Por
Jorge Olmos Contreras
El
propietario del presunto “campamento juvenil” “Las Parotas” que se ubica por el
camino del paso del Guayabo en Ixtapa y cuya dirección es Avenida de los
Maestros número 255 --que en realidad hace las veces de un centro de rehabilitación--,
Rafael Reyes Munciño, fue denunciado una vez más por el delito de violación
contra un menor, según la Averiguación Previa 981/2015 y número de oficio 458/2015
que fue radicada en la Fiscalía Regional de Justicia que dirige Marco Roberto
Juárez González.
Los
hechos ocurrieron en la segunda quincena del mes de febrero, según el
testimonio narrado por un jovencito –del cual se omite su nombre por ser menor—a
su mamá, a quien le platicó la forma en que Reyes Munciño lo sacó varias veces
del “campamento juvenil” para abusar sexualmente de él.
La
madre del muchacho interpuso se denuncia el tres de marzo ante el Ministerio
Público del Fuero Común y ahí le contó al representante social cómo es que
Rafael Reyes violó a su hijo en al menos dos ocasiones y la forma en con engaños
lo llevó a una finca donde lo habría ultrajado sexualmente.
El
menor que en apenas cumplió 15 años de edad, fue ingresado por su propia madre
al “campamento juvenil “las Parotas”, porque creyó que era un lugar serio y que
su hijo podría recibir una lección y mejorar su comportamiento, pero nunca se
imaginó que el dueño del sitio fuera a abusar del joven.
En
su declaración, la señora indica que al tercer o cuarto día de que ingresó su
muchacho al “campamento juvenil”, Reyes Munciño lo sacó dizque para ir a
comprar unos pollos, pero que de regreso se detuvo en una casa que está antes
del establecimiento, lo metió al inmueble y ahí abusó del jovencito.
Esa
misma semana, pero al siguiente domingo –agrega la madre—Rafael Reyes volvió a
sacar al adolescente del centro de rehabilitación para llevar en su carro al
encargado del mantenimiento del “campamento juvenil”, al que sólo sabe lo
conocen como “El May”, y que de regreso hizo lo mismo, se detuvo en la misma
casa y volvió a abusar del menor.
Rafael Reyes Munciño amenazó al joven, le dijo que si decía algo que nadie le iba a creer, ya que él (el presunto violador) era terapeuta y con eso tenía a los padres de familia de su lado. Que además él, Rafael Reyes, estaba bien amparado “tanto con los buenos, como con los malos” (quizás se refería al crimen organizado), que es licenciado y se sabe defender, y que por si esto fuera poco, “tenía paro con la línea”, en presunta referencia a algún grupo de la delincuencia.
No
es la primera vez que Rafael Reyes Munciño es acusado por presuntos abusos
sexuales contra menores –además de golpes intencionales—ya que en los primeros
días del mes de agosto del año 2010, fue denunciado por padres de familia que
tenían a sus hijos en otro “campamento juvenil” llamado “Internado Juvenil de
Disciplina, Valores y Educación Preventiva de Bucerías”, ubicado en el vecino
municipio de Bahía de Banderas, Nayarit.
En esa ocasión, Rafael Reyes fue detenido junto con su esposa de nombre Magdalena Mancilla Gollaz, y trasladado a la cárcel de Bucerías, pero un abogado de oficio, de nombre Vladimir Ocegueda, juntó el testimonio de cuatro padres de familia que declararon en favor de Reyes Munciño, y el juez lo dejó libre por “no encontrar pruebas” del presunto acoso sexual.
Este
sujeto operaba el centro de rehabilitación juvenil de Bucerías sin permisos
municipales ni de la Secretaría de Salud, pero aun así tenía a 85 menores –entre
mujeres y hombres—albergados en una finca de Bucerías. Al momento que las
autoridades le hicieron una revisión, encontraron a jovencita semi desnudas y
algunas irregularidades, por lo que fue clausurado.
Poco
tiempo después, Rafael Reyes puso en operación el “campamento juvenil” “Las
Parotas” de Ixtapa, y ahora vuelve a ser denunciado por la presunta violación a
un menor.
Llama
la atención que la Fiscalía Regional de Justicia no haya actuado al respecto,
ni que los policías investigadores ahonden más en la indagatoria, pese a que
hay inconsistencias como el que la esposa de Rafael Reyes, Magdalena Mancilla,
se haga llamar “Domitila”, y es señalada por ser cómplice de su propio marido
en estos actos que son denunciados por un menor.
De
hecho, la tal “Domitila” funge como secretaria del centro juvenil, pero en
realidad es cónyuge de Rafael Reyes.
Y
aún hay más: Rafael Reyes, muy listo, abrió una cuenta bancaria a nombre de
Luis Fernando Ríos Preciado –un sujeto que trabaja con él desde hace unos cinco
años—y ahí es donde les piden a los padres de familia que depositen cantidades
que van desde los 600 a los dos mil 500 y tres mil pesos.
En
investigaciones por separado, se descubrió que Rafael Reyes Munciño es hijo de
Rafael Reyes Brambila, hermano del propietario del periódico “Vallarta Opina”,
Luis Reyes Brambila.
Algunos padres de familia creen que esta es la
razón del por qué la Fiscalía Regional no lo ha investigado y mucho menos
aprehendido, porque su tío es Luis Reyes Brambila.
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