Como si se tratara de un logro extraordinario, el gobernador
Enrique Alfaro Ramírez anunció ayer durante su visita a la ciudad, que ya
estaba gestionando los primeros 100 millones de pesos –de 650 millones que se
le quitaron a Puerto Vallarta del presupuesto federal este año—para destinarlos
a las zonas marginadas del municipio, pero nunca dio una explicación del por
qué funcionarios de su gobierno le solicitaron a la Secretaría de Desarrollo
Urbano y Territorial (Sedatu) la cancelación de esos recursos que estaban etiquetados
para ser utilizados en obras de equipamiento urbano en colonias pobres de este
destino turístico.
Cuando los reporteros lo cuestionaron sobre el por qué el
secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) del gobierno estatal,
Sergio Humberto Graf Montero envió un oficio a la Sedatu para cancelar los
recursos que estaban destinados al mejoramiento urbano de Puerto Vallarta,
Enrique Alfaro sacó su otro yo verdadero y respondió a la pregunta con un “¡por
favor, no diga barbaridades, hay que ponernos a leer todos!”.
Lo peor fue cuando los mismos reporteros le informaron que la
diputada federal (de Morena) de este quinto distrito, Lorena Jiménez había revelado
en la máxima tribuna del país, es decir, en la cámara de diputados, que fue el
gobernador de Jalisco el que pidió a la Sedatu que cancelara recursos que
estaban programados para el mejoramiento urbano de Puerto Vallarta y qué
opinaba sobre esto, pues con esa arrogancia y soberbia que caracteriza a
Enrique Alfaro, respondió socarronamente que no conocía a la legisladora.
Así de majadero con una dama se portó el señor Alfaro.
“¿Quién es ella?”, nunca he tenido “el gusto” de platicar con
ella…. “La ignorancia a veces te hace decir cosas que no debes”.
Luego, como para burlarse de la maestra Lorena Jiménez,
comentó que los recursos federales no los decide el gobernador. “A lo mejor
como diputada debería de empezar a aprender que esos recursos tienen una forma
de ejercerse y que nada tiene que ver el gobernador del estado”.
De ese tamaño fue la arrogancia con la que Enrique Alfaro se
refirió a la diputada Lorena Jiménez, para después reprochar a un periodista
que no (preguntara) dijera barbaridades.
DEMENCIA POLÍTICA
En su demencia política simulada, Enrique Alfaro olvidó que
el pasado 03 de abril, el secretario estatal de la Semadet, Sergio Humberto
Graf Montero, envió un oficio --el 0352/2019—al subdelegado de Desarrollo Urbano,
Ordenación del Territorio y Vivienda, Sedatu Jalisco, Sahik Alarcón Esparza,
donde literalmente indica lo siguiente:
“Deseo expresarle que el gobierno del Estado de Jalisco, a
través de un servidor como titular de la Secretaría de Medio Ambiente y
Desarrollo territorial (Semadet) hace la solicitud para que los proyectos
derivados del Programa Territorial Operativo en Zonas Marginadas del Estado de
Jalisco (PTO) y del Programa Comunitario de Acción (PCA), que ha venido
desarrollándose en el municipio de Puerto Vallarta, sean retirados de la
solicitud para el ejercicio fiscal 2019”.
Barbaridades o no, ignorancia o no, el gobernador está obligado
a detenerse para dar una explicación, tan amplia como sea posible, del por qué
se cancelaron los recursos que venían para Puerto Vallarta.
No puede salir ahora con qué ya está haciendo gestiones ante
el gobierno federal para que “destraben” los primeros 100 millones de pesos,
pues fue su administración la que pidió que no se aplicaran los recursos para
el mejoramiento urbano de este municipio, al que nos queda claro, sigue
odiando.
HUMILDAD VS ARROGANCIA
Enrique Alfaro debe aprender un poco –aunque sea un poquito—de
la humildad que siempre muestra el presidente Andrés Manuel López Obrador,
quien responde a todas las preguntas que le hacen y, además –en aras de la
transparencia—informa puntualmente sobre todo tipo de temas que tengan qué ver
con el ejercicio público del gobierno federal.
Pero “don soberbio” no sabe nada de humildad, por el
contrario, al afirmar que desconoce quién es la diputada federal Lorena
Jiménez, la descalifica, la hace menos y hasta la ofende con su falsa retórica
al señalar que “a veces la ignorancia te hace decir cosas que no debes”.
Si alguien desde el gobierno federal le pidió a Enrique
Alfaro que escribiera esos oficios estatales para solicitar la cancelación de los
recursos destinados a Vallarta, (que al final se fueron, según dicen, a las
obras del tren ligero de Guadalajara) para justificar la adecuación presupuestal,
debería informarlo y no esconderse en su soberbia y culpar a los reporteros por
decir y preguntar “barbaridades”.
Ahora bien, si fue una acción unilateral de su gobierno para
afectar a Puerto Vallarta y cobrarle facturas políticas a los vallartenses,
pues que no sea cobarde y también lo diga.
DON SOBERBIO
Puede haber otro fondo, motivos o razones del por qué la Semadet
pidió canelar el dinero que venía para Puerto Vallarta, pero esto tampoco lo ha
informado “don soberbio”, porque quizá se rebajaría como político si convoca a
una rueda de prensa con los reporteros de Vallarta y prefiera no dar explicación
alguna a la sociedad vallartense, ese conglomerado de ciudadanos que no le
dieron el voto en las pasadas elecciones.
Por ahora, Enrique Alfaro nos sigue tratando con la punta del
pie, anuncia que va a rescatar 100 millones de pesos como quien coge una bolsa llena
de dinero para darle limosnas al mendigo.
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