Por Jorge Olmos Contreras
Los servicios de salud pública en Puerto Vallarta han
entrado en una severa crisis que difícilmente será superada si persiste el
conformismo del sector obrero patronal que durante muchos años han consentido,
y por lo tanto permitido, que a los derechohabientes del Seguro Social y del
Hospital Regional los traten con la punta del pie y sean abandonados a su
suerte.
Este problema se ha agudizado de una forma muy marcada en
los servicios de salud que presta el Instituto Mexicano del Seguro Social, en
particular la clínica 42 que se ubica en la Avenida Francisco Medina Ascencio,
que está a cargo de una señora que sólo vino a complicar más las cosas en este
nosocomio que está rebasado en su demanda, sin exagerar, en más del 500 por
ciento de su capacidad.
Se trata de la doctora Mayela Migueles Domínguez, quien
es la actual Directora de la clínica 42 del Seguro Social, a la que señalan
como la responsable de que el servicio esté por los suelos.
Y cuando decimos por los suelos, es por los suelos, ya
que literalmente se atiende a los pacientes en el piso, tirados en una cobija y
a veces sin ninguna protección.
La semana pasada recibimos quejas de varios usuarios en
el sentido de que algo estaba pasando en el Seguro Social, que se atendía a los
derechohabientes en el suelo y que el servicio estaba totalmente saturado. Y en
efecto, fue lamentable y lastimoso observar a la gente tirada en el piso, sin
ninguna privacidad las mujeres, arrojadas al pasillo en paños menores y otros
pacientes deambulando por todos lados con sus frascos de suero o medicamento en
la mano y canalizados a alguna vena del brazo.
Todo, dicen, es responsabilidad de la Directora Mayela
Migueles, toda vez que desde que llegó hace menos de un año, todo se complicó,
incluso prohibió el servicio que se presta a pacientes que no pueden salir de
sus domicilios por estar incapacitados por alguna enfermedad.
Mayela Migueles llegó a Puerto Vallarta recomendada por
un alto funcionario del IMSS de la delegación estatal, es una advenediza que no
ha mostrado capacidad para ocupar el cargo. Su carácter déspota y prepotente le
ha ganado el repudio de casi todos los funcionarios del Seguro Social y si la situación
continúan generando malestar y mal servicio, no es descabellado que pronto el personal
realice una manifestación para exigir el cese de esta mala Directora.
No es posible que en Puerto Vallarta estemos padeciendo
de este pésimo servicio, ya que de acuerdo con los datos duros de las estadísticas
que arroja el IMSS en este centro turístico, genera al mes, escuche bien usted,
al mes, poco más de 60 millones de pesos, es decir, más de 720 millones de
pesos anuales, que desde luego, no se ven reflejados en nuevas inversiones.
Pero si la Federación nos tiene abandonados en materia de
servicios de salud, nos tienen más abandonados los empresarios locales, los
grandes hoteleros y restauranteros, que no se han atrevido a exigir al gobierno
federal que mejore no sólo la atención del IMSS, sino que aumente la infraestructura
con nuevos hospitales.
Para que usted se dé una idea del tamaño del problema que
hay en Puerto Vallarta en materia de salud, tenemos que el universo de
derechohabientes del IMSS es de más de 300 mil personas que habitan en
Vallarta, Cabo Corrientes, Tomatlán y los que nos mandan de Bahía de Banderas.
A estos súmele usted los que se incorporaron hace dos años del Ayuntamiento de
PV.
La clínica 42 sólo tiene 91 camas en hospital y 14 en el
área de urgencias, nada comparado con los miles de derechohabientes que todos
los días tienen la necesidad de atenderse en este hospital, el único de segundo
nivel en toda la región.
La pregunta es: ¿Hasta cuando la Federación va a
voltear a Puerto Vallarta? ¿Hasta cuándo algún diputado va a tomar la bandera
para defender a los derechohabientes?; ¿hasta cuándo los líderes obreros harán
una manifestación para defender a sus agremiados?... o ¿hasta cuándo los
empresarios se van a poner las pilas para exigir más y mejores servicios, y no
se van a quedar en sus oficinas a dormir la mona y a pecar de indolentes?
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