miércoles, 26 de octubre de 2016

¡YA BASTA SEÑOR GOBERNADOR!, ATIENDA EL CASO DEL PERSONAL CUBRE-INCIDENCIAS DEL HOSPITAL REGIONAL DE PUERTO VALLARTA


Por Jorge Olmos Contreras

O el gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval es un cínico que no le importa ya nada, o de plano tiene enormes compromisos con su ex subsecretario de finanzas, Salvador González Reséndiz. De otra manera, no se entiende cómo ha permitido que crezca el problema de los Cubre-Incidencias del Hospital Regional de Puerto Vallarta y deje abandonados a su suerte a más de 100 empleados, a quienes no les han pagado más de dos meses de sueldo, a quienes les deben el aguinaldo del año 2015 y a quienes ni siquiera les cubren sus primas vacacionales, y mucho menos cuentan con seguro de vida, pese a estar expuestos a cualquier enfermedad infecto contagiosa.

Y mencionamos al ex alcalde vallartense, Salvador González Reséndiz, mejor conocido como Chavita, porque fue él quien recomendó como jefa administrativa del Hospital Regional a una tipa prepotente, majadera, grosera, que no tiene la más mínima sensibilidad para tratar los asuntos apremiantes de los trabajadores del nosocomio.

Nos referimos a Lorena Hernández Becerra, una mujer sin escrúpulos y de escasos valores, que fue metida por la fuerza a la administración del Hospital Regional, y que antes había estado en la jefatura del Rastro Municipal, precisamente en el gobierno de Chavita, donde también hizo y deshizo, gracias al apoyo de los hermanos González Reséndiz.

Es lamentable que el gobernador no voltee los ojos a Puerto Vallarta, que no tenga una pizca de sensibilidad política para solucionar este asunto que, no es otra cosa que los derechos de los médicos y enfermeras cubre-incidencias, personal que sacrifica horas y días para atender los servicios del nosocomio; que se la juegan todas las noches y todos los días para proporcionar el servicio de emergencia a muchos pacientes, y cuyo esfuerzo no es remunerado ni reconocido, debido a que Lorena Hernández Becerra se comporta como un capataz que exige trabajo sin pago alguno.

Jorge Aristóteles parece flotar en las nubes que le da el confort de ser gobernador; cree que al viajar al extranjero está poniendo en alto el nombre de Jalisco. No se detiene, ni por un momento, a verificar lo que está sucediendo con los servicios de salud, pues, así como hay un desdén ofensivo a las exigencias del personal del Hospital Civil de Guadalajara, así lo hay con los trabajadores del Hospital Regional de Vallarta.

El poder muchas veces vuelve invidentes a los políticos, no ven lo que no quieren ver. Desdeñan cualquier asunto, no les importa si alguien tiene para comer hoy o mañana, ellos caminan y se mueven en alfombras de terciopelo, lo demás es pecata minuta.

Es tanta su ceguera, que olvidan que la sociedad de hoy está más atenta a lo que hacen sus gobernantes, y que cuando los niveles de corrupción llegan a un grado que no se pueden ocultar, suceden casos como el del gobernador con licencia de Veracruz por cierto, expulsado ayer del PRI--, Javier Duarte, o el de Sonora, Guillermo Padrés, dos políticos que hoy son una vergüenza para sus partidos y para el país, y a quienes se considera prófugos de la justicia.

Jorge Aristóteles no se ve en el espejo de Javier Duarte ni de Guillermo Padrés, porque su arrogancia y nivel de vida se lo impiden; pero un simple caso como el de los Cubre-Incidencias de Puerto Vallarta, puede ser la punta para desenredar toda una madeja de corrupción, que ni el mismo gobernador podría cubrir con su manto protector para salvar a personas ligadas a Salvador González Reséndiz.

En el caso de Vallarta, ya no puede ser tan negligente señor gobernador, es su deber actuar y corregir lo que está mal. Esta señora que puso su amigo Salvador como administradora del Regional debe irse por salud y la buena convivencia de los trabajadores, que a veces se convierten en verdaderos héroes ante tanta carencia y ante tanta gente hipócrita como Lorena Hernández Becerra.

