jueves, 7 de noviembre de 2019

LAS LIMOSNAS DE ENRIQUE ALFARO PARA VALLARTA Y SU DEMENCIA POLÍTICA




Como si se tratara de un logro extraordinario, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez anunció ayer durante su visita a la ciudad, que ya estaba gestionando los primeros 100 millones de pesos –de 650 millones que se le quitaron a Puerto Vallarta del presupuesto federal este año—para destinarlos a las zonas marginadas del municipio, pero nunca dio una explicación del por qué funcionarios de su gobierno le solicitaron a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (Sedatu) la cancelación de esos recursos que estaban etiquetados para ser utilizados en obras de equipamiento urbano en colonias pobres de este destino turístico.

Cuando los reporteros lo cuestionaron sobre el por qué el secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) del gobierno estatal, Sergio Humberto Graf Montero envió un oficio a la Sedatu para cancelar los recursos que estaban destinados al mejoramiento urbano de Puerto Vallarta, Enrique Alfaro sacó su otro yo verdadero y respondió a la pregunta con un “¡por favor, no diga barbaridades, hay que ponernos a leer todos!”.

Lo peor fue cuando los mismos reporteros le informaron que la diputada federal (de Morena) de este quinto distrito, Lorena Jiménez había revelado en la máxima tribuna del país, es decir, en la cámara de diputados, que fue el gobernador de Jalisco el que pidió a la Sedatu que cancelara recursos que estaban programados para el mejoramiento urbano de Puerto Vallarta y qué opinaba sobre esto, pues con esa arrogancia y soberbia que caracteriza a Enrique Alfaro, respondió socarronamente que no conocía a la legisladora.

Así de majadero con una dama se portó el señor Alfaro.

“¿Quién es ella?”, nunca he tenido “el gusto” de platicar con ella…. “La ignorancia a veces te hace decir cosas que no debes”.

Luego, como para burlarse de la maestra Lorena Jiménez, comentó que los recursos federales no los decide el gobernador. “A lo mejor como diputada debería de empezar a aprender que esos recursos tienen una forma de ejercerse y que nada tiene que ver el gobernador del estado”.

De ese tamaño fue la arrogancia con la que Enrique Alfaro se refirió a la diputada Lorena Jiménez, para después reprochar a un periodista que no (preguntara) dijera barbaridades.

DEMENCIA POLÍTICA

En su demencia política simulada, Enrique Alfaro olvidó que el pasado 03 de abril, el secretario estatal de la Semadet, Sergio Humberto Graf Montero, envió un oficio --el 0352/2019—al subdelegado de Desarrollo Urbano, Ordenación del Territorio y Vivienda, Sedatu Jalisco, Sahik Alarcón Esparza, donde literalmente indica lo siguiente:

“Deseo expresarle que el gobierno del Estado de Jalisco, a través de un servidor como titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo territorial (Semadet) hace la solicitud para que los proyectos derivados del Programa Territorial Operativo en Zonas Marginadas del Estado de Jalisco (PTO) y del Programa Comunitario de Acción (PCA), que ha venido desarrollándose en el municipio de Puerto Vallarta, sean retirados de la solicitud para el ejercicio fiscal 2019”.

Barbaridades o no, ignorancia o no, el gobernador está obligado a detenerse para dar una explicación, tan amplia como sea posible, del por qué se cancelaron los recursos que venían para Puerto Vallarta.

No puede salir ahora con qué ya está haciendo gestiones ante el gobierno federal para que “destraben” los primeros 100 millones de pesos, pues fue su administración la que pidió que no se aplicaran los recursos para el mejoramiento urbano de este municipio, al que nos queda claro, sigue odiando.

HUMILDAD VS ARROGANCIA

Enrique Alfaro debe aprender un poco –aunque sea un poquito—de la humildad que siempre muestra el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien responde a todas las preguntas que le hacen y, además –en aras de la transparencia—informa puntualmente sobre todo tipo de temas que tengan qué ver con el ejercicio público del gobierno federal.

Pero “don soberbio” no sabe nada de humildad, por el contrario, al afirmar que desconoce quién es la diputada federal Lorena Jiménez, la descalifica, la hace menos y hasta la ofende con su falsa retórica al señalar que “a veces la ignorancia te hace decir cosas que no debes”.

Si alguien desde el gobierno federal le pidió a Enrique Alfaro que escribiera esos oficios estatales para solicitar la cancelación de los recursos destinados a Vallarta, (que al final se fueron, según dicen, a las obras del tren ligero de Guadalajara) para justificar la adecuación presupuestal, debería informarlo y no esconderse en su soberbia y culpar a los reporteros por decir y preguntar “barbaridades”.

Ahora bien, si fue una acción unilateral de su gobierno para afectar a Puerto Vallarta y cobrarle facturas políticas a los vallartenses, pues que no sea cobarde y también lo diga.

DON SOBERBIO

Puede haber otro fondo, motivos o razones del por qué la Semadet pidió canelar el dinero que venía para Puerto Vallarta, pero esto tampoco lo ha informado “don soberbio”, porque quizá se rebajaría como político si convoca a una rueda de prensa con los reporteros de Vallarta y prefiera no dar explicación alguna a la sociedad vallartense, ese conglomerado de ciudadanos que no le dieron el voto en las pasadas elecciones.

Por ahora, Enrique Alfaro nos sigue tratando con la punta del pie, anuncia que va a rescatar 100 millones de pesos como quien coge una bolsa llena de dinero para darle limosnas al mendigo.




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