Sin el menor conocimiento jurídico, social ni
histórico en lo que se metía, en mayo pasado el diputado local Luis Ernesto
Munguía González, presentó, con toda la ligereza e irresponsabilidad que le
caracterizan, una iniciativa de acuerdo legislativo ante el Congreso del Estado
para exhortar al gobierno federal a expropiar a favor de la comunidad de
Mismaloya las tierras disputadas en el juicio de restitución de tierras entre
Fernando Beltrán y Puga Navarro en contra del ejido Boca de Tomatlán y
Mismaloya.
De entrada, la iniciativa fue desechada por el
pleno, sin embargo, el empresario Fernando Beltrán y Puga Navarro, le envió un
cuestionario al diputado Munguía para que, de acuerdo con el artículo octavo
constitucional que habla del derecho de petición, respondiera todas y cada una
de las preguntas formuladas sobre este tema.
El resultado fue la ignorancia total del diputado
sobre el tema Mismaloya, por lo que el empresario le dio una tremenda y
vergonzosa exhibida a este legislador del Movimiento Ciudadano que sin el menor
recato presenta iniciativas de asuntos que desconoce, como el que nos ocupa.
De esta manera, Luis Ernesto Munguía González, en su
desesperación por querer ser candidato a la presidencia municipal de Puerto
Vallarta, quiso ser el héroe de Boca de Tomatlán y Mismaloya, y terminó en el
fango de la mentira, exhibido y vapuleado por todos lados.
MIEDO Y EVASIVAS
Miedoso y acomodaticio, Luis Munguía no contestó dicho
cuestionario, sino que se lo turnó a la encargada de contestar los oficios que
ingresan por la Unidad de Transparencia al Congreso, Leticia Ávila, quien mucho
menos conoce del asunto Mismaloya.
Luis Munguía no tomó en serio un foco rojo que podría ser de
los más importantes del Estado y del país, y sólo utilizó la plataforma del
pleno del Poder Legislativo para exponer una serie de incongruencias y mentiras
en su iniciativa de exhorto para expropiar las tierras de Mismaloya.
Por ello, el empresario Fernando Beltrán Puga y Navarro
exhibe doblemente la ignorancia de Luis Munguía, lo pone en contexto histórico
del caso Mismaloya y además, le reclama el que intente atribuirse facultades
legales que no le corresponden.
En una carta a la que este medio tuvo acceso, se pueden leer
los siguientes puntos que Fernando Beltrán escribió al legislador del
Movimiento Ciudadano:
LOS PUNTOS
“1.- Por más artículos leyes y
reglamentos que usted señale, no se justifica proponer tan importante
iniciativa, que ahora usted afirma categóricamente desconoce y se sustentó en
chismes.
2.- Sin embargo, exhortar al Presidente de la Republica y al Secretario de
SEDATU expropiar en favor de detentadores ilegales, que han querido durante 47
años aplicar su propia ley, por lo que usted se encuentra confundido al no entender ni cuáles son las tierras
disputadas, ni cuál es ese juicio de restitución con el Ejido de Boca de
Tomatlán, que reclamó 405 hectáreas con Planos de Dotación falsos, pretendiendo
apoderarse de una tercera parte del litoral del Océano Pacifico de la Ciudad de
Puerto Vallarta; y ahora, después de fracasar en sus intentos, el Tribunal
Unitario Agrario les localizó y entregó su Zona Urbana Ejidal; resolviendo la
demanda que interpusieron contra el Presidente de la República y Secretario de
la Reforma Agraria, bajo expediente 306/96, con el mismo Plano de Dotación
falso, que no tomara en cuenta el Tribunal Unitario, donde voluntariamente
ingresaron al PROCEDE, y regularizaron a su manera su Zona Urbana Ejidal.
3.- Propuso solicitar la intervención
del Gobierno del Estado de Jalisco, cuando ellos mismos ya se han manifestado
en varias administraciones contra las invasiones que se realizaron en las
excedencias no afectadas de la Hacienda de Quimixto y la Hacienda de Unión en
Cuale”.
LAS MENTIRAS DE LUIS
En su oficio de respuesta, Luis Munguía le informa a Fernando
Beltrán que su propuesta fue “en estricto apego a la facultad que me otorga el
artículo 27 fracción XIII de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del estado
de Jalisco, de realizar gestiones sociales y ser promotores de actividades que
beneficien a los habitantes del estado, manifesté mi pronunciamiento sobre un
asunto social y económico que está afectando directamente a la comunidad de
Mismaloya, la cual forma parte del Distrito 5 que represento, con el único
propósito de salvaguardar (sic) el interés superior de la comunidad y evitar un
conflicto social de grandes proporciones que pueda derivar en una lamentable
tragedia”,
Al respecto, Beltrán y Puga Navarro vuelve a poner en su
lugar a Luis Munguía con los siguientes puntos:
“1.- El Artículo 27 Fracción XIII, en ningún momento
lo faculta, en sustituirse como autoridad judicial y realizar gestiones
sociales y ser promotor de actividades delincuenciales que perjudiquen a otros
ante el bloqueo y lleven a cabo las
sentencias firmes y definitivas que tienen el carácter de “cosa juzgada”,
impidiendo que se restablezca el Estado de Derecho en una Tercera Parte de la
Ciudad de Puerto Vallarta, afectando a propietarios e inversionistas de 405 hectáreas
dentro de la Zona Turística Sur.
