miércoles, 23 de marzo de 2016

GLORIA ANGÉLICA HERNÁNDEZ, “LA RECTORA” DEL CUC Y SU CASA NUEVA DE PUERTO VALLARTA


Por Jorge Olmos Contreras

Al interior del Centro Universitario de la Costa ella es la que manda, la mayoría de los funcionarios y coordinadores le tienen miedo, nadie osa hablar o hacer una crítica de esta mujer, pues es la mano dura del actual rector del CUC, Marco Antonio Cortés Guardado, quien al parecer sólo vino a Puerto Vallarta a vacacionar, a tomarse tres años sabáticos, ya que delegó todas sus funciones y responsabilidades en la doctora Gloria Angélica Hernández Obledo, la jefa de jefas, le llaman en la institución educativa; un personaje que se siente intocable y que no duda con tomar represalias de tipo legal si un periodista se atreve a cuestionarla, investigarla o manejar una opinión sobre su trabajo en la Universidad.

Es la Secretaria Administrativa del CUC, de la que se dice, mete las manos en todos los asuntos de la Universidad, la que mueve los hilos del Centro Universitario y la que aprueba o desaprueba hasta el más mínimo gasto que se hace en la casa de estudios.

Desde luego, por ella pasan casi todas las asignaciones directas que se entregan a decenas de proveedores, además de coordinar el Comité de Compras, en cuyas reuniones suele agasajar con exquisitas comidas a los miembros de este organismo encargado de aprobar algunos concursos y licitaciones que, por muchos millones de pesos, se han realizado desde la llegada de la señora Hernández Obledo al Centro universitario.

En poco tiempo, la doctora Gloria Angélica se ha ganado la animadversión de gran parte del personal docente y de muchos empleados a quienes suele tratar con soberbia y despotismo, pero como le tienen un miedo enorme y temen perder su trabajo, prefieren no decir nada, incluidos algunos destacados funcionarios que sólo hablan en voz baja sobre lo que ocurre dentro del CUC y donde afirman que esta señora, junto con un grupito de incondicionales, han tomado el control total del CUC para su beneficio personal.

CHAMBISTAS

Hay por lo menos dos coordinadores que han sido tratados con la punta del pie, les echan la culpa de todo lo que sale mal en el CUC y Gloria Angélica los tiene en la mira por obvias razones, pero se niegan a tratar el tema con un medio de comunicación.

Estas personas, el grupo de Gloria Angélica –incluido el rector Cortés Guardado—no trabajan como líderes comprometidos con la comunidad universitaria ni con la sociedad vallartense (Marco Antonio Cortés se ha presentado hasta en chanclas, short y camisa de manga larga a las reuniones del Consejo), pareciera que sólo les importa el control total y hacer negocios con la Universidad, de ahí que el mismo Cortés Guardado esté perfilando a esta doctora para que sea la próxima rectora del CUC o para que él mismo repita otros tres años, ya que es obvio que temen dejar sin trabajo a la gente que trajeron de Guadalajara y que quedó desempleada cuando Guardado dejó la Rectoría General.

De hecho, desde hace unos días, Cortés Guardado ha invitado a casi todos los eventos a Gloria Angélica, la pasea, la exhibe en público, la proyecta y le da todo tipo de reconocimientos, sin tomar en cuenta ni reconocer la labor que ha realizado el actual Secretario Académico, Reemberto Castro, de mantener buenos indicadores.

Cualquiera hubiera pensado que Cortés Guardado sería un excelente rector del CUC después de haber estado al frente de la Rectoría General, pero no fue así. Este señor sólo vino a vacacionar, y cuando el calor arrecia, vive más tiempo en Guadalajara. La Universidad se desvinculó de la comunidad vallartense a grados extremos con la llegada de Marco Antonio Cortés, sólo ahora que se acerca el cambio en la rectoría, ha decidido dejar por unos días su trienio sabático, ya va mejor vestido a las reuniones, ya sale más en público, y ya comenzó a darle otro manejo al CUC hasta en difusión; y todo, se comenta, para apalancar a su factótum, la señora Hernández Obledo.