No es posible que su secretario de salud, Antonio Cruces Mada, presuma un impresionante currículo y sea toda una figura de cera ante los problemas que existen en casos como el del Hospital Regional.

No es posible que ni usted, señor gobernador, ni ningún funcionario, por más mediocre que sea, tengan la voluntad para resolver este conflicto y pongan en riesgo un servicio de primera necesidad como son los de salud, máxime en un hospital como el Regional de Vallarta, que atiende cada semana a miles de personas que llegan de toda la región de la Costa Norte de Jalisco.

Si usted señor gobernador, sigue tolerando estos agravios y permite que se cometan injusticias, como la que sufrió en carne propia el enfermero Cruz Becerra el pasado fin de semana, a quien ya no dejaron trabajar los cómplices de Lorena Hernández léase el director, Raúl Morales Aceves; la usurpadora que se hace pasar como representante sindical, Teresa Rodríguez (gracias a la falta de pantalones de quienes dirigen el sindicato, como Pedro Gutiérrez y el doctor Jesús Lepez) y la nefasta jefa de enfermeras, Alma Rosa Gómez Olivarríay a quien le negaron el acceso al nosocomio, tarde o temprano el brazo de la justicia lo va a alcanzar, pues está siendo también cómplice por omisión.

Para quienes tienen dos meses sin sueldo, sin aguinaldo del año pasado, sin primas vacacionales, debe ser desesperante seguir prestando el servicio de cubre-incidencias en el Hospital Regional; pero más desesperante debe ser, cómo el mismísimo gobernador hace caso omiso a sus llamadas.

Y todavía peor: Que nadie en Puerto Vallarta, ningún regidor, diputado local o federal, tome este asunto como suyo y vaya a las instancias que tenga que ir, para que estas personas puedan vivir y trabajar con dignidad.

¿Quién dice yo?...

A continuación, dejo el texto de una carta que enviaron los cubre-incidencias del Regional a varios medios de comunicación:

A LA OPINIÓN PÚBLICA:

Personal Cubre-Incidencias del Hospital Regional de Puerto Vallarta, externa su inconformidad ante los sucesos ocurridos el día 21 de octubre de 2016.

EXPONEN:

Personal que iniciaba y otros que concluían su jornada laboral en el hospital, así como algunos usuarios de los servicios que brinda el hospital, fueron testigos esta tarde de cómo le fue impedido al enfermero Cruz Becerra B. registrar su ingreso a laborar en el hospital, pues el checador no aceptaba el registro de su entrada y no la aceptaría, ya que según mencionaron, fue instrucción del director Raúl Morales Aceves con la colaboración de la administradora Lorena Hernández B. y la jefa de enfermeras Alma Rosa Gómez O. cesarlo de sus actividades laborales.

Lo anterior responsabilizándole de las recientes publicaciones en los medios de comunicación que exhibían las precarias condiciones en que trabajan:

·         Falta de pago (adeudan meses de salario por días laborados).

·         No cuentan con seguro de atención médica (aun cuando se encuentran expuestos a enfermedades infecto-contagiosas).

·         Adeudan aguinaldo y primas vacacionales (no se ha realizado el pago correspondiente al año 2015).

·         No cuentan con periodo vacacional (ninguno ha disfrutado un solo periodo vacacional correspondiente al año 2016).

·         Violaciones a sus derechos de ascenso (los beneficios de escalafón son otorgados a personas cercanas al personal directivo, afectando a la fecha los derechos de un considerable número de trabajadores).

·         Y otras más.

Por estos motivos, el personal manifiesta FORMAL INCONFORMIDAD y denuncian por este medio las medidas represivas de que son objeto los más de cien trabajadores que no cuentan con representación sindical, ni nadie que dé la cara por ellos y solicitan la intervención de los lectores y de las autoridades competentes para encontrar una solución y la reinstalación del joven enfermero.

¡¡Agradecen su atención!!


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