2.- Sin tomar en cuenta por su oportunismo desconocimiento e
interés personales, porque el problema económico de los detentadores ilegales
de la Copropiedad no existe; pues explotan la propiedad de mi representada
obteniendo diariamente más de 300 mil pesos diarios, donde el Ayuntamiento les
expide licencias de funcionamiento mediante Actas Circunstanciadas, al no poder
cumplir con lo que les señalan los reglamentos en la materia, o les permite
trabajar sin ellos; y que de ser 11 familias que nos vendieron sus derechos
reales de posesión en 1970, posteriormente a partir de 1998, fueron reubicados
de su Zona Urbana Ejidal a la propiedad de mi representada, para vender
comercialmente los solares de su Zona Urbana Autorizada por el mismo Tribunal
Unitario Agrario del Distrito Trece; independientemente de que son propietarios
de 1,160 hectáreas de su Dotación, con 5,700 metros lineales de litoral, 913 hectáreas de su ampliación y 800,000.00
metros que compraron en Mismaloya y vendieron; 70,000.00 Metros cuadrados y La
Puntilla Sur de la Bahía de Mismaloya.
LA ZONA URBANA EJIDAL
3.- En cuanto al problema social, que sin conocer pretende la comunidad
de Mismaloya, que fue propietaria de 800,000.00 metros cuadrados que compró y vendió
con escrituras; más 70,000.00 metros cuadrados que compró y urbanizó y repartió
lotes con escrituras a 140 ejidatarios de Boca de Tomatlán, que está afectando
a la comunidad de propietarios e inversionistas de las Ex haciendas de Unión en
Cuale y Quimixto, sin ninguna justificación legal.
4.- En cuanto al problema económico que señala como comunidad,
que no tiene nada en común, pues son gentes que vienen de distintos lugares a
asentarse irregularmente con el auxilio ayuda y protección de las autoridades
Municipales a partir del año de 1998; y económicamente han podido hacer frente
a juicios improcedentes tramitados ininterrumpidamente durante 47 años, sin
obtener un solo metro legal de tierra.
5.- Detentadores ilegales que, después de ser sentenciados y
condenados a entregar la propiedad que ilegalmente detentan; no obstante,
algunos de ellos han sido demandados condenados, aprendidos y purgado condenas
por más de dos años, como el Comisariado Ejidal, por realizar asambleas para
desconocer ejidatarios y sustituirlos por incondicionales.
6.-
Al mismo tiempo en que demandaban al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos
y al Secretario de la Reforma Agraria para que les localizara dentro de su
Dotación de 1,160 hectáreas, su Zona Urbana Ejidal, ellos por su cuenta ya la
habían localizado y aprobado en 1970 y entregado los 482 solares a Ejidatarios,
Familiares y Avecindados; los mismos, para posteriormente despojárselos, y
venderlos a terceros, Nacionales y Extranjeros, sustituyendo a algunos de ellos
con la Fracción Rustica, pequeña propiedad de mi representada conocida como la
Copropiedad de 10 Hectáreas en Mismaloya”.
EL
DIPUTADO EN SU TINTA
Con
semejante exhibida, a Luis Munguía no le quedó de otra que eludir el cuestionario
que le mandaron con una graciosa huida como respuesta: “Dicho oficio consta de
un cuestionario mediante el cual se me hacen una serie de preguntas y
señalamientos que hacen alusión directa a la iniciativa en mención, pero que no
constituyen la información expuesta por el suscrito en el cuerpo de la misma” (sic
y recontra sic).
Así
de sinvergüenza Luis Munguía, al afirmar que la información que le piden
responder en el cuestionario no es la misma que la de su iniciativa.
Por
ello, Fernando Beltrán señala que el diputado “se conduce con falsedad,
al afirmar que no constituyen la información expuesta por el suscrito, ya que
su discurso se reprodujo textualmente palabra a palabra, de donde se
desprendieron las preguntas”.
Y aquí viene lo mejor, pues Luis
Munguía de plano se doblega ante sus mentiras al reconocer que no posee
información (sobre el tema Mismaloya) y que no tiene la capacidad legal ni
jurídica de poseer, y que mucho menos es autoridad competente en el asunto.
