lunes, 1 de febrero de 2016

SUJETO PLENAMENTE IDENTIFICADO ATACA A ABOGADA DE VALLARTA, LE DA UNA GOLPIZA, LA INTENTA VIOLAR Y ASESINAR Y AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO PONE TRABAS PARA NO APREHENDER AL RESPONSABLE


Por Jorge Olmos Contreras

Un indignante caso de agresión contra una mujer se registró la madrugada del domingo 31 de enero en el fraccionamiento “Campo Verde”, donde un sujeto que está plenamente identificado tanto por la víctima como por vecinos, se introdujo a la casa de una abogada aprovechando la oscuridad de la noche –eran alrededor de las 2:00 a.m.—para tratar de violarla, pero en el intento le dio una severa golpiza, la quiso asesinar y al no lograr su cometido huyó para irse a refugiar en una vivienda cercana donde al parecer tiene su domicilio.

La licenciada, de nombre Claudia Lizeth, relató que eran alrededor de la 1:50 de la mañana cuando sucedieron los hechos. Que ella estaba dormida en su habitación y que de pronto sintió la presencia de alguien, al despertarse vio a un hombre cubierto del rostro y completamente desnudo que se le había subido y que la tenía atrapada entre sus piernas, que casi no se podía mover, pero que al forcejear con el sujeto, éste le pegó en el rostro con el puño cerrado, fue un fuerte golpe que le dejó el ojo derecho prácticamente cerrado; ella, como pudo se zafó y corrió al patio de su casa, donde comenzó a pedir auxilio a gritos, pero que en ese momento ningún vecino acudió en su ayuda.

Fueron como cinco minutos de pesadilla, comentó Claudia Lizeth, ya que me siguió hasta el patio y ahí la volvió a atacar, la tiró al suelo y la golpeó entre unas macetas de barro y la pared para después tomarla por el cuello y apretar justo en su tráquea. “Yo sentí que me comenzaba a faltar el aire, no podía respirar, pero en eso me soltó y corrió a la cocina a buscar algo, yo creo que buscaba un cuchillo, pero agarró un vaso de vidrio y me lo aventó a la cabeza, me pegó justo en la sien izquierda”.

AL DESCUBIERTO

Para esto, agregó la víctima, “pude verle el rostro del tipo, pues ya no traía nada en la cara, lo identifiqué y al descuidarse un poco, tomé el vaso de mi licuadora que había lavado y le pegué fuerte en la cabeza, como que lo aturdí, porque después corrió hacia adentro de la casa, se puso el pantalón y huyó. Yo lo quise seguir, pero me dio mucho miedo y mejor me encerré, fue entonces que una vecina me dijo que ya le habían hablado a la policía”.

Luego de cuatro llamadas, los policías municipales llegaron 35 minutos después –el caso fue atendido por la unidad PV-226--, “pero fueron poco profesionales, muy apáticos, el que se dijo comandante comentó que él tenía que irse porque en la mañana se iba a Barra de Navidad, que las evidencias que tomaron del asunto (se fueron hasta las 6:00 de la mañana) las iban a entregar hasta el martes”, indicó Claudia Lizeth.

No quisieron detener al presunto agresor –identificado como David Alejandro Navarro Muñoz--, pese a que los vecinos querían rendir su testimonio y a pesar de que Claudia Lizeth lo señaló como tal, que vieran que el sujeto traía lesiones que le produjo la propia víctima al momento de defenderse.

Vecinos les contaron a los policías municipales, entre ellos a un tal Mariano, que vieron salir al agresor de la casa de la licenciada y meterse en otra cercana, lo señalaron como quien momentos antes había atacado a Claudia Lizeth, sin embargo, los gendarmes manifestaron que no obstante le señalaran al sujeto, no podían proceder a llevárselo detenido, ya que según ellos, con el nuevo sistema de justicia penal, primero la víctima tenía que denunciar los hechos, abandonando así el lugar y dejando en total incertidumbre jurídica a la mujer, por lo que Asuntos Internos debe intervenir para iniciar una investigación sobre la conducta de los oficiales municipales.

EL VIA CRUCIS DE CLAUDIA

En este contexto, y ante la ineptitud e incompetencia de la policía municipal, y con apoyo de amigos y familiares, ya que presentaba lesiones muy severas en cuello y cara, la abogada acudió a la Fiscalía con el fin de que le tomaran su denuncia y pudieran detener a la persona que la había atacado en el interior de su domicilio.

