Por Jorge
Olmos Contreras
Casi, casi a escondidas, el pasado jueves 28 de marzo el
gobierno de Ramón Demetrio Guerrero Martínez, mejor conocido como El Mochilas, publicó la convocatoria de
la licitación pública nacional identificada con el número LPN-001/2013 para
concesionar el servicio de alumbrado público de Puerto Vallarta por 10 años a
la empresa que resulte agraciada con el fallo respectivo.
La convocatoria fue publicada en el periódico El Informador de Guadalajara en su
página 7-A de la sección Internacional ese jueves 28 de marzo (aunque trae fecha del 26), y se presume que
otro anuncio fue publicado en el diario El Universal
de la capital del país por ser de circulación nacional, mientras que en Puerto
Vallarta no se dio a conocer en ningún medio de comunicación local.
Sin cumplir con la Ley de Obras Públicas ni respetar los días
hábiles que debe cumplir toda convocatoria de una licitación de alcance
nacional como la presente, el Ayuntamiento de Puerto Vallarta por conducto de
su presidente Ramón Guerrero y de su Secretario General, el maestro José
Antonio Pinto Rodríguez, decidieron publicar la misma el 28 de marzo, dejando
un pequeño margen de maniobra a los interesados en inscribirse y adquirir las
bases, ya que el plazo vence mañana miércoles tres de abril.
Hay que recordar que el miércoles 27 de marzo fue día hábil,
pero no así el jueves ni el viernes santo, ni mucho menos el sábado de gloria y
el domingo de pascua.
De hecho, sólo les dejaron a los interesados en participar en
el concurso de dicha concesión, tres días hábiles para que acudan a la
tesorería municipal –cuyas oficinas se localizan en la Unidad Administrativa
Municipal, en la calle Mezquital número 604 de la colonia Los Portales— para
pedir las bases de la licitación, que según la publicación, se encuentran ahí
para su consulta y entrega con horario de las 9:00 de la mañana a las 15:00
horas de la tarde. En pocas palabras, les dieron sólo 18 horas a las personas
físicas y morales para que puedan obtener la información y poder competir en
igualdad de circunstancias, ciertamente, un periodo de tiempo muy pequeño.
ASUNTO PLANCHADO
Es más que claro que Ramón Guerrero y Antonio Pinto
decidieron lanzar la convocatoria y publicarla en la Semana Santa, en pleno
periodo vacacional y en días de asueto, con el insano objetivo de reducir las
posibilidades de participación de más empresas, porque seguramente ya tienen
planchado el asunto para favorecer a la compañía que ellos decidan –en petit
comité—y nos salgan con que fue la que presentó la mejor oferta financiera técnica
y jurídica, aunque en el fondo las cosas no sean así.
La prisa del Mochilas y del usurpador de la Secretaría General,
Antonio Pinto, (hay que recordar que no es abogado como lo exige el Reglamento
Municipal) por sacar adelante la concesión para el suministro, instalación,
reparación, sustitución, mantenimiento, operatividad, gestión y administración
del sistema de alumbrado público y obras asociadas al mismo en el municipio, es
mucha y lo evidenciaron con la apresurada publicación de la convocatoria.
Apenas cinco días antes, el 21 de marzo en sesión del pleno
del Ayuntamiento, los regidores del Movimiento Ciudadano y todos los de la
oposición –dos del PAN, dos del PRI, uno del PRD y otro del Partido Verde--, en
una actitud agachona y cómplice, aprobaron la Iniciativa de Acuerdo Edilicio que
presentó el alcalde para establecer una concesión hasta por 10 años del
Servicio de Alumbrado Público, su modernización, operación, mantenimiento, conservación
y ampliación de la red de alumbrado.
Llama la atención la actitud sumisa de los regidores de todas
las fracciones para aprobar semejante iniciativa, a sabiendas de que se trata
de un mega negocio que trae entre manos el presidente municipal y su camarilla
que vino de Guadalajara, ya que se trata de una tajada de 600 millones de
pesos, a razón de 50 millones de pesos anuales durante los próximos 10 años,
los que se echarán a la bolsa los empresarios que ganen la licitación ya
amañada.
