Por Jorge Olmos Contreras
O el gobernador de Jalisco, Jorge
Aristóteles Sandoval es un cínico que no le importa ya nada, o de plano tiene enormes
compromisos con su ex subsecretario de finanzas, Salvador González Reséndiz.
De otra manera, no se entiende cómo
ha permitido que crezca el problema de los “Cubre-Incidencias”
del Hospital Regional de Puerto Vallarta y deje abandonados a su suerte a más de 100 empleados, a quienes no les han pagado más de dos meses de sueldo, a quienes les deben el aguinaldo
del año 2015 y a quienes ni
siquiera les cubren sus primas vacacionales, y mucho menos cuentan con seguro
de vida, pese a estar expuestos a cualquier enfermedad infecto contagiosa.
Y mencionamos al ex alcalde
vallartense, Salvador González
Reséndiz, mejor conocido como “Chavita”,
porque fue él quien recomendó como jefa administrativa del Hospital Regional a una tipa
prepotente, majadera, grosera, que no tiene la más mínima
sensibilidad para tratar los asuntos apremiantes de los trabajadores del
nosocomio.
Nos referimos a Lorena Hernández Becerra, una mujer sin escrúpulos y de escasos valores, que fue metida por la fuerza a la
administración del Hospital Regional, y
que antes había estado en la jefatura
del Rastro Municipal, precisamente en el gobierno de Chavita, donde también hizo y deshizo, gracias al apoyo de los hermanos González Reséndiz.
Es lamentable que el gobernador no
voltee los ojos a Puerto Vallarta, que no tenga una pizca de sensibilidad política para solucionar este asunto que, no es otra cosa que los
derechos de los médicos y enfermeras
cubre-incidencias, personal que sacrifica horas y días para atender los servicios del nosocomio; que se la juegan
todas las noches y todos los días
para proporcionar el servicio de emergencia a muchos pacientes, y cuyo esfuerzo
no es remunerado ni reconocido, debido a que Lorena Hernández Becerra se comporta como un capataz que exige trabajo
sin pago alguno.
Jorge Aristóteles parece flotar en las nubes que le da el confort de ser
gobernador; cree que al viajar al extranjero está poniendo en alto el nombre de Jalisco. No se detiene, ni por
un momento, a verificar lo que está
sucediendo con los servicios de salud, pues, así como hay un desdén
ofensivo a las exigencias del personal del Hospital Civil de Guadalajara, así lo hay con los trabajadores del Hospital Regional de
Vallarta.
El poder muchas veces vuelve
invidentes a los políticos, no ven lo que no
quieren ver. Desdeñan cualquier asunto, no
les importa si alguien tiene para comer hoy o mañana, ellos caminan y se mueven en alfombras de terciopelo, lo
demás es pecata minuta.
Es tanta su ceguera, que olvidan que
la sociedad de hoy está más atenta a lo que hacen sus gobernantes, y que cuando los
niveles de corrupción llegan a un grado que no
se pueden ocultar, suceden casos como el del gobernador con licencia de
Veracruz –por cierto, expulsado ayer
del PRI--, Javier Duarte, o el de Sonora, Guillermo Padrés, dos políticos
que hoy son una vergüenza para sus partidos y
para el país, y a quienes se
considera prófugos de la justicia.
Jorge Aristóteles no se ve en el espejo de Javier Duarte ni de Guillermo
Padrés, porque su arrogancia y
nivel de vida se lo impiden; pero un simple caso como el de los “Cubre-Incidencias” de
Puerto Vallarta, puede ser la punta para desenredar toda una madeja de corrupción, que ni el mismo gobernador podría cubrir con su manto protector para salvar a personas
ligadas a Salvador González
Reséndiz.
En el caso de Vallarta, ya no puede
ser tan negligente señor
gobernador, es su deber actuar y corregir lo que está mal. Esta señora
que puso su amigo Salvador como administradora del Regional debe irse por salud
y la buena convivencia de los trabajadores, que a veces se convierten en verdaderos
héroes ante tanta carencia y
ante tanta gente hipócrita como Lorena Hernández Becerra.