Fue tanta su insistencia, que después de pedir mil favores, por fin aceptaron tomarle su denuncia contra dicho sujeto, pero le dijeron que apenas iban a empezar las investigaciones, sin darle mucha importancia al asunto, por lo cual familiares y amigos nuevamente se movilizaron y recabaron testimonios de vecinos que vieron salir al presunto violador de la casa de Claudia, además de investigar el nombre completo del tipo para ayudar a la Fiscalía y se pudiera llevar a cabo la detención.

Sin embargo, para esto, ya no se estaba en los supuestos de flagrancia para poder lograr una detención, pues gracias a la incompetente e inútil policía municipal, ya no sería posible el arresto en casos de flagrancia como lo señala la Constitución, ya que esto tendría que ser en el momento de los hechos o inmediatamente después.

Pero confiada en que en la Fiscalía sí iban a proceder, la víctima expuso al Ministerio Público su narración circunstanciada de los hechos, donde detalla cómo se encontraba dormida y un sujeto intenta violarla, que ella forcejeó con dicho sujeto e intentó matarla apretándole el cuello y causándole severas lesiones graves, mismas que tardan más de 15 días en sanar, que la propia Claudia Lizeth denunció y que son constitutivos como hechos que la ley señala como delitos graves, por lo que una vez realizando una clasificación jurídica, estaríamos ante una violación en grado de tentativa y homicidio también en grado de tentativa, delitos que el Código Penal señala como graves.

AL TRASTE CON EL NUEVO SISTEMA DE JUSTICIA

Luego entonces, y al tratarse de delitos graves, la víctima le solicitó al Ministerio Público que de manera inmediata y con los datos de prueba que ya tenía dentro de su carpeta de investigación, los cuales eran más que suficientes, solicitara audiencia al juez de control para pedir orden de aprehensión contra dicho sujeto, contestando el Agente del MP que “en la semana tratarían de hacerlo”, lo cual generó un acto de indignación a Claudia Lizeth, quien le cuestionó el por qué en la semana, si podía hacerlo de forma inmediata por tratarse de delitos graves.

Todavía más indignante fue escuchar que un defensor de oficio de nombre Bruno, güero alto él, al parecer les comentó a los familiares del agresor que necesitarían dinero para pagar una fianza (el agresor no estaba detenido), por lo que se sospecha que pidieron algún pago para entorpecer el proceso, de otra manera no se entiende la incompetencia mostrada por el MP ante el Nuevo Sistema de Justicia Penal, porque además si el MP pide la audiencia en un caso como éste, la sala de juicios orales puede estar lista en dos o tres horas, pero no lo hizo.

Así las cosas, ante la ineficacia e incompetencia, tanto de policías municipales, como de Agentes del Ministerio Público, se da al traste con el Nuevo Sistema de Justicia Penal, se retrasan los casos, no hay justicia pronta ni expedita y se genera, eso sí, un manto de impunidad que indigna, como en este caso, dejando a su suerte a las víctimas.

Claudia Lizeth, una abogada joven, con todo su dolor físico y emocional y el miedo --trae la cara hinchada, moretes en ambos ojos, laceraciones en el cuello, un fuerte golpe en la cabeza, raspones en brazos, algunas uñas desprendidas etc.,-- fue a la Fiscalía a presentar su denuncia, a buscar ayuda, pero el Agente del Ministerio Público, David López, quien tomó el caso y que abrió casi a regañadientes una carpeta de investigación bajo el número 4429/2016, no quiso proseguir para que arrestaran al agresor, alegando que con el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, “no podía hacer nada”.

Ella no ha descansado, fue a la Cruz Roja, a la Fiscalía y por la noche al IMSS para que la sigan valorando, pues su estado de salud no es el mejor y el daño psicológico es profundo.

Todavía peor, en la Fiscalía no le otorgaron los medios de protección que indica el nuevo Código Penal Nacional, sólo se los dieron de membrete, pero ni siquiera le otorgaron el más importante, que es el de la protección policiaca, tanto para su persona como en su casa, sólo se lavaron las manos y el agresor está libre, y en cualquier momento podría hacerle atentar contra su vida.

 

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