jueves, 7 de junio de 2012

EL EX REGIDOR PANISTA IGNACIO GUZMÁN, DOLIDO, EMULA A FOX Y DESPOTRICA CONTRA EL PARTIDO QUE LO VIO NACER


Por Jorge Olmos Contreras

De cualquiera lo hubiéramos creído, pero no de Ignacio Guzmán García, quien ayer se quitó la careta que traía soldada al rostro desde hace muchos años y se mostró tal cual es, un hombre resentido que en el otoño de su vida está tan frustrado que prefirió hacerse expulsar por el Partido que lo vio nacer para inmediatamente después despotricar contra Acción Nacional y su candidato a la presidencia municipal, Humberto Muñoz Vargas, al que le pronostica una inminente derrota.

Émulo de Vicente Fox, Nacho Guzmán casi, casi pide a los electores que voten por el PRI y que dejen a un lado todo lo que huela a PAN y su abanderado Humberto Muñoz Vargas.

Con la herida todavía suturando pus por la embestida –justificada a todas luces—que le propinó a él y a otros traidores que se decían panistas de convicciones al fincarles un proceso de expulsión por hacer proselitismo en favor de otro partido y por asumir una postura radical y enfermiza en la pasada elección interna, Nacho Guzmán buscó una grabadora y un micrófono disponible para soltar la amargura detenida todo este tiempo en sus entrañas.

Buscó una tribuna y la encontró, ya que en cuanto le preguntaron su opinión sobre el proceso de expulsión de 70 panistas, Nacho Guzmán se encueró y soltó una cantaleta que sólo él y los panistas saben que se trata de un auténtico boomerang que le va a estallar en pleno rostro al otrora combativo regidor blanquiazul. Fue como escupir para arriba ó echarle lodo al ventilador;  de alguna manera terminó enlodado en sus propias declaraciones que hoy se difunden en algunos medios de comunicación.

El Vicentito Fox de los vallartenses hace un “sesudo” análisis de los problemas que enfrenta actualmente el PAN en Puerto Vallarta y afirma que lejos de trabajar están más preocupados en el proceso de expulsión de algunos miembros, lo que le resta simpatías entre la membresía y al ciudadanía.

GASOLINA AL FUEGO

Quizá tenga razón por la estupidez del dirigente municipal del PAN de convocar a rueda de prensa para dar a conocer la expulsión de sus otrora compañeros, fue algo así como echarle más gasolina al fuego, pero no le correspondía a Nacho Guzmán tomar el micrófono, simple y sencillamente porque no tiene autoridad moral desde que se la jugó con El Mochilas.

Y es que Nacho Guzmán batea por un solo lado y culpa de la actual crisis de su todavía partido a la gente que tomó el comité directivo municipal. Nunca se refiere a Jesús Ruiz Higuera y a otros directivos,  pero los dibuja como los verdaderos enemigos del PAN.

Curado en salud, Nacho Guzmán trata de crear un ambiente derrotista, sumamente pesimista al interior de Acción Nacional para hacerle creer a la mayoría de los panistas que trabajan con Humberto Muñoz Vargas, que van a perder la elección. Poco le faltó decir que los únicos héroes del Partido son los traidores que se fueron con el diputado Ramón Guerrero.

EL FLAUTISTA DE HAMELÍN

Se le olvida a Nacho Guzmán que los panistas de corral son los que siguieron al Mochilas, que igual que los ratones del flautista de Hamelín, pronto tendrán que cruzar el caudaloso río de las elecciones y muchos, pero muchos personajes chiquitos y orejones que decidieron traicionar la causa panista se encontrarán con el agua hasta el cuello.

Todo es cuestión de tiempo.

Bajo este escenario, se ve muy mal que un político de la talla de Ignacio Guzmán García le eche estiércol a su propio partido sólo porque el Comité Estatal y Municipal no permitió que un aventurero de la sierra de Ayutla siguiera siendo panista, ni mucho menos sus roedores seguidores.