EL FALLO
Y decimos amañada por la forma en que casi en lo oscurito y
para que nadie se diera cuenta, fue publicada la convocatoria, con el presunto
agravante de que la licitación LPN-001/2013 ni siquiera está en la página
oficial de compras y concursos del gobierno federal, www.compranet.com como lo exige la ley en
la materia.
No sólo eso, sino que ya tienen fechas para que la concesión
se entregue a más tardar el 25 de abril de este 2013, ya que ese día se notificará
el fallo y después se firmará el contrato respectivo. Antes, el 11 de abril
será la junta de aclaraciones; el 18 de abril será la Recepción de Propuestas y
Apertura Técnica; y ese mismo día 18, será la Apertura de la Oferta Económica.
Sin embargo, con una pírrica y ridícula exposición de motivos
entregada por Ramón Guerrero a los ediles, estos votaron en mayoría calificada
para que se diera luz verde a la Licitación Pública Nacional.
Alguien puede presumir o aplaudir la actitud de Humberto
Muñoz Vargas, el regidor del PAN, pero no; su postura fue igual de agachona que
la del resto de sus compañeros de Cabildo, toda vez que al momento de la
votación simplemente se abstuvo, y abstenerse es lavarse la manos, pues su voto
se suma a la mayoría y, por lo tanto, no se trata de un gesto tangible,
preciso, claro ni duro en el que expresara su inconformidad por el negociazo
que ya tiene casi en sus manos El Mochilas.
LA EXPOSICION DE
MOTIVOS
Si usted estimado lector se pone a leer con cuidado el remedo
de “exposición de motivos” que presentó Ramón Guerrero ante el pleno, se daría
cuenta de que se trata de una lectura tramposa, liviana, simplista y sin
fundamentos técnicos ni jurídicos que respalden el dicho del alcalde y su prisa
por entregar en concesión este servicio.
Por ejemplo, dice Ramón Guerrero que si Vallarta tuviera un
Sistema de Alumbrado Público funcional y en óptimas condiciones lumínicas
habría mayor seguridad para los ciudadanos, y que “uno de los temas que más
preocupa a la población es la poca o nula iluminación en la que se encuentran
no sólo las principales avenidas de la ciudad, sino todas las calles y áreas
públicas en las colonias de este destino”.
Primera gran mentira: Es falso que haya poca o nula
iluminación en las principales avenida de la ciudad. Dos, la seguridad pública
de una ciudad no depende en gran medida por su alumbrado público. Tres, nunca
se consultó a la población si quería o no que se concesionara el alumbrado
público.
Luego, indica que de las 18 mil 500 luminarias que existen en
Vallarta sólo están funcionando alrededor de siete mil y que seis mil se
encuentran descompuestas y que el principal problema para solucionar este es la
falta de recursos económicos para trabajar.
SIN ARGUMENTOS
Desde luego, El Mochilas no entregó un estudio técnico profesional
o un trabajo de campo donde demuestre que realmente hay ese número de
luminarias inservibles, pues de hecho, ni siquiera tiene la seguridad que estén
funcionando siete mil, pues utiliza la palabra “alrededor”.
También dice que existe robo de cableado eléctrico y que en
la actualidad se pierden cerca de mil 500 metros de cable mensualmente “los cuales
se traducen en la disminución o hasta pérdida momentánea o permanente del
servicio de energía eléctrica”.
Eso lo dice El Mochilas, pero tampoco lo demuestra, ya que ni
siquiera utiliza un ejemplo de que el robo del cableado sea una realidad y el
por qué no informa sobre las denuncias penales correspondientes.
En el terreno financiero, El Mochilas sostiene en su “Exposición
de Motivos” que históricamente la erogación total anual por concepto de
alumbrado púbico es del orden de los 40 millones de pesos, de los cuales 8.4
millones de pesos se van en material como focos, reflectores, balastras,
cables, bastidores, fotoceldas, pastillas y demás; mientras que en pagos
relacionados con el encendido de la red de alumbrado público es de 31.9
millones de pesos anuales hasta la administración anterior y en al presente se tiene
proyectado gastar 37.9 millones de pesos en este rubro.
