Por Jorge Olmos Contreras
Bastó con que el Director de Turismo Municipal, Ramón González Lomelí
calificara de incompetentes y faltos de capacidad a los dirigentes del
Fideicomiso de Turismo de Puerto Vallarta, para que un grupúsculo de
empresarios reaccionaria y, de forma poco convencional y decente, formara un
frente que pretende exigir la renuncia del funcionario.
Se trata de aquellos empresarios que tienen años enquistados al interior
del Fideicomiso de Turismo y a quienes no les gustó la crítica razonable que
les hizo Ramón González Lomelí –por cierto, el único Director de Turismo
Municipal que se ha atrevido a cuestionar los malos manejos que se hacen con
los millonarios recursos que capta este organismo y que deberían ir a una
promoción turística eficiente y eficaz--, en el sentido de que se estaban mal
ejerciendo los dineros en campañas que no le reditúan nada a Puerto Vallarta.
En el fondo, la arremetida contra Ramón González Lomelí la encabezan Juan
Vela, el nefasto dueño de los hoteles Velas Vallarta y el doctor Jorge
Villanueva Hernández, quienes pretenden “tumbar” a González Lomelí para exigirle
(ni siquiera pedirle, sino exigirle) al alcalde, Arturo Dávalos Peña, que quite
a Ramón González y ponga en su lugar a la ex presidenta de la Canirac,
Guadalupe Bayardi, mejor conocida como Lupita Bejos.
OBJETIVOS AVIESOS
Sin embargo, al interior del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, Lupita Bejos no
es bien vista y no existe la más mínima posibilidad de que el presidente
municipal cambie de opinión, sólo para darle gusto a unos cuantos empresarios
que tienen intereses personales y de grupo y cuyo objetivo es evidentemente avieso,
al intentar pedir la renuncia de González Lomelí.
Esta semana, el mismo Arturo Dávalos le ha dado un fuerte espaldarazo a
Ramón González Lomelí, lo tiene como su hombre de confianza en materia
turística y seguramente no va a permitir que ningún empresario –por muy poderoso
que se sienta—ni ningún grupo le imponga la agenda turística, ni mucho menos lo
quiera tomar de rehén para dictarle decisiones que son facultad única y
exclusiva del alcalde, como lo es nombrar o quitar a los Directores del
Gabinete Municipal.
Jorge Villanueva, Juan Vela, Guadalupe Bayardi y otras personas, han
formado un grupito para tratar de doblegar al presidente municipal, pero una y
otra vez se les ha caído el teatro y sus proyectos –donde tienen, insistimos
intereses personales o de grupo—; han fracasado en casi todo, como el control
que pretendían tener del Patronato del Centro Histórico y la toma de la
Dirección de Turismo.
LA ESPINA DE JUAN VELA
A Juan Vela le dolió, en específico, que Ramón González Lomelí expusiera el
fracaso de la promoción turística, ya que él forma parte importante del
Fideicomiso de Turismo, donde incluso ha pretendido que el Comité Técnico le
otorgue contratos millonarios a una empresa que él mismo recomendó y que tiene
ciertos intereses con sus hoteles asentados en Cancún.
De hecho, hace días Juan Vela hizo el berrinche de su vida cuando el mismo
Comité Técnico le otorgó el contrato de la promoción nacional a una empresa
diferente a la que él recomendaba. En una junta, no guardó la compostura, se
levantó estrepitosamente y muy molesto, abandonó la reunión.
Juan Vela quería que una firma –donde incluso podría tener intereses
personales—que está muy ligada a la operada turística Best Day, se quedara con el contrato (de muchos millones de pesos)
de la promoción nacional, pero sus propios compañeros en el Fideicomiso lo
batearon, por lo que anda que no lo caliente ni el sol.
FUERA CACICAZGOS
Quizá por ello, ahora que Ramón González Lomelí pone el dedo en la llaga de
los malos resultados de la promoción turística, no sólo Juan Vela, sino también
otros y otras se sienten ofendidos y ofendidas y ahora tratan de quitar del
camino, a como dé lugar, al Director de Turismo Municipal, quizá porque les
estorba en sus planes.
Hay que recordar que fue el propio Juan Vela el que impulsó y respaldó a
Oscar Pérez –el ex secretario particular del Mochilas—para que Arturo Dávalos
lo ratificara como Director de Turismo, mientras que Jorge Villanueva quiso
imponer en dicha Dirección a Lupita Bejos, pero nada de eso sucedió, y hoy que
González Lomelí ejerce una crítica constructiva, se le dejan ir a la yugular,
ya que incluso se han dedicado a pedir votos en el sector privado, para exigir
la renuncia de González Lomelí, cosa que desde luego no va a suceder.
Creemos que es momento para que el Fideicomiso de Turismo se
transparente y se termine de una vez por todas el cacicazgo que se ha
enquistado en los últimos 15 años en el Comité Técnico, donde las decisiones
las toman los de siempre, los Angarita, los Bob Kistner, los Vela, los Cadena y…
también, como atinadamente los calificó Ramón González Lomelí, “gerentes
golondrinos” que no tienen arraigo en Vallarta, que no tienen la pertenencia
del lugar, y que igual les da que el destino fracase o se hunda en su
mediocridad publicitaria, si de promoción nacional e internacional se trata.
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