Y es que Ignacio Guzmán le pega al Comité Municipal del PAN por convocar a una rueda de prensa donde se anunció la expulsión directa de seis “prominentes” panistas que se integraron al equipo del Mochilas, además de otro numeroso grupo que se sumó a la fila de los ratones de Hamelín.

Nunca se ocupa de las acciones ruines y bajas con las que operó El Mochilas para desestabilizar y dividir al panismo vallartense, ni mucho menos su falsa lucha para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación lo nombrara candidato del PAN a la alcaldía de Puerto Vallarta, pues como todos saben, el máximo órgano electoral de la Nación sólo le pidió al CEN panista que resolviera la impugnación.

ALZHEIMER PREMATURO

Nacho Guzmán también exhibió su prematuro Alzheimer al olvidar que El Mochilas nunca esperó la decisión del Tribunal Electoral ni la resolución de la Comisión Nacional de Elecciones del PAN para ver qué sucedería con el caso Vallarta, sino que aceptó la candidatura del Movimiento Ciudadano, impulsado por la voz “insurgente” de Enrique Alfaro Ramírez.

Para Nacho, todo lo que hizo Ramón Guerrero estuvo bien, y no puso objeción alguna –hasta la fecha-- cuando los ratones del PAN comenzaron a hacer proselitismo por el partido del Movimiento Ciudadano, totalmente antagónico a la ideología panista de Efraín González Luna y su hijo Efraín González Morfín. Sentado en una silla de su casa, Nacho veía los toros desde la barrera y seguramente se regocijaba por la rebelión de los Mochilistas.

Hoy que el Comité Directivo Estatal del PAN anuncia que expulsará a todo aquél panista que hizo proselitismo por otro partido o que aceptó ser candidato a un puesto de elección popular por un instituto político diferente al PAN, es cuando Nacho Guzmán salta de la cama, deja la modorra política y busca con ansiedad inusitada los reflectores.

Porque lo que publican hoy los medios de comunicación en boca de Ignacio Guzmán García, no puede interpretarse más que como una declaración de guerra en contra del panismo vallartense. Es un deslinde total de un destacado miembro activo, de su propio partido. Es la expulsión inminente disfrazada de renuncia, porque al lanzarse contra el PAN, Nacho le está diciendo adiós al partido que lo vio nacer, para tristeza de aquéllos que confiaban en un político maduro, fuerte, convincente, cuyos principios tiró al bote de la basura por sumarse a la larga fila de ratones que siguen al flautista de Hamelín personificado a la perfección por Ramón El Mochilas Guerrero.

Es una pena que Nacho Guzmán sepulte toda una carrera política por seguir a un aventurero que para los panistas que lo siguieron es un Mesías, pero que para el resto del panismo vallartense es más falso que una moneda de veinte centavos.

No sabemos qué vaya a hacer Nacho Guzmán en los próximos días, si recluirse en su habitación o en descararse por completo para anunciar que se convertirá en el nuevo coordinador de la campaña de El Mochilas.

Como quiera que sea, sus declaraciones tronantes contra Acción Nacional ya las registró la historia, el resto es parte de la película que vemos todos los días en la política mexicana, donde las traiciones están a la orden del día.

INFORMACION CLASIFICADA

SI NACHO GUZMAN ESTA TAN DISPUESTO A HACER DECLARACIONES A LA PRENSA, por qué no comienza por opinar sobre los “candidatos de lujo” a regidores que trae Ramón Guerrero en su planilla, como Humberto Gómez Arévalo, mejor conocido como “Beto” el del Infonavit, quien habría dejado  cuentas pendientes con la justicia de Estados Unidos por agredir a puñaladas a uno de sus íntimos amigos y que por ese simple hecho habría pasado una buena temporada en la cárcel de San Quintín.

O de Luis Alberto Munguía González, que a sabiendas de que la hija putativa de Elisa Ramírez es menor de edad, iba por ella (todavía) a la casa hogar para llevarla de antro, en lo que constituye un claro delito de carácter penal.

Hay más, pero por hoy se nos terminó el espacio.








No hay comentarios:

Publicar un comentario