En seguida, afirma que en suma, “es posible inferir que la
previsión de los costos directos asociados a la operación del alumbrado público
durante el año en curso podría proyectarse en 42.7 millones pesos; (ojo) sin
incluir las reinversiones para la renovación del parque vehicular y los equipos
que requiere este servicio, ni el mantenimiento de sus instalaciones, ni el
pago de la nómina del personal directivo, administrativo ni operativo que
labora en el departamento correspondiente”.
LAS MENTIRAS
Y a continuación, viene la mentira más grande, ya que el
alcalde sostiene que “el objetivo del presente acuerdo es establecer un esquema
que beneficie al municipio en los diversos aspectos citados en supralineas (sic)
mejorando las condiciones de la prestación del servicio de cara a la atención
ciudadana y la modernización y renovación
de las luminarias, garantizando con ello eficiencia en el servicio y la
seguridad de su correcto desempeño en los próximos años, generando un ahorro
energético y utilizando los recursos económicos que actualmente se emplean en
alumbrado público, toda vez que la mayoría de las luminarias actuales se
encuentran averiadas, utilizan tecnología obsoleta o incluso han alcanzado el
tope máximo de su vida útil”.
Hasta ahí los argumentos del alcalde, argumentos que son
fácilmente rebatibles porque el presidente municipal está mintiendo desde el
momento en que no se está ajustando en la convocatoria a la Norma Led Mexicana –aprobada
apenas en noviembre pasado por el senado de la República-- para la renovación
de luminarias y porque nos está engañando con el cuento del ahorro energético,
toda vez que si no se apega a los lineamientos de la Comisión Nacional para el
Uso Eficiente de la Energía (CONUEE) y a su Proyecto Nacional de Eficiencia
Energética en Alumbrado Público Municipal, la CONUEE no podrá certificar al
municipio de Vallarta para que disminuya (puede ser hasta en 70 por ciento o
más) el pago que actualmente le hace a la CFE por este concepto.
Por hoy se nos terminó el espacio, pero en otro despacho le
vamos a decir cómo el alcalde está haciendo las cosas al revés en este asunto
para favorecer a una empresa en la que tiene interés para que se quede con la
concesión y que en lo futuro le podría acarrear, a él y a los regidores,
responsabilidades de tipo penal, políticas y administrativas.
Asimismo, le vamos a decir lo que actualmente existe en el
mercado y por qué las empresas que participen en esta licitación se tienen que
apegar a ciertas características técnicas, financieras y jurídicas para operar
una concesión de alumbrado público.
De entrada, la tecnología led de la que habla El Mochilas, es
tecnología china que ha causado enormes dolores de cabeza en aquellos
municipios mexicanos donde se han instalado sus lámparas que, por baratas y
compradas a sobreprecio, han sido todo un fiasco, un fraude y un robo a los
ciudadanos por parte de funcionarios públicos.
INFORMACION
CLASIFICADA
CUANDO RAMON GUERRERO
HABLA DE LUMINARIAS OBSOLETAS, se le olvida que no hace mucho años, apenas cuatro, el ex
alcalde Javier Bravo compró a sobre precio miles de luminarias a una empresa
española cuyo representante decía que era lo más moderno en esta tecnología,
que no se quebraban y que tenían más de 15 años de vida útil.
Como sabemos, fue otro robo descarado al pueblo (hoy más de
la mitad ya no sirven) y lo que es peor, El Mochilas no ha interpuesto la
denuncia penal correspondiente contra Javier Bravo y los regidores que le
aprobaron semejante compra.
Hoy, Ramón Guerrero nos quiere endilgar otra empresa para
cambiar las luminarias en los próximos 10 años.
Claro, con la complacencia de regidores agachones que ya
comienzan a darle la espalda al pueblo de Vallarta.
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