No es posible que su secretario de
salud, Antonio Cruces Mada, presuma un impresionante currículo y sea toda una figura de cera ante los problemas que
existen en casos como el del Hospital Regional.
No es posible que ni usted, señor gobernador, ni ningún funcionario, por más
mediocre que sea, tengan la voluntad para resolver este conflicto y pongan en
riesgo un servicio de primera necesidad como son los de salud, máxime en un hospital como el Regional de Vallarta, que atiende
cada semana a miles de personas que llegan de toda la región de la Costa Norte de Jalisco.
Si usted señor gobernador, sigue tolerando estos agravios y permite que
se cometan injusticias, como la que sufrió en carne propia el enfermero Cruz Becerra el pasado fin de
semana, a quien ya no dejaron trabajar los cómplices de Lorena Hernández –léase el director, Raúl
Morales Aceves; la usurpadora que se hace pasar como “representante”
sindical, Teresa Rodríguez
(gracias a la falta de pantalones de quienes dirigen el sindicato, como Pedro
Gutiérrez y el doctor Jesús Lepez) y la nefasta jefa de enfermeras, Alma Rosa Gómez Olivarría—y a quien le negaron el acceso al nosocomio, tarde o temprano
el brazo de la justicia lo va a alcanzar, pues está siendo también cómplice por omisión.
Para quienes tienen dos meses sin
sueldo, sin aguinaldo del año
pasado, sin primas vacacionales, debe ser desesperante seguir prestando el
servicio de “cubre-incidencias” en el Hospital Regional; pero más desesperante debe ser, cómo el mismísimo
gobernador hace caso omiso a sus llamadas.
Y todavía peor: Que nadie en Puerto Vallarta, ningún regidor, diputado local o federal, tome este asunto como
suyo y vaya a las instancias que tenga que ir, para que estas personas puedan
vivir y trabajar con dignidad.
¿Quién
dice yo?...
A continuación, dejo el texto de una carta que enviaron los “cubre-incidencias”
del Regional a varios medios de comunicación:
A LA OPINIÓN PÚBLICA:
Personal
Cubre-Incidencias del Hospital Regional de Puerto Vallarta, externa su
inconformidad ante los sucesos ocurridos el día 21 de octubre de 2016.
EXPONEN:
Personal que
iniciaba y otros que concluían su jornada laboral
en el hospital, así como algunos usuarios
de los servicios que brinda el hospital, fueron testigos esta tarde de cómo le fue impedido al enfermero Cruz Becerra
B. registrar su ingreso a laborar en el hospital, pues el checador no aceptaba
el registro de su entrada y no la aceptaría, ya que según mencionaron, fue
instrucción del director Raúl Morales Aceves con la colaboración de la administradora Lorena Hernández B. y la jefa de enfermeras Alma Rosa Gómez O. cesarlo de sus actividades laborales.
Lo anterior responsabilizándole de las recientes publicaciones en los
medios de comunicación que exhibían las precarias condiciones en que trabajan:
·
Falta de pago (adeudan meses de
salario por días laborados).
·
No cuentan con seguro de atención médica (aun cuando se encuentran expuestos a enfermedades
infecto-contagiosas).
·
Adeudan aguinaldo y primas
vacacionales (no se ha realizado el pago correspondiente al año 2015).
·
No cuentan con periodo
vacacional (ninguno ha disfrutado un solo periodo vacacional correspondiente al
año 2016).
·
Violaciones a sus derechos de
ascenso (los beneficios de escalafón son otorgados a personas cercanas al personal directivo, afectando
a la fecha los derechos de un considerable número de trabajadores).
·
Y otras más.
Por estos
motivos, el personal manifiesta FORMAL INCONFORMIDAD y denuncian por este medio
las medidas represivas de que son objeto los más de cien trabajadores que no cuentan con representación sindical, ni nadie que dé la cara por ellos y solicitan la intervención de los lectores y de las autoridades
competentes para encontrar una solución y la reinstalación del joven enfermero.
¡¡Agradecen su atención!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario