En su ambición por vender tierras
ajenas, el presidente del comisariado ejidal, Gabino Jiménez Bernal no sólo se
involucró en un fraude contra los ejidatarios por la indemnización de la
carretera a Punta Mita, sino que revendió un amplio terreno a un empresario que
podría estar ligado a Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Por Jorge
Olmos Contreras
La Cruz de Huanacaxtle se ha con vertido en tierra de
oportunistas, ladrones, inversionistas abusivos y en escondite de
narcotraficantes y el blanqueo de capitales, un paraíso de corrupción
exacerbada por alcaldes y gobernadores que a su paso por estos lugares han
dejado su huella indeleble en las millonarias inversiones que se han realizado
en varios desarrollos turísticos y, también el rastro de abusos y fraudes
contra los ejidatarios que han sido timados una y otra vez por abogados sin
escrúpulos y por gente como Gabino Jiménez Bernal, cuya ambición lo ha llevado
a negociar con presuntos personeros de poderosos narcotraficantes.
Uno de los que llegó a la Cruz de Huanacaxtle en el año 2007
sin un peso en la bolsa y que ahora es un millonario abogado, es José Ramón
Cuevas Martínez, mejor conocido como “Pepe Cuevas”, un vallartense que en la
década de los 90 no tenía dinero ni para pagar el camión urbano y que vivía a
la sombra de sus hermanos y cuñados políticos, como el actual regidor panista,
Humberto Muñoz Vargas, quien está casado con su hermana Silvia.
Pero de la pobreza y andar litigando casos pequeños y
cobrando letras de deudores en Puerto Vallarta, Pepe Cuevas dio un salto
cuántico cuando uno de sus primos –actual proyectista del Tribunal Agrario de
Nayarit—Roberto Flores Martínez, lo invitó a que se hiciera ejidatario de La
Cruz de Huanacaxtle, lo cual hizo al supuestamente comprar unos derechos
ejidales y organizar una asamblea espuria donde fue reconocido como tal en el
año 2007.
No tardaría mucho para que Pepe Cuevas, al ver la mina de oro
que tenía frente a sus ojos, hiciera ligas con algunos ejidatarios y los convenciera
de lo que podían hacer. “Muchos millones de pesos”, les decía, si lo hacían
presidente del comisariado ejidal, lo cual efectivamente ocurrió.
Para esto, los apapachaba, les organizaba fiestas y hasta les
traía el Mariachi Vargas de Tecalitlán para que vieran que el ejido daba para
eso y mucho más.
PRESIDENTE ESPURIO
Sin embargo, su nombramiento fue invalidado mediante un
juicio, según el expediente 109/2009 que promovió la ejidataria María del
Carmen Gutiérrez Díaz y otros, quienes acreditaron que Pepe Cuevas no podía ser
electo presidente del ejido el 16 de agosto del año 2007, porque no cumplía el
requisito estipulado en el artículo de la Ley Agraria, que indica que para ser
miembro del Comisariado Ejidal o del Consejo de Vigilancia, el interesado debe
ser ejidatario del núcleo de población y haber trabajado en el ejido durante
los últimos seis meses, y el señor Cuevas fue ungido como ejidatario apenas el
seis de mayo de ese mismo año.
Fue la magistrada del Tribunal Unitario Agrario, Alejandrina
Gámez Rey, quien declaró nula el acta de elección de los órganos de
representación del ejido de la Cruz de Huanacaxtle, es decir, le dieron palo a
Pepe Cuevas y a su primo, Roberto Flores Martínez, quien pretendía ser el
secretario del comisariado ejidal, sin reunir los requisitos para ello, pues
además trabaja como proyectista del Tribunal Agrario de Nayarit.
Pero luego se ampararon y aunque perdieron el juicio en
agosto del 2012, se siguieron ostentando como dirigentes del ejido y durante
los últimos cinco años, hicieron todo tipo de ventas, convenios y cobros
lesivos al interés ejidal, sin que ninguna autoridad interviniera para impedir
semejante atropello y como vieron tierra fértil para sus andanzas, se pasaron
la estafeta de la presidencia del comisariado ejidal primo tras primo y en
asambleas espurias –que no tienen efecto legal ni jurídico alguno—también
nombraron como “representante legal” del núcleo ejidal a su tío y regidor
municipal, Francisco Martínez Robles.
TAMBIEN EL PRIMO
El colmo fue que se haya nombrado como presidente del
comisariado ejidal --luego de que pepe Cuevas estuvo al frente tres años en
forma ilegal--, a su primo, Roberto Flores Martínez, ya que no sólo no es
ejidatario, sin o que además es funcionario del Tribunal Agrario de Nayarit, es
decir, otro presidente espurio.
