las condiciones para que este proyecto sea todo un éxito y catapulte a la Riviera Nayarit.

“La flexibilidad es una característica permanente en nuestras negociaciones ya que basamos nuestras decisiones de inversión en las cambiantes realidades demográficas”, expuso”.