martes, 26 de enero de 2016

EL DIPUTADO LUIS MUNGUÍA ABRE “CASA DE ENLACE” DISFRAZADA DE “CASA PRODUCTIVA” QUE CONTRAVIENE LOS PRINCIPIOS DEL MOVIMIENTO CIUDADANO


Por Jorge Olmos Contreras

Por lo visto, hay diputados que no acaban de entender la mística del cambio que exige la sociedad, esa sociedad que está harta de ver cómo algunos legisladores ganan enormes cantidades de dinero gracias a sueldos desproporcionados, cuyo cualquier porcentaje ya los quisiera cualquier trabajador de la industria hotelera y gastronómica de Puerto Vallarta, que apenas si llega a uno o dos miserables salarios mínimos al día, y que además lucran con el clientelismo popular en forma ruin y deshonesta.

Lo anterior viene a colación por la inauguración de la llamada “Casa Productiva Ciudadana” del diputado federal, Luis Ernesto Munguía González, cuya apertura se dio el jueves de la semana pasada ante la presencia de algunos amigos de este legislador –nadie representativo del MC desde luego--, quien, por cierto, nos quiere ver la cara con el cuento de que esta no es una casa de enlace, sino una “Casa Productiva Ciudadana”, que para el caso es lo mismo.

De hecho, fue muy comentadas las ausencias de Ramón Guerrero y Arturo Dávalos Peña, quienes de alguna manera marcan la línea política en Puerto Vallarta, y son ellos, sobre todo el presidente municipal, quienes llevan mano en la toma de decisiones y ahora están viendo a Luis Munguía como un estorbo, y no como un aliado.

Vaya, ni su otrora amiga Magaly Fregoso hizo presencia en la apertura de esta “casa de enlace maquillada”, y eso ya es mucho decir, en virtud de que fue su incondicional en los primeros años del primer Ayuntamiento naranja en Puerto Vallarta.

Magaly debe entender que Luis Munguía es nocivo para su salud política, pero todo parece indicar que ya está flaqueando y quiere arrimársele otra vez a este “niño naranja” que trae todo un costal de mañas a cuestas. Mal por ella si se alía de nuevo con el ahora diputado federal, pues si la traicionó una vez, la volverá a traicionar dos, tres veces y las que sean necesarias.

Pero bueno, Luis Munguía se burla de los vallartenses, insulta la inteligencia de los ciudadanos y trata de confundir a muchos para tratar de pasar como un diputado transparente, honesto y generoso, cuando no lo es, pues esta “casa productiva” no es otra cosa que una casa de enlace disfrazada, que la va a utilizar como plataforma política para su campaña rumbo al 2018, pues recordemos que quiere ser candidato del MC a la presidencia municipal de Puerto Vallarta; lo mismo que antes hacían  los priistas, nada más que corregido y aumentado.

“Esta casa no será de enlace –declaró el día de la inauguración-- será para que la ciudadanía se acerque en busca de mayores oportunidades, para generar recursos o (lea usted bien, porque esto es de antología) para “satisfacción emocional”; un lugar a donde las personas podrán acercarse a recibir diversos servicios de forma gratuita”.

¿Usted se imagina a unos cuantos ciudadanos, habidos de “satisfacciones emocionales” buscando la “Casa Productiva” de Luis Munguía para hacer fila?, ¿Como la que se hacen en las salas de cine eróticas en búsqueda de esa “satisfacción emocional”?

O quizá veremos a unas cuantas jovencitas haciendo cola, como cuando se va a comprar tortillas o al pollo feliz los días martes de promoción, sólo para que Luis Munguía les firme un autógrafo y así conseguir la tan anhelada “satisfacción emocional”.

Luis Munguía justificó que esta “es una modalidad distinta” –ya saben, a explicación no pedida acusación manifiesta--, que “aquí la ciudadanía va a marcar la pauta de acuerdo a sus necesidades”, que la casa es abierta y que es de la gente, y que pretende atender entre 100 y 200 personas diarias en la llamada “Casa Productiva”, es decir, la misma gata, pero revolcada.

Hay que recordar que, a finales de la anterior Legislatura en el Congreso del Estado, el entonces coordinador de la bancada del MC, Clemente Castañeda, presentó una iniciativa de Reglamento de Austeridad para eliminar las llamadas “Casas de Enlace”.

Incluso, el Partido del Movimiento Ciudadano ha marcado la pauta para que sus diputados no reciban bonos de fin de año, ni compensaciones económicas, ni tengan casas de enlace, pero Luis Munguía, quien viene de la escuela política del Mochilas –de aquellos que prometen una cosa y no la cumplen y en el peor de los casos hacen otra muy distinta—nos quiere sorprender, nos quiere engañar y nos quiere dar atole con el dedo.

Esperemos que Clemente Castañeda actúe y ponga en su lugar a Luis Munguía, no se vale que usen el cargo de diputado federal, para desde ahora hacer campaña política y que el Movimiento Ciudadano se haga de la vista gorda, pues ya es muy seguido que los del MC tengan esa maniquea tendencia de ver la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio.

Se dan golpes de pecho los señores naranja, critican el sistema corrupto del PRI gobierno, pero caen en los mismos vicios, las mismas mañas, los mismos engaños y toleran que los suyos no sean requeridos por la justicia (ahí está el caso del Mochilas) y que utilicen los cargos de elección popular para despacharse con la cuchara grande y no para servir a los ciudadanos, como Luis Munguía, que ahora hasta se da el lujo de abrir una casa de enlace, pero con otra careta, la de una “casa productiva”, un modo grosero de hacer política para auto complacerse y decir una sarta de mentiras.

¿A quién quieren engañar?

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