Por Jorge
Olmos Contreras
Una vez más, el presidente municipal, Ramón Demetrio
Guerrero Martínez, mejor conocido como El Mochilas, miente y engaña a los vallartenses al afirmar
que “se cuidaron los intereses del municipio” en la concesión del alumbrado
público a la empresa Citelum de México S.A de C.V., toda vez que le va a pagar
por adelantado a dicha compañía –con dinero del Ayuntamiento desde luego-- , la
friolera cantidad de dos millones 582 mil 804 pesos mensuales a partir del 23
de julio, lo que hará un total de 309 millones 936 mil 480 pesos durante
los 10 años que dure la concesión, sin que la filial francesa de Citelum tenga
que invertir prácticamente ningún peso, pues el gobierno local le estaría
financiando con dinero líquido su gasto para prestar el servicio.
Es un negocio redondo que va en detrimento de las
finanzas municipales y que no representa ningún ahorro para el municipio, ya
que el Ayuntamiento seguirá pagando a la Comisión Federal de Electricidad (CFE)
el consumo de la energía eléctrica.
Hay expertos que aseguran que el Ayuntamiento de
Puerto Vallarta no tenía ninguna necesidad de concesionar el alumbrado público
(ver entrevista en próxima edición impresa de VALLARTA UNO) y que con una
inversión de tan sólo 18 millones de pesos, se podrían haber cambiado todas las
luminarias existentes en la ciudad, pero como se trataba de hacer negocios, El
Mochilas ha empujado lo más que ha podido esta concesión.
De esta manera, se anunció que a partir del 23 de
julio, la tesorería municipal comenzará a pagarle a Citelum la cantidad de dos
millones 582 mil 804 pesos mensuales, esto, una vez que termine el censo de
registro de todas las lámparas que hay en el puerto. A partir de entonces,
afirmó el alcalde en un boletín, se tienen ocho meses para que Citelum cumplan
con lo estipulado en el contrato, es decir, demostrar un ahorro del 30 por
ciento en lo que actualmente gasta la comuna en energía eléctrica y lo que
pagará después; pero para entonces, ya les habrán pagado a los franceses unos 25
millones 828 mil 040 pesos, es decir, en ocho meses.
Sobre el censo, cabe recordar que supuestamente ya lo
habían hecho, pues así estaba señalado en las bases de la licitación; pero
están haciendo uno nuevo, con lo que salen a relucir más mentiras.
ATOLE CON EL
DEDO
Es un juego de palabras que trae El Mochilas para
darle atole con el dedo a los vallartenses, pues el ahorro no será tal como lo
dice el alcalde, pues él lo está fijando en lo que le pagará a Citelum y lo que
paga actualmente de energía y operación del alumbrado, pero no lo engloba en el
gasto total que el Ayuntamiento seguirá haciendo a la CFE por concepto de
consumos.
Además, se le olvida que tanto en las bases de la
licitación como en el contrato, se estipula que la concesionaria tiene dos años
para sustituir las 18 mil 100 luminarias acordadas en el convenio.
Así las cosas, en dos años –partiendo del 23 de
julio—el Ayuntamiento tendrá que pagar, en cantidades por adelantado, un total
de 61 millones 987 mil 296 millones de pesos a Citelum, firma que tiene la
obligación de cambiar las 18 mil 100 lámparas a más tardar el 23 de julio del
año 2015, justo dos meses y ocho días antes de que El Mochilas concluya su periodo
gubernamental en Vallarta y deje de ser alcalde.
Diga usted si no es un gran negocio el que Mochilas
está logrando con la concesión del alumbrado, pues por un lado le asegura a sus
amigos de Citelum los pagos por adelantado y por el otro amarra al municipio
para que las próximas tres administraciones municipales (casi cuatro) le
garanticen pagos mensuales hasta llegar a 309 millones 936 mil 480 pesos.
NEGOCIO Y
TRATO ESPECIAL
Una simple operación aritmética nos dice que dos
millones 582 mil 804 pesos multiplicados por 120 meses (10 años) es igual a 309 millones
936 mil 480 pesos, cantidad igual a la propuesta económica que hizo Citelum
para obtener el título de concesión. En otras palabras, la empresa no va a
realizar ninguna inversión de riesgo, todo se lo va a pagar el Ayuntamiento con
el pretexto de un supuesto ahorro del 30 por ciento; ahorro que puede generarse
con una buena administración y operación del alumbrado de parte del mismo
gobierno municipal.
En este con texto, es claro que traen negocio y un
trato especial con Citelum –que antes se llamaba Mexicana de Mantenimiento y
Alumbrado S.A de C.V., pero por estar tan desprestigiada se cambiaron a Citelum
de México--, ya que en el Contrato de Concesión se especifica que el Director
General de Infraestructura y Servicios del Municipio emitirá
mensualmente el "Certificado
de Terminación de Meta", donde se especifica que el pago
mensual será de acuerdo a la inversión con capital de riesgo que haga Citelum, y también de acuerdo a los avances o metas de los servicios que
ampare dicho certificado; que debe contener los servicios de suministros,
instalación de luminarias, reparación de instalaciones y sustitución de
lámparas, pero lo están ignorando desde ahora.
Y es que resulta irregular que el Municipio ya
esté programando el primer pago mensual para el 23 de Julio del año en curso por
la cantidad de dos millones 582 mil 804 pesos, sin que Citelum haya hecho
todavía nada y sin haber invertido capital de riesgo alguno; y mucho menos
contar con la Certificación de Terminación de Meta.
Como se puede observar, la inversión de capital de
riesgo de Citelum será de "pura saliva”.
