Por Jorge Olmos Contreras
El fin de semana estuvo movidito para un cuarteto de
funcionarios del Ayuntamiento de Bahía de Banderas, Nayarit, a quienes se les
ocurrió irse de farra con todo y escoltas armados hasta los dientes en un
conocido table dance de Puerto Vallarta, a donde ingresaron con todo y armas
para divertirse con bailarinas y jovencitas que les enseñaban todo sin pudor. Antes,
los cuatro servidores públicos y sus guardaespaldas fueron detenidos por
elementos de la Marina Armada de México para una revisión de rutina.
Se trata del Jefe de Protección Civil Municipal, Alfonso
Ramírez Moreno; del director de Tránsito, Ramón Álvarez; del tesorero, Oscar
Sánchez Martínez y del asesor jurídico del alcalde Rafael Cervantes Padilla,
Joel Rubén Cerón Palacios –todos de Bahía de Banderas—los que protagonizaron
además un escándalo en el bar de desnudos Aquah,
donde se negaban a pagar una cuantiosa cuenta por los consumos hechos, porque
según ellos, les estaban cobrando cuatro mil pesos de más.
Los funcionarios estuvieron tomando vinos de los caros, puro buchanan’s y coñac e invitando a las teiboleras
todas las bebidas que pedían, por lo que a la hora de que les llevaron la
cuenta, se les hizo mucho y comenzaron los reclamos que subieron de tono debido
a que el gerente del bar estuvo a punto de llamar a la policía municipal para
que se los llevaran presos.
Fue el tesorero municipal de Bahía, Oscar Sánchez Martínez,
el que hizo un esfuerzo sobrehumano para regresar a la cordura en medio de la
borrachera y finiquitar la cuenta con todo y los cuatro mil pesos que
supuestamente les cobraban de más. Se ignora si dejó algo en garantía, si pagó
con un cheque de la tesorería municipal o hicieron una “pollita” para poder
pagar semejante consumo de alcohol y mujeres de la vida galante.
REVISION DE RUTINA
Lo más delicado del asunto, es que los escoltas de estos
funcionarios, sobre todo los que trae Rubén Cerón Palacios iban bien armados y
aun así se introdujeron al table dance,
por lo que cometieron una grave falta que deberá ser sancionada por el
presidente municipal Rafael Cervantes Padilla.
De hecho, cuando ingresaron desde Nayarit a Jalisco en cinco
o seis camionetas que viajaban en convoy, fueron detectados por personal de la
Marina y de inmediato les marcaron el alto para hacerles una revisión de
rutina, encontrándoles varias armas de cargo, por lo que estuvieron a punto de
ser llevados a la comandancia de la zona naval para su investigación.
Sin embargo, gracias a que lograron llamar al Director de
Seguridad Pública de Bahía de Banderas, Wistano Ríos, éste pudo acreditar que
se trataba de funcionarios del Ayuntamiento y fue así como los dejaron que
siguieran su camino, no sin antes advertirles que no deberían andar armados en
vehículos no oficiales.
De hecho, se sabe que la Secretaría de Marina Armada de
México va a emitir una queja, recomendación o advertencia al Ayuntamiento de
Bahía de Banderas para que en lo futuro sus funcionarios se abstengan de andar
haciendo estos numeritos porque podrían provocar un enfrentamiento innecesario,
ya sea con elementos militares o policiacos en alguna confusión; o ser atacados
por grupos de la delincuencia organizada que los pueden confundir con bandas
rivales.
CAMINO A LA PERDICION
Ni Wistano Ríos, ni los marinos sabían que los cuatro
funcionarios municipales andaban “enfiestados” la noche del viernes 12 de
octubre, y mucho menos que se dirigían a un cabaret, pues de lo contrario les
habrían ordenado que se regresaran a sus casas, sobre todo Wistano, quien pudo
haber tenido poder de convencimiento para que no hicieran escándalos.
No obstante, Alfredo, Ramón, Oscar y Joel Rubén ya andaban lo
suficientemente alegres como para desafiar el destino y ya se habían puesto de
acuerdo para ir a ver chicas encueradas, topara en lo que topara. Como ya
vimos, al final se armó un escándalo que podría quitarles la chamba.
Sobre todo a Rubén Cerón, quien ya fue Director de Seguridad
Pública y que hoy como asesor del presidente municipal le correspondía guardar
las formas y no utilizar guaruras para que lo escoltaran armados, junto con sus
otros tres compañeros, hasta un table
dance de este destino turístico.
Quizá Rubén Cerón tenga motivos de sobra para traer gente
armada atrás de él, ya que en Bahía de Banderas es un secreto a voces los
presuntos arreglos que habría hecho con grupos de la delincuencia organizada cuando
fue Director de la Policía Municipal y que a la fecha le sirven de contacto
para cualquier situación de inseguridad en ese municipio Nayarita.
EL SONSACADOR
Es muy probable que el sonsacador del grupo haya sido el
propio Cerón Palacios precisamente por sus antecedentes, sin embargo cualquiera
pudo haber tenido la brillante idea de irse al lupanar más cercano para
satisfacer sus ansias masculinas que, a la hora de la hora, podría costarles el
trabajo.
Asimismo, habrá que revisar con lupa y estar muy vigilantes
para evitar que el tesorero municipal, Oscar Sánchez, tome dinero de las arcas
municipales para recuperar lo que gastaron en vinos y mujeres el viernes
pasado, pues sería gravísimo para el municipio que se utilicen recursos
públicos para pagar las borracheras de estos funcionarios.
También habrá que exigir que se levante un acta
administrativa por el mal comportamiento de los cuatro fantásticos que, sin
importarles dañar la imagen del Ayuntamiento y de su presidente municipal, se
fueron a retacar al table dance para
darle vuelo a la hilacha, a costa de lo que fuera.
INFORMACION
CLASIFICADA
HAY UN VIDEO
DEBIDAMENTE GRABADO EN DONDE APARECEN los cuatro funcionarios de Bahía de Banderas con chicas sentadas
en sus piernas y observando los strip
tips con la mirada perdida, casi al punto de la hipnosis.
TAMBIEN ESTAN LAS
ESCENAS DEL ESCANDALO QUE ARMARON los servidores públicos cuando les llevaron la cuenta, el
alegato con el mesero y el altercado que a punto estuvo de llegar a los golpes
porque no querían pagar cuatro mil pesos de más, según las cuentas sesudas que
hacía una y otra vez el tesorero municipal y que supuestamente no le cuadraban.
LA PREGUNTA OBLIGADA:
¿Por qué la Armada de México no puso a disposición de sus
superiores a estos malos servidores públicos que se comportaron como
delincuentes de alta escuela en su circuito por Puerto Vallarta?
Se sabe que Wistano Ríos les dijo que se regresaran a Bahía
de Banderas después del incidente con los marinos, pero los funcionarios ya
andaban bien alegres y siguieron su francachela hasta parar en el table dance.
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