GASTOS PAGADOS A LA MADRE PATRIA

Y como nadie se atreve a cuestionar a la “rectora”, ella se da todo tipo de lujos. En diciembre pasado, por ejemplo, se fue a España a completar su tesis de doctorado y se llevó a cuatro de sus más cercanos colaboradores, entre los que destacan Camilo Patiño (A quien impuso en la Coordinación de Planeación); el Coordinador de la carrera de Administración, Iván Gardiel y al doctor Arón Curiel y a uno de sus sobrinos, tres de ellos y la misma doctora, con gastos pagados por el CUC.

Así las cosas, mientras en la Universidad hay carencias de todo tipo e incluso faltan secretarias, como la que le quitaron al biólogo Jorge Téllez, ella puede disponer de los dineros del Centro Universitario a discreción.

Por cierto, se maneja que a Jorge Téllez lo dejaron sin secretaria por renunciar a la Secretaría Académica del CUC, es decir, como represalia.

Los señalamientos contra Gloria Angélica Hernández son tan duros al interior del CUC, que muchos se cuestionan cómo en tan poco tiempo se compró una casa valuada en alrededor de cuatro millones de pesos en el exclusivo fraccionamiento Marina Vallarta, sobre la calle Flamingos; tampoco se explican cómo le hace para mantener su ritmo de vida y costear los gastos de dos residencias, ya que posee otra finca en Loma Blanca, en Zapopan sobre la calle Sofía Camarena, la que también está valorada en poco más de cuatro millones de pesos.

QUE NO LE GUSTA VALLARTA

En una entrevista –que se publica por separado en esta edición--, la doctora Gloria Angélica cae en contradicciones sobre sus propiedades y sobre sus aspiraciones y hasta de su gusto o desagrado por Puerto Vallarta.

Dice en entrevista grabada que a ella no le interesa ser rectora del Centro Universitario de la Costa, que incluso no le gusta Puerto Vallarta. No se entiende como a una persona que no le gusta Vallarta acepta el trabajo de la Secretaría Administrativa de uno de los centros de estudios más importantes de la región y, además, se compra una casa en Marina Vallarta.

Ella comenta que gana entre 80 y 90 mil pesos, pero que no se acuerda con exactitud, pero que gana lo bastante bien como para poder tener crédito bancario y financiamiento universitario, pero nunca explicó cómo compró esas dos viviendas, sobre todo la de Puerto Vallarta, sólo comentó que la adquirió cuando “el mercado inmobiliario estaba muy deprimido”.

También afirma que compró la casa de Vallarta poco antes de entrar al CUC, pero no dice fechas exactas.

ETICA Y FILTRACIONES

Incómoda por las preguntas, comenzó a cuestionarnos y a advertirnos. De entrada, dice que ella se estaba preparando para defenderse legalmente (cuando todavía no le hacíamos la entrevista), que le dijeron que no teníamos ética y nos calificó como a alguien que la estaba amenazando, sólo por pedirle una entrevista.

Nosotros nos preguntamos, de qué nos iba a denunciar: ¿De hacerle una entrevista?

En este contexto, es necesario comentar que alguien, dentro del CUC la puso sobre aviso. Le dijeron que la estábamos investigando e incluso se quejaron con el Director de Radio Universidad, Gabriel Torres en Guadalajara.

Ese “alguien” dentro del CUC, sin ningún valor ético (ahí sí) reveló lo que le dijimos en confianza, en el sentido de que estábamos haciendo un trabajo sobre la labor de la Secretaria Administrativa por presuntas irregularidades, y lo que es peor, tomó esa versión como una amenaza, pues así se los hizo saber a los directivos de Radio Universidad, quienes entendieron que no era tal, que sólo estábamos haciendo un trabajo periodístico y le aconsejaron a Gloria Angélica que nos concediera una entrevista.

Pero la señora “rectora” estaba incómoda, a la defensiva y comenzó a cuestionar al periodista con tonterías como “dígales a quien lo mandaron”, “por qué me entrevista a mí”, “por qué me pregunta esas cosas”, “usted está infiriendo que yo me robé el dinero del CUC para comprarme esa casa”, etc.

Al final soltó un: “No va a encontrar nada”

Sin embargo, supimos que luego de la entrevista comenzó a preguntarle a todos los funcionarios quién había hablado con nosotros, que de dónde venía “el golpe” y también empezó a revisar todos los contratos que han pasado por sus manos, además de recordar todo lo que se ha gastado con la “caja chica” de la Universidad.

¿Por qué se puso tan nerviosa la doctora Hernández?

Se le olvida el dicho popular tan certero para la ocasión: El que nada debe, nada teme.

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