Por Jorge Olmos Contreras
Los agoreros del infortunio, que casi
siempre están mal informados, se deben de haber quedado con un palmo de narices
luego de que, por fin, el gobierno municipal que encabeza Arturo Dávalos Peña,
decidió informar con detalles técnicos y simples, la aprobación del Plan
Parcial de Desarrollo Urbano del Distrito número 10, en donde está precisamente
gran parte de la zona montañosa de Puerto Vallarta.
De entrada, es totalmente falso que
la montaña se vaya a vender, como también erróneo es, que ya se hayan otorgado
licencias de construcción en este polígono que contempla mil 312 hectáreas,
como lo aseguraron varias personas –algunas de ellas bien identificadas con
algún partido político—en las redes sociales.
Primero hay que informarse antes de
hacer una tormenta en un vaso de agua, pues la desinformación fue la constante
que privó en las redes sociales, sobre todo en las cuentas de Facebook, que
terminó formando un caldo de cultivo, cuyo coctel social estuvo a punto de
salirse de control, debido a aquellos que se dicen luchadores sociales y que
terminan en simples agitadores de la red, en caricaturas ridículas, pero que en
sus negras intenciones confunden, crean zozobra, incertidumbre y caldean los
ánimos de los ciudadanos de buena voluntad.
REPETIR
MENTIRAS
Recuerden la máxima de Joseph
Goebbels –el jefe de propaganda nazi--, repite una mentira mil veces y se
convertirá en verdad.
Ah, pues así operan los enemigos de
Puerto Vallarta, los que todo lo ven mal, los que no permiten que ningún
gobierno municipal se atreva a modificar un Plan Parcial de Desarrollo Urbano
para cuidar más la montaña; que someta a votación alguna iniciativa protectora
de los intereses de la población o que tome decisiones firmes para revocar
alguna concesión (léase el problema de Proactiva y su irresponsabilidad de
tener la ciudad llena de basura), porque de inmediato surgen los agoreros del
desastre y el infortunio para decir que en tal o cual acción hay un trasfondo
oscuro, tenebroso, que alguien le pagó a algún funcionario para hacer negocios
a costa del pueblo, que ya vendieron a Vallarta, etc., etc.
A esto hay que sumarle regidores que,
sin ninguna pizca de inteligencia y conocimientos en la materia, también le
entraron al juego de la confusión –como El Peri Cuevas-- y a pesar de que en la
sesión de Cabildo se informó claramente que se aprobaba el dictamen del Plan
Parcial de Desarrollo Urbano del distrito 10 para disminuir la cota de una
eventual urbanización de 400 metros a sólo 200, no entendió y se fue de boca
con el cuento de que se quería vender la montaña de Vallarta.
LOS
PUNTOS
Ahora bien, el hecho de que se
apruebe este Plan Parcial de Desarrollo Urbano –pues el general debe revisarse
cada tres años al inicio de una nueva administración, como lo prevé la ley--,
no quiere decir que en la franja de reserva urbana ya se estén otorgando
licencias o que se vayan a autorizar construcciones.
Aquí sí, la sociedad misma y los
medios de comunicación debemos ser vigilantes para evitar que se extiendan
permisos de construcción que puedan ser contrarios al desarrollo sustentable,
aun cuando el Plan de Desarrollo Urbano ya lo permite, insistimos, sólo a la
cota de 200 metros, en donde, por cierto, a lo largo de esa franja de las mil
312 hectáreas ya existen algunos desarrollos, fincas y construcciones.
Este Plan Parcial, que debe ser
publicado en la gaceta municipal en los próximos días, es más protector de la
montaña que el anterior, pero los “activistas sociales” y algunos ecologistas
despistados, pusieron el grito en el cielo, sin que haya tal agresión.
LA
CONSULTA PÚBLICA
Además, el 23 de marzo del 2015 fue
publicada la convocatoria para la consulta pública del Plan Parcial de
Desarrollo denominado “Distrito Urbano 10”, dirigida a los dueños de fincas de
la zona de aplicación, a grupos organizados de la sociedad y al público en
general, para que en el plazo de un mes formularan comentarios, críticas y
proposiciones sobre este Plan, por lo que extraña que ahora algunos se sientan
desinformados, y que, de paso, traten de confundir a los ciudadanos.
Ayer, en una conferencia de prensa,
el alcalde Arturo Dávalos, acompañado de representantes de los colegios de
ingenieros y arquitectos de Vallarta, explicaron punto por punto este Plan Parcial
del “Distrito Urbano 10”; y la nota fue esa, que la montaña no se toca, que la
zona montañosa se protege y que queda más segura al disminuir la cota de los
400 metros a sólo 200, sin que ello signifique que ya haya licencias de
construcción, ni mucho menos.
Con esta medida, se evitarán
desarrollos tan ambiciosos y agresivos como el que promocionaba el ex alcalde
Salvador González Reséndiz y sus amigos auto denominado “Ameyalco”, que
pretendía la construcción de casas y complejos turísticos de “baja densidad” en
la montaña vallartense; o como el edificio hotel que es conexión del Garza
Blanca que, con la ley en la mano, construyó el empresario de los tiempos
compartidos, Fernando González Corona en plena montaña con todo y un puente; o como
el mega proyecto que impulsaba el ex presidente del ejido Vallarta, Esteban
Aréchiga en Conchas Chinas.
ALTO
A LOS DESARROLLADORES
Hay que recordar que el ejido Puerto
Vallarta aprovechó la autorización de 26 certificados parcelarios hace cinco
años, para poner en venta y desarrollar la parcela número 112, que incluye poco
más de 20 hectáreas sobre la parte alta de Conchas Chinas, donde se pretendían
construir el complejo turístico inmobiliario denominado “Campestre Residencial
Conchas Chinas” con una inversión que superaba los 42.5 millones de dólares en
2010.
Para que usted se dé una idea de la
utilidad que obtendría el poseedor de la parcela número 112 y el propio ejido
Puerto Vallarta por vender el predio “Conchas Chinas”, ésta rondaría en los 10 millones
250 mil dólares, ya que dicha parcela mide un total de 205 mil metros cuadrados,
y el metro cuadrado lo estaban tasando en 50 dólares.
Sin embargo, los promotores o intermediarios
del proyecto estaban pensando ofertar al futuro comprador en 646 mil dólares
cada uno de los 50 lotes, una vez fraccionado el predio “Conchas Chinas”, por
lo que el costo para quien desarrollara todo el proyecto sería de 32 millones
330 mil dólares, tan sólo por la inversión en los lotes privados, mientras que
la ganancia por la venta directa podría duplicarse en algunos casos o hasta
triplicarse.
Quienes aparecían como representantes
del proyecto “Campestre Residencial Conchas Chinas”, son un tal licenciado Luis
Eduardo Anaya, Samuel Aguilar Fletes (ahora presidente del ejido Vallarta) y un
arquitecto de nombre Alberto A. Muñoz P.
Pues bien, con la aprobación de este
Plan Parcial de Desarrollo Urbano del distrito 10, todo esto se podrá evitar,
pero se necesita de la participación decidida de la sociedad, no de agitadores
que todo lo ven mal.
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