LA RECULADA DE MUNGUÍA
Veamos:
“Es por ello que como respuesta a la petición
recibida de este medio, y en congruencia con la misma, utilizo este mismo
conducto para comunicarle que la información solicitada no es información
generada por el suscrito, ni la poseo, ni tengo la capacidad legal ni jurídica
de poseer, ya que el interrogatorio en mención, se refiere en general a
cuestionamientos sobre cronología de acontecimientos y antecedentes
relacionados con el litigio, así como de cuestiones técnicas e históricas, los
cuales por su naturaleza no tengo obligación jurídica de conocer, por lo tanto
no soy la autoridad competente para responder la solicitud hecha por el peticionario.
Mi esfera de competencia sobre la cual tengo inherencia (sic) para conocer y
responder es en cuanto a mi trabajo legislativo y no sobre cuestiones que
tienen que ver con circunstancias de modo, tiempo y lugar o sobre hechos
específicos acontecidos en la época mencionada en el cuestionario, y mucho
menos sobre anécdotas y experiencias personales vividas por los actores que
dieron origen al litigio, materia de la iniciativa en cuestión”.
LA PALIZA
Ante esto, Beltrán Navarro y
Puga le responde a Munguía:
“Naturalmente que la información
solicitada no es información generada por él, sin embargo, sí la debe poseer y
debe tener la capacidad legal y jurídica para poseer, y por lo menos entender
sobre cronología de acontecimientos y antecedentes relacionados con el litigio;
así como de cuestiones técnicas e históricas, las cuales por su naturaleza
señala, no tiene obligación jurídica de conocer.
No obstante, en su comparecencia
usted afirmó, por lo que tiene la obligación de probar o por lo menos señalar,
ya que textualmente usted afirmó: “En el análisis del expediente
identificamos que está plagado de irregularidades incluyendo la falsificación
de planos y documentos”.
Usted reconoce que analizó el
expediente y de ese análisis que usted hizo, y que tiene capacidad de analizar,
ya que identificó que está plagado de irregularidades, incluyendo la falsificación
de planos y documentos, sin señalar quién los utilizó pretendiendo obtener
ventaja.
Usted afirmó: “Que se oiga fuerte y
claro desde esta tribuna y para todo Jalisco, Mismaloya es de su gente, de
quienes trabajan día a día, de quienes preservan su riqueza natural de quienes
ahí nacieron y de quienes están dispuestos a luchar sin cansancio por defender
su tierra, su origen y su historia” …
(Son) “Expresiones
fuertes y claras desde el Congreso expresadas por un servidor público de
elección popular que tendenciosamente expone ante la Nación un discurso que
reconoce, que no conoce, ni sus orígenes y que ahora reconoce que no tiene la
capacidad legal ni jurídica y menos manifestarse contra los más de 250 Jueces y
Magistrados que han resuelto el uso y abuso de la justicia, dictando sentencias
conforme a derecho, tomando en cuenta los Derechos Humanos.
UN LEGISLADOR ÍGNARO
Fotografiándose frente a fuertes
inversiones de edificios y condominios
realizadas por sus propietarios, quienes han comprado la tierra y
contribuyendo con sus pagos de impuestos con el desarrollo de Puerto Vallarta,
y no quienes dicen preservan la riqueza natural para defender una tierra
distinta a la que les entregaron y que
se mantiene virgen porque nunca la han trabajado; y dentro de una negra
historia plagada de líderes y estafadores que se arriman a despojarlos de sus
más de 25,000,000.00 millones de metros cuadrados que no están en Mismaloya…
cuando ellos mismos son la causa de su mal causado”.
Ahora bien, continúa en su carta Fernando Beltrán Puga y
Navarro… “Reconoce que las cuestiones técnicas históricas para sustentar su
comparecencia ante los diputados, por su naturaleza, no tiene obligación
jurídica de conocer, agravándose su exposición al reconocer que no es autoridad
competente para responder el cuestionario por ser únicamente legislador, al que
no le importan circunstancias de modo, tiempo y lugar sobre hechos que reconoce,
son específicos, acontecidos cuando se refiere… porque según parecía que le
constaba desde que nacieron los detentadores ilegales (invasores) y menos saber
de anécdotas y experiencias de los actores que dieron origen a varios litigios que tienen la excepción de Cosa
Juzgada, materia de la iniciativa expuesta por el Diputado al Congreso para
enviarla al Presidente de la Republica, mediante engaños”.
Y para justificar su error e ignorancia, Luis Munguía remata
con un “Probablemente y sin fundamentos para asegurarlo (sic), dada la
naturaleza de la información solicitada, la misma podría formar parte del
expediente judicial respectivo, siendo el Tribunal Agrario la instancia
competente y responsable de su uso, manejo y resguardo”.