Más tarde, el cinco de octubre del 2012, le pasaron la estafeta
a Gabino Jiménez Bernal, el actual presidente del comisariado ejidal, en una
asamblea ordinaria, pero con la gravedad de que impusieron como suplente al
tío, Álvaro Francisco Martínez Robles y en el comité de vigilancia a Pepe
Cuevas, no obstante a que ya habían sido desconocidos por el Tribunal.
Así las cosas, y una vez apoderado del ejido, Pepe Cuevas comenzó a tejer una serie de panes
y proyectos para vender tierras y cobrar el “derecho al tanto” a empresas que
construyeron desarrollos turísticos a lo
largo y ancho de La Cruz de Huanacaxtle en supuestos terrenos ejidales, entre
las que se encuentran Alamar Beach, Vallarta Gardens, B Vallarta, entre otras.
Con el cuento de “proyectos productivos” para el ejido, Pepe
Cuevas, dicen algunos ejidatarios inconformes, se embolsó varios millones de
pesos, ya que se sabe que tan sólo la empresa Alamar Beach le habría entregado
unos 50 millones de pesos por el denominado “derecho al tanto”, mientras que
otros desarrollos como B Vallarta, le habría pagado en especie unos 10 terrenos
a Pepe Cuevas.
El dinero obtenido y cobrado a nombre del ejido y los
terrenos que le habrían entregado a Pepe Cuevas, nunca fueron reportados a los
ejidatarios, que humildes y en la pobreza, han recurrido hasta el presidente
Peña Nieto para que los ayude a meter a la cárcel a estos vivales, pero a la
fecha sus esfuerzos has sido igual que unos gritos en el desierto, nadie los
escucha.
LA CARRETERA DE LA
DISCORDIA
La gota que derramó el vaso y que puso en alerta y en pie de
lucha a los verdaderos ejidatarios de La Cruz de Huanacaxtle, fue la afectación
de varias hectáreas por la construcción de una carretera que va de La Cruz de
Huanacaxtle a Punta Mita, que ordenó hace cinco años el entonces gobernador,
Ney González Sánchez, para beneficiar, dicen los ejidatarios, exclusivamente al
mega desarrollo Nahui, donde el que da la cara es el empresario tapatío, Héctor
Cárdenas Curiel, a quien ubican como prestanombres de Ney González, al grado de
que en el proyecto está metido Roberto Mejía, cuñado del mismísimo ex
gobernador.
La ambición desmedida de Pepe Cuevas, su primo Roberto Flores
Martínez y su tío, ha sido tanta, que intervinieron como “autoridades del
ejido” para firmar un “Convenio de Ocupación Previa de Terrenos Ejidales” con
el gobierno de Nayarit para “indemnizar al ejido” por la construcción de la
carretera La Cruz de Huanacaxtle-Punta Mita, que afecta sólo las parcelas de 12
de los 32 ejidatarios legalmente constituidos.
En dicho Convenio, se acuerda un pago inicial al ejido por
poco más de 28 millones de pesos –de un total de 50 millones-- y en otra
asamblea ilegal y con el apoyo de Gabino Jiménez, le dan una representación
dizque legal al regidor Álvaro Francisco Martínez Robles (a) “Don Panchito”
para cobrar este dinero que salió de las arcas del gobierno estatal en dos
cheques a nombre del Ejido de la Cruz de Huanacaxtle, uno por 28 millones de
pesos expedido el 15 de septiembre del 2011 y otro por tres millones 110 mil
845 pesos, el 31 de enero del 2012.
Con los cheques en sus manos, el viejo Álvaro Francisco los endosó
mañosa e ilegalmente, a nombre de su hija Rosa Elena Martínez y a una tal Mara
Flores, presunta familiar de su sobrino, Roberto Flores Martínez, el mismo que
es funcionario del Tribunal Agrario de Nayarit.
LA RECONFIGURACION
El dinero que sólo existe en cheques y que sólo puede ser
endosado a una institución de crédito para su cobro, está en poder de este
supuesto representante legal del ejido, desconocido por un tribunal de distrito
y, por lo tanto, mal habido desde el punto de vista legal, aunque se presume
que ya los entregó a la “mesa ejidal” que preside Gabino Jiménez.
Sin embargo, para evitar entregarlo a los 12 afectados por la
construcción de la carretera, entre otros a varias viudas del ejido, Pepe Cuevas,
su primo Roberto y su tío Álvaro Francisco, promovieron otro acto a todas luces
ilegal: Llevaron a cabo la reconfiguración del ejido para declarar todas las
tierras ejidales y de uso común, pasando por encima de los derechos agrarios de
sus compañeros y afectando a pequeños propietarios.
Con este argumento, el actual presidente del comisariado
ejidal, Gabino Jiménez, se envalentonó cuando un reportero del diario Milenio Pacífico le preguntó su opinión
sobre la manifestación que las viudas harían frente al presidente Enrique Peña
Nieto en su más reciente visita a Bahía de Banderas, por este caso.
