Por Jorge Olmos Contreras
Mucho se ha
cuestionado en las administraciones del Movimiento Ciudadano el número excesivo
de asesores que suele tener el presidente municipal en turno y el por qué su
razón de ser y, sobre todo, si hay una justificación de peso para sostenerlos
en la nómina municipal, ya que la mayoría de las veces son sólo un estorbo, son
vistos como “aviadores” y en ocasiones no funcionan con la efectividad deseada
para ayudarle al alcalde a resolver problemas y a quitarle del camino los
conflictos, tanto jurídicos, administrativos y políticos que se le vayan
presentando en el ejercicio del poder.
El actual
presidente municipal, Arturo Dávalos, se propuso como meta tres meses para que
su equipo de trabajo rinda frutos al frente de cada uno de sus encargos en los
puestos públicos, y en la encomienda también se contempla a los asesores,
quienes ya deberían ir haciendo maletas para que en enero dejen su trabajo y le
den oportunidad a personas más competentes que en realidad le ayuden al alcalde
a sacar adelante la administración que, dicho sea de paso, le dejó en
bancarrota su antecesor Ramón Guerrero Martínez.
Y es que
estos consejeros –no son más de cinco los que le hablan al oído al alcalde—pareciera
que siguen órdenes externas para meter en problemas al presidente municipal y
crearle un escenario complicado, al tratar de abrir frentes estériles e
innecesarios con algunos actores políticos, en donde se incluyen varios
regidores y regidoras que han sido sometidos a un golpeteo político que, todo
apunta, tiene su origen en el llamado “fuego amigo” que viene precisamente de
las maniobras nada higiénicas de estos denominados “asesores”.
EL RETO DEL 2016
Arturo
Dávalos no necesita que le creen conflictos, sino que le ayuden en todos
sentidos, pero sus asesores parece que no entienden que la prioridad del
municipio es la unión de todos, la unificación de todos los actores políticos y
empresariales de la ciudad, para lograr tener un gobierno eficiente y eficaz,
que trascienda y que se posicione en el ánimo de la sociedad con miras a repetir
un buen trabajo.
Arturo
Dávalos tiene todo un año, el 2016, para cambiarle el rostro a Puerto Vallarta.
La tarea es enorme, pero con un buen equipo y la integración de cámaras,
asociaciones civiles, empresarios, sindicatos, políticos de todas las corrientes
y demás, se puede llegar muy lejos. Son 12 meses, a partir del primero de
enero, en que el alcalde debe dar muestras de que sí puede hacer las cosas, de
que sí puede cambiar para bien y de que está dispuesto a deshacerse de los
agentes nocivos que ya se han incrustado en la nómina municipal, y que muchas
de las veces, tratan de manipularlo.
Arturo ha
hecho bien las cosas hasta ahorita, pero sus “asesores” insisten en abrirle
frentes, quizá hasta para descarrilar su proyecto político al aconsejarle malas
prácticas que pueden dar al traste a lo verdaderamente importante, que es tener
un buen gobierno y después concretar lo hecho en un salto cuántico en el 2018.
EL “FUEGO AMIGO”
Y es que, de
entrada, se han dado por lo menos dos casos muy visibles en donde el “fuego
amigo” se ha hecho presente contra dos regidoras que, por su cercanía con el
hombre fuerte del MC en Jalisco, Enrique Alfaro, no es conveniente para la sana
convivencia política entre los ediles y el presidente municipal.
Primero,
alguien utilizó al diputado Luis Munguía para filtrar información inexacta de
la regidora Magaly Fregoso y ella fue vilipendiada y difamada por el famoso
ladrón de Liverpool, el columnista en sus ratos libres de El Sol Siempre Libres, Rodrigo Aguilera Morales, a quien por cierto
Arturo Dávalos no quiere ver ni en pintura, pero sus “asesores” (volvemos otra
vez a lo mismo) lo usan como gatillero de la pluma para golpear a quienes ellos
creen –o piensan subjetivamente—que son un estorbo para el actual gobierno.
En el caso de
Magaly Fregoso, se atrevieron a ponerla en la palestra de la denostación,
dijeron que su carrera política estaba acabada y otras linduras, pero la ex
presidenta del DIF salió avante y los señalamientos tendenciosos del columnista
de marras no pasaron de ser un chisme más; como los múltiples inventos que
acostumbra escribir para pegarle a quienes sus patrones (en este caso Luis Munguía,
quien lo tiene en la nómina de la Cámara de Diputados) le dicen.