Con este párrafo, Luis Munguía se desentendió por completo de
su iniciativa para expropiar las tierras de Mismaloya y al recular, quiso
pasarle la bolita al Tribunal Agrario.
Por ello, Puga y Navarro le vuelve a responder: “No es
probable, sino totalmente cierto, el que la información solicitada forma parte
de los expedientes de los juicios dictados, donde el Tribunal Unitario Agrario
resolvió la demanda interpuesta por el Comisariado Ejidal de Boca de Tomatlán,
en sustitución del Presidente de la Republica y del Secretario de la Reforma
Agraria, a quienes demandaron la localización y aprobación de su Zona Urbana
Ejidal, mientras ellos mismos la localizaron y lotificaron hace 49 años, desde
el 1 de noviembre de 1970, y entregaron 482 solares a ejidatarios, familiares y
avecindados; y para obtener recursos para ampliar su Litoral hasta la Playa de
las Gemelas, y apoderarse de una Tercera Parte de la Ciudad de Puerto Vallarta,
insertaron un nuevo plano aprobado de Dotación y reubicaron a los adjudicados,
a los que les quitaron sus solares dentro de la pequeña propiedad de Mismaloya
que se les reclama, y ahora se niegan a devolverlos; ya que sus solares los
venden a Nacionales y Extranjeros, con auxilio del Ayuntamiento de Puerto
Vallarta, que los deja construir sin licencias, y otorga permisos de
funcionamiento o les permite funcionar sin licencias, como se tiene
perfectamente acreditado”.
UNA TRAS OTRA
Pero Luis Munguía iba por más paliza al escribir:
“Asimismo, en aras de proporcionar una respuesta clara y
satisfactoria, le informo que para fundamentar la iniciativa, y como
representante de la voz del pueblo que me eligió con su voto, utilicé como
fuentes de información los testimonios de algunos habitantes de Mismaloya, que
se acercaron a mi a solicitar mi apoyo e intervención en el asunto, y que se
vieron directamente afectados con la resolución tomada por el Tribunal Unitario
Agrario del Distrito Trece de la ciudad de Guadalajara, así como de información
publicada en distintos medios de comunicación y redes sociales de dominio
público”.
No tuvo que esperar la contestación, pues el empresario
Beltrán Puga y Navarro, le puntualizó lo siguiente:
“La única forma de proporcionar una respuesta clara y
satisfactoria a su propuesta de acuerdo legislativo, no puede fundamentarla en
fuentes de información y testimonios de algunos habitantes de Mismaloya que se
acercaron a usted a solicitar su apoyo e intervención (chismes), cuando usted
mismo reconoce que no tiene la capacidad jurídica de los Tribunales para
resolver; como tampoco poder contestar un simple cuestionario, lo que no solo
resulta contradictorio sino hechos y actos de mala fe excediéndose en sus
funciones como Servidor Público”.
No obstante, a todo lo anterior, Luis Munguía todavía le
informó a Beltrán Puga y Navarro que su iniciativa fue desechada en sesión del
pleno el 12 de junio, por lo que el empresario le recuerda al diputado que “no
resulta suficiente que la iniciativa por usted propuesta hubiese sido desechada,
sino que el que afirma debe de probar lo afirmado”.
SOLICITAN UN CAREO
En este sentido, Fernando Beltrán Puga y Navarro se comunicó
con el coordinador del grupo parlamentario del MC en el Congreso, Salvador Caro
Cabrera, para solicitar un careo con Luis Munguía “para cuando su tiempo lo permita, y se lleve a
cabo dicha reunión el día y la hora que así lo disponga”.
Por
último, pidió se cite a comparecer a Luis Ernesto Munguía Gonzales,
para que exponga los motivos reales que tuvo para solicitar la expropiación de
405 hectáreas, que fue lo que lo motivó a solicitar al Pleno de esa
Cámara de Diputados esa iniciativa, y a
explicar los motivos por los que se
niega a contestar el cuestionario que textualmente se desprende de su comparecencia,
“ya que resulta ser totalmente incierto el que los condenados a desocupar la
propiedad de 10 hectáreas de mi representada, durante 47 años han contado con
los recursos suficientes para pagar y demandar en no menos de 200 ocasiones la
restitución de 405 hectáreas, de otra Hacienda no afectada, incluyendo a
Mismaloya, sin conocimiento de los que pudieran ser afectados por esas demandas
de garantías y Agrarias”.
Hasta
el momento, Luis Munguía no ha respondido si va a asistir al careo con Fernando
Beltrán, ni tampoco ha informado si ya lo citaron a comparecer sobre su
iniciativa desechada.
Por
hoy se nos terminó el espacio, pero en otro artículo publicaremos íntegro el
cuestionario que Fernando Beltrán envió a Luis Munguía y que éste se negó a
responder.
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