Textualmente dijo: “Aquí ni el presidente Enrique Peña Nieto
tiene el poder para que decenas de ejidatarias viudas puedan recibir la
indemnización por haberles expropiado sus tierras para construir una
carretera”.
Afirmó tener 30 millones de pesos, pero que no los repartiría
hasta que “esas revoltosas retiren las demandas y sus amparos”.
Después ya no dijo que tenía 30, sino 28 millones de pesos en
un Banco, y advirtió que sólo les dará dinero a las ejidatarias “cuando retiren
sus mitotes legales, pero eso sí, va a ser parejo, lo vamos a dividir entre
todos, porque no son tierras ejidales, sino de uso común”.
LA TAJADA DEL PASTEL
Con esto, Gabino estaba anticipando lo que ya habían planeado
Pepe Cuevas y su parentela, que al reconfigurar el ejido arbitrariamente,
pretenden obtener una jugosa tajada del pastel de la millonaria indemnización, al
grado de que para tener acceso a más dinero, interpusieron un amparo –aun
cuando fueron desconocidos como dirigentes ejidales por la autoridad agraria y
por lo tanto sus actos nulos—contra el gobierno de Nayarit, para detener las
obras de la carretera a Punta Mita y así presionar al nuevo gobernador, Roberto
Sandoval, para que suelte más recursos, y no sólo los 22 millones que restan
del convenio original, donde quedó asentado que se pagaría un total de 50
millones por la afectación.
Muy listos, los Martínez hicieron todo lo posible para que el
tío Álvaro Francisco se quedara con unas 150 hectáreas que se verán
beneficiadas directamente por la nueva carretera que el gobernador Ney González
mandó construir mediante endeudamiento público para beneficiar a particulares,
en este caso al desarrollo turístico Nahui.
Pero las cosas están por dar un giro de 180 grados en La Cruz
de Huanacaxtle, ya que Gabino Jiménez Bernal está metido en un problema
mayúsculo, pues no sólo enfrenta denuncias penales por parte de ejidatarios a
quienes engañó y timó al comprarles sus tierras a precios irrisorios que
después revendió estratosféricamente, sino que también hizo tratos con
presuntos prestanombres de poderosos narcotraficantes.
Está, por ejemplo, el caso de una mujer ejidataria a quien le
compró 14 hectáreas en 48 millones de pesos y a la que sólo le pagó dos
millones de pesos. Por esta acción. El hijo de esta señora, Vicente Ortega
Jiménez, denunció a Gabino.
INVERSIONES PELIGROSAS
El asunto es más grave y tiene sumamente preocupado a Gabino
Jiménez, ya que este presidente del comisariado ejidal no sólo sorprendió y
engañó a la ejidataria Marina Ortega, sino que también burló al empresario
jalisciense, José Martí –propietario de varias gasolineras en Nayarit--, a
quien le habría revendido las 14 hectáreas en esa suma, 48 millones de pesos,
con la promesa de entregarle los terrenos libres de problemas y con el dominio
pleno a su favor.
Al parecer, José Martí tiene proyectado construir un
desarrollo turístico a un lado del complejo turístico “Puerto Bahía”, donde se
localizan esas 14 hectáreas.
Sin embargo, Gabino Jiménez no ha entregado cuentas claras al
ejido sobre esta compra-venta y tampoco le ha entregado el dominio pleno a José
Martí, de quien se dice y se rumora entre trascendidos no confirmados de los
ejidatarios, podría ser un prestanombres de un poderoso narcotraficante, el más
buscado del país, el Chapo, por lo que piden intervención de las autoridades
federales para investigar esta transacción.
La versión podría no ser tan descabellada, toda vez que
Gabino Jiménez anda prácticamente a salto de mata entre La Cruz de Huanacaxtle
y Guadalajara, asustado, como que se anda escondiendo y poco se deja ver.
Otro hecho significativo en este asunto, es que en noviembre
o diciembre del 2012, personas extrañas llegaron hasta la casa de Gabino
Jiménez en La Cruz de Huanacaxtle, para dañar toda la fachada de su residencia
con marros y picos, hechos que no trascendieron en la prensa local.
Fue una advertencia por los arreglos que trae con el crimen
organizado, sueltan algunos lugareños de la zona.
Lo peor de todo, es que Gabino Jiménez ya enredó en este lío
a Pepe Cuevas y si tomaron dinero sucio vía José Martí, los problemas se
podrían agudizar para los Martínez y su cómplice, el presidente del comisariado
ejidal.
Hasta antes de las versiones de que pudiera haber dinero del
narco en la compra venta de terrenos ejidales en la Cruz, Gabino Jiménez se
ufana y retaba al mismísimo presidente de la República: “A mí no me espanta
eso, que venga, que me pida lo que quiera, no tengo nada de qué esconderme, ni
de Peña Nieto ni del Gobierno”. (Nota: Este es un adelanto del reportaje
que se publicará en la próxima edición impresa de VALLARTA UNO)
No hay comentarios:
Publicar un comentario