Además, el contrato dice que Citelum debe
garantizar el 30 por ciento de ahorro de energía o se les descontará del
pago; entonces en el primer pago que le van a hacer, ya le deben ir descontando
este incumplimiento, según la Cláusula I Anexo 1, inciso a.
Resumiendo: El Municipio paga por adelantado, Citelum
no invierte nada, cuando mucho en el mantenimiento, y le quedan ocho
años de ganancia pura y a los 10 años del término de la concesión,
el equipo seguirá siendo de Citelum, no obstante que en la realidad el
Municipio fue quien pagó el equipo de alumbrado. Luego Citelum sigue con
la concesión o le vende la chatarra de alumbrado de led al Municipio, ¿qué
gran negocio no?
Pero El Mochilas dice que cuidaron bien los
intereses del municipio. Quizá quiso decir que cuidó bien los intereses de él y
de González Uyeda y la camarilla que trajo de Guadalajara.
VIOLACION A
LA SUSPENSIÓN
Lo más grave de todo, es que en su desmedida
ambición por hincarle el diente a Puerto Vallarta, El Mochilas está cometiendo
serios errores que podrían llevarlo a la cárcel, pues está violando la
suspensión del contrato que ordenó un juez de distrito.
Los argumentos del síndico, en el sentido de que había
un error en el juicio de amparo por parte de Led Lumina en su solicitud de
suspensión del contrato de alumbrado público de Puerto Vallarta, ya que en vez
de referirse a la licitación 001/2013 se señalaba a la licitación 003/2013, y
que por lo tanto el Ayuntamiento podía continuar ejecutando el contrato, fueron
tan endebles, que el mismo Tribunal ya corrigió y la suspensión del contrato continúa
vigente y, por lo tanto, está siendo violada por las autoridades municipales,
en concreto por el alcalde.
Veamos:
El 30 de mayo, en el Incidente de Suspensión de Contrato
promovido Led Lumina, el Juez ordenó a las autoridades demandadas que rindieran
su informe previo con la corrección del número de Licitación 001/2013.
Lo anterior, en el número de expediente 939/2013
del 29 de mayo y publicado el 30 del mismo mes, que textualmente dice:
“Se tiene a las autoridades responsables informando
su imposibilidad para rendir su informe previo; ahora bien, visto lo manifestado
por la autoridad, se les requiere de nueva cuenta para que rindan su informe
previo con respecto al acto señalado por el quejoso, esto es la licitación pública nacional número 1/2013;
asimismo, se les tiene señalado delegado."
Antes, el 08 de mayo y publicado 09 del mismo mes,
El Juzgado sintetizó:
“Fórmese por duplicado el incidente de suspensión,
pídase informes previos a las autoridades responsables, se señala audiencia
incidental para las once horas con diez minutos del quince de mayo dos mil
trece. Se niega por una parte y se
concede por otra la suspensión
provisional, para el efecto de que no se cumplan los efectos del contrato de
adjudicación de obra pública, siempre y cuando se exhiba la garantía de
cien mil pesos por la parte quejosa."
De nada les sirvió andar de marrulleros, de seguro
El Mochilas va a tener problemas si siguen con la ejecución del contrato
de concesión, pues podría haber desde destitución, hasta cárcel, pues la
suspensión es para que no se realicen los efectos del contrato, esto cualquier
abogado lo sabe.
Si hacen algo con posterioridad a la firma del
Contrato, sea quien sea de la autoridad, los pueden destituir y meter en
prisión. Sólo basta con que Led Lúmina denuncie el incidente de violación a la
suspensión ante el Juez de Distrito y éste lo haga ante la PGR.
Andan jugando con fuego, y el síndico quizá de
gratis, pues empezarían por éste; por andar aconsejando triquiñuelas y por no
ser claro, ya que por un lado dijo que adecuó el contrato y después lo firmó, y
por el otro, el mismo alcalde había declarado (antes de que se peleara con
Roberto Ascencio) que la firma del mismo ya llevaba un avance del 80 por ciento,
son cosas que no cuadran y que huelen mal.
INFORMACION
CLASIFICADA
PARA QUE NO
PIERDAN DE VISTA LO QUE LE PUEDE SUCEDER AL MOCHILAS en caso de seguir con este
ventajoso contrato a favor de Citelum y violando la suspensión del mismo, en
Mérida, Yucatán, acaban de denunciar penalmente a la ex alcaldesa Angélica
Araujo Lara y al ex secretario Omar Lara Pacheco por el manejo delictuoso de los
contratos del servicio de alumbrado público.
En la denuncia también se incluyó a otros funcionarios
municipales, así como a ejecutivos de la empresa AB&C Leasing que tenía el
contrato de alumbrado público, así como a personal del Banco Santander.
En Mérida no exhibieron el cheque cruzado y luego
dijeron que el mantenimiento lo tendría que hacer el municipio, casi igual a lo
que pasa con Citelum en Vallarta, cuyo cheque cruzado por más de 30 millones de
pesos, el 10 por ciento de su propuesta económica, nunca apareció en el “Dictamen
de Fallo”.
SI AL
GOBERNADOR, JORGE ARISTOTELES NO LE VA A TEMBLAR LA MANO PARA meter a la cárcel a
quienes hacen negocios con los dineros públicos –como ya lo demostró en el caso
del ex director del Siapa, Rodolfo Ocampo--, ya podría poner en la mira a Ramón
Demetrio Guerrero Martínez, mejor conocido como El Mochilas, por las transas en
la licitación y entrega de título de concesión del alumbrado público de Puerto
Vallarta a la filial francesa de Citelum.
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