Por Jorge Olmos Contreras
No solo inaudito, sino increíble es el actuar de algunos
jueces de distrito que continúan obstaculizando casi todas las reformas del
gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador con amparos bajo el
pretexto de que se violan los derechos de “particulares” –casi siempre personas
del sector empresarial—; como el que acaba de conceder la juez primero de
distrito en materia civil y de trabajo con sede en Nuevo León, María del Carmen
Leticia Hernández Guerrero, a la conocida firma de cosméticos Mary Kay en
materia de subcontratación, práctica conocida también como “outsourcing”.
Esta juez argumentó que el decreto publicado el pasado 23 de
abril en el Diario Oficial de la Federación y que prohíbe la subcontratación a
las empresas “podrían contravenir los artículos 1 y 4 constitucionales que tratan
sobre la igualdad ante la ley de los mexicanos”.
En otras palabras, a esta juez no le importan los
trabajadores mexicanos, ya que el “outsourcing” vulnera sus derechos y viola
numerosas disposiciones legales al impedir el acceso a beneficios sociales como
seguro, vivienda, utilidades, primas vacacionales, antigüedad laboral y
jornadas de trabajo debidamente remuneradas.
EVASIÓN FISCAL
No solo eso, sino que la mayoría de las firmas que contratan
las empresas para que se hagan cargo de la subcontratación, las llamadas “pagadoras”,
también lesionan al fisco mexicano al no pagar impuestos, ya que los evaden
mediante esta práctica lesiva.
Al conceder una suspensión provisional a Mary Kay, la juez
deja en estado de indefensión a los trabajadores y abre la puerta para que
otros jueces también suspendan el decreto de reforma en materia de
subcontratación, en perjuicio de cientos de miles de trabajadores mexicanos.
Pero así ha sido en este gobierno, casi todos los decretos de
reforma que realiza el presidente López Obrador y Morena –así sea para bien de
todos, en este caso de los trabajadores—son impugnados y combatidos mediante
jueces venales que conceden amparos y suspensiones para obstaculizar el
desarrollo del país.
Vea usted por ejemplo una de las obras más grandes del
gobierno de López Obrador, el tren maya, cuántas veces ha sido atacada a través
de litigios, amparos etc., con el pretexto de que afecta el medio ambiente y
otras excusas.
HASTA POR EL RUIDO DE LOS AVIONES
El mismo proyecto del aeropuerto de Santa Lucía ha estado en
este maremágnum de ataques y desinformación, al grado que un ciudadano, una
particular, solicitó un amparo porque es vecina de algún lugar cercano y
argumentó que el ruido que van a provocar los aviones le va afectar su vida y
va a vulnerar su derecho de vivir en un medio ambiente sano.
De este tamaño son los argumentos tontos que a diario vemos en
algunos medios de comunicación y que en el fondo no llevan otra intención más
que la de frenar a cualquier costo todo lo que haga López Obrador.
Si AMLO compra una refinería en Texas y presume que Pemex ya es
propietaria de esa planta, al día siguiente se aparecen los “latinus” y otros
para denostar y señalar que es muy mala esa adquisición, que no sirve, que
contamina, etc., etc.
Si viene Kamala Harris a México, para luego inventan que la
vicepresidenta estadounidense reprochó a López Obrador su dizque mala relación
con los medios de comunicación y los organismos no gubernamentales, aunque al
otro día la misma Kamala Harris lo desmienta.
LOS CULPABLES SEGÚN EL NYT
Y si un diario como The New York Times, Le Monde
de París, o El Economista de Londres manejan una noticia donde atribuyen
a “fuentes consultadas” informaciones contra el gobierno de México, aquí los agoreros
del desastre y que todo lo ven mal magnifican las notas y le dan revuelo solo
porque se trata de “diarios influyentes”.
Para no ir muy lejos, ayer el NYT publicó un artículo donde
adelanta que el canciller Marcelo Ebrard y el empresario Carlos Slim son
culpables de la caída de la trabe de la línea 12 del metro de la Ciudad de
México.
La nota ha sido replicada decenas de veces en los diarios de
la capital solo porque se trata del New York Times, cuyo trabajo periodístico
lo atribuye a “fuentes
del gobierno capitalino con conocimiento de las investigaciones oficiales”, es
decir, ni siquiera aparece un solo nombre como fuente de su acusación.
Marcelo Ebrard envió una carta al periódico norteamericano donde
les dice que “las preguntas que formula su medio, en algunos casos,
parten de premisas falsas o parecieran sugerir conclusiones o asumir una
postura adversarial”.
LA MEDIDA
Lo de la energía eléctrica y los medicamentos lo dejamos para
otro artículo, pero es increíble cómo algunos funcionarios del poder judicial
tratan a toda costa de boicotear las reformas que se hacen en bien de los
mexicanos.
Que algunos medios no manejen –ahí sí en toda su expresión—los
contratos multimillonarios que se otorgaron con la reforma eléctrica a empresas
que solo sangran la economía mexicana, lo mismo el gran negocio que hicieron
funcionarios, políticos y hasta periodistas con los jugosos contratos en la
compra-venta de medicinas.
Ya nada más falta que un juez de distrito conceda una
suspensión provisional o definitiva a las reformas que aumentaron la ayuda a
adultos mayores y becas a millones de estudiantes.
Porque a este paso y si el presidente lo sigue permitiendo –parece
que ya le tomaron la medida—los jueces que tienen intereses ajenos al
desarrollo del país, le van a obstaculizar todo.
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