Por Jorge
Olmos Contreras
Como era de esperarse, pudieron más
los intereses personales y de grupo, que los de la propia Universidad. No
bastaron los señalamientos del “trienio sabático” de Marco Antonio Cortés
Guardado, ni el manejo desaseado de su secretaria administrativa, Gloria
Angélica Hernández Obledo, en la asignación de contratos directos y otros
concursados, pero severamente cuestionados, que implicaron el gasto de cientos
de millones de pesos; tampoco fue tomada en cuenta la denuncia pública que
hicimos sobre la estirpe del señor Guardado y la negra historia de su hermano
Arturo (implicado en el asesinato de un infante); ni habrían sido suficientes
otros argumentos, ni ningún otro señalamiento igual de grave contra Marco
Antonio, pues la decisión de cobijarlo vino de muy arriba, de allá donde Raúl
Padilla López tiene su feudo y controla todo lo que tenga que ver con esta
querida, pero sufrida institución, alma
mater de todos los que hemos pasado alguna vez por sus aulas.
La tarde de este jueves, se habrá
consumado la segunda imposición de Marco Antonio Cortés Guardado como rector
del Centro Universitario de la Costa (CUC), y para atestiguar el hecho y darle
validez al acto, estará presente el rector general, Tonatiuh Bravo Padilla,
quien tomará la protesta de rigor para que el amigo personal de Raúl Padilla
pueda hacer lo que se le antoje durante tres años más, eso, al menos hasta el
mes de abril del 2019.
De esta manera, Marco Antonio Cortés
Guardado tiene ya la carta abierta para seguir fortaleciendo su descarado
nepotismo, al tener en la nómina del CUC y de la Universidad, a sus amigos,
parientes y familiares en primer grado, como sus hijos… Y hasta a los maridos
de sus hijas.
Pero como en la Universidad todos,
absolutamente todos los directivos son “institucionales”, no habrá nadie que se
atreva a quejarse e incluso a hacer el más mínimo señalamiento por los excesos
de Cortés Guardado.
LOS
COBARDES
Uno podría imaginar a un Jorge
Ignacio Chavoya Gama, a un Jorge Téllez López, a un Rafael García de Quevedo –que
son los más críticos de la Universidad—defendiendo al Centro Universitario, a
alzar la voz para que no les sigan imponiendo rectores como Cortés Guardado,
que sólo vienen a darle trabajo a los suyos y a disfrutar el dinero y el status
que les da la escuela; a manifestarse, a atreverse a cambiar para cambiar las
cosas.
Pero no, la Universidad está atrapada
por un cacicazgo, una línea dictatorial que nadie se atreve a cuestionar, so
pena de perder su trabajo o hasta de que les finquen alguna responsabilidad
administrativa inventada; por eso los Centros Universitarios se van llenando de
personas cobardes, acomodaticias, sumisas y sin valor civil para sacar adelante
un proyecto diferente y colocar en la rectoría a un hombre o una mujer que
tenga los méritos suficientes para dirigir el centro educativo.
Marco Antonio Cortés podrá meter en
la nómina a toda su parentela, y a manejar los hilos del CUC como le plazca. No
hay un solo directivo o jefe que ose a contradecirlo, todos están cortados con
la misma tijera, no tienen dignidad, prefieren cuidar una chamba que les deja
más o menos para vivir, que emprender un movimiento que obligue a la Rectoría General
a dejar de fastidiar a Centros como el Universitario de la Costa con la
imposición de rectores.
Todos al interior del CUC saben que
Marco Antonio Cortés impuso a su hija Paola Cortés Almanzar como coordinadora
de la licenciatura en Artes Visuales, mientras que, al esposo de Paola, Lino
Francisco Jacobo Gómez Chávez (En la fotografía), lo colocó como coordinador de
la licenciatura en Cultura Física y Deportes, ambas carreras fueron abierta a
raíz de que Cortés Guardado llegó a Puerto Vallarta, pero nadie dice nada,
todos se quedan callados.
EL
ORGULLO DE SU NEPOTISMO
Todos vieron cómo Marco Antonio
Cortés, movió sus influencias, jaló los hilos adecuados y maniobró con todo,
con tal de abrir esas nuevas licenciaturas y así poder darle trabajo a su yerno
y a su hija Paola, quien ahora aparece en el directorio del CUC como la
secretaria particular del rector, es decir, secretaria de su propio padre.
En el lugar de Paola Cortés, nombraron
como coordinadora de la licenciatura en Artes Visuales, a la señora Elba Ireri
Topete Camacho, otra mujer que ha dado mucho de qué hablar al interior del CUC
por la forma con la que trata a sus alumnos, a quienes obliga a que se
trasladen a la Isla del Río Cuale, para darles las clases en ese lugar al aire
libre.
Hay que recordar que Ireri Topete
tiene años metiendo las manos en los talleres de artes que el Ayuntamiento
tiene en la Isla del Río Cuale, por lo que no dude usted que esté cayendo en
algún conflicto de interés.
Pero bueno, volviendo a la parentela
de Marco Antonio Cortés Guardado, también se sabe que otro de sus hijos, de
nombre Pavel Cortés, es el Director de Contenidos y Programador de los Premios
Maguey –galardón que se otorga a películas con temática lésbico-gay—y que
forman parte del Festival Internacional de Cine de Guadalajara y que se otorgan
en este marco.
EL
HIJO DEL MAGUEY
Todos sabemos que el Festival de Cine
es organizado por la Universidad de Guadalajara y que Pavel Cortés fue aquél
muchacho que exhibió parte del largometraje “Théo et Hugo dans le même bateau”
(Ganadora del Premio Maguey 2016) en la plaza “Lázaro Cárdenas” de Puerto
Vallarta, filme que tuvo que ser censurado por el Ayuntamiento porque contenía
escenas de sexo explícito y violaba el artículo 40 del Reglamento de Policía y
Buen Gobierno.
A Pavel Cortés no le importó exhibir
una cinta con material pornográfico en una plaza pública, a una hora en la que
todavía hay circulando familias con menores de edad. De hecho, pegó el grito en
el cielo por la censura, al grado de que la nota alcanzó niveles
internacionales.
Pues bien, este tipo de personas –a las
que no les importa en lo más mínimo Vallarta—son las que van a manejar el CUC
por tres años más, y no hay nadie que ponga alguna objeción, incluso en la
mayoría de los medios de comunicación, la Universidad es tema tabú si se trata
de criticar, señalar, investigar, denunciar, escribir, etc.
No entendemos cómo los propios
periodistas de la Universidad toleren sinvergüenzadas sin decir nada.
En todo este escenario que les hemos
planteado, debemos reconocer que, al menos, alguien tomó la sabia decisión de
quitar de la Secretaría Administrativa a la llamada doctora Gloria Angélica
Hernández Obledo, esa señora intolerante que entrevistamos hace poco más de un
mes y que frente a la grabadora afirmó que a ella no le gustaba Puerto
Vallarta. Le preguntamos por qué, si no le agradaba la ciudad, compró una casa
de varios millones de pesos en el exclusivo fraccionamiento Marina Vallarta. El
silencio fue su respuesta.
En el lugar de Gloria Angélica ahora
aparece una tal Judith Araceli Saldate Márquez. Esperemos que esté a la altura
y no se convierta en la caja chica de Cortés Guardado y transparente todos los
contratos y recursos que se gastan en obras y servicios.
Por lo demás, no podemos esperar
mucho, Marco Antonio Cortés ya prepara sus recámaras para echarse a dormir y a aventarse
otros tres años sabáticos.
¡En hora buena!
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