De hecho,
algunos pensaban que atrás del golpeteo contra Magaly Fregoso estaba Ramón
Guerrero, “El Mochilas”, pero no, el ex alcalde se ha comportado como todo un
caballero (al menos eso dicen) con Magaly. Por eso, al descartarse que el ahora
diputado local fuera el que ordenó a Rodrigo Aguilera escribir contra la
regidora, muchos voltearon a Palacio Municipal, pero con mayor insistencia
hacía la UMA, donde despacha uno de esos “asesores” que también quiere ser
candidato a presidente municipal, y sobre quien recaen todas las sospechas de
este “fuego amigo”.
Ese asesor
acomodó las piezas para, vía Luis Munguía, tratar de aplastar la imagen de Magaly
Fregoso, cosa que no sucedió por lo burdo de la ‘información’ de un supuesto
manejo irregular de recursos federales.
EL SEGUNDO ATAQUE
Semanas
después, otra regidora fue víctima de ese “fuego amigo”, la de nombre Susana
Rodríguez Mejía, a quien un columnista que es íntimo de los asesores del
alcalde, le puso una santa criticada, sólo porque la edil se atrevió a
presentar un plan trabajo muy ambicioso e inteligente de la Comisión que
preside y que es la de Turismo.
La molestia
de esos “asesores” fue porque Susana Rodríguez invitó a empresarios que están
aglutinados en torno al Patronato del Centro Histórico y no le corrió la misma atención
al Director de Turismo, Ramón González Lomelí.
A Susana la
tildaron de “caprichosa” y, en otras palabras, de no hacer equipo con Arturo
Dávalos, incluso osaron inventar que la sub-directora de turismo municipal,
Leticia Vaca, fue en calidad de “intrusa” a la reunión (en la sala de cabildo)
de la edil Susana, cosa totalmente falsa, ya que después se supo que la misma
regidora invitó personalmente a Lety a su presentación.
Antes, la
misma Lety Vaca fue criticada de fea manera en un medio digital por hacer
antesala en la oficina de Relaciones Públicas, ahí le dijeron de todo y hasta
filtraron el rumor insano de que Magaly Fregoso estaba atrás de estos golpes,
cosa que también fue falsa.
¡FUERA CANGREJOS!
En el caso de
Susana Rodríguez, y pese a que trataron de humillarla y minimizar su plan de
trabajo, el maestro Luis Ignacio Zúñiga Bobadilla, director de la UNIVA
Vallarta, hizo un comentario muy positivo de la estrategia de 10 puntos que
presentó la edil del MC, lo que en cierta manera desacreditó lo que otros
habían dicho en su contra.
La prensa
misma le dio una cobertura amplia a su plan de trabajo, pero como se trataba de
ponerle un “estate quieta”, uno de los asesores habría pedido que le dieran una
paliza para que no volviera a “disgustar” a Ramón González Lomelí y muchos
menos hiciera eventos con invitados “incómodos”.
En el fondo,
sabemos que el mismo Arturo Dávalos reprochó tanto la crítica infundada contra
Magaly Fregoso, como la arremetida contra Susana Rodríguez, él está en contra
de esta grilla barata y sostiene un diálogo permanente con las dos mujeres;
pero algunos personajes que lo rodean no han entendido el mensaje del alcalde,
que es trabajar para que el MC refrende en el 2018 y más que eso, para estar en
el entorno político de Enrique Alfaro Ramírez en caso de que sea el próximo
gobernador de Jalisco.
Arturo
Dávalos es un hombre listo, muy inteligente, bien intencionado, pero no le
ayudan mucho esos “asesores” que piden golpear a sus propios compañeros de partido,
en este caso a regidoras; porque sólo le estarían abonando a una
desestabilización al interior del grupo de ediles y eventualmente a la creación
de frentes en el cabildo que a nadie conviene, menos a Puerto Vallarta.
La tarea es
trabajar y dejar de lado los mecanismos obsoletos de grillar por grillar o de
convertirse en los clásicos cangrejos que, metidos en una cubeta, nunca dejan
que salga a la superficie ninguno, porque lo vuelven a jalar al fondo.
Arturo
Dávalos lo sabe, y seguro va a poner correctivos en